Encontrar la belleza en lo que tienes más cerca no siempre es fácil, pero el saber mirar es una tarea que Nico Miseria sabe hacer a la perfección. Adaptándose a todo lo que puede, pero manteniendo y reafirmando su personalidad con cada paso que da. De la producción al rapeo, sin olvidarse de lo lírico, lo estético o lo conceptual, Nico Miseria nos regala una música para todos los gustos que es capaz de cautivar a cualquiera.
De Barriobajero navajero al Tercer verano del amor, el trabajo de Nico es siempre una sorpresa y hasta cierto punto puede parecer una contradicción. Su nombre artístico, Miseria, es ya toda una declaración de intenciones por parte de este rapero que lleva ya años vinculado a la industria. Empezó un poco en la sombra produciendo para grandes nombres de la escena como Gata Cattana, Soto Asa o Bejo, y poco a poco fue abriéndose paso con su propio nombre como rapero.
Sin miedo a atravesar todas las barreras posibles que la música le permita, con su característica forma de rapear, Nico Miseria no pone el freno, cada vez con más carga de emociones su música nos abre las puertas de su mundo. Hablamos con él acerca de todo eso que le inspira, de su camino recorrido en la industria y de todo lo que aún le queda por recorrer; os presentamos a Nico Miseria.
Te das a conocer artísticamente como Nico Miseria. Nico eres tú, sin embargo, te relacionas directamente un nombre totalmente negativo, como es la miseria, ¿cómo te surge ese concepto?
Inconscientemente ese concepto lo ideé un poco pensando precisamente en que la miseria es algo malo como nombre, basándome en esa tendencia de que al final lo malo es bueno. Incluso está ya un poco pasado de moda. Lo saqué de ahí, del no llevar algo bonito en el nombre, sino de llevar todo lo contrario, que más que un nombre embellecedor como tal, sea un nombre que te haga reflexionar de alguna forma.
Tienes una forma de rapear muy calmada y que se hace muy tuya, ¿cómo la definirías?
Sí, a veces incluso parece que recito. Sí que es verdad que hay temas que son más cantados con autotune en los que me intento forzar un poco más para entonar o modelar la voz para salir de mi zona de confort. Y en los temas así, como más drumless en los que suelto más barras, tengo un estilo que he ido desarrollando que me dicen siempre que es muy calmado, pero cuando empecé quizás copiaba más esa forma agresiva de rapear. Pero recientemente he ido encontrando esa forma tranquila, más de recitar e incluso muchas veces hasta de hablar. 
Si algo destaca son tus letras. ¿Qué dirías que te motiva a escribir un tema?
Siempre me gusta pensar en un comentario que hacían sobre Lola Flores en el que decían “no sabe cantar, no sabe bailar, pero no se la pierdan”. Me gusta pensar que soy como algún tipo de artista parecido, no a nivel de que me comparen con Lola Flores, obviamente, pero sí a nivel de que no sé cantar, no sé bien lo que digo, tampoco sé bailar, pero tengo algo que está entre todo eso, y sí, quizás a veces lo que digo es en lo que gira todo. Te diría que me inspiro sobre todo en la gente que me rodea y en las cosas que me pasan, intento que mis temas sean lo más costumbristas y lo más reales posibles. Y quizás me ha pasado lo mismo, que en un pasado intentaba hablar de ciertas estéticas y ciertos temas que consideraba que funcionaban o se usaban más, pero últimamente me he ido encontrando mucho más.
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Diferencias entre Barriobajero navajero y el Tercer verano del amor, ¿qué dirección dirías está tomando su trabajo?
Claro, en el último disco, Tercer verano del amor, se ve más esa carga de emociones, cada vez intento más eso, salir de tópicos y de imaginarios o temas que a lo mejor cogemos de otros artistas y centrarme más en mis propias emociones, en las que percibes de la gente que está muy cerca y que acabas convirtiendo en las tuyas propias. Al final lo que intentas es que el público convierta sus emociones en las tuyas que pusiste en esa canción. Creo que toda esa conexión me funciona más que viejos conceptos de temas más anteriores.
Podemos ver que en tus últimos trabajos te atreves con registros muchísimo más melódicos, ¿cómo fue para ti el proceso de cambiar de un registro más cercano al rap a los registros más versátiles en los que te podemos ver ahora?
