Si cierras los ojos, tan solo con escuchar su voz pocos segundos, puedes reconocer que es Polimá Westcoast quien está cantando. Con un estilo musical muy particular, este chileno se ha abierto camino a nivel mundial con su recién éxito Ultra solo, que inundó TikTok durante semanas. Desde Dua Lipa a Bad Bunny se han atrevido a corear sus versos, y es que aparte de una demostración de constante evolución y talento, Polimá Westcoast es también el claro reflejo de la importancia que han tomado a día de hoy las redes sociales en nuestra realidad y a la hora de abrir paso a todos esos artistas que como Polimá decidieron abrirse un camino en la música desde bien pequeños.
Bizarrap, Duki, Rels B, C. Tangana o Yung Beef son tan solo algunos de los muchos nombres que han trabajado con el chileno desde que empezó a profesionalizarse hace poco más de 4 años. Con la colectividad y el trabajo en equipo por bandera, Polimá sabe muy bien que, sin el apoyo de su familia, de sus hermanos y de la larga lista de músicos de la escena chilena, su música no sería la misma. Ahora, con Ultra solo remix rompiendo récords en su país, y también fuera de él, hablamos con Polimá Westcoast sobre el éxito, pero sobre todo para descubrir quién es este chico que se esconde detrás de uno de los mayores éxitos musicales de este 2022.
¿Quién es Polimá más allá del chico de Ultra solo?
Mi nombre es Polimá, empecé a hacer música hace tiempo, soy un artista de Sony y llevo ya casi 3 años trabajando con ellos. Soy mi propio compositor también... Mi padre es de Angola y mi madre es chilena… poco más.
Ultra solo ha sido todo un éxito, tanto que lo cantan hasta Bad Bunny o Dua Lipa. El remix también ha batido récords siendo la canción con más escuchas en un día de Spotify Chile. La popularidad es un tema del que ya habías hablado en canciones como Run Run Stop, que trata precisamente de cuando los artistas alcanzan un gran nivel de popularidad hasta el punto de que se pierden a sí mismos, ¿Cómo lo estás llevando tú el éxito?
Me encanta todo lo que está pasando, todo lo que ha desatado esta canción y los espacios que ha abierto. Es increíble porque ha llegado a lugares donde nunca me hubiera imaginado que mi música pudiera llegar. Me encanta el poder de la música y el poder de Internet que nos ha dado libre acceso a cada espacio y a cada usuario. Cantar la canción en vivo es algo que se me hace súper especial y que me causa mucha adrenalina. Ultra solo desata mucha euforia en las personas y creo que es algo muy importante, además disfruto muchísimo haciéndolo. Los escenarios grandes que he pisado y como el público la canta es algo que me ha impactado mucho. Esa canción creo que va a seguir y no va a parar nunca, porque tiene mucha fuerza, y es muy natural también, la gente al final se identifica con ella.
Hablando ahora del poder de Internet, ¿qué destacarías, de forma negativa y de forma positiva, de todo ese poder que tienen ahora las redes sociales como TikTok?
Creo que son positivas porque si se usan de manera inteligente y a tu favor hay muchos recursos que se pueden explotar y que sirven de mucha ayuda para expandirte como artista. La parte negativa es que son demasiado adictivas y uno le dedica demasiado tiempo, a veces esto está bien porque nos ayuda a escaparnos un poco de la realidad.
Tu música se define como trap, aunque también existen algunos tintes de reggaetón en ella, no obstante, has dicho muchas veces que no te gusta demasiado encasillarte, ¿cómo la definirás?
Por ser afrodescendiente siento que mi voz es muy particular, aparte todas mis canciones tienen en común la música africana. Para mí también era algo fundamental en el momento de hacer mi música y es lo que quería generar, como ese reconocimiento, que la gente me escuche con los ojos cerrados y sepan que estoy cantando yo. El trap es mi zona de confort, aunque ahora estoy experimentando con otros ritmos como el reggaetón, pero uptempo y Ultra solo es un ejemplo de ello. Le quería subir la velocidad al ritmo, y esas cosas me gustan ya que siempre estoy en la búsqueda de colores y los efectos técnicos que distingan mi sonido, así que en eso estoy. No me encasillo tampoco con un género, pero siento que muchas veces acabo haciendo pop.
En tus letras, y Ultra solo también es un ejemplo de esto, pero sobre todo en canciones como Brillo o Acéptalo que sacaste junto a Yung Beef, muestran un lado quizás más sensible y que muchas veces se diferencia del canon con el que la sociedad distingue al trap, ¿cuál dirías que es esa esencia que buscas transmitir?
