Nexo Malito es uno de esos colectivos que, junto con otros tantos, hacen de Bilbao un lugar no solo más entretenido, sino también más plural. Nacidos en 2019 como una fiesta organizada entre dos colegas en una hamburguesería, forman ahora parte del entramado de clubs y colectivos que están redibujando la escena nocturna en la ciudad. Mikel Moreno (Alta), Julián Duhart e Iker Zarrabeitia unieron fuerzas para crear un proyecto por la simple razón de que les gustaba la música y querían cambiar las cosas. Algo nada sencillo pero sí muy admirable porque, con una industria musical y una prensa especializada tan centrada en las grandes ciudades, es muy fácil pensar que los lugares más pequeños tienen nada y menos que ofrecer a nivel cultural.
La ciudad que te vio crecer vista como algo yermo o caduco porque lo de fuera siempre es mejor. Y esto, que no es más que una ceguera autoimpuesta por una idealización inútil, oculta toda una red de personas que, con los recursos justos, construyen a diario un underground sólido. Tan sólido que es capaz de aguantar incluso cuando el mainstream por encima de ellxs se rompe y queda en ruinas (plot twist: el mainstream siempre se viene abajo). Ambos tienen fisuras, grietas y parches, sí, y mientras no son cosas a obviar, quizá un ligero cambio de foco no nos vendría mal. La juventud derrotada por los precios del alquiler es también la que se organiza para sacarte a bailar el fin de semana.
Contadme un poco sobre el origen de todo, ¿Cómo nace Nexo Malito?
Mikel: Nexo Malito es una fiesta que hicimos en 2019 en la Brasa Canalla, la hamburguesería de un colega. Lo que hicimos fue quitar todas las mesas, quitar todas las sillas y poner un DJ booth ahí en mitad del restaurante. El nombre era porque queríamos descontextualizar completamente lo que se suponía que tenías que hacer cuando tú montas una fiesta. Primero porque lo hacíamos en una hamburguesería y no en una sala, y luego porque toda la comunicación iba en el sentido de ‘esto no es una fiesta’, ‘no vengas’, ‘prohibido bailar’, etc.
Hicimos como diez o quince carteles diferentes con los nombres de los DJs puestos al revés. Había incluso un número de teléfono al que se suponía que tenías que llamar para asistir, pero no existía. El día de la fiesta estábamos Marcos y yo, el de la Brasa, sentados fuera y estaba la persiana bajada. Pusimos un post-it que decía ‘aquí no hay una fiesta’ pero la música estaba dentro puesta. Abrimos y estuvo muy guay.
Cuando en pandemia empezaron a reducir las medidas de seguridad y abrieron las salas. Yo ya conocía a Julián y a Zarra por su marca, Goood People, e hicimos una colabo juntos llamada Back to the Parties. Montamos una fiesta de techno en la Lola y otro Nexo Malito en la Brasa Canalla que salió que te cagas también. Entonces hablé con ellos y les dije que me apetecía llevarlo a un formato de club de noche. Les pareció genial.
Hicimos como diez o quince carteles diferentes con los nombres de los DJs puestos al revés. Había incluso un número de teléfono al que se suponía que tenías que llamar para asistir, pero no existía. El día de la fiesta estábamos Marcos y yo, el de la Brasa, sentados fuera y estaba la persiana bajada. Pusimos un post-it que decía ‘aquí no hay una fiesta’ pero la música estaba dentro puesta. Abrimos y estuvo muy guay.
Cuando en pandemia empezaron a reducir las medidas de seguridad y abrieron las salas. Yo ya conocía a Julián y a Zarra por su marca, Goood People, e hicimos una colabo juntos llamada Back to the Parties. Montamos una fiesta de techno en la Lola y otro Nexo Malito en la Brasa Canalla que salió que te cagas también. Entonces hablé con ellos y les dije que me apetecía llevarlo a un formato de club de noche. Les pareció genial.
En este descontextualizar la fiesta supongo que el tipo de música también era importante, no queríais que fuera como lo que se escuchaba de normal en la escena de Bilbao, ¿no?
