Piensa en un artista urbano chileno de hace más de diez años. ¿Lo tienes? ¿No? Vale, más fácil, piensa en un artista chileno actual. ¿Ahora sí? Padre de la Gen Z, los algoritmos y lo harajuku; tesorero de la herencia de Lil Uzi Vert, Lil Wayne y Wiz Khalifa, y guía absoluto de las nuevas voces de Chile. Estamos hablando, claramente, de Polimá Westcoast, un fenómeno único que ha sabido integrar antónimos como ser de la calle y un poco friki. El artista que encabeza toda una nueva escena. Una que está logrando latitudes nunca antes vistas para el país andino. Un abridor de caminos que lanza este mes de noviembre su nuevo álbum, De camino a Hermes.
Entrevista extraída de ACERO vol. 6, publicada en noviembre de 2023. Hazte con tu copia aquí.
Poli me cuenta que gracias a artistas españoles entendió que se puede hacer trap en tu propio idioma, en un momento donde no existía nadie así a su alrededor. Por eso “soy muy fan” es probablemente la expresión que más se repite a lo largo de este texto. Ya sea que hablemos de Yung Beef, de Sticky M.A, de C. Tangana o incluso de La Blondie, el artista chileno tiene tanta data como el más fiel de los públicos españoles.
Ahora que ya hace más de un año del momento Ultrasolo que cambió su vida, repasamos juntos las alegrías que el hit le trajo y todo lo que trabajó previamente hasta llegar ahí. Y la verdad, la historia está llena de easter eggs que nunca te imaginarías. Dua Lipa incluida.
Hola Poli, ¿qué tal estás? ¿Cómo va el jet-lag?
Bien, ¡gracias! Mi semana ha sido fuerte. Hoy he llegado a Miami, ayer despegué desde Francia y antes de pasar hice parada en Chile. Imagínate. Esta semana son los Billboard y tenemos muchas obligaciones cada día. Pero estoy bien, comiendo fruta, haciendo deporte… Cuidándome.
Sí, algo me chivaron de que cantas en los Billboard.
Sí, así es. Ando un poco nervioso. Está ahí Shakira, todo el mundo…
Seguro que te va genial. Al final la gente es gente, al lado de Mozart todo son rookies. En París has ido a ver Rabanne, ¿no? ¿Qué tal?
Rabanne fue increíble. Estuvo Cher, estuvo Tyga… ¿cómo así? ¿Cómo se puede juntar toda esa gente en un mismo lugar? Qué locura.
¿Y el desfile que te pareció?
Me encantó. En verdad era todo supercool y toda la gente que estaba allí estaba increíble vestida, muy en tendencia. Aprendí mucho.
Quiero empezar preguntándote por España. Tu implicación con la música de nuestro país se remonta bastantes años atrás. Tu primera colaboración con un artista española fue con La Blondie, en 2018. ¡Qué fuerte!
Sí, sí, Flores, es cierto (risas). Eso es porque hace mucho tiempo que yo estoy en la música y mi primer acercamiento con el trap en castellano fue a través de Kaydy Cain, Yung Beef, ¿sabes? También escuchaba a C. Tangana, a Kidd Keo. Gracias a ellos entendí que se podía hacer esa música en español. Yo intentaba hacer trap en inglés inspirado por los artistas norteamericanos. Entonces, sí, tengo mucha relación y featurings con gente de España, pero porque hace mucho tiempo que soy muy fan. En los últimos cuatro años he ido muchísimas veces para allá.
¿Sabes? Se te nota. Cuando empecé a escuchar a La Blondie, ella estaba sonando con Afrojuice 195. ¿Ese tema lo escuchaste? Tú reivindicas mucho la cultura afro.
¡Sí, la conocí exactamente por eso! Pero fueron muchísimas canciones las que escuché ahora que me pongo a hacer memoria. Es más, es que recuerdo a la perfección el proceso de crecimiento de muchísimos artistas. Me acuerdo de cuando Bad Gyal sacó Fiebre. ¡Yo ahí estaba al tanto!
