Con una mezcla de ironía, crudeza y mucho humor, la firma española Reparto Studio ha logrado hacerse un hueco en la compleja industria de la moda con una visión única y sin pretensiones. Su última colección, Reality Show, presentada durante la última 080 Barcelona Fashion Week, retrata los detalles de su proceso creativo y lo que significa realmente sacar adelante una marca independiente.
Para documentar los días frenéticos antes del desfile, Ana y Margil, fundadores de la firma, decidieron grabarse sin filtros, convirtiendo su experiencia en un minidocumental dirigido por Allan Batievsky que nos introduce de lleno en su taller, donde el caos, la autoexigencia y la pasión por la moda conviven a partes iguales. Charlamos con el dúo creativo sobre cómo nació la idea de llevar a cabo este documental, qué significa para ellos la moda, sus procesos creativos y la realidad, a veces precaria, a veces eufórica, de construir un proyecto desde cero.
El documental retrata los días previos a la presentación de la colección Reality Show, con la que habéis debutado en la 080 Barcelona Fashion Week, a través de audios que enviáis a Allan Batievsky. ¿Cómo nació la idea de realizar este documental?
La mayoría de veces soñamos mucho más alto de lo que esperamos alcanzar, pero sin duda la producción de este documental nos pilló de sorpresa. Después de cada desfile siempre hacemos recap de la cole, nos ponemos el uniforme de poli malo e intentamos ser lo más críticos posible. En la colección anterior, Margil se sintió un poco frustrado porque había un look hecho con flores de encaje de segunda mano con un trabajo salvaje detrás y varias personas pensaron que era un tejido comprado. A la vez, de forma positiva se dio cuenta de que la idea de documentar el proceso de cada look había funcionado muy bien en Instagram (cada look de la colección cuenta con un deslizable de fotos que documenta el proceso de construcción de cada personaje).
A la gente le encanta ver el behind the scenes.
Después de sacar esa conclusión, y sabiendo que la colección se iba a llamar Reality Show, empezamos a grabarnos de forma amateur en taller. Eso desembocó en soñar con un minidocumental de los días previos al desfile. En nuestra cabeza rondaban el de Raf Simons para Dior (Dior & I), y justo acabamos de ver el de Galliano (High & Low – John Galliano). Un día, hablando sobre esta idea con el padre de Ana, él nos contó que tenía un amigo que acababa de hacer una peli y que estaba metido en el sector documental, pero el tema se quedó ahí.
¿Y cómo se convierte en realidad?
El día de nuestra boda, Allan se acercó y nos preguntó por la idea. El día de tu boda hablas con mucha gente de muchas cosas, por lo que nunca nos imaginamos estar en una videollamada con él a los pocos días. Cuando nos preguntó qué queríamos, no le pusimos muchas limitaciones (tampoco sabíamos bien qué pedir), solo le dimos un ejemplo: queremos que sea como un documental de jirafas en su hábitat natural, habrá momentos de tensión y otros en los que simplemente comen hojas de un árbol. Buscábamos que fuese lo más fiel posible a nuestra realidad.
En un momento del documental, Margil dice: “No puedo decir nada porque ahora mismo me están grabando”. ¿Cómo de real ha sido este documental? ¿Creéis que refleja bien lo que son esos días previos a presentar una colección?
En nuestra profesión se presume que, al hacer un trabajo expuesto públicamente, también somos buenos oradores y sabemos qué decir en todo momento; pero lo cierto es que no, somos bastante torpes. Hay momentos de estrés en los que delante de tu equipo acabas diciendo barbaridades que no te representan y que quizá delante de una cámara no te apetece vomitar, sobre todo por respeto y educación, más que por una opinión. El documental muestra lo que realmente somos; pensábamos que habría más dramas, pero no. Trabajamos con amigos y todo fluye. Los verdaderos dramas se encuentran entre nosotros en la rutina del taller.
¿Hay algo que se haya quedado fuera o que hayáis decidido no mostrar?
