Empezó enamorándose del flameworking y terminó creando un ecosistema de objetos influenciados por la anatomía de las arañas, el universo mitológico de las ninfas y las flores tropicales de Argentina. El proyecto personal de Pía, Pia Glassworks, es una búsqueda de lo no convencional, una evolución que consigue experimentando con las formas y las texturas en cada pieza que crea. De joyas abstractas a pajitas de cristal para beberte un cocktail, Pía se atreve con todo.
¡Hola, Pía! Qué gusto entrevistarte y conocer un poco del making off de tus piezas. Para arrancar la entrevista, cuéntanos un poco sobre ti. ¿Con qué propósito o fin creas la marca?
La marca, más que marca, es mi proyecto de experimentación artística que deseo compartir. Se transforma en marca, pero viene des un lugar de mucha experimentación y de atravesar por muchos materiales y formas de crear. Lo que sucedió particularmente es que cuando descubrí la técnica de flameworking, en realidad cuando tuve la oportunidad de hacerlo por primera vez, me enamoré. Y allí descubrí que todo lo que me gustaba y que venía trabajando a través de la luz (porque solía hacer instalaciones lumínicas, visuales, entre otras actividades) podía materializarse de otra manera y se convirtió en pasión.
¿De qué culturas o inspiraciones se nutre tu joyería? Aunque se ve que es algo muy tuyo, debes tener unas referencias claras para poder llevar a cabo unas piezas tan vanguardistas. ¿Cuáles son tus fuentes principales?
Siempre están presentes la naturaleza y el cuerpo humano como base conceptual alrededor de todo lo que vengo trabajando, incluso antes del vidrio. Siempre me he sentido atraída por el misticismo, las ninfas, seres sobrenaturales de la mitología. Todo lo que me haga ver más allá del plano real siempre es una referencia para materializarla de alguna forma.
Las flores forman una gran parte del imaginario que representas en tus creaciones, y en parte de tu identidad, ¿qué vínculo te conecta con la flora? ¿Qué conexiones tienes con los jarrones y con los pétalos que muestras en tus anillos y pendientes?
¡Claro! Mi principal vínculo no es otro que mi identidad. Vengo de Misiones, Argentina, una provincia de selva tropical donde corren las aguas de uno de los puntos energéticos más fuertes del mundo (Cataratas del Iguazú) y caracterizada por su hermosa flora autóctona.
Ahora hablemos más sobre tu proceso de creación, ¿cómo te decides por una forma o una idea? Es decir, ¿lo planeas y lo llevas a cabo, con unos bocetos previos y unas técnicas que controlas más que de sobra, o es más momentáneo, algo que surge mientras estás haciéndolo?
Suceden las dos cosas, siempre estoy llena de referencias visuales y dibujos que hago todo el tiempo, y también disfruto mucho de dejarme llevar sin nada planeado. Son ejercicios y prácticas en la técnica, también así desarrollo la creatividad. Hago pruebas, busco formas, texturas, y a partir de allí empieza a desprenderse algo nuevo en una pieza que repito con variaciones hasta que encuentro el objeto final. Como todo desarrollo artístico tiene sus procesos, con sus tiempos y dedicación.
El vidrio soplado y el flameworking son técnicas más laboriosas pero que dan mucha versatilidad a la hora de crear objetos más experimentales y únicos. ¿Te enfocas solo en la versatilidad que te aportan esos métodos o te quieres atrever con otras técnicas que te den otro tipo de resultado?
Siempre estuve involucrada con desarrollos manuales, técnicas artesanales y me gustan muchos los oficios. Me gusta experimentar, y probar un material nuevo siempre es enriquecedor. No me pongo límites en cuanto a eso, pero del vidrio estoy enamorada y todavía tengo mucho que aprender.
¿Es un reto fusionar técnicas tan longevas de artesanía con el imaginario futurista que presentas y con las expectativas sobre tus creaciones?
No, no es un reto. Me parece más la adaptación de una técnica a otros tiempos. No veo mi trabajo como un imaginario futurista, sino más bien como una búsqueda que se sale de lo convencional. Me gusta ese lugar porque ahí es donde estoy cómoda. Me resulta más interesante y enriquecedor crear otras formas, objetos utilizables y piezas usables, que vienen de una técnica tan longeva pero que logran salirse de lo tradicional. Pero todo esto sucede de manera natural y casi inconsciente.
