Cientos de camisetas rojinegras y azules invadieron El Arenal de Córdoba la noche del 19 de junio. Había un buen motivo para que la equipación del Mallorca sustituyera durante unas horas la del club blanquiverde casi en su propia casa: Rels B. Primera vez en Córdoba y una responsabilidad tremenda (no solo por su parte) de dejar el listón bien alto. Algo nada fácil con el termómetro marcando treinta y tantos grados y propiciando que el uniforme por excelencia de la velada fueran gafas de sol, abanicos y tíos sin camiseta, o con camisetas que gritaban ‘Boys Don’t Cry’. Aunque aquel primer jueves de Córdoba Live el Flakko nos hiciera llorar tanto a boys como a girls. Jo, qué noche.
Eran las diez y media cuando unos Louboutin descendieron de lo más alto y un Rels B sonriente y travieso preguntó lo indecible: “¿Estáis ahí o no?”. Córdoba no dudó en responder mientras que, en la pantalla gigante, veíamos celebrar una improvisada Nochevieja en una playa incierta con 1 de enero, Punta Cana sonando de fondo. No, no eran los cuartos, sino la primera de unas treinta canciones que estaban aún por sonar. 
Fue una noche de primeras veces para la ciudad de Córdoba: primer concierto del mallorquín y primera parada a su regreso a España tras cruzarse Latinoamérica en su A New Star World Tour, una gira que eleva el nivel del verano pasado y con la que a sus fans no les ha dado tiempo de echarle de menos. 
Con más de veinte personas acompañando a Dani en el escenario, temas ya grabados en nuestra mente como baby Boo o pa quererte iban poniendo el ambiente a tono. Solo era el principio, y el tracklist prometía mucho más de lo que parecía. También lo hacía su lema de la noche, que no dudaba en recordar siempre que tenía oportunidad: sin público no hay show. “Se nota que estamos en Córdoba, porque nos hemos hecho todo el mundo y nunca nos habían dicho olé”.
Sirviendo look, gracia y desenvoltura en el escenario, Rels se supo más artista que nunca. De Un rodeoooo o Tú eres mi luz a Tienes el don o Te regalo, surfeó a través de todo un repertorio que empezó a erigir allá por 2015 con Player Hater, cuya carátula no dejamos de ver en el recinto ferial, en espaldas y torsos de los allí presentes. Y, como ya es costumbre en sus conciertos y desde que se transformó en un enamorado confeso, el flaco no puedo no acordarse de su mujer en ciertos temas: “Qué viva el amor, ¡que me acabo de casar!”, y nostroxs tampoco podíamos no acordarnos. Su alianza de diamantes no nos lo permitió.
A su manera, y a la nuestra, lo gozó, lo agradeció y lo disfrutó, paseándose de un tema a otro, intercambiando estilos y fusionando R&B con sonidos acústicos a las cuerdas de su ‘Omarsito’, aquella otra gran sorpresa de nuestra cita, junto al espectacular cuerpo de baile, que no nos abandonó ni un minuto y prendió el recinto con Detrás del DJ. Posiblemente, uno de los momentos clave de la noche, justo antes de dar paso a muchos temas de sus inicios con los que nos tocó de llenó donde más dolía. Love it, 3:43, Diles o Lejos de ti se fueron clavando como puñales uno tras otro.
Casi a la mitad de aquel encuentro efímero, nuestro eterno ‘balearico’ recordó que a las doce en punto sacaba nuevo disco: afroLOVA 25’. Cómo olvidarlo, toda la noche esperando oír algún pequeño avance que no llegaba. Pero Rels B lo tenía todo muy bien atado, y el hype por el lanzamiento del álbum solo consiguió que la ciudad vibrase in crescendo a medida que el show llegaba a su fin.
Era hora de despedirse. A tres días del inicio del verano, y entre los acordes y letras de Mejor no nos vemos, Sonríe <3, La última canción y A New Star Is Born, Rels B oficiaba allí mismo, ante sus muchos y muy fieles feligreses, su coronación como la (no tan) nueva estrella de la música urbana de España. Y de pronto fuimos conscientes de que aún no era verano, pero se sintió como una de esas noches de agosto que parecen no acabar nunca. “Que viva lo genuino”.
ACERO-Rels-B-1.jpg
ACERO-Rels-B-2.jpg
ACERO-Rels-B-3.jpg
ACERO-Rels-B-4.jpg
ACERO-Rels-B-7.jpg
ACERO-Rels-B-10.jpg