Es un reto. Llevo mucho tiempo dominando el tema de rapear, lo llevo haciendo desde pequeño, y también he ido aprendiendo un poco todo el tema de cómo entrar en otro tipo de música. En Barriobajero navajero lo intenté ya, pero en este último disco sí que creo que me ha salido mejor, está más conseguido. Al final todo deriva de que no me gusta cerrarme, de hecho de lo que menos escucho es el tipo de música que hago yo, rollo drumless y barras. Escucho sobre todo otro tipo de cosas, entonces siempre tengo ganas de probar cosas nuevas. Siempre digo que si pudiese cantaría flamenco, pero no tengo el espíritu, ni la fuerza ni la voz para hacerlo. Pero si puedo absorber algo para añadir a mi música siempre me gusta hacerlo, no me gusta cerrarme en cuando a géneros ni nada de eso. A nivel de llegar a la gente, también funcionó, es otra propuesta que quería lanzar también, que haya un poco para cada gusto más o menos, que sea un disco nutrido no solo de una cosa.
En la versión original de Me gustas, es broma, pero si tú quieres no es broma tu voz ya suena en dos registros distintos, como si realmente fuera ya una canción a dos voces, ¿cómo surge la idea de hacerle un remix?
Yo tengo una voz super grave, y realmente en ese tema se nota que quería salirme del registro de siempre, por eso se nota ese cambio de octava de voz. El remix obviamente nace porque, para mi sorpresa, es el tema que más buena acogida tuvo. Pensaba que no sería así, que se escucharían más otros. Además, para mí ese tema también es el que mejor habla del concepto de amor romántico que se trata en el disco, el que más carga de eso lleva. A la vez, todo el tema es una conversación entre un chico y una chica, y me parecía muy interesante meter a una voz femenina en la conversación para tener los dos puntos de vista, que, a su vez, se ven reflejados en la portada y en la visualización de todo el concepto. Nace al final para hacer un poco realidad la idea esa de la conversación entre dos individuos sobre el amor romántico, el rumbo de la relación… Y con Kyne tenía muchas ganas de hacer un tema, llevábamos mucho tiempo pensándolo y fue una buena oportunidad, a ella le apetecía también estar en la canción.
¿Qué dirías que le suma la voz de Kyne al tema?
De por sí ya era el tema más melódico del disco, y al final ella le da mil veces más ese rollo, porque es lo que sabe hacer. En ese aspecto estoy contento, creo que le ha aportado muchísimo más dinamismo, y sobre todo ese rollo de la pregunta respuesta que caracteriza al tema ya de por sí.
El título del disco ya rompe de por si un poco con todo tu trabajo anterior. ¿Cómo surge el concepto de el Tercer verano del amor?
El título ya de por si rompe con mi trabajo anterior. Me gusta también a nivel de que realmente, no sé si mucha gente ha llegado a pensarlo tanto, pero el tercer verano del amor no se refiere al amor en sí, aunque me he confundido porque luego sí que hablo mucho sobre el amor romántico. Pero el título y el concepto no lo hacen; hablan de una época de libertad, de liberación y de cercanía. Pero a nivel estético y a nivel simplemente de lectura, tu lees los dos nombres y sí que es verdad que te descoyuntan, uno es barriobajero, y encima navajero, que le da ese toque aún más agresivo, y el otro tiene verano y amor, que es totalmente opuesto.
El título y el concepto surgieron de la pandemia y del confinamiento, pero más que de esa etapa en sí, nace realmente de una visión sobre lo que podría haber después. Muchos artistas han basado su arte y su obra en el confinamiento o en la pandemia o lo que sea, pero yo pensé en buscar lo que vendría después. En base a ese pensamiento y el de que la historia al final es cíclica y se repite, busqué un poco los precedentes de lo que nos estaba pasando. Lo más parecido que encontré fueron precisamente esos veranos del amor y las reacciones de la sociedad, entonces quise atreverme a ver si podía anticipar el siguiente.
¿Crees que este va a ser el tercer verano del amor?