La versatilidad que da el soplado expande tu capacidad para realizar objetos que quizás con otras técnicas no podrías llegar a conseguir, como por ejemplo las pajitas que muestras en tu cuenta de Instagram. ¿Por qué esta elección? ¿Te ha resultado atractivo convertir en una pieza de diseño un objeto tan banal como puede ser una pajita para bebidas?
Bueno, creo que son muy atractivas y reciclables. También forman parte de nuestro día a día, y si podemos volver a utilizarlas, por qué no hacerlas más especiales, ¿no?
¿De qué manera consigues esa dualidad entre lo etéreo y lo delineado?
Creo que el resultado tiene que ver con la abstracción y con encontrar lo bello en algo perteneciente a otro mundo, a otras realidades. Un vínculo entre lo real de este plano y lo mágico. Allí es donde comienzan My Dreams, que es el nombre de mis colecciones. Al final todo nace y se conjuga desde ese universo.
¿Qué representa lo abstracto para ti? ¿Es una vía de escape de un sinfín de ideas que juntas no se podrían entender o es algo solamente estético, sin tanto trasfondo?
Siento que, si bien mi trabajo tiene varios elementos del campo abstracto, no me definiría como abstracta. Quizás me siento más a gusto llamando a mis piezas experimentales en una primera instancia, ya que mi búsqueda siempre comienza ahí. De todas formas, más que una vía de escape diría que es una forma de expresión que me permite crear una realidad única.
Es verdad lo de que creas un ecosistema de objetos únicos, todos los objetos llevan tu seña de identidad; son abstractos y volátiles, pero hay elementos clave que se repiten: lámparas de cristal, tarántulas y todo tipo de flores. ¿Qué patrón sigues a la hora de crear y qué relación tiene con estos símbolos?
Como comenté previamente, podría decir que gran parte de mi inspiración e influencia viene de la naturaleza. Encuentro una fascinación entre lo impresionante y lo hermoso de las arañas, su anatomía y sus tejidos de seda, la fragilidad y resistencia, lo poderoso en lo que se convierte. Con las flores me pasa lo mismo y creo que parte de mí intenta tomar todo ese universo y convertirlo en algo nuevo, tangible, único.
Al ser una marca emergente y de resultados muy precisos en los que tú tomas decisión de todas las piezas, ¿cómo ves a largo plazo la marca en cuanto a expandirte?
La verdad es que no lo he pensado, estoy tratando de disfrutar los procesos y los tiempos de creación y producción. De estar mentalmente presente en cada paso que doy. Es un esfuerzo muy grande y lleva muchísimo trabajo. Lo que sí pienso desde el día uno es que nunca quiero perder la esencia autoral e independiente del proyecto.
Recientemente has sacado colaboración con la marca emergente Coconutscankill. ¿Cómo ha sido la experiencia de crear una colección cápsula que englobe ambas identidades?
Una experiencia hermosa, trabajar con Amara fue superenriquecedor para mí y tuvimos un proceso de trabajo donde todo fue muy fácil porque conceptualmente estuvimos alineadas desde el principio, entonces a la hora de diseñar y definir, todo fluyó. Creo que ambas quedamos muy contentas con el resultado y lo que logramos juntas, además de que ella es una hermosa persona.
Para ir acabando, hablemos un poco sobre los talleres que impartes, ¿nos puedes contar más sobre ellos? ¿Cómo es la sesión, vas dando instrucciones a modo de manual para que todos consigan un mismo resultado o es más de que cada uno de rienda suelta a su imaginación?
Sí, claro. Doy varias modalidades de talleres en los que se aprenden técnicas de iniciación con ejercicios planteados. Estos pueden ser cursos intensivos de uno o dos días, clases regulares mensuales o workshops más cortos. Luego sí me parece más enriquecedor que cada unx traiga sus proyectos, ideas o referencias para desarrollar y ser acompañadx en ese proceso. Las clases son dinámicas y terapéuticas, recomiendo a todo el mundo vivir la experiencia. Las doy en Barcelona Glass Studio, mi segunda casa.