La mayoría del contenido se ha quedado fuera. Allan tenía tres días de contenido grabado, desde primera hora de la mañana hasta la noche, pero nos recomendó un documental corto (siempre es mejor quedarte con las ganas que acabar aburrido). Todo lo interesante, estresante, llamativo y conflictivo está dentro, quizá se quedó fuera algún momento de tensión más prolongado, cosiendo o corriendo de un pasillo a otro.
En un principio, Allan tenía la idea de hacer un documental tenso y desbocado, enseñando el caos de una marca emergente. Después de ver el material nos dijo que la colección era el titular pero que el tono del contenido transmitía un fuerte sentimiento de compañerismo, así que cambió el rumbo de su idea original.
En un principio, Allan tenía la idea de hacer un documental tenso y desbocado, enseñando el caos de una marca emergente. Después de ver el material nos dijo que la colección era el titular pero que el tono del contenido transmitía un fuerte sentimiento de compañerismo, así que cambió el rumbo de su idea original.

¿Cómo fue esa convivencia con la cámara en un momento tan delicado como los días previos al desfile? ¿Os condicionó de alguna manera?
Al principio era un poco extraño. Nosotros siempre hemos estado en el lugar del espectador y nos agobiaba no ser suficientemente entretenidos, pero después te pones a trabajar y llega un momento en el que se te olvida que te están grabando, incluso que vas microfonado. También es verdad que nos conocemos tan bien entre nosotros que cuando no hay una cámara delante, la mayoría de veces la tensión se transmite más con gestos que con palabras (Ana frunce el ceño y Margil se va a echar un cigarro). Al estar grabando teníamos que verbalizar lo que estaba pasando, y eso hacía que fuese más cansado.
Por supuesto, ayudó muchísimo tener a un equipo de profesionales que en todo momento sabían cómo actuar y dónde colocarse, a ratos entre risas nos murmurábamos: tienen que estar flipando, seguramente sea lo más aburrido que han hecho en su vida (risas).
Honestamente, el documental es un regalo de esta experiencia, pero nosotros nos quedamos con todas las anécdotas que nos contaron. Allan se vino con un equipo que había recorrido el mundo (Bernat Fortiana y Sergio Caro) trabajando en situaciones completamente distintas a la nuestra, y la verdad es que nos ayudaban mucho a desconectar en tiempos muertos.
Por supuesto, ayudó muchísimo tener a un equipo de profesionales que en todo momento sabían cómo actuar y dónde colocarse, a ratos entre risas nos murmurábamos: tienen que estar flipando, seguramente sea lo más aburrido que han hecho en su vida (risas).
Honestamente, el documental es un regalo de esta experiencia, pero nosotros nos quedamos con todas las anécdotas que nos contaron. Allan se vino con un equipo que había recorrido el mundo (Bernat Fortiana y Sergio Caro) trabajando en situaciones completamente distintas a la nuestra, y la verdad es que nos ayudaban mucho a desconectar en tiempos muertos.
La colección se llama Reality Show y tiene ese punto humorístico e irónico sobre el día a día de una marca emergente. ¿Por qué elegisteis este concepto? ¿Cuál fue el detonante para decir, vamos a hablar de esto?
Siempre utilizamos términos del mundo del entretenimiento para titular nuestras colecciones y hacer referencia a cómo nos sentimos en ese momento. Reality Show es una colección inspirada en la cruda realidad de sacar adelante una marca de moda emergente. Queríamos enseñar lo que normalmente no se enseña por miedo a no estar a la altura. Hacemos referencia a la telerrealidad, y esta vez no queríamos que se quedase solo como concepto sino que formara parte del mismo. Y aunque muchos de nuestros conceptos son bastante pesados, intentamos aliviarlos con humor e ironía, que es la forma en la que nosotros convivimos con nuestras inseguridades en el día a día. En realidad, nos hemos dado cuenta de que nos pasamos la vida hablando de nosotros mismos.