Mikel: Llevo muchos años pinchando y cuando empecé, venía de la escena electrónica purista. Aquí si pinchabas techno, ibas a fiestas de techno. Si pinchabas reggae, ibas a fiestas de reggae y no ibas a otro tipo de ambientes. Todas las escenas eran completamente paralelas entre sí, no había ningún tipo de cruce.
Cuando fui a Perú, donde estuve dos años, vi toda la diversidad de gente, de escenas y la conexión entre ellas que había en Lima. Me explotó la cabeza. Tú ibas a una fiesta de reggaetón y el equipo de sonido lo ponía el sound system de reggae de la ciudad, y el mismo sound system de reggae de la ciudad ponía el equipo para las fiestas de techno también. Eso aquí era impensable. Cuando montamos Nexo Malito nos apetecía descontextualizar también esa parte, es decir, hacer un evento donde hubiese un DJ de techno y un DJ de reggaeton en el mismo line-up y que no pasase absolutamente nada. Feid a la una de la mañana y hard techno a 150 bpm a las cinco y que esté todo ok.
Cuando fui a Perú, donde estuve dos años, vi toda la diversidad de gente, de escenas y la conexión entre ellas que había en Lima. Me explotó la cabeza. Tú ibas a una fiesta de reggaetón y el equipo de sonido lo ponía el sound system de reggae de la ciudad, y el mismo sound system de reggae de la ciudad ponía el equipo para las fiestas de techno también. Eso aquí era impensable. Cuando montamos Nexo Malito nos apetecía descontextualizar también esa parte, es decir, hacer un evento donde hubiese un DJ de techno y un DJ de reggaeton en el mismo line-up y que no pasase absolutamente nada. Feid a la una de la mañana y hard techno a 150 bpm a las cinco y que esté todo ok.
¿Os inspirasteis en algún tipo de club que ya existía?
Mikel: Sí, cien por cien Antídoto Club en Madrid. Fuego de Razzmatazz en Barcelona y Face Down Ass Up en Zaragoza, que ya estaban haciendo esto antes de la pandemia incluso. También en un montón de clubs que han ido saliendo como Fiebre, Felina, Casa Pepa o Rawa Club.
“Elemento bellaco que sirve de unión o relación”; es así como describís vuestro proyecto. ¿Creéis que la fiesta puede ser también un espacio desde el que impulsar la colectividad en lo creativo?
Mikel: Es uno de nuestros objetivos y la base también de lo que hacemos. Lo del nombre de Nexo Malito empezó como una broma al principio, pero le vino de lujo luego para todo lo que queríamos montar, porque no solo queríamos unir diferentes escenas sino también crear conexiones con otros artistas locales, con artistas de fuera que quizá no tenían un espacio o una fiesta a la que pudieran venir en Bilbao, con otros colectivos y otros clubs. Creo, además, que tenemos la responsabilidad de dar espacio a quien lo necesite y de generar escena. Por mucho que estés dentro de ella, debes contribuir a crearla, a respetarla y a cuidarla.
Teniendo en cuenta la primacía absoluta que ha tenido el rock y el punk en Euskadi, ¿cómo ha sido la acogida de Nexo Malito por parte del público? ¿Está Bilbao preparada para nuevos sonidos?
Mikel: Muy buena. Yo creo que la gente necesitaba una fiesta que no estuviese tan centrada en un solo tipo de música, sino que fuese un poco más ecléctica. En cuanto a si está preparada, yo diría que nosotros somos el ejemplo claro de que lo está, al igual que otros clubs que hay también en Bilbao. Un Jarrera que hace full drum and bass; un Vutron que han montado un sound system pero no ponen roots reggae, sino que ponen grime o dancehall.
En el Norte hay un contexto de autogestión muy importante, hay muchos proyectos que surgen de juntarse y querer hacer cosas, ¿qué es lo mejor y lo peor de dicha autogestión?