Yo creo que sí. Creo que cuando saqué el disco aún era temprano, pero conforme he ido haciendo la gira he notado esa abertura tanto en lo legal, como en los corazones de la gente y también en mí mismo. Y la verdad, me gusta pensar que sí, que lo he anticipado, que no es algo que haya creado yo, sino que llevábamos dentro. Incluso gente que no haya escuchado mi disco y no sepa nada de mí también están experimentando ese concepto y van volviendo a la vida después de esta situación tan extraña.
En Venganza decides introducir al final de la canción un sample del poema Como aman los pobres de Gata Cattana, y creo que justamente ese poema representa bastante bien el concepto de tu trabajo. ¿Por qué decidiste contar con ese poema en la canción?
El poema pega mucho con el disco, con la canción y con el momento en el que yo estaba. Pero también está porque yo quería mi colaboración con Gata Cattana y nunca la pude tener, ya que nunca había cantado cuando trabajaba con ella, simplemente trabajábamos a nivel de producción. Pensé que era buena idea añadir una colaboración con ella, pero no quería coger una acapella de otro tema, quería algo original. Un día encontré este vídeo de ella recitando y me pareció una joya, entonces pensé en cómo meterla, no pensaba que se volvería tan icónico el que ella apareciera ahí, simplemente me cuadró. Pienso también que ella seguía bastante la línea de todo lo que yo hablo en los temas y que ese poema no quedaba fuera de lugar. Me da la sensación de que se produce un poco ese punto de unión en el que no se sabe si yo estoy rapeando o recitando, ni si ella está recitando o rapeando, porque al ser el beat sin batería, me gusta que no se sepa de dónde viene cada cosa.
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El poema termina con los versos “Por eso entienden de arte y saben encontrarlo donde lo haya / Aunque no lo haya, que siempre lo hay”, y la editorial que acabas de hacer junto a Carla Deltoro representa precisamente un poco esa esencia de encontrar la belleza en lo cotidiano, aunque quizás en esa cotidianidad en la que vivimos se encuentre poca. 
Claro, realmente la pobreza, la miseria o la humildad no están reñidos con excelencia o inspiración. A veces parece que sí, y hay un concepto o una realidad en todo eso en cuanto a que el arte requiere siempre de dinero o de infraestructura, pero me parece que ella lo explica muy bien. Los pobres son capaces de crear arte en base a nada, y que al final eso es lo único que les salva en cuanto al existencialismo de su vida.
Me has comentado antes de la entrevista que no estabas muy acostumbrado a que te hagan este tipo de fotos, ¿cómo fue para ti esta experiencia?
Me encantó, siempre he sido muy reticente y me ha dado mucha cosa, pero la verdad es que conocía su trabajo desde hace mucho y puse en la balanza mi vergüenza y el pensar “no soy capaz de esto” y el decir “joder, esta chica que me alucina su trabajo y encima quiere trabajar conmigo”, y me dije de una tienes que lanzarte. Y la verdad que yo no soy modelo ni nada, pero las estilistas también me dijeron fue todo muy guay, incluso surgió el comentario de qué bien es trabajar con alguien que no es actor o modelo, porque acabé yo ayudándoles y aceptándoles todo tipo de consejos. Y la verdad que fue muy bien, y por supuesto ellas son increíbles, cuando trabajas con peña que sabe en todo momento lo que tiene que hacer se nota.
Y hablando un poco más del concepto de saber mirar, ¿en qué dirías que encuentras tú la belleza en tu alrededor?
Vaya pregunta… Realmente te diría en la gente que me rodea y con la que comparto mis vivencias, al final es lo que más me inspira. Tanto el cómo lo percibo yo y cómo percibo su percepción de la vida. Todas las emociones que hay ahí mezcladas es lo que acaba conformándolo. A veces pensamos que nuestras vidas son realmente todo lo que nos pasa a nosotros, pero están compuestas de todo lo que hacemos y de la gente que nos rodea, ya sea laboralmente o a nivel de amistad.
En el vídeo que grabaste con Los Xavales, dijiste que Gata Cattana te había enseñado que la industria musical era un jardín de puñales, ¿a día de hoy has llegado a experimentar esa sensación en carne propia?