¿Cómo es la experiencia de veros a vosotros mismos?
Cuando vemos el documental nos morimos de vergüenza, pero creemos que lo bueno del cine independiente, de un Gran hermano, o de cualquier material visual que quiera transmitir crudeza y realidad es no distorsionar nada, no esconder con florituras cada detalle, porque eso es lo que hace que la gente se enganche.
Nuestro objetivo era ofrecer contenido que a nosotros nos gusta consumir. Sentimos que la mayoría de veces se muestra el proceso de marcas con una estructura mucho más madura y teníamos ganas de que se viese cómo se trabaja de una forma más ruda y precaria. Creemos que no solo hay que valorar los procesos más profesionalizados y ‘bien hechos’, sino también la artesanía y el cuidado de talleres con menos recursos y de gente que está empezando.
Nuestro objetivo era ofrecer contenido que a nosotros nos gusta consumir. Sentimos que la mayoría de veces se muestra el proceso de marcas con una estructura mucho más madura y teníamos ganas de que se viese cómo se trabaja de una forma más ruda y precaria. Creemos que no solo hay que valorar los procesos más profesionalizados y ‘bien hechos’, sino también la artesanía y el cuidado de talleres con menos recursos y de gente que está empezando.
En Reparto siempre tenéis una historia que contar. En esta ocasión, ¿cómo trabajasteis la narrativa detrás de Reality Show? ¿Fue saliendo sobre la marcha o es algo que teníais claro desde el principio?
Casi siempre hablamos de lo mismo; es un poco como con tus amigos, los temas son siempre parecidos y van rotando, lo único que cambia son los protagonistas y el enfoque de cada historia. Solo queríamos enseñar nuestra forma de trabajar como entretenimiento. A veces parece que si muestras algo es porque buscas aprobación o demostrar que lo estás haciendo bien, pero no es el caso, la idea era documentar nuestra forma de trabajar, una memoria.
No hay una narrativa ni un tono pensado, simplemente va saliendo. Nosotros no decidimos que Reparto fuese una marca irónica, dramática, caricaturesca, tremendista o nostálgica; Reparto le puso palabras a nuestra forma de ver la vida, así que no solemos pensar antes de. Lo que hacemos es aprender a traducir nuestro lenguaje no verbal y así construir temas para la marca.
No hay una narrativa ni un tono pensado, simplemente va saliendo. Nosotros no decidimos que Reparto fuese una marca irónica, dramática, caricaturesca, tremendista o nostálgica; Reparto le puso palabras a nuestra forma de ver la vida, así que no solemos pensar antes de. Lo que hacemos es aprender a traducir nuestro lenguaje no verbal y así construir temas para la marca.
Como contáis en el documental, la colección está protagonizada por cinco personajes: el Bloqueo, el Maniquí, el Taller, la Manías y el Clown. ¿Podríais contar un poco más sobre cómo nacieron estos personajes?
En nuestras colecciones no hay personajes protagonistas. No podían salir todos en el documental, asíque Allan hizo una criba con los que resultaban más atractivos de forma estética y conceptual.

¿Hay alguno con el que os identifiquéis más personalmente?
Cada personaje es como un relicario de diferentes momentos o situaciones, no deja de ser un proceso de creación bastante narcisista.
Margil: Me identifico mucho con tres, y me gusta pensar que forman un trío amoroso: El Compromiso, Efímero y El Bloqueo. Aunque no tengan nada que ver el uno con el otro, siento que fluía con ellos. Este año me casé, sentí que todo lo viví muy rápido y me dio muy heavy el bloque con mis procesos creativos y la forma de relacionarme.
Ana: Me cuesta elegir entre todos, pero durante el proceso de creación fui bastante insoportable y repelente, así que elijo La Manías. Aunque ahora mismo, sin duda, Fashion Victim, estoy en un momento consumista que se está prolongando más de lo esperado.
