“Riqueza, fama, poder, un hombre que había obtenido todo en este mundo. Antes de morir, sus últimas palabras inspiraron al mundo a aventurarse al mar. ¿Mi tesoro? Si lo queréis es vuestro…” Veinte temporadas y más de mil episodios, ese es el recorrido que, desde 1999, hemos podido ver de One Piece. Y, aunque según el creador del manga, Eiichiro Oda, a Luffy y a sus amigos les quedan aún unos cuantos años de aventuras, ahora han decidido ir un poco más allá con la presentación de su primer live action.
Son muchos los mangas que han presentado alguna vez una versión ‘real’ de sus personajes y, por ese mismo motivo, los fans miraban escépticos el anuncio de la serie de Netflix. Sin embargo, tras esta primera temporada nos espera una agradable sorpresa. Aunque, a ver, no deja de ser una adaptación de la obra original donde pasa todo muy rápido, y es que adaptar el contenido y las tramas de más de cuarenta y cinco capítulos en tan solo ocho no es tarea fácil. Por suerte, Oda está detrás de todo esto para asegurarse de que todo va viento en popa.
Una cinta introductoria donde los detalles están cuidados a la perfección, y es que podemos darnos cuenta de ello tan solo con mirar los integrantes del cast. Sus rasgos físicos, sus movimientos, o incluso sus acentos  en el live action nos dejan entrever no solo que son calcados a los personajes del anime, sino que además descubrimos los orígenes de Luffy y compañía que en el manga pasan un poco más desapercibidos. Oda ha aprovechado el live action para enseñarnos escenas que no figuran en la serie explícitamente, pero a la vez ha dejado otras en el tintero para que todos aquellos que no lo hayan hecho ya se animen a adentrarse en la gran era de los piratas.
Un manga que no solo se convertirá dentro de poco en el más longevo de todos los tiempos, sino que hora también ha formado las bases de lo que los live action deben ser: una apreciación a la obra original, una introducción, otra forma de soñar a través de tus personajes favoritos y de darles vida acercándolos a nuestra realidad a través de la pantalla.
Sin duda, One Piece es para muchos el anime de nuestra infancia, con él y con sus personajes hemos crecido, un viaje que empezamos de niños junto a Luffy, Nami, Zoro… y que nos han enseñado valores como la fuerza de la amistad y el poder de los sueños. La adaptación de Netflix ha despertado en todos nosotros un sentimiento de nostalgia, una vuelta a empezar que nos ha dejado con ganas de más.
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