Mikel: Lo mejor de la autogestión es que tenemos libertad absoluta para poder desarrollar creativamente las cosas como queramos. ¿Lo malo? Partiendo de que el presupuesto depende de ti completamente, si una fiesta sale mal, pierdes tú el dinero. Tampoco tienes tantos recursos como te gustaría para hacer cosas, pero tenemos suerte de tener los suficientes para hacer el tipo de fiesta que queremos, para contratar a los artistas que queremos y para hacer la movida a nuestro gusto.
Habéis pasado por distintas salas de Euskadi como El Balcón de la Lola, Crystal, Bilborock o Dabadaba, ¿Son los promotores de sala un apoyo estable para los colectivos emergentes de club o, por el contrario, les cuesta adaptarse a los nuevos formatos?
Mikel: Entiendo que los dueños de las salas son empresarios, no son amantes de la música. Lo que quieren son números, gastar poco y ganar mucho. Entonces, el tipo de fiestas que nosotros hacemos no son para nada interesantes hasta que ven que funcionan muy bien. En ese momento te llaman para hacer la fiesta en su sala.
Por suerte, el Balcón de la Lola desde el primer momento nos han apoyado un montón, pero no son así todas las salas. Es una lucha continua con todas ellas hasta que encuentras el sitio donde realmente entienden lo que haces. ¿Qué pasa? Que ahora las fiestas más interesantes que hay en Bilbao, las que crean mayor cultura y escena, las estamos haciendo clubs y colectivos que somos externos a las salas. Creo que ahí está el cambio de dinámica o de paradigma que se ha dado últimamente: las salas tienen que acudir a estos colectivos para tener las fiestas en su interior porque ya no programan tanto, quizá, desde dentro.
Por suerte, el Balcón de la Lola desde el primer momento nos han apoyado un montón, pero no son así todas las salas. Es una lucha continua con todas ellas hasta que encuentras el sitio donde realmente entienden lo que haces. ¿Qué pasa? Que ahora las fiestas más interesantes que hay en Bilbao, las que crean mayor cultura y escena, las estamos haciendo clubs y colectivos que somos externos a las salas. Creo que ahí está el cambio de dinámica o de paradigma que se ha dado últimamente: las salas tienen que acudir a estos colectivos para tener las fiestas en su interior porque ya no programan tanto, quizá, desde dentro.
A la hora de curar los lineups de vuestras fiestas, ¿en qué os fijáis entre las distintas posibilidades de DJs?
Mikel: Primero, buscamos mucho talento joven de distintos sitios. Nos fijamos también en artistas que musicalmente nos molan mucho, tanto porque son DJs o porque son productores que también pinchan y, de algún modo, vemos que conectan muy bien con el tipo de fiesta que hacemos. Cuando vienen artistas siempre les intentamos hacer un hospitality guay porque vienen con nosotros a tomar un pote y a cenar. Queremos que se sientan como uno más de la cuadrilla.
Julián: Que sea muy cercano, muy personal.
Iker: También considero que, al estar dentro de la escena nacional, vas viendo quién se mueve y hace cosas, y con esa visión global que tienes vas seleccionando la gente que puedes o te interesa. Lo fundamental es estar muy activo porque ya te digo yo que el sesenta o setenta por ciento de la gente que viene a Nexo tampoco conoce a los artistas. En cambio, hay otra gente que es muy friki de la música y que sabe quién es todo el mundo.
Julián: Lo importante es que intentamos dar espacio a gente que quizás no lo tiene en otros sitios, tanto artistas femeninas como queer por ejemplo. Siempre nos hemos quejado también de que tradicionalmente en todas las fiestas de electrónica, los lineups son básicamente hombres y encima hombres que ya tienen recorrido. Nos aburríamos de ver siempre los mismos nombres, por lo que intentamos variar y dar espacio a gente de todo tipo.
Mikel: Sí, eso creo que es algo muy importante y está dentro de nuestros valores como club. En los tres años que llevamos haciendo fiestas, solo en una el lineup ha sido cien por cien formado por hombres. Hacemos la fiesta en una sala que transmite diversidad y queremos que el lineup la transmita también, no solo a nivel musical, sino a nivel de lo que puede representar cada persona.