Margil: Me identifico mucho con tres, y me gusta pensar que forman un trío amoroso: El Compromiso, Efímero y El Bloqueo. Aunque no tengan nada que ver el uno con el otro, siento que fluía con ellos. Este año me casé, sentí que todo lo viví muy rápido y me dio muy heavy el bloque con mis procesos creativos y la forma de relacionarme.
Ana: Me cuesta elegir entre todos, pero durante el proceso de creación fui bastante insoportable y repelente, así que elijo La Manías. Aunque ahora mismo, sin duda, Fashion Victim, estoy en un momento consumista que se está prolongando más de lo esperado.
Los personajes de Reality Show surgen de experiencias que habéis vivido como creativos. ¿Creéis que el proceso creativo, en general, tiende a romantizarse? ¿Faltan más relatos como el vuestro que hablen del cansancio, las manías, el bloqueo...?
Lo feo normalmente se quiere esconder. La estética feísta lleva tiempo implementada, pero los procesos a trompicones no quedan muy bien en la imagen de una marca. Confiamos en que nuestro público valore más cosas aparte de nuestra profesionalidad y empatice con un equipo que, aunque todavía bastante cojo y primerizo, se deja la piel en lo que hace.
Romantizar situaciones muchas veces es la forma de convivir con ellas. Nosotros somos los primeros que curamos nuestro corazoncito creando personajes y consideramos que está bien siempre que entiendas que es un método de protección, aunque de esto no tenemos mucha idea, somos más de contar que de explicar.
Romantizar situaciones muchas veces es la forma de convivir con ellas. Nosotros somos los primeros que curamos nuestro corazoncito creando personajes y consideramos que está bien siempre que entiendas que es un método de protección, aunque de esto no tenemos mucha idea, somos más de contar que de explicar.
Los personajes de Las Manías reflejan aquellas que se apoderan de uno cuando está trabajando, ¿qué manía especial tenéis vosotros?
Las Manías las hemos querido representar como tres ejecutivas ‘repipis’ que te obligan a hacer las cosas bien, bastante contradictorias con nuestra personalidad. Queríamos representar ese poli malo que se apodera de ti mientras estás construyendo y trabajando en tu proyecto. En realidad hablan de la autoexigencia.
Nos ha costado encontrar una manía en común, pero algo que solemos hacer mucho los dos es que hasta que no acabamos nuestro objetivo no vamos al baño, es decir, ir a hacer pis se convierte en un premio.
Nos ha costado encontrar una manía en común, pero algo que solemos hacer mucho los dos es que hasta que no acabamos nuestro objetivo no vamos al baño, es decir, ir a hacer pis se convierte en un premio.
Con el personaje Maniquí habéis acuñado el término ‘cutre couture’, e incluso el look del maniquí luce el texto “Cutre Couture Reparto Madrid”. ¿Cómo es vuestra relación con el miedo a que algo se perciba como cutre, pero en el mal sentido?
Un día, en segundo de carrera, un amigo (Endika Badiola) hizo referencia a una prenda de forma irónica y en vez de decir Haute Couture dijo ‘jatecutur’; desde entonces, este término nos acompaña y siempre lo utilizamos haciendo referencia a prendas que son muy finas pero quizá más costumbristas. Normalmente lo utilizábamos en la carrera para referirnos de forma irónica a prendas que habíamos hecho nosotros, que dentro de nuestras posibilidades estaban bien hechas, como un Haute Couture amateur.
Cutre couture es la evolución de ese término. Es la forma que tenemos de reírnos de la alta costura o de la gente que se toma la moda demasiado en serio. Una forma de reivindicar que existen marcas in between y demostrar que, si a veces no llegas a hacer lo mejor de lo mejor, no pasa nada, también está bien. Creemos que en este mundo/profesión, la perfección es subjetiva y no creemos en las afirmaciones rotundas. A veces en lo cutre también hay belleza. ¿Vale más una camiseta por su construcción o por las horas de desarrollo creativo invertidas en ella? Nuestro objetivo es vender otra forma de valorar un producto.
