A ritmo de samplers, overbooking de personal artístico y esencia de gallegos alternativos, Mundo Prestigio se lanzó al mercado hace más de diez años con una cara distinta, pero con las mismas ganas de convertirse (o demostrar) lo que han sido siempre: una de las bandas con mayor personalidad del panorama musical español.
El cuarteto de Brais Rodríguez Otero, Julian López Goica, Fiz García y Fernando Aral Alviteno no mide los tiempos a nivel tradicional: han sacado su álbum debut una década después de comenzar en la música, y harán su gira de presentación con un año de retraso en una ya dilatada carrera de fondo que los ha llevado por la permutación entre Jay y Los Cubatas, el sonido punk alternativo gallego y hip-hop, el uso de samplers y al roster de Jägermusic 2025.
Pero sin que este suponga un final o el culmen de su capacidad artística, los chicos de Mundo Prestigio se lo toman todo como una parte más del proceso: hacer la música que quieren y con la gente que quieren. Y aunque admiten ser “más de la tontería”, los gallegos son un caso concreto y cuidado al detalle. Sus temas no solo se basan en el uso aparentemente despreocupado del ingenio de las bases, sino en el dinamismo de su estilo y en la conservación de una esencia irónica en la titulación de su último lanzamiento, pero clara en actitud y recorrido: las fórmulas constantes aburren, y no hay nada más nutritivo que la energía y colaboración con el talento ajeno.
Así, el grupo presentó los trece de temas de Eterna Constanza hace poco más de un año, y hoy se sienta con ACERO para hablar sobre el cambio, las referencias, el mito de la meritocracia musical, su inminente y próxima gira, su inclusión en uno de los rosters más importantes de la escena independiente española y lo que a uno le funciona: continuar haciendo buena música con sus colegas.
Vamos a empezar por el principio, con la formación de la banda. No sois Fleetwood Mac ni Santana, pero habéis pasado por fases. Primero Jay, luego Mundo Prestigio, de repente Los Cubatas junto a Carlangas. ¿Cuál es la filosofía de la banda que escoge este dinamismo?
Visto desde fuera puede parecer que hay una estrategia medida o una intencionalidad detrás, pero lo cierto es que estamos en las antípodas de ser unos tubaraos. El cambio de Jay a Mundo Prestigo surgió simplemente porque Fiz se rompió los dos hombros saltando una valla y después de la recuperación, se le hacía muy complicado usar los timbales; y al quitarlos, los ritmos empezaron a ser más sencillos y minimalistas, lo que nos hizo bajar marchas y empezar a tocar más de flow y menos de nervio.
¿Es así la vida del artista? El cambio, la reinvención, adaptación. ¿O solo la vuestra como formación? ¿Cómo os veis en comparación con otras bandas quizás más estáticas?
En nuestro caso, es algo muy natural. No hay plan, y eso nos lleva a poder escoger más libremente los caminos que decidimos ir tomando. Escuchamos mucha música muy diferente y nos aburrimos muy pronto de una fórmula aunque funcione. De hecho, lo siguiente que saquemos ya será otra historia; no nos imaginaríamos en cinco años todavía haciendo canciones con la misma receta de samplers, batería y bajo funky.
Hay multitud de entrevistas y declaraciones en las que habláis sobre ser “una banda sonora”, o sobre querer hacer una. ¿No es eso, a fin de cuentas, la música?
Buff, nos habría encantado hacer la banda sonora de 8 millas. Lo cierto es que, al ser un grupo de música instrumental, las sensaciones que puedan generar nuestras canciones pueden ser más evocadoras, y al no tener una letra que te está contando una película, te montas tú la tuya.
“Al ser un grupo de música instrumental, las sensaciones que puedan generar nuestras canciones pueden ser más evocadoras.”
Eterna Constanza es vuestro álbum debut en el sentido más estricto y teórico de la palabra, porque simplemente es el primer conjunto publicado que supera los treinta minutos de duración. Concretamente, el vuestro dura treinta y nueve. ¿Por qué ahora?
Siempre tuvimos muy claro que queríamos hacer un disco cuando tuviera sentido hacerlo. Desde que empezamos con Jay, funcionamos un poco al revés; en plan, ‘acaba de ficharnos este sello y HAY que sacar un disco, venga, hagamos las primeras doce canciones que nos salgan y grabemos’.
Con Mundo decidimos ir cocinando la movida a fuego lento. Tardamos bastante en tener claro el concepto y, de hecho, en nuestro primer EP se pueden ver todavía unas vibes muy punkis, aunque ya estábamos con el rap y los samplers. Probablemente si hubiésemos arrancado ahí en 2020 con un disco, el resultado habría sido radicalmente distinto al Eterna Constanza. Lo cierto es que tuvimos que aprender a tocar de nuevo. Veníamos de tocar los instrumentos con todas nuestras fuerzas y al máximo volumen, y tuvimos que aprender a tocar mucho más bajito y muchas menos notas.
Con Mundo decidimos ir cocinando la movida a fuego lento. Tardamos bastante en tener claro el concepto y, de hecho, en nuestro primer EP se pueden ver todavía unas vibes muy punkis, aunque ya estábamos con el rap y los samplers. Probablemente si hubiésemos arrancado ahí en 2020 con un disco, el resultado habría sido radicalmente distinto al Eterna Constanza. Lo cierto es que tuvimos que aprender a tocar de nuevo. Veníamos de tocar los instrumentos con todas nuestras fuerzas y al máximo volumen, y tuvimos que aprender a tocar mucho más bajito y muchas menos notas.
¿Habéis sentido que este era un verdadero debut, o vuestra experiencia en la industria y en la publicación con obras más breves (Mundo Prestigio, Los Vengadores, Nunomanía) ha anestesiado este lanzamiento como ‘primera vez en algo’?
En parte lo sentimos como un verdadero debut. Es el primer disco que hacíamos con un plan tan pulido, y si de verdad sentimos esa ‘primera vez en algo’ fue por poder hacerlo sin que los medios económicos tuvieran un peso en el proceso. Veníamos de grabar en garajes de colegas o de ir a un estudio con el dinero muy contado y grabando a contrarreloj; que no creo que una cosa sea mejor que la otra, porque de la urgencia también salen cosas increíbles. Pero simplemente esta vez fuimos con cabeza: grabamos el disco durante cuatro meses, a una sesión de cuatro o cinco días de grabación seguidos al mes.
De hecho, hicimos algo que nunca habíamos hecho: descartar canciones. La idea era hacer un vinilo doble y acabamos quitando cuatro o cinco temas que ya estaban grabados porque le encontramos más sentido de esta forma. Hace unos años no nos podríamos imaginar ‘tirar a la basura’ canciones que ya están grabadas. Igual nuestros yos del pasado pensarían que nos hemos vuelto unos palomos.
De hecho, hicimos algo que nunca habíamos hecho: descartar canciones. La idea era hacer un vinilo doble y acabamos quitando cuatro o cinco temas que ya estaban grabados porque le encontramos más sentido de esta forma. Hace unos años no nos podríamos imaginar ‘tirar a la basura’ canciones que ya están grabadas. Igual nuestros yos del pasado pensarían que nos hemos vuelto unos palomos.
Bautizar el álbum como Eterna Constanza es, quizás, irónico, teniendo en cuenta que es un combo espectacular de estilos, instrumentos y voces. ¿Dónde aparece esta ