Nadie lo va a hacer por mí es el segundo álbum de estudio de Rakky Ripper, pero no te fíes del título porque está cargado de colabos. Es una fusión entre pop y electrónica con un ritmo frenético, el mismo que ha llevado la granadina durante su proceso de creación, que se ha alargado casi tres años. Lo que vemos es energía y descontrol pero ella se define como alguien bastante chill en el día a día, lo que pasa es que está tan centrada en el trabajo que todo lo demás va acelerado y eso se refleja en la música.
Se tuvo que parar la producción del álbum dos veces, cayeron artistas, se sumaron nuevos; ha sido un proceso duro, sí, pero el resultado final no se habría dado en otras circunstancias que no fueran estas. Nos cuenta que una de las claves ha sido no cerrarse a probar nada, por eso hay tantos estilos distintos y hasta una mezcla de idiomas. Ahora está llevando todo este trabajo a los escenarios y, te advertimos, si quieres ver esta nueva versión suya en directo tienes que ir ya mismo a uno de los conciertos que ha anunciado (si lees hasta el final entenderás por qué).
Hola, Rakky, te volvemos a tener por aquí, pero esta vez por escrito. ¿Cómo va todo?
Hola, ¡todo bien! Renovada y con ganas de ver qué tal 2024. Me pinta bien de momento.
Ya lleva unas semanitas fuera tu segundo álbum de estudio, Nadie lo va a hacer por mí. ¿Qué tal está yendo la acogida? ¿Contenta?
Súper. Aún estoy procesando todo lo que ha pasado durante 2023 y asimilando que mi segundo álbum por fin esté fuera tras casi tres años. Estoy contenta, sobre todo porque al final sacar un disco es como un parto y lo más bonito es ver cómo la gente reacciona cuando conoce al bebé (risas).
En el disco hay siete singles –Zip, Love!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, Tracción, Dura, Salvar el pop, Ruido y Rotten– que has ido sacando a lo largo de estos años, muy separados entre sí. Con la preparación de la actuación en el Benidorm Fest ya comentaste que se alteraron los tempos del álbum, ¿cómo han ido esos cambios?
No te voy a mentir, ha sido muy difícil porque para enfocarme en el Benidorm Fest tuve que parar por segunda vez la producción del álbum, y eso siempre complica. Hay gente con la que trabajas que, a veces, cuando lo retomas después de un tiempo, ya no le gusta el tema, o productores que han perdido los proyectos, y a mí me ha llegado a cansar mucho todo ese proceso. Es muy complicado llegar al día de lanzamiento con la misma excitación y frescura que cuando compusiste el tema hace meses o incluso años. A veces lo que para la gente es nuevo, para ti tiene muchas escuchas. Pero al final, cuando ves todo junto con su portada y su imagen propia, ya te vuelves a ilusionar.
Salvar el pop es una declaración de intenciones, además acompañada de un homenaje a Yo te esperaré, de Cali & El Dandee. Por lo menos sabemos que tu voluntad está en esa. ¿Te verías como la heroína del movimiento?
Personalmente no me gusta que me consideren referente de nada pero aprecio que alguna gente me vea como un icono de algo sometimes, aunque no sepan toda la precariedad que hay detrás. Salvar el pop es un tema sobre la idealización de la vida de la pop star. Una especie de ‘silly-little-bubblegum-song’ dosmilera al estilo When I Grow Up. Es una oda a los sueños adolescentes de ser una superestrella. Pero bueno, al final, “los sueños, sueños son” y todo es mucho más complicado de lo que parece.
El disco es pop y electrónica; si lo queremos ver como un combo, hyperpop. Se consigue un sonido coherente durante toda la pieza y eso que trabajan muchos productores distintos. ¿Cuál ha sido el criterio de selección de lxs productores?
Pues mira, no ha habido ningún tipo de criterio. Este disco, pese a que dice que “nadie lo hace por mí”, en realidad es un mega álbum de colabos. Durante estos años me ha encantado conocer y trabajar con diferentes productores y artistas de distintos países y distintos estilos, y simplemente no me cerraba a probar nada. Todo ha sido un proceso de aprendizaje y descubrimiento que quería hacer, por eso a la vez he querido meter a tanta gente distinta en el saco, cada uno me ha enseñado algo.
Esto a su vez ha hecho complicado que todas las canciones casen entre ellas, por lo que para mí es una alegría cuando la gente revisa el disco y ve un hilo conductor entre todas ellas. Supongo que significa que el hilo de unión es mi voz y mi estilo, y me pone contenta porque quiere decir que cada vez estoy más definida como artista.
¿Supiste desde el principio con quiénes querías currar o fue algo más orgánico?
Fue como te digo, bastante orgánico, a base de probar y abrirme a conocer gente nueva y meterme en el estudio con ellos. Por ejemplo, no sabía nada de los Kickbombo hasta que nuestra editorial nos conectó y fue un clic inmediato. Han sido encuentros y momentos fortuitos los que han llevado a que este disco esté tan lleno de gente.