Julián: Que sea muy cercano, muy personal.
Iker: También considero que, al estar dentro de la escena nacional, vas viendo quién se mueve y hace cosas, y con esa visión global que tienes vas seleccionando la gente que puedes o te interesa. Lo fundamental es estar muy activo porque ya te digo yo que el sesenta o setenta por ciento de la gente que viene a Nexo tampoco conoce a los artistas. En cambio, hay otra gente que es muy friki de la música y que sabe quién es todo el mundo.
Julián: Lo importante es que intentamos dar espacio a gente que quizás no lo tiene en otros sitios, tanto artistas femeninas como queer por ejemplo. Siempre nos hemos quejado también de que tradicionalmente en todas las fiestas de electrónica, los lineups son básicamente hombres y encima hombres que ya tienen recorrido. Nos aburríamos de ver siempre los mismos nombres, por lo que intentamos variar y dar espacio a gente de todo tipo.
Mikel: Sí, eso creo que es algo muy importante y está dentro de nuestros valores como club. En los tres años que llevamos haciendo fiestas, solo en una el lineup ha sido cien por cien formado por hombres. Hacemos la fiesta en una sala que transmite diversidad y queremos que el lineup la transmita también, no solo a nivel musical, sino a nivel de lo que puede representar cada persona.
Habéis colaborado con otros clubs de la escena española como Roto y Antídoto. Tras escanear un poco el panorama, ¿creéis que nos queda todavía por aprender en Euskal Herria sobre la cultura club? Y al contrario, ¿hay algo que debería aprender el resto de nosotrxs?
Mikel: ¡Joder, tú! ¡Qué preguntas más profundas!
Julián: Vale, a ver, repite la pregunta (risas).
Julián: Vale, a ver, repite la pregunta (risas).
(Repetimos pregunta, por lo menos los chavales lo intentan).
Julián: Esto es una cosa muy personal, pero pienso que tanto en Bilbao como a nivel español la gente se tiene que culturizar mucho todavía a la hora de salir de fiesta. Las personas que consumen ocio nocturno tienen que aprender a salir de fiesta por y para la música, no por pillarse un pedo o un colocón que flipas. Quizás es muy utópico, pero creo que esa es la raíz de todos los problemas que hay a nivel del funcionamiento en la escena.
Si el público general tuviera cierto criterio y se diversificara un poco, puede que todo funcionara mucho mejor y habría salas grandes que tendrían colectivos como Nexo Malito y otros que hemos comentado. Luego, si tienen cosas que aprender desde fuera… Lo que hemos podido ver en ciudades más grandes es que sí que hay mucho más público, pero quizás no es un público tan real. Es un público que sale con el móvil en la mano y se basa más en aparentar.
Mikel: Una de las cosas que siempre nos sorprende cuando acaba Nexo Malito es que luego vemos stories y nadie nos taggea, es como que la gente en nuestra fiesta no saca el móvil. Igual hacemos un sold out y nos taggean en dos stories. Eso es un win, están a disfrutar de la música y del momento.
Iker: Ya no es que haya mucho postureo y mucha tontería, sino que nosotros hacemos una fiesta a la que le ponemos mucho cariño. Hemos ido a otros sitios a veces que era flow trabajo: tú pinchas, cobras y ya está; pero nosotros intentamos que sea una experiencia también guay para el artista y para el público.
Mikel: Es lo que decía Juli, ¿no? Intentamos que nuestra fiesta sea lo más accesible posible. No hay gente detrás del DJ, las listas que hacemos de invitaciones son muy reducidas, solo para gente cercana a nosotros…
Julián: Claro, para Ainara y compañía, ¿sabes?
Si el público general tuviera cierto criterio y se diversificara un poco, puede que todo funcionara mucho mejor y habría salas grandes que tendrían colectivos como Nexo Malito y otros que hemos comentado. Luego, si tienen cosas que aprender desde fuera… Lo que hemos podido ver en ciudades más grandes es que sí que hay mucho más público, pero quizás no es un público tan real. Es un público que sale con el móvil en la mano y se basa más en aparentar.