Cutre couture es la evolución de ese término. Es la forma que tenemos de reírnos de la alta costura o de la gente que se toma la moda demasiado en serio. Una forma de reivindicar que existen marcas in between y demostrar que, si a veces no llegas a hacer lo mejor de lo mejor, no pasa nada, también está bien. Creemos que en este mundo/profesión, la perfección es subjetiva y no creemos en las afirmaciones rotundas. A veces en lo cutre también hay belleza. ¿Vale más una camiseta por su construcción o por las horas de desarrollo creativo invertidas en ella? Nuestro objetivo es vender otra forma de valorar un producto.
También comentáis en el documental que el desfile duró apenas diez minutos, pero que la creación de esa colección os llevó meses y meses. ¿Cómo vivís esa diferencia entre el esfuerzo invertido y la fugacidad del resultado?
El proceso de esta colección ha sido más largo de lo habitual por circunstancias personales. Además de eso sentimos que llevamos bastante tiempo ejecutando más y pensando poco. Nuestra intención en 2026 y parte de 2025 ha sido frenar y repensar el camino de la marca.
Es verdad que el desfile se te queda un poco corto para todo el tiempo y esfuerzo invertido en él, pero podríamos compararlo con muchos otros oficios creativos. El desfile es una forma de cerrar con broche de oro un proceso de creación que después da paso a una colección comercial, ventas, apariciones en prensa, etc. Un desfile es la forma de comunicar tu colección pero no acaba ahí, el proceso continúa y es mucho más largo.
Es verdad que el desfile se te queda un poco corto para todo el tiempo y esfuerzo invertido en él, pero podríamos compararlo con muchos otros oficios creativos. El desfile es una forma de cerrar con broche de oro un proceso de creación que después da paso a una colección comercial, ventas, apariciones en prensa, etc. Un desfile es la forma de comunicar tu colección pero no acaba ahí, el proceso continúa y es mucho más largo.

¿Qué queda después de esos diez minutos y que vosotros valoráis más que nada?
Va a sonar repetitivo, pero lo que más valoramos de esos diez minutos es estar con nuestros amigos. Nosotros nos alimentamos de recuerdos y vivencias, nos gusta mucho parar el tiempo y ser conscientes de lo que nos rodea. A este desfile llegamos muy cansados, y eso hace que los sentimientos hacia nuestro trabajo sean confusos.
Hay una escena del documental donde se ve cómo el equipo mira la pantalla de forma atrabancada cuando sale a desfilar Jone, sin duda esa escena es lo mejor que nos llevamos de esos días. Momentos como ese y muchos otros nos recuerdan que a veces el cansancio no facilita el orgullo por uno mismo, pero tener gente así a tu lado sin duda hace que se contagie la felicidad.
Hay una escena del documental donde se ve cómo el equipo mira la pantalla de forma atrabancada cuando sale a desfilar Jone, sin duda esa escena es lo mejor que nos llevamos de esos días. Momentos como ese y muchos otros nos recuerdan que a veces el cansancio no facilita el orgullo por uno mismo, pero tener gente así a tu lado sin duda hace que se contagie la felicidad.
A lo largo del vídeo bromeáis con que durante todo el documental solo se va a ver a Ana hilvanando. ¿Cómo vivís esa parte más artesanal y de trabajo diario que implica tener una firma como Reparto?
Tenemos el taller en Madrid, así que nos llevamos estratégicamente a Barcelona prendas que pudiésemos acabar con una maquina casera o a mano. Todas las prendas lenceras llevaban la puntilla hilvanada a mano y alguna estaba teñida con café (nos quedamos sin puntilla y tuvimos que improvisar en el último minuto). No pensamos mucho en todo eso, honestamente, nunca ideamos ser una marca artesanal o minuciosa en nuestros procesos, pero sí que se ha convertido en una parte importante de nuestra forma de hacer.
