Poncelam

Me describiría como una artista a quien le gusta viajar entre diferentes estilos. Desde pequeña me ha gustado la música y llevo estudiándola e investigando en ella desde los 5 años. En el colegio componía imaginando melodías mientras rapeaba y cantaba lo que me venía a la cabeza.
En cuanto a mi estilo, aunque sobre todo tengo influencias del R&B, el pop y el hip-hop, me encantan todos los estilos y géneros como el jazz, el flamenco, la electrónica, el soul, el reggaeton, etc. Con lo cual, a la hora de hacer música me cuesta encasillarme en solo un estilo. Aun así, si me tuviera que encasillar en algo sería en el urbano.

La verdad que el proceso de escribir la letra de MMM fue bastante orgánico. Escuché el beat que produjimos y las melodías se fueron formando mientras iba improvisando. Sí que es verdad que la premisa que me ponía era seguir un fraseo algo más soul para que hiciera contraste con la base rítmica. Y, como hago siempre, la letra la compuse mediante una mezcla de ficción y realidad envuelta en las ganas de mostrar a una Irene algo más adulta.

Trabajar con T-Cun siempre es divertido y, al ser amigos, el punto de creatividad al que llegamos siempre me acaba sorprendiendo. Nunca juzgamos la idea del otro y nos sentimos bastante libres en ese sentido de decir lo bueno y lo malo. El beat nació de algunas cosas que tenía él guardadas de trabajos anteriores y lo rehicimos juntos. La verdad que trabajar con él siempre es satisfactorio.

Como ya he dicho antes, creo que lo que me lleva a mezclar estilos de esta forma es lo mucho que me gusta investigar en todos los géneros. Me encanta la música sin importar la etiqueta que se le ponga. A veces pienso que los estilos y géneros que utilizamos para encasillar a los artistas es más una forma de organizarnos nosotros mismos que a la música directamente. Siento que la música es una en sí misma y que todo es combinable, y más hoy en día, en una sociedad donde siempre estamos a la espera de algo nuevo.

Tanto las localizaciones como el estilismo y el acting lo pensamos un poco entre todos. Mi idea era crear tres atmósferas diferentes donde pudiéramos ver situaciones que podría vivir una chica joven cualquiera en su pueblo, siguiendo la narrativa de la letra. Me gustaba la idea de representar la frialdad, la seguridad, la imparcialidad ante lo que te rodea a veces… Algo que también buscaba era la idea de la hermandad o la familiaridad, por eso salgo con mis amigos en este videoclip, pero acompañado del acting que comentaba anteriormente, buscando una imagen más seria. Fue un videoclip muy bonito de grabar y, aunque fueron bastantes horas, fue una experiencia muy guay de vivir, sobre todo rodeada de mi equipo y mis amigos.

Pues la verdad que samplear el estribillo de Ready or Not en medio del tema surgió porque durante esos días estuve escuchando el disco The Score en bucle. Sobre todo me inspiró mucho la producción de los temas del disco, y lo que aportaron al sonido del hip-hop de los 90, además de la forma de rapear de Lauryn Hill. Me encanta la forma en la que mezclan el reggae, el hip-hop, el soul y los sonidos electrónicos. También me inspiró, más a nivel estético, la imagen algo oscura del disco, la elegancia y la seriedad que caracteriza el disco. Sentía que la vibra que me daba MMM me recordaba a lo mismo que me transmitía Ready or Not.
Otros artistas que me inspiran mucho a la hora de componer y producir son Kanye West, Rosalía, Rihanna, Jorja Smith, Drake, Billie Eilish, Nina Simone, Biggie, Quincy Jones, entre muchos más

La lección más importante que me llevo de mi padre es el respeto a la música y a todo lo que me rodea en realidad. La constancia, las ganas y toda la proyección que he creado sobre mí como artista y como músico sobre todo vienen de esa premisa, del hecho de respetar y amar el arte.
En la industria a veces se confunde la música como si perteneciera al artista, cuando me parece que es todo lo contrario. La música se manifiesta a través de nosotros, no al revés. Me gusta considerarme un medio de comunicación de un mensaje más que otra cosa. Me parece la forma más honesta de tratar lo que hacemos y es lo que me hace estar más conectada con la música.