Mikel: Una de las cosas que siempre nos sorprende cuando acaba Nexo Malito es que luego vemos stories y nadie nos taggea, es como que la gente en nuestra fiesta no saca el móvil. Igual hacemos un sold out y nos taggean en dos stories. Eso es un win, están a disfrutar de la música y del momento.
Iker: Ya no es que haya mucho postureo y mucha tontería, sino que nosotros hacemos una fiesta a la que le ponemos mucho cariño. Hemos ido a otros sitios a veces que era flow trabajo: tú pinchas, cobras y ya está; pero nosotros intentamos que sea una experiencia también guay para el artista y para el público.
Mikel: Es lo que decía Juli, ¿no? Intentamos que nuestra fiesta sea lo más accesible posible. No hay gente detrás del DJ, las listas que hacemos de invitaciones son muy reducidas, solo para gente cercana a nosotros…
Julián: Claro, para Ainara y compañía, ¿sabes?
No sé de qué me hablas, Juli. ¡Yo siempre pago como una señora! (Risas)
Mikel: Ese rollo. No hay reservados, no hay este tipo de exclusividades. Vas a la fiesta y nosotros estamos en el front row bailando, el DJ está abajo después de su sesión, no hay camerinos. Al ser una ciudad pequeña sí que tenemos ese sentimiento de familia que ofrecer. Quizá lo que el público de aquí tiene que aprender del público de allá es a tener una mentalidad más abierta a otro tipo de sonidos.
Julián: Yo creo que, aunque tengas una sala con ochocientas personas, si lo trabajas y es tu intención, puedes hacer que siga siendo igual de cercano. Obviamente cuanta más gente entra a tu fiesta es más difícil mantener esa familiaridad, pero sí creo que podría seguir siendo un Nexo Malito con los mismos valores y los mismos principios.
Julián: Yo creo que, aunque tengas una sala con ochocientas personas, si lo trabajas y es tu intención, puedes hacer que siga siendo igual de cercano. Obviamente cuanta más gente entra a tu fiesta es más difícil mantener esa familiaridad, pero sí creo que podría seguir siendo un Nexo Malito con los mismos valores y los mismos principios.
¿Se os ha ocurrido que podríais crecer hasta convertiros en un club más grande? Y de ser así, ¿creéis que sería posible mantener esto que estamos hablando, vuestra esencia underground?
Mikel: No sé si nos hemos planteado escalar esto. No es el tipo de club, creo, en el que nosotros nos sintamos más a gusto. Yo no voy a fiestas de mil personas. Este año hemos estado en Bilbao BBK Live. Llevamos dos, tres años haciendo fiestas de trescientas o cuatrocientas personas máximo y este año hemos cerrado la carpa Beefeater con un aforo de cinco o seis mil personas. Para mí eso fue la bomba, pero yo no veo ese formato de fiesta todos los meses. Como algo especial es increíble, pero creo que ahí se queda.
Julián: Yo creo que se podría exportar. Una cosa es cinco o seis mil personas y otra ochocientas. Si eres firme en los valores y en las medidas que tomas en tu fiesta ante una agresión, por ejemplo, es bastante viable. Quizás con un equipo más grande y con más inversión, pero no pienso que no sea posible.
Mikel: Ya, pero sí que es cierto que nunca hemos hablado de hacer la fiesta con aforos de mil personas. Creo que esa cercanía y ese sentimiento familiar que se siente en la pista de baile es una de las cosas chulas de Nexo.
Iker: Estamos a gusto con el formato que tenemos y la cantidad de gente que viene. Si esta fiesta estuviera en Madrid podría crecer exponencialmente hasta esos aforos, pero al final Bilbao es un público reducido y Nexo Malito es una movida más alternativa, así que no lo veo tan viable. Lo que hacemos va bien, estamos contentos con ello y vamos subiendo poco a poco de una forma muy orgánica.