¿Y la segunda colaboración ya es con C. Tangana? En 5 Stars.
Así es. Qué loco, ¿no?
Loquísimo. ¿Cómo fue esa grabación?
Yo estaba un día en Argentina. Ese día iba a grabar mi sesión con Bizarrap y, al despertarme por la mañana, tenía un mensaje de C. Tangana con un link. Y ese link era una canción (risas). ¡Ni siquiera me dijo hola! Pero claro que me monté. El videoclip también lo grabamos en Argentina, compartimos juntos todo el día. Para mí fue mi primer acercamiento con un artista así grande. Y también estaba ahí Duki, que ya era mi hermano de antes, Neo Pistea, con quien también he sido muy amigo… No sé por qué le dio a Pucho por escogerme, pero supongo que yo venía haciendo las cosas bien, con un trap un tanto más experimental. Ese día fue muy, muy especial. Él me explicó mucho sobre la industria, sobre cómo funciona. Yo entonces llevaba solo un año de desarrollo y gracias a Pucho aprendí sobre qué es ser artista, aprendí a cómo comportarme como artista. Todos los que estábamos allí entonces estamos ahora en un punto muy importante de nuestra carrera. No sé en qué se encuentra ahora C. Tangana pero él tiene una línea artística muy marcada, muy identificable.
Justo has dicho, “era mi primer acercamiento con un artista grande”. Tus feats estuvieron desde un inicio muy vinculados a España. ¿Puede ser que en Chile no hubiera una escena urbana ya tan consolidada?
Lo has entendido perfecto. ¡No había artistas antes de nosotros! Y eso es muy loco, porque no hemos tenido referentes para guiarnos. Nadie allí nos ha dicho, “oye, mejor no firmes tan temprano con una disquera”, ni ninguna de esas cosas. En Chile la música era otra, mucho más pop-folklórico, no existía escena cultural alrededor de las urbes, de los jóvenes. Nos ha tocado abrir camino para que otros nuevos artistas puedan avanzar. Es la primera vez que los artistas chilenos se visibilizan tanto en el mundo. Mis primeros acercamientos a la escena han tenido lugar en España, como te digo, Yung Beef, por ejemplo, viene mucho a Chile y yo también he estado en su casa. Compartimos más que solo la música. Somos amigos, hermanos.
Es curioso que tu siguiente colaboración fuese con otro miembro de Agorazein, Sticky M.A.
¡Sí! Me encanta, soy superfan.
Sticky es una de las mayores referencias para el sonido hyperpop que está tan de moda aquí. Compartís muchos elementos de los que dieron forma al género, ¿no? Los tonos agudos, el pitch, el uso casi experimental del autotune…
Bueno, nosotros casi llegamos a esos tonos así natural (risas). Pero, sí, yo me he inspirado mucho en él y en su sonido porque encontraba colores parecidos en la voz. Y hasta el día de hoy me gustan mucho y soy muy fan. También somos muy amigos. Y las canciones que tenemos preparadas juntos son especiales. Me encanta lo que hemos creado. También hemos compartido varios escenarios juntos, y aquello era magia, un sueño para mí. Una vez en Barcelona estuvimos en un concierto Sticky, Leïti Sene y yo. Y de verdad, yo soy muy muy fan de ellos dos. Hicimos magia en el escenario porque los tres compartimos un color muy parecido en la música. Y se llenó, fue un sold out, increíble.
La primera canción que grabas es Extendo. Un tema que comparte nombre con el de Young Nudy, Lil Uzi Vert y Pi'erre Bourne. ¿Casualidad? (risas). Siento que tienes muchos paralelismos con Lil Uzi.
¿Sabes que mi primera canción se llama Lil Uzi Vert?
¿Ah, sí? Brutal.
Sí, justo. Me gusta mucho porque me veo muy reflejado en cómo él trabaja el color de su música. Pero lo del título creo que es pura casualidad, cosa de Sticky. La canción en realidad no tiene nada que ver con una extendo. Es una cosa que es hasta espiritual. Su música va siempre más allá. Me encantó desde que la escuché, me encanta su mensaje. Siempre me encanta formar parte de lo que hace Sticky.