Pero sí juega un papel fundamental en el resultado final.
Nuestro proceso es bastante sencillo: pensamos en hacer algo, probamos y, si funciona, lo hacemos. Después te das cuenta de que llevas más de tres meses cosiendo botones a una bata y recortando más de doscientas flores de encaje para almidonar, montar y construir con un pistilo de plumas (todo rescatado de mercerías a punto de cerrar y/o Wallapop o Vinted). Y un día después de haberte dicho a ti mismo mil veces que eres un desastre, te das cuenta de que, igual, algo de artesanía sí que hay en tu marca.
Reparto no tiene una estructura complicada a nivel de construcción, ninguno de los dos somos muy buenos en taller, así que la inconsciencia tiene un papel fundamental en nuestros procesos. Si algo nos gusta intentamos hacerlo, o si vemos que alguien del equipo es capaz de hacerlo lo hacemos sin perder mucho tiempo en pensar si es viable. Este tipo de ‘inconsciencia’ nos ha llevado a sitios increíbles.
Reparto no tiene una estructura complicada a nivel de construcción, ninguno de los dos somos muy buenos en taller, así que la inconsciencia tiene un papel fundamental en nuestros procesos. Si algo nos gusta intentamos hacerlo, o si vemos que alguien del equipo es capaz de hacerlo lo hacemos sin perder mucho tiempo en pensar si es viable. Este tipo de ‘inconsciencia’ nos ha llevado a sitios increíbles.
Para la presentación de Reality Show contasteis con colaboraciones con marcas y creativos como los accesorios de Fernando Gomez, las joyas de Jane Bardot Studio, o las gafas de Gafas Murcia. ¿Cómo encajan esas aportaciones externas en vuestra visión?
Trabajar con Fernando Gomez para los accesorios y calzado ha sido un sueño. Ha sabido materializar cada idea que teníamos, además de aportar un gusto impecable a la hora de diseñar las piezas. Gafas Murcia hizo que todo fuera fácil y aportó personalidad a los personajes, y Jane Bardot apareció con uno de los regalos que nos hicieron nuestros amigos y ellos en nuestra boda: dos claveles de plata que acompañaban al personaje El Compromiso.

¿Qué factores tenéis en cuenta para elegir a vuestros colaboradores?
Nuestro equipo es, sin duda, la parte más importante de nuestra marca. Para nosotros, el valor de estas personas es incalculable. Cuando alguien decide sacrificar su tiempo, trabajo, horas de descanso y, además de todo eso, decide volcarse (a veces incluso más que tú) en tu propio trabajo, porque estás agotado y es el sprint final de la carrera, sientes que te cogen de la mano y te arrastran hasta la meta.
¿Nos podrías explicar quiénes conforman el equipo de Reparto, más allá de vosotros dos?
Martxel Montero (estilista), Raquel García (sastrería), Jone Poderoso (contenido), Alba Cordoba (MUAH) y Aitor Laspiur (fotografía) siempre han formado parte de nuestro equipo. Hemos crecido juntos y les consideramos nuestra familia. No empezamos a trabajar con ellos por su forma de trabajar, al revés, desde el principio ha sido un orgullo que quisieran trabajar con nosotros. Después de años han crecido y se han convertido, para nosotros, en los mejores en lo suyo.
Otra de las incorporaciones, como Lucas Carrieri (costura y patronaje), surgió porque empezó las prácticas con nosotros y conectamos tanto que se quedó. Entendió nuestra esencia y potenció el nivel en cuanto a acabados y patronaje. A su vez, Fernando Gomez (accesorios y calzado) ya formaba parte de nuestras vidas, pero nunca habíamos trabajado con él. Sin duda ha sido increíble contar con él en esta colección, ha hecho realidad los zapatos de nuestros sueños. Allan Batievsky ha sido la última y gran incorporación al equipo Reparto. No sabemos qué es lo siguiente que podríamos hacer o a dónde nos llevará el destino, pero sin duda estamos deseando volver a hacer algo juntos.