Julián: Yo creo que se podría exportar. Una cosa es cinco o seis mil personas y otra ochocientas. Si eres firme en los valores y en las medidas que tomas en tu fiesta ante una agresión, por ejemplo, es bastante viable. Quizás con un equipo más grande y con más inversión, pero no pienso que no sea posible.
Mikel: Ya, pero sí que es cierto que nunca hemos hablado de hacer la fiesta con aforos de mil personas. Creo que esa cercanía y ese sentimiento familiar que se siente en la pista de baile es una de las cosas chulas de Nexo.
Iker: Estamos a gusto con el formato que tenemos y la cantidad de gente que viene. Si esta fiesta estuviera en Madrid podría crecer exponencialmente hasta esos aforos, pero al final Bilbao es un público reducido y Nexo Malito es una movida más alternativa, así que no lo veo tan viable. Lo que hacemos va bien, estamos contentos con ello y vamos subiendo poco a poco de una forma muy orgánica.
Aprovechando que habéis mencionado el BBK Live, siendo un colectivo emergente, ¿cómo conseguisteis acabar en primera plana de unos de los festivales más importantes de España?
Mikel: Fue la hostia. Que el festival bandera de tu ciudad y con tanto recorrido te dé un slot… Y no un slot pequeño, un slot para cerrar la carpa durante dos horas y media. Llevo muchísimos años pinchando y esto es igual de las cosas más grandes que me han pasado porque nunca lo había hecho para un público tan masivo. La exposición que esto te da a nivel escena es brutal. Es más, después del Nexo Malito del BBK, hubo un montón de gente que nos escribió interesada por nuestro club, un montón de artistas que quieren venir a pinchar. Ojalá en las siguientes ediciones sigan dando este apoyo, no solo a colectivos y a clubes que están por toda España, sino a gente local.
A mí me encantaría ver a Mixthetika, a Red Lux, a Jarrera, o a Vutrón en BBK. El que contaran con un club underground alternativo de Bilbao y vieran cómo la gente respondió (la carpa estuvo hasta arriba durante todo el tiempo) quizás es una puerta de entrada a que otros colectivos también puedan tener esa oportunidad. Creo que el que nos den un espacio demuestra la visión que tiene el festival de cuidar y valorar la parte local. También decir que el BBK son tres días al año, pero somos los clubes los que estamos haciendo escena durante los trescientos sesenta y dos días restantes.
A mí me encantaría ver a Mixthetika, a Red Lux, a Jarrera, o a Vutrón en BBK. El que contaran con un club underground alternativo de Bilbao y vieran cómo la gente respondió (la carpa estuvo hasta arriba durante todo el tiempo) quizás es una puerta de entrada a que otros colectivos también puedan tener esa oportunidad. Creo que el que nos den un espacio demuestra la visión que tiene el festival de cuidar y valorar la parte local. También decir que el BBK son tres días al año, pero somos los clubes los que estamos haciendo escena durante los trescientos sesenta y dos días restantes.
La parte gráfica es también insignia de Nexo Malito que, en este caso, la llevas tú, Julián. ¿Cuánta importancia le dais a esta parte del proyecto?
Iker: En la sociedad de hoy, todo es internet o Instagram, ¿no? Lo que antes era cartelería en papel, ahora todo se mueve por ahí. Cualquier proyecto que quiera hacer las cosas bien tiene que estar muy bien posicionado en redes y hacer las cosas con una forma estética, coherente, chula y llamativa.
Mikel: Una de nuestras propuestas cuando empezamos a darle forma a este proyecto era que queríamos que visualmente fuera muy innovador. Creo que eso ha creado una especie de precedente en Bilbao porque nadie estaba haciendo carteles animados. Sin ponernos ningún tipo de medallita, eh, pero está muy guay que toda esa comunicación visual se vaya actualizando. Y todo por la creatividad de Julián.