Es que cuando he estado revisando, de sus tres últimos álbumes, ¡tú estás en todos!
¡¡Sí!! Es muy amigo mío, le quiero mucho. Ahora va a estar él también en mi álbum. Me hace muy feliz.
Volviendo a Yung Beef, se te ve una persona muy afín ya no sólo a él, sino también a toda La Vendición. Grabas Acéptalo con Pipo y Javielito, y hay un detalle en el videoclip de 5G sobre Gloosito…
¿Cómo que Gloosito?
Sí, tío. Gloosito sale en el videoclip de 5G. Te lo juro. ¿Quieres comprobarlo?
¿En serio? Sí, porfa, ¡déjame buscarlo!
(Risas). Creo que es porque parte de ese videoclip se grabó en un concierto de Yung Beef en Granada, y me suena que esa ocasión fue la primera vez que Gloo grabó música con él. Me lo contó una vez.
Ahora lo estoy viendo. ¡Es cierto, está! (risas).
¿Y cómo fue grabar 5G con Yung Beef?
Espera, espera. Es que es muy fuerte, ¿¡qué hacía Gloosito ahí!? ¡Y cómo no me di cuenta! (risas).
Tenía que venir yo a decirte, supongo (risas).
¡Y no le dije nada! (risas). Pues fue que hicimos juntos el concierto en Granada y luego nos pusimos a grabar trap. Tenemos muchísimas canciones juntos, sólo que no todas han salido. Yo de él soy muy fan, le escucho desde siempre. Desde hace mucho tiempo que sigo su carrera, su historia, su discografía. Y es muy buena gente con nosotros, ¿sabes? Es familia. Y haber ido a La Vendición y ver lo que ha hecho con ella, pff, es especial para mí.
De aquí ya llegamos, finalmente, a Aron Piper. ¿Qué es lo que te hace conectar tanto con él? Habéis hecho hasta entrevistas juntos, un montón de shows…
Pues que tenemos muchísimas cosas en común. Estuvimos durante dos años hablando por Instagram durante la pandemia y finalmente pudimos conocernos en Chile. En ese periodo incluso hicimos canciones de trap juntos, él estaba empezando con la música. Cuando nos conocimos nos quedamos en un Airbnb en un bosque, en el sur de Chile, junto a nuestros equipos. Allá es cuando se forjó fuerte nuestro lazo. También fue donde creamos un reggaetón que se llama Cu4tro que pegó mucho. Funcionó muy bien en Chile. Aparte hemos tenido conciertos juntos en París, en Milán… Es supercool también que él venga del mundo de la actuación y yo de la música, tenemos muchos proyectos juntos en camino. Y que es un chico de muy buen corazón. Le tengo mucho en el corazón, le quiero mucho.
Vi hace poco que te apetece probar con la actuación, ¿no? Es gracioso que Aron sea (entiéndeme bien) un actor que canta, y ahora tú quieras ser un músico que actúe, ¿no? ¿Qué papel te gustaría hacer? ¿Se lo has dicho a él?
No lo había visto así. Alguna vez se lo he comentado, pero también te digo que es más bien un deseo, porque ahora mismo estoy enfocado en la música. Pero cuando me han preguntado anteriormente en entrevistas es como, sí, me encantaría que mi retiro fuera en la actuación. Imagínate que yo saliera en un Fast & Furious 20, que creo que ya van como por la 15 o así (risas).
¿Ahí te imaginas entonces? Conduciendo (risas).
Sí, me gusta eso (risas). O las cosas que son como universitarias cool, como la serie de la que formaba parte Aron, Élite. Las cosas que tienen que ver más con la generación Z son donde creo que me identifico más y puedo ser un aporte.
¿Sabes? La primera vez que escuché a Polimá Westcoast fue en una sesión de ChaChá. Y cuando me puse a buscar, me encontré un showcase tuyo con Aron en una de sus fiestas… ¡en México! Y estaban Dua Lipa y Simon Porte Jacquemus entre el público. Me vas a tener que contar (risas).
