¿Se puede luchar contra el destino? ¿Necesitaré odiarle para pasar página? ¿Estaré en el lugar correcto? Natalia Lacunza presenta, al fin, su primer álbum Tiene que ser para mí. Y lo hace así, diseccionándonos su corazón mientras asume nuevos ciclos, encontrando la paz en lo irremediable. Natalia asume el valor que tanto merece, y nos cuenta cómo ha luchado hasta conseguirlo.
Después de 3 años trabajando en él, levantando todo tipo de expectativas y dudas, Tiene que ser para mí es la previa a superar los baches. “Es la búsqueda del selfcare básicamente. En un punto que aún no has llegado, pero estas intentándolo”, nos dijo cuando hablamos con ella para el Vol.2 de ACERO; es un álbum que, parafraseando su título, es un regalo para y por sí misma.
Y es que, en estas doce canciones nos encontramos de todo: las rutas por los recovecos más profundos de su mente, sus fantasmas e intentos de autosabotaje y cantos a sus emociones más orgánicas. Mi sitio, Todo lamento y Cartas de amor han sido algunas de nuestras favoritas, pero en esencia, el álbum no solo nos invita a reflexionar sobre lo que sentimos, sino también sobre el cómo y el por qué lo hacemos.