Julián: Tener una identidad potente, con unos códigos estéticos muy claros y saber comunicarlo bien en Instagram creo que ha sido mucho más trabajo de Mikel y de Zarra (Iker). También porque por entonces todavía no sabía mucha cosa, a pesar de que ahora soy un puto máquina (risas de todos). Es importante subrayar lo que dice Mikel de que queríamos innovar. Hemos tenido referentes como la ruta del Bakalao con clubes como Spook o Barraca. En realidad, cualquier discoteca y estudio de diseño valenciano que trabajara en ese momento en el ocio nocturno porque intentaron siempre innovar e ir un paso por delante en cuanto a diseño gráfico. Ahora han surgido nuevas herramientas y nuevas maneras de comunicarlo como el arte 3D o la imagen generada por inteligencia artificial. Ahí está la parte de ser pioneros, incluso a nivel español diría. Que me lo discuta quien quiera, pero creo que sí.
Mikel: Una de nuestras propuestas cuando empezamos a darle forma a este proyecto era que queríamos que visualmente fuera muy innovador. Creo que eso ha creado una especie de precedente en Bilbao porque nadie estaba haciendo carteles animados. Sin ponernos ningún tipo de medallita, eh, pero está muy guay que toda esa comunicación visual se vaya actualizando. Y todo por la creatividad de Julián.
Julián: Tener una identidad potente, con unos códigos estéticos muy claros y saber comunicarlo bien en Instagram creo que ha sido mucho más trabajo de Mikel y de Zarra (Iker). También porque por entonces todavía no sabía mucha cosa, a pesar de que ahora soy un puto máquina (risas de todos). Es importante subrayar lo que dice Mikel de que queríamos innovar. Hemos tenido referentes como la ruta del Bakalao con clubes como Spook o Barraca. En realidad, cualquier discoteca y estudio de diseño valenciano que trabajara en ese momento en el ocio nocturno porque intentaron siempre innovar e ir un paso por delante en cuanto a diseño gráfico. Ahora han surgido nuevas herramientas y nuevas maneras de comunicarlo como el arte 3D o la imagen generada por inteligencia artificial. Ahí está la parte de ser pioneros, incluso a nivel español diría. Que me lo discuta quien quiera, pero creo que sí.
¿Qué referencias manejáis?
Julián: Yo te diría que, sobre todo, la corriente del diseño gráfico techno y brutalista. Ese aura como dark, tecnológica, futurista…
¿Qué es lo próximo que se viene en esta nueva temporada que acaba de comenzar?
Mikel: Justo el 20 de noviembre hicimos una colabo con Menta Micro Club, un club de Castellón en el que yo estuve pinchando a principios del mes pasado. Unos warriors de la escena underground, brutales y unos supporters de la ola nueva de artistas jóvenes y, aparte, gente chulísima, encantadora y adorable.
Julián: Y antifas.
Mikel: Muy antifas, sí, eso ponlo. Cuando fui a pinchar allí, no como Nexo Malito sino como Alta, tuve una conexión muy guay con ellos y vimos que teníamos una visión de club muy similar porque lo que nosotros estamos haciendo aquí en Bilbao, ellos lo llevan haciendo mucho tiempo en Castellón. De cara al año que viene, pues intentar traer artistas chulos, además de conectar con colectivos tanto para que vengan a Bilbao como para movernos nosotros fuera.
Julián: Seguir creando comunidad, básicamente.
Mikel: Totalmente. Nexo Malito somos tres, pero no somos solo tres, es mucha gente. Igual todavía no saben que son Nexo Malito, pero lo son.
Julián: Y antifas.
Mikel: Muy antifas, sí, eso ponlo. Cuando fui a pinchar allí, no como Nexo Malito sino como Alta, tuve una conexión muy guay con ellos y vimos que teníamos una visión de club muy similar porque lo que nosotros estamos haciendo aquí en Bilbao, ellos lo llevan haciendo mucho tiempo en Castellón. De cara al año que viene, pues intentar traer artistas chulos, además de conectar con colectivos tanto para que vengan a Bilbao como para movernos nosotros fuera.
Julián: Seguir creando comunidad, básicamente.
Mikel: Totalmente. Nexo Malito somos tres, pero no somos solo tres, es mucha gente. Igual todavía no saben que son Nexo Malito, pero lo son.