¡Para nada! Sí es cierto que durante mi infancia no escuché música urbana. Me crié escuchando Demi Lovato, Totto, Queen y Shania Twain. Lo de la música urbana y el hip-hop fue algo que surgió en mi adolescencia por amistades y otras circunstancias. Lo cierto es que mi padre siempre me apoyó con mi música, incluso cuando era algo que él no estaba acostumbrado a escuchar ni a tratar, pero creo que su visión en esto era como la mía, o más bien la mía es como la suya: no juzgar la música por géneros sino por gustos y calidad.

Mis experiencias con BDP siempre han sido muy bonitas. He participado en bastantes eventos con ellos y me parece una organización super bonita. La forma en la que dan voz a gente que quizá no tiene los medios para proyectarse y como apoyan al panorama urbano me parece algo que no había hecho nadie antes. ¡Por supuesto, estaré encantada de seguir participando en próximos proyectos junto a ellos!

Rosas de papel es uno de los temas a los que más cariño tengo. Después de sacarlo solo llegaron cosas bonitas y lo recuerdo como el principio de una etapa. Recuerdo la forma que tenía de componer y la persona que era cuando compuse esa canción, y realmente veo toda la evolución mental que he podido tener en casi dos años, pasando por momentos muy buenos y también muy malos. A veces nos enfocamos solo en lo bien que van las cosas y lo cierto es que, como artista, el camino no es fácil.
Olvidarte también lo tengo como un caso igual. La forma en la que la gente contestó a ese tema me llenó mucho por dentro, ya que conectó mucho con la letra. Lo considero uno de los temas más personales. Es de esas canciones que recuerdas perfectamente el momento vital en el que estabas cuando lo escribiste, y de estos que salen de estar 10 minutos escribiendo sin parar.

Me encanta el directo, tanto o más que estar en el estudio. Me encanta apostar por diferentes disciplinas artísticas como por ejemplo el baile urbano. Lo cierto es que estoy trabajando en un show muy especial a final de este año 2023, con la presentación de un EP que estoy preparando. Es la primera vez que pongo tanto empeño en un lanzamiento y en un concierto a nivel conceptual y pienso que a la gente realmente le va a gustar mucho.

Mi recorrido dentro de la industria está siendo bastante satisfactoria y, aunque haya piedras en el camino durante muchos momentos, no podría hacer otra cosa que lo estoy haciendo. Mi proyecto hace tiempo que se convirtió en mi trabajo y en mi vida, a lo que más horas mentales le dedico, y las experiencias más bonitas y satisfactorias que he podido experimentar en mi vida vienen gracias a esto, así que realmente pienso que estoy siguiendo un buen camino.

Fue una de estas cosas que nunca tienes que decir porque ya se sabe. Fui una niña bastante inquieta y mi madre siempre me cuenta que, subida en el carrito paseando, iba versionando canciones infantiles y cantando canciones que me gustaban. Estudiaba piano, bailaba, y a una edad muy temprana empecé a componer cosas. Lo bueno y la suerte que tuve es que mi padre ya pertenecía a este mundo de la música y siempre me impulsaron a seguir.

¡Lo cierto es que sí! En septiembre saldrá mi segundo EP, llamado Vértigo, con una base conceptual bastante sólida e intentando buscar sonidos nuevos.

¡Sí! El día 28 de julio entré actuando en la nueva sala Heliogàbal de Barcelona con la fiesta Sudor, y después del lanzamiento quizá haya algunas fechas más por el resto de España.

Mi meta como artista y músico es seguir aprendiendo y haciendo pensar a la gente. Todo arte tiene un valor social y pienso que, mediante la música, la pintura o cualquier disciplina artística podemos hacer el mundo en el que vivimos un poquito mejor, sea de la forma que sea. Me encantaría poder seguir con el legado que recibí y poder transmitir mi forma de ver la música y la vida con quien quiera escuchar mi mensaje.