Creo que nuestra generación está influenciada por distintas canciones, distintas bandas y distintos ritmos y géneros musicales. Por ejemplo, en Chile el reggaetón es un movimiento muy fuerte y que esta super presente en nuestro día a día, pero también hubo una época donde se escuchaban bandas con un sonido más emo rollo Linkin Park. Esa música como más emocional también está presente ahora y se ve reflejado en el momento de crear. Vivimos nutridos constantemente con muchos géneros que se unen entre sí. Las canciones emocionales ya son prácticamente parte de nosotros, Ultra solo quizás también lo es, pero sí que es verdad que la llevé a una forma mucho más energética.
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La música no es nada nuevo para ti, en más de una ocasión has dicho que la llevas desde siempre. Empezaste en esto de bien pequeño cantando en los coros de la iglesia y del colegio, un estilo más cercano al góspel, ¿cómo fueron tus inicios?
Empecé cantando en el coro de la iglesia y en el de mi colegio, pero tiempo después empecé a hacer mis producciones, a sacar mi música y a conseguir mis cosas. Me descargaba algunos beats de YouTube y a grabar mi voz por encima, poco a poco me fui descargando ya más programas y a intuir un poco como era la materia para empezar a entender. Llevo tiempo haciendo mi música, seguramente desde que estaba en el coro, pero fue con 13 años o así cuando intenté juntar dinero por primera vez para invertir en aparatos de estudio y en la música en general.
De hecho, la música siempre ha vivido en ti por tus raíces; tu madre era bailarina, tu abuelo poeta, tú y tus hermanos hacéis música juntos... ¿Cómo ha influido tu familia en el desarrollo de tu carrera como artista?
Mucho, muchísimo… Ellos siempre han sido un pilar fundamental para mí porque han estado en cada momento del proceso, en cada parte de mi vida y de mi carrera. Me han ayudado a desarrollarme como artista, como hombre y como humano. Los valores que me han transmitido son una parte fundamental para poder mantenerme con los pies en la tierra. Además ellos siempre están ahí en mi proceso de crear música, opinando o bailando junto a mí, y me llenan de energía, de espíritu y de ganas de querer hacer todavía más música.
¿Cómo te diste cuenta del estilo de música que querías hacer?
Donde me crie, en Chile, no hay mucha gente, bueno ahora sí, pero cuando era pequeño mi padre fue uno de los primeros africanos en llegar al país. Entonces no me sentía identificado con la música de la zona, ni tampoco con el reggaetón, me sentía identificado con artistas como Snoop Dog, Bob Marley o 50 Cent. A la vez, por otro lado, también me veía más reflejado en artistas como Alexander Pires; como que ya desde muy pequeño busqué esa música y me nutrí de ella.
También tienes una sesión con Bizarrap, la #19. ¿Cómo surge? ¿Y cómo es trabajar con él en una de sus sesiones?
Por aquel entonces yo estaba en Argentina para cantar en un festival que se llama Buenos Aires Trap. Una vez estando ahí, el Biza me mando un mensaje y al día siguiente o ese mismo día por la noche, no sé muy bien, me fui a su casa y la grabamos. En ese momento las sessions aún eran un freestyle, siento como que ahora se hacen más canciones. Fue muy divertida de grabar, ese mismo día en su casa la grabamos de una. Su espíritu es increíble, ya cuando te recibe en su casa es algo completamente diferente porque no suelen ser así los artistas, la humildad que tiene es impresionante y lo mucho que ha crecido y cómo ha conseguido mantener sus valores espiritualmente también es de admirar, y eso lo hace ser el más grande. Es algo ya que se siente en el momento de estar ahí y crear con él, se hace fácil por lo mismo, porque es como si estuvieras en tu propia casa.
Aparte de Bizarrap, presentas muchísimas colaboraciones con gente muy top como con Duki, Khea, Ñengo Flow y mil nombres más, ¿cuáles son tus criterios para colaborar con alguien?
Me gusta compartir la música con gente a la que admiro y con la que siento que tenemos una vibra en común. Al final la música es inmortal, porqué una vez está colgada, ya no hay nadie quien la baje, y me gusta compartir eso con gente que tenga cierta importancia para mí.
Empezaste profesionalmente a hacer música en 2018, y tan solo un año después ya contabas con varias colaboraciones con artistas españoles, ¿cómo entras en contacto con la escena española?