Mezclas el español con el inglés en algunas canciones, y en Irresistible con Kalika también hay versos en francés. ¿A qué viene esto?
Al principio, este tema era con otro feat de fuera, que de hecho es una chica que aparece en los créditos de composición, pero como se tiró mucho tiempo en un cajón esta persona al final se bajó. Tuve que buscar un reemplazo y, cuando no veía solución, apareció Kalika y me obsesioné con sus temas, entonces sentí que esta canción le iba a la perfección. A ella le encantó y se montó. Al principio no pensé en cómo quedaría el francés, pero cuando lo oí fue como, wow, vale, esta canción necesitaba un verso en francés y ni lo sabía.
¿Quizá también surge por esa sinergia con lxs artistas que colaboras en el disco?
En efecto, muchas de las colaboraciones han sido orgánicas y han aportado el toque que le faltaba a algunos temas. Al final cada artista deja su huella personal y esto contribuye a que tu proyecto se enriquezca. Amo colaborar, es de lo más divertido de hacer música.
Scene Boys es una referencia al estilo o a la subcultura scene. Es una oda a tus amigos, ¿verdad? Cuéntanos.
¡Sin duda! Es un revival de mi adolescencia y contiene la nostalgia de un tiempo entre lo analógico y lo digital que ya no volverá. Tengo mucho cariño a esa estética y a esa época en la que empezaba a salir y a encontrar mi refugio en grupos de gente que eran como yo, con los que cada viernes quedaba para beber, hacernos mil fotos y luego subirlas a Tuenti. A la mayoría no los he vuelto a ver, pero formaron parte de una etapa muy importante en mi desarrollo como persona y les estaré eternamente agradecida.
Para, STOP! ¿Eso qué es? Me he subido a la cabina, me cargué al DJ”. Qué intensidad, dime que eres así, porfa.
En el día a día soy bastante chill, pero como siempre estoy currando y cada vez salgo menos, cuando voy de fiesta soy un poco go hard or go home. Hay peña que quiere estar como un pincel toda la noche y están en su derecho, pero yo es que si salgo es para vivirlo al máximo y volver a casa luciendo como una auténtica mierda.
Esta intensidad también se representa musicalmente durante todo el disco. Al principio de Malos días podíamos pensar que había una pausa y mira cómo termina. ¿Es un impulso del género o buscas especialmente que tu música sea así de frenética?
Este disco ha sido super frenético de hacer, de principio a fin. El marco temporal de mi vida en el que se ha englobado refleja esta velocidad y cambio constante. Quería jugar con distintos géneros de la electrónica y el pop, fusionarlos y enfrentarlos.
Hay algo de amor, quizás más al final, pero en su mayoría Nadie lo va a hacer por mí es fiesta y desacato. ¿No time for love para Rakky?
Es que mi vida es un poco así. Siempre estoy hipercentrada en el trabajo y no es que no quiera amor, pero es que no tengo ni tiempo para salir, quedar o conocer gente nueva fuera del ámbito laboral. Si te fijas, casi todas las canciones love-related son sobre despechos o sobre buscar ser amado, así que sí, I’m a bit fucked pero no me agobio porque sé que estas cosas llegan cuando tienen que llegar.
Decides cerrar con Rotten que, pese a ser tan movida como las demás, tiene la letra más triste. ¿Es por alguna razón?
Rotten es de mis favoritas porque la última frase que digo es el título del disco y por eso quería que cerrase ella. Además, resume muchas de las situaciones en las que me he visto envuelta estos años. Traiciones y rupturas tanto personales como laborales, desconfianzas propias y ajenas, o el arrastrar conflictos y etiquetas del pasado mientras lucho con mis demonios por intentar decir lo que pienso y ser transparente, para que lo doloroso no se enquiste.
No saber en quién confiar o ir con pies de plomo ha sido algo muy frecuente en mi vida, y estos años se me ha potenciado mucho. Me he vuelto más fría pero también vivo mejor. Además, creo que todo esto son sentimientos muy universales y que con esta canción se cierra muy bien un disco que habla mucho de la angustia, la ira y la frustración.
Empezarás el año de gira, ya están a la venta las entradas para Granada, Madrid, Barcelona y Zaragoza, y aún quedan nuevas fechas por confirmar. ¿Cómo de larga será la gira?
De momento aún la estamos montando y faltan algunas por confirmar pero no sabemos cuándo acabará. Eso sí, seguro que seguirán siendo poquitas fechas, así que yo de vosotras me iba pillando entrada para alguna de las que ya hay fuera.
Para terminar, ¿qué podemos esperar de un show de Rakky Ripper?
Teatralidad, emoción y contacto físico. La gente va a poder tenerme muy cerca y creo que va a ser algo muy íntimo y enérgico. Quiero que la imagen de la Rakky rosa con dos coletas se quede para siempre en las retinas de quienes vengan porque después de esto habrá un cambio radical.
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