Sí, totalmente. Ahora mismo lo siento también, todos los días y a todas horas. Supongo que cuando sucedió su muerte todo esto ya lo percibí, pero a la hora de salir como cantante y enfrentarme más a la industria, o llámalo como quieras, pues obviamente lo he notado más todavía. Simplemente fue una lección que ella no quería darme a mí ni a nadie, pero al final indirectamente es algo que aprendí, es un poco cómo funciona todo, cuando no lo ve el público y cuando todo va mal, sobre todo funcionan las cosas muy diferente que cuando todo va bien.
¿Qué dirección dirías que está tomando tu trabajo?
Cada vez se está volviendo más personal, y cada vez me estoy alejando más del intentar encajar o entrar en determinados estándares o gustos. Y es que me estoy dando cuenta que solo cuando dejo de pensar en todo eso y me centro en que sea una cosa cien por cien personal y enteramente mía es cuando funciona. Digamos que estoy remando hacia ahí, hacia hacerlo más mío, dentro de lo que cabe, y apostar por todo lo que me identifica de cara a la gente y explotarlas a muerte.
En el próximo trabajo de hecho se ve precisamente eso, como una centralización aún más hacia mí mismo todavía.
Esto de llevar tu trabajo a lo personal es algo que llevas haciendo cada vez más desde que empezaste, de hecho, empezaste como productor y decías que no querías montarte en tus bases hasta que un día decidiste hacerlo, ¿cómo te surgió?
También es un poco complicado reconocerlo, pero muchas veces, por muy seguro que estés de tu obra, hasta que la gente no te da un poco de reconocimiento tampoco te convences, hasta que no lo ves un poco patente, no te vale solo con pensar que vales para reafirmarte. Y pues pasó un poco eso, simplemente porque yo decía que mis producciones funcionaban, pero porque estaba demostrado, no era algo de lo que yo solo me hubiese de convencer a mí mismo, sino que lo veía en los temas que salían. Entonces pensé, “¿cuánto de malo tengo que ser cantando para que no me funcionen a mí?”, ese fue el punto de partida.
En el álbum y en tu carrera en general nos presentas colaboraciones con artistas muy distintos, desde Bejo a IlI Pekeño a Kyne o Simona, por ejemplo, ¿En qué te decantas a la hora de escoger los artistas con los que lanzar una colaboración?
Obviamente siempre trabajo con gente con la que me gusta su trabajo, en el último disco las colaboraciones las hice simplemente por eso, y pensar un poco quién es aquella persona con la que la gente no me espera ver colaborando, para que también tenga un poco ese efecto mágico. A la vez, pero, también juego un poco al contrario, sé que la gente muchas veces espera verme con x persona, entonces pues lo cumplo. Un poco así lo hice.
Y esa faceta de intentar como sorprender y de dar algo mágico que la gente no espera, ¿antes de sacar cualquier tema no te daba un poco de miedo? De decir, buah, quizás no funciona como esperaba. 
Sí, yo creo que se trata de intentar mirarte a través de los ojos de la gente que te sigue. Yo pienso que los mejores artistas saben hacerlo, y por eso les va bien. De alguna manera saben cómo les percibe el mundo, aunque ellos sepan que son una persona completamente diferente, y quizás sabiendo lo que la gente espera no lo hacen, o sí, pero teniendo esa noción y no yendo a ciegas. Creo que es muy importante saber cómo te percibe todo tu público, desde la gente que te ama a la gente que te odia, y preguntarte por qué te perciben de determinada forma. Intento ser muy consciente de eso y creo que es lo que me da pie a decidir si hacer lo que se espera de mí, hacer lo contrario o un punto medio.
Estás trabajando en nuevos proyectos ya, ¿podrías contarnos que vamos a poder ver de Nico Miseria?
Estoy preparando colaboraciones, y algún remix más como el de Kyne. Aparte de eso, estoy preparando un nuevo álbum, en el que vuelvo a hablar de mí. De Barriobajero navajero al Tercer verano del amor hay un cambio en el que hablo de mí en las letras y desde mi perspectiva, pero hablo de un movimiento que al final no tiene que ver conmigo a nivel personal. En el siguiente estoy haciendo que todo vuelva a hablar de mí para que se convierta todo en un discurso y una conversación conmigo mismo. Si el primero era como una presentación así nominal, el segundo es un movimiento más global, el tercero tengo pensado que sea un viaje. Al final la dinámica es cada vez más a lo personal, no sé hasta qué punto podré llevar esto, pero sigo avanzando en esa dirección.
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