Literalmente por Instagram. La misma semana que me habló Bizarrap para grabar la sesión, me habló C. Tangana para hacer una colaboración. Me mandó el tema y me monté, le mandé mi parte y al mes siguiente nos juntamos en Argentina para grabar el vídeo. Con Rels B fue igual, por Instagram. Una vez que me vine a Madrid nos juntamos en el estudio, le enseñé mi música y grabamos, de hecho, con Rels tenemos más proyectos por salir. Instagram al final me ha dado mucha facilidad para poder conectarme.
Eres muy querido aquí, ¿dirías que existen diferencias entre el público de aquí y el de tu país o el de Argentina, por ejemplo?
Sí, creo que la música se consume diferente, la tienen como de otra manera, pero es muy divertido porque es una manera muy eufórica el cómo la reciben. Es impresionante cómo les gusta el party aquí.
Hablando de Chile, en Ultra solo colaboras con Pailita, en el remix con Paloma Mami también chilena, y al final tú mismo eres uno de los grandes de la escena urbana de tu país. ¿Cómo definirás esa escena chilena?
La escena chilena es una gran potencia, están todos en crecimiento constante y es un fenómeno que no van a parar, porque todos tenemos muchas ganas de querer viajar por el mundo, de cantar y de grabar. Eso hace que no paren nunca, que sigan creciendo y sigan impresionando a la gente. Siento que va a ser global ya dentro de poco.
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Tu sello Brokeboyz es al final una especie de colectivo, Pablo Chill-E tiene la Shishigang, aquí en España está La Vendición y podría poner mil ejemplos más, ¿cuál dirías que es la importancia de los colectivos en los géneros urbanos?
Creo que son muy importantes porque ayudan mucho a los nuevos talentos y fomentan el trabajo en equipo y en unidad. Hay mucha gente que a raíz de esos colectivos levantan su carrera para luego poder seguir su propio camino. Generan ese espacio para poder colaborar, como ese espacio de unidad entre todos. Siento también que al menos en Chile, una mano lava a la otra, entendemos mucho la música con un espíritu colectivo y nos ayudamos mucho entre todos como género e independientemente que tengamos colectivos distintos, al final todos estamos unidos.
Antes hablábamos de que quizás tus temáticas se distan de la generalización que se hace de los géneros urbanos, especialmente en Latinoamérica, donde muchas veces se relacionan con el consumo de drogas y el uso de armas, ¿cuál crees que es la importancia de romper con esos temas o simplemente con esa generalización que se extrapola al final a todo el conjunto de lo que llamamos trap?
Yo no diría que toda la música lo habla, cada uno tiene una perspectiva y quizás los artistas que hablan de eso es porque lo han vivido. Desde mi punto de vista o personalmente yo hablo de lo que sé y de cosas que son más consecuentes con mi vida, quizás por eso hablo de temas que son más emocionales porque me veo envuelto en ese ambiente, hablo de lo que sé. Creo que la oportunidad que están teniendo esa nueva ola de artistas es algo nuevo para nosotros. Por lo general hay gente que viene del bajo mundo, gente que no tenía nada ha pasado a tener cosas materiales gracias a la música, y querer ayudar a la gente que estuvo siempre contigo es algo normal, es parte de esa nueva ola del nuevo género urbano y todos los artistas lo entienden de igual manera ahora.
Otra cosa que me ha llamado la atención con esa generalización que normalmente se hace de los artistas que hacéis música urbana es el uso de drogas o alcohol, no obstante, tú has dicho que eso no entra en tu proceso creativo porque la música como te causa los mismos efectos, ¿cuéntanos un poco como es tu proceso creativo?
Mi proceso creativo es muy espiritual, depende mucho de mi día y de la energía con la que me rodeo en ese momento. A veces si hay gente a mi alrededor que no tiene una buena vibra o que no me siento cómodo con ella no puedo rendir bien. Siento que necesito tener mi espacio, porque la creación es algo muy espiritual para mí.
Supongo que para ti está siendo todo un sueño ahora mismo, pero, dime un sueño que te quede por cumplir.
Llenar arenas, llenar estadios… Ese es mi sueño ahora mismo, llegar a Estados Unidos, al Madison Square Garden… Llegar a todos esos lugares a los que no he llegado aún.
Y ahora sí, cuéntame, de lo que nos puedas contar, ¿qué podremos ver de Polimá en un futuro?
Ahora vamos a poder ver un Polimá global. Voy a estar ahí trabajando día a día sin parar y la mejor música mía aún está por salir, así que seguid atentos.
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