Nací en Zaragoza y crecí en un pueblo, siendo yo una amante de Nueva York. Eso fue en 1995, wow, ¡qué vintage suena esto! Mis padres me pusieron el original nombre de María, un nombre raro, lo sé, pero ellos dicen que querían un nombre que se pudiera pronunciar fácil en muchos idiomas. Por eso me vi obligada a pensar algo más original cuando decidí abrir una red social. Me encontré con el problema de que ya existía una María Bueno en la otra parte del mundo que pintaba y me sacaba unos años, por lo que se me ocurrió poner algo divertido que resumiera bien lo que me gusta hacer, llamase la atención y a la vez molestase un poquito; de ahí salió Pezones Revueltos.
DSC_0243.jpg
Me hace bastante gracia tener de nombre artístico una parte del cuerpo femenino que está constantemente censurada y molesta a tanta gente. Es divertido tener una reunión y ver cómo a la gente le cuesta tantísimo pronunciar la palabra pezones. Mi nombre forma parte de la performance de hacer algo cute y reivindicativo. Perdona, Señora... Pezones... ¿cómo podemos llamarte? Es algo que suele ocurrir en mi día a día y me divierte.
Hablando de divertirse, más importante que la técnica, más importante que los títulos, siempre he tenido claro que, hiciera lo que hiciera en la vida, tenía que aportarme diversión de alguna forma, y me gusta seguir pensando lo mismo; me aburre tantísimo la gente adulta con vidas serias... Esas personas que han olvidado a su niño interior. Para mí es imprescindible en mi día a día disfrutar, incluso de lo malo, como siempre han dicho padres: si nos pasa algo malo, nos juntamos para celebrarlo y vemos por dónde se sale; nada es tan grave. Creo que eso de alguna manera es lo que me mantiene a flote siendo artista hoy día, repetirme el mantra una y otra vez: NADA ES TAN GRAVE.
No recuerdo un momento de mi vida sin decir: ¡Mamá! ¡Quiero ser artista! ¡Y diseñadora de moda! He crecido con esa dualidad en la cabeza y la presión de tener que elegir y decidirme entre pintura o moda. Siempre me he preguntado lo mismo: ¿POR QUÉ NO PODEMOS ELEGIR VARIAS CARRERAS? ¿POR QUÉ NO PODEMOS VIVIR EN DIFERENTES SITIOS? ¿POR QUÉ TENEMOS QUE ELEGIR ENTRE BLANCO O NEGRO? ¿POR QUÉ TENGO QUE SER TODOS LOS DÍAS LA MISMA PERSONA?
Existen tantas opciones en el mundo y pasamos vivos tan poco tiempo que me da ansiedad tener que vivir solo una vida. Ahora, con treinta años, he aprendido que cuando no puedes elegir entre una cosa u otra, ahí tienes la respuesta: ambas opciones son correctas. Esto no lo aplico siempre, si no, no podría entrar en casa con la cantidad de pares de zapatos que tendría. Pero es genial no elegir solo una opción, elegir las dos que te hacen dudar y mezclarlas, hacer de batidora y ver si el resultado te gusta.
Mezclar pintura y moda, no podría elegir. Mezclar el rosa con el negro. Llevar prendas del rastro con unos zapatos Prada. Hacer obras de arte que hablen de reivindicación, pero a la vez de estética. Mezclar vivir en una ciudad como Madrid, pero amar los Pirineos. Ir a eventos de moda que desprenden glamour, pero disfrutar de mis amigas tomando una cervecita en el bar de la esquina.
Hay días que me creo Beyoncé y otros que no tengo el ánimo para salir del sofá. Ese es mi gran aprendizaje en la vida, ser una batidora, qué irónico llamándome Pezones Revueltos: me gusta revolver todo y ver qué sale. Creo que si decides ser artista, tienes que ir con todo, hasta que la muerte nos separe, en la salud y en la enfermedad.
twowomanBIS.jpg
AC2.jpg
fashiontherap.jpg