Otra de las incorporaciones, como Lucas Carrieri (costura y patronaje), surgió porque empezó las prácticas con nosotros y conectamos tanto que se quedó. Entendió nuestra esencia y potenció el nivel en cuanto a acabados y patronaje. A su vez, Fernando Gomez (accesorios y calzado) ya formaba parte de nuestras vidas, pero nunca habíamos trabajado con él. Sin duda ha sido increíble contar con él en esta colección, ha hecho realidad los zapatos de nuestros sueños. Allan Batievsky ha sido la última y gran incorporación al equipo Reparto. No sabemos qué es lo siguiente que podríamos hacer o a dónde nos llevará el destino, pero sin duda estamos deseando volver a hacer algo juntos.
Qué bonito poder trabajar así.
Como decíamos en otra de las preguntas, nos alimentamos de historias, anécdotas y sucedáneos; no necesitamos mucho para ser felices en el día a día. Un momento sin importancia para muchos alimenta nuestra alma. Lo alargamos y estiramos tanto que acabamos hablando de otra cosa que se convierte en un tema muy profundo que a su vez acaba transformándose en un personaje. Tenemos la gran suerte de compartir eso con nuestro team. Y un desfile se acaba convirtiendo en una excursión entre amigos.
Al final del documental, Ana menciona el querer demostrar que lo que haces va en serio, tan arraigado en proyectos jóvenes.
Cuando te dedicas a algo tan precario y con un futuro tan ambiguo a veces es difícil creerte tu propia profesión. En una sociedad económicamente tan exigente, a veces resulta imposible sentirte suficiente. Es un complejo muy presente en nuestro día a día, y la constante obsesión por superarte resulta agotadora. Pero ahora mismo no se nos ocurre otra forma de mantenernos en la rueda.
Según vamos perdiendo la inocencia, sentimos que el sueño se cae a pedazos y se empieza a transformar en otra cosa (aun por descubrir). Querer dedicarte a la moda tiene poco de fantasía y cada vez entendemos mejor eso de que no gana el primero que llega sino el que más tiempo aguanta en la carrera. Es un tema que nos ronda mucho la cabeza y que seguramente estará presente en nuestra siguiente colección. Aun así, como siempre, creemos que esto, más que de moda, forma parte de hacerte mayor y darte cuenta de que la tranquilidad no forma parte de este estilo de vida.
Vivimos atormentados y acomplejados, buscando ser diferentes, y cuando sales de tu burbuja y te metes en una nueva te das cuenta de que la evolución o la diferencia no te hace mejor, simplemente te descubre problemas nuevos. Afortunadamente hemos aprendido a afrontar todo lo malo convirtiéndolo en combustible para nuestro oficio, y esto hace que comernos el tarro también tenga su recompensa.
Según vamos perdiendo la inocencia, sentimos que el sueño se cae a pedazos y se empieza a transformar en otra cosa (aun por descubrir). Querer dedicarte a la moda tiene poco de fantasía y cada vez entendemos mejor eso de que no gana el primero que llega sino el que más tiempo aguanta en la carrera. Es un tema que nos ronda mucho la cabeza y que seguramente estará presente en nuestra siguiente colección. Aun así, como siempre, creemos que esto, más que de moda, forma parte de hacerte mayor y darte cuenta de que la tranquilidad no forma parte de este estilo de vida.
Vivimos atormentados y acomplejados, buscando ser diferentes, y cuando sales de tu burbuja y te metes en una nueva te das cuenta de que la evolución o la diferencia no te hace mejor, simplemente te descubre problemas nuevos. Afortunadamente hemos aprendido a afrontar todo lo malo convirtiéndolo en combustible para nuestro oficio, y esto hace que comernos el tarro también tenga su recompensa.



















