Si algo caracteriza la música de Pol Fuentes es la capacidad gloriosa de hacerte sentir cosas que ni sabías que podías sentir. Unas letras llenas de metáforas que van de la mano de un pop que solo él sabe hacer. Arcàdia, su último álbum, nos narra la ruptura con la madre de su hijo y cómo se puede reformular la idea de familia sin odios, ni peleas, ni rencores, pero con honestidad. Después de Saturn negre, un disco dedicado a la vida alterna, esa vida no lineal que permite jugar con las etapas de la vida, nos llega con el presente, con la realidad. Aquí no queda otra que echarle cara y seguir. Y así lo ha hecho.
Las Navidades anteriores, el cantautor nos confesó la temática del disco y nos quiso demostrar por dónde irían los tiros. Y aquí entra Sant Pacià, el primer single y el último tema del álbum. La historia que hay detrás es a partes iguales triste y tierna. La familia vivía en Sant Andreu, un barrio de Barcelona, donde se encuentra esta iglesia, la de Sant Pacià. Cuando llegaba la noche de Navidad, se acercaban a contemplar el espectáculo místico de la misa del gallo, pero esta vez, sin ser pareja. Este tema se mueve entre miradas que no descifran suficiente, los intentos de ser buenos seres humanos y no romper con la tradición para poder seguir disfrutando juntos de la emoción de su hijo al abrir los regalos. “Brindo pels somnis que somnis seran / brindo per tu i per poder brindar”.
Saltamos del último tema del disco al primero, que también ha sido single. Pol Fuentes quería que supiéramos cómo empieza y acaba todo. Y es un inicio agridulce, hay que decirlo. Esta es Arcàdia, la que da nombre al álbum. Es la canción que te pondrías en bucle los días que recuerdas que ya tienes más de veinte y te acercas a los treinta, y te gustaría volver a ser niño y parar el tiempo. Pues eso, pero cantado desde la perspectiva de Pol como padre. Gracias a la separación encontró el espacio para compartir experiencias con su hijo, de tú a tú, y esta es la carta de amor a ese encuentro.
El cos i el pi es un intento de odiar a esa persona que tanto daño está provocando aun sabiendo que no será posible. Y no solo eso, dentro de esa explosión hay espacio para volverlo a intentar, a sabiendas de que no funcionará. “Seurem junts al cràter fumejant / potser ens donarem la mà / provarem d’intentar parlar / i tampoc funcionarà”. Una aceptación de la realidad donde se juntan los celos, el odio y las buenas intenciones, pero sin encontrar el punto de equilibrio para mantener a flote el barco.
El viaje avanza y pasamos a Ella i el llac. Este tema es el recorrido que hacen los recuerdos para dejar de doler. Se esconden y se mezclan para no tener que pensar en ellos, te acuerdas de la otra persona pero la maldices, y hay algunos imposibles de ocultar que están iluminados por la luz de un faro y nunca se irán porque recuerdan lo que fue y lo que no pudo ser.
“Cada dia que passi / serem més a prop / de la brisa calmada / i l’amor compartit”. El verso más sincero y esperanzador de Surts a caçar. Este tema narra el proceso de las primeras sensaciones al separarse hasta conseguir transformar el vínculo. Aquí es donde se ve reflejada la madurez, el cambio de perspectiva y el esfuerzo a seguir adelante para no echar más leña al fuego y no alimentar los egos.
Arcàdia es el disco que deja en nuestras manos un pedazo de su vida, de su amor y de su familia para poder empatizar con el artista. Ha sido su naufragio en plena tormenta, es lo que ha contribuido a ponerle forma a los sentimientos encontrados después de una separación. Ahora está en todas las plataformas y no es difícil encontrar un tema con el que sentirse identificadx. Y si a ti no te pasa, le pasará a tus padres.
Track favorito: Ella i el llac.