Bueno, es que Dua Lipa estuvo saliendo con Aron, no sé (risas). Y ella me invitó a su concierto en México y luego a cantar en su afterparty. Y esa fue la situación, porque ella quería escuchar Ultrasolo en vivo…
Claro, claro. Es que estaban esas fotos de ella, en Madrid, esa noche… ¿Sabes de qué te hablo?
Por supuesto, sí. ¡Le encantó, le encantó la canción! (Risas) ¿Tú sabes qué fue lo que pasó? O sea, ella escuchó la canción y dijo: “Quiero que el que la canta en vivo venga aquí”.
Pero es que, encima, ¡la noche en la que ella descubre Ultrasolo tú no estás!
¡Qué va! ¡Yo estaba en Chile! Ella luego me llevó de Chile a México. El afterparty era de Jacquemus, y estuvimos ahí con un gorro de cowboy bailando (risas).
En España fue muy viral. Dua puso una foto en el espejo y la tituló ‘Ultrasola’, o algo así...
¡Exacto, exacto! La posteó y la tuiteó también.
Vale, y me quedo pensando: si tú no estás esa noche, ¿cuál es el mensaje que te manda Aron? O sea, ¿qué te dice? Oye, que a Dua Lipa le flipa tu canción… (risas).
En realidad, yo fui el que le escribió a él, porque lo vi al día siguiente al despertar. Le escribí de una. Y me contesta, “hermano, ella en verdad escuchó la canción y le gustó mucho”. Yo jamás lo hubiese creído, pero ya cuando lo vi en sus redes, imagínate.
Volviendo a fiestas y Madrid: tu showcase en la Boiler Room. Yo te vi allí. ¿En 2019? Es el último momento que recuerdo antes de Ultrasolo.
¡Sí! Eso estuvo supercool.
Es fuerte que eligieran un artista extranjero para hacer una sesión de Boiler Room en representación de Madrid. ¿Cómo recuerdas el bolo?
La gente de Boiler Room me conectó para estar ahí. Decían que yo tenía muchas canciones muy vigentes en España y que les gustaba, no sé, el look. Fue un concierto como de veinte, treinta minutos. Lo preparé un montón. Y el lugar donde fue me encantó.
¿Quieres un dato? En ese sitio, el Teatro Magno, es donde se empezó a hacer ChaChá. Solo que entonces era un club privado.
Una locura. Me encanta que sucedan cosas así en Madrid, me nutre mucho la cultura y que ocurran este tipo de eventos. En España creo que vibran con música más experimental y es genial que se celebre eso, como que se conmemora el arte. Me siento en mi zona de confort, en mi hábitat.
Hablando un poco más de ti, como hemos dicho, reivindicas mucho tu negritud, tu padre es de Angola. Y por eso has dicho en alguna entrevista que te vinculabas más al trap que al reggaetón, sobre todo al inicio de tu carrera ¿Cómo es trabajar cada género para ti?
Pues en realidad me siento cómodo en todo. La música latina la llevo en la sangre. Chile siempre ha estado inspirado por la música de Puerto Rico, siempre. En 2006, Daddy Yankee vino a un festival muy importante aquí, el Viña del Mar. Yo entonces era muy pequeño pero fue muy fuerte. También recuerdo la primera vez que escuché Gangsta Zone, que es una canción de Daddy Yankee junto a Snoop Dogg. Ahí entendí la similitud, ¿sabes? Que era música de calle también pero cantada con diferente idioma.
Entonces, sí, siempre me sentí más identificado con la cultura afro, con ese mundo, ¡con mi mundo! Y fui guiándome por ese lado. Pero el reggaetón siempre ha estado en nuestra vida, desde pequeños, por eso sabemos cómo hacerlo. Es más, ¡lo hemos estudiado! Y hemos atravesado una gran línea del tiempo, hemos escuchado artistas desde la nueva generación hasta la vieja. Te digo la verdad, los chilenos somos bien buenos para el reggaetón (risas).
Entonces, sí, siempre me sentí más identificado con la cultura afro, con ese mundo, ¡con mi mundo! Y fui guiándome por ese lado. Pero el reggaetón siempre ha estado en nuestra vida, desde pequeños, por eso sabemos cómo hacerlo. Es más, ¡lo hemos estudiado! Y hemos atravesado una gran línea del tiempo, hemos escuchado artistas desde la nueva generación hasta la vieja. Te digo la verdad, los chilenos somos bien buenos para el reggaetón (risas).
¡Hay verdaderos álbumes de culto en el reggaetón! Volviendo al tema, es cool hacer bandera de lo que te hace diferente. Siento que sentirse orgulloso de eso es la clave de crear cosas únicas.
Completamente. Es superimportante que yo lleve mi mensaje como hombre afro. Por ejemplo, el mismo festival de Viña que te decía de Daddy, lo pude hacer yo ahora en 2023. Y es especial, ¿sabes? Probablemente sea el primer afrochileno en pasar por ahí. Yo llevé mi banda y ahí hay gente de Haití, Nigeria, Venezuela… ¡Puros negros, africanos! Y quise mostrar mi diversidad cultural. Somos negros y chilenos también. Y eso no es algo que predomine aquí. Es importante que pase eso también para la música afro, que se genere un subgénero y trasladarlo a un nivel más grande. Porque es mucha la comunidad y la gente que se siente identificada.
¿Y sabes que es lo más curioso para mí? Que, al mismo tiempo, gran parte de tus influencias derivan de la cultura asiática. Es decir, tú en ti mismo, ya eres una confluencia enorme de culturas. ¡También es muy Gen Z eso!
Pues no lo había pensado de esa manera, pero sí. Es importante para mi identidad como artista que me guste tanto el anime, y saber trasladar eso a mi música. Y porque también he querido ser real. No quiero montar un papelón, quiero ser puro, que la gente me conozca como soy. Así que intento que conozcan mis gustos a través de mi música, y si son frikis, ¡son frikis! Dejo ver colores nuevos. Y creo que eso ha propiciado que en el mismo Puerto Rico empiecen a aparecer portadas de singles y discos que recogen esa inspiración. Que no quiero yo quedarme con los créditos, pero antes no se atrevían (risas).
Bueno, yo sinceramente, sí te los reconozco un poco, al menos en español (risas). Porque antes no se podía ser friki y calle. Esa línea fue sólo tuya durante mucho tiempo. Oye, y hablando aún más de la Gen Z, ¿cómo es que se te viralice así de fuerte una canción en TikTok?
Pues para mí es genial. Le veo un lado muy positivo a que una plataforma ayude a que la música llegue a más gente en menos tiempo. Si tuviera que buscar un lado que no estuviera tan cool, sería quizá que ahora que un tema se viralice en TikTok se ha transformado en casi una necesidad. Eso sí está un poco loco. Pero creo que es muy fácil adaptarse a ese formato. Creo, si te soy sincero, que no hay que pensarlo demasiado. Hay que dejar que esté porque ya forma parte de la industria. Es algo divertido, es grabarse un vídeo escuchando música, no es tan complejo.
Quería preguntarte por el Lollapalooza también. El festival se ha posicionado, a todas luces, como un Rolling Loud hispanoamericano. El top. ¿Cómo fue cantar allí?
¿Sabes lo que me pasa con el Lolla? Que yo nunca antes tuve la posibilidad de ir a uno. No tenía el nivel económico para hacerlo. Pero siempre conocía el cartel perfectamente, siempre bien fan de la música. Y me encantaban, justo, festivales como el Rolling Loud y veía muchos videos. Y cuando fui por primera vez, ¡ya me había estudiado tanto el Rolling Loud! Había visto tantos shows en vivo de Playboi Carti, de Lil Uzi Vert, de Trippie Redd, ¡de todos los que te imaginas! Y muchísimos de Travis Scott, sobre todo. Y cuando fui al Lollapalooza sentí que eso fue como el feeling, fue como, vamos a explotarlo. Y por primera vez, mi generación del público chileno recibía y sentía la música de esa manera. Porque en Chile no sucedía antes, no había más traperos, no había nada, ¡no había música trap! Y por primera vez disfrutaron del trap y entendieron cómo se disfruta. Todas esas cosas no sucedían antes, y esa fue la primera vez que sucedió en nuestro país. Y de ahí ha nacido una nueva camada enorme de artistas trap que ahora son nuevos, son emergentes. Entonces para mí el Lollapalooza fue un paso importante. Pasé dos veces por ahí y las dos fueron increíbles, muy especiales.
"Nos ha tocado abrir camino para que otros nuevos artistas puedan avanzar".
Dime tres nombres de esos artistas chilenos que dices que están surgiendo para que la gente los pueda conocer.
Uno se llama Aqua VS. El otro se llama Piero 47. Y el otro se llama Galee Galee, que es un hermano nuestro que está en el cielo…
¡Sé quién es! Estaba en la canción que cerraba el disco de La Reina del sur, de La Zowi.
¡Ah, sí! Es verdad. Él era toda una promesa.
Fíjate que lo que dices del Lolla, a mí me ocurría con el Primavera Sound. Y justo, no sé si lo sabes, pero hay una foto icónica de una conferencia del Primavera donde aparecen Yung Beef, C. Tangana y Bad Gyal. La trinidad. Sólo te falta un feat de ahí, y ya ni eso, ¿no?
(Risas) Sí, así es. Ahora para mi disco sacamos un tema juntos, Barcelona. Fue especial compartir el video con ella y conocerla más, porque yo soy bien fan de su música. ¡Me encanta, me encanta! Tengo toda descargada en mi Spotify. Entonces imagínate, conseguir una oportunidad así, ¡y que nació de ella! Ella llegó a Chile y dijo, “quiero grabar con él y con él”. Estoy muy agradecido. ¡Oh, y si supieras! Todos los días me escriben sus fans, ¡todos los días! Así que sí, ahora sale, ahora sale. Estoy muy ansioso.
Claro, claro. Es que su disco está por salir, y si ella sale en el tuyo, puede ser que tu salgas en el de ella… (risas). Veo que asientes, perfecto. El dios que da nombre a tu disco, Hermes, es como un mensajero celestial. ¿Por qué te proyectas en él?
Porque siempre he querido traer un mensaje parecido. A mucha gente le digo que me han pasado cosas buenas porque he sido muy creyente, muy fiel a mi fe. Y quiero traspasarle eso a mis hermanos, que entiendan que me ha pasado esto porque he actuado de cierta manera. Y quiero que ese mensaje llegue a más gente para que más personas actúen bien.
¿Entonces la letra tiene quizá un mensaje más positivo?
Sí. O sea, no es como un rap, no estoy hablando de algo social. Es simplemente que creo que a través de mi música estoy logrando mi sueño, quiero reflejar eso para los jóvenes. Que si tu sueñas en grande puedes conseguir lo que quieras. Es más por ahí lo que quiero decir. Porque la música dice cosas más modernas. Aun así digo cosas de Dios en algunas, como en Manhattan, que son más fuertes. Pero lo que quiero expresar y transparentar en ese álbum es que las cosas buenas que me pasan son por actuar puro, bien.
¿Y cómo has enfocado el aspecto de la dirección artística del disco? Imagino que mantiene elementos como el futurismo y el trap, ¿no? ¿O es una vuelta total?
Sí, va por ahí. Está centrado todo alrededor del color rojo, negro y blanco. Y hay una parte muy moda de alta costura, ahí es donde me siento más cómodo. Esa fue una de las cosas que me enseñó C. Tangana, sobre el arte del buen vestir.
Presentas el disco este mes de noviembre en el Gran Arena Monticello. Es uno de los venues más importantes de todo tu país, y tu segunda vez que allí. ¿Cómo te sientes?
Ansioso. Tengo demasiadas ganas de que lo escuchen y vean lo que he estado haciendo.