Los 2000 están de moda, pero, ¿qué es el sonido y2k? Si viajamos a una España donde el Grand Prix se seguía emitiendo y los Lunnis nos llevaban a la cama, más que Britney Spears, lo que nos encontramos es a Dani Martín, Pereza o Pignoise. Y si trasladamos ese sonido al presente y le agregamos un poco de barrio San Isidro, con quién topamos es con Recycled J y su tercer disco de estudio, Casanova. Un álbum que llevaba un año esperando ver la luz, pero que ahora nos ilumina a nosotros.
El nombre del proyecto homenajea al apellido de su abuela, pero también a las problemáticas vitales de Jorge. Una suma que nos recuerda que los orígenes y el amor son siempre dos de los tópicos narrativos más frecuentes en su música. Pero en Casanova hay un ejercicio letrístico superior que en trabajos previos, que se zambulle sin miedo en lo personal y nos sumerge a nosotros con él. “Soy dolor y sangre desde el día del parto, se echan a volar mis pájaros de barro; y yo me quedo solo aunque es de oro el candelabro”, en Dime algo.
Y a pesar de la profundidad, suena fresco. Quizá porque pocos se atreven a dejar atrás la pose chulesca y frívola propia del rapper estándar, mientras que Recy siempre fue valiente en eso. No por nada aparece con un disparo en el corazón en el videoclip de 10.000 Km (dirigido por Iván Blanco, uno de sus más recurrentes compañeros en materia audiovisual). ¿Será por eso que cada día parece más lejano de la música callejera que le vio nacer?
También en el vídeo del single homónimo Casanova, el artista se retrata como un nuevo tipo de caballero, una reconciliación con la idea contemporánea del donjuán que, aun coleccionador de conquistas, siente una vinculación sentimental hacia ellas. “Estoy con una y me duelen todas”, canta en el estribillo.
La línea musical continúa el legado abierto por Sad Summer o City Pop, y que tuvo que frenar un poco por Hijos de la Ruina vol. 3. Hay una intención de darle cada vez más presencia a la entonación y a la voz, como se escucha en la melodía de Pa no volver. Tanto las guitarras eléctricas en esa canción como las que protagonizan el sólo de Perro hambriento nos trasladan exactamente a la atmósfera dosmilera que mencionábamos. Pero cuando creíamos que esta dirección era irreconciliable con los ecos de Cool, suena Rosas Freestyle y el bambino nos recuerda su habilidad en las barras.
Es precisamente esa ambigüedad de referencias de quien ha crecido entre Chirie Vegas y La Oreja de Van Gogh uno de los fuertes de su propuesta. Hay un hueco en la industria urbana hecho a su medida que él solito ha trabajado. Porque una cosa es ser versátil, y otra educar a tu público a serlo. Recy es de los segundos. Un talento que vale su peso en oro (rosa).
Track favorito: 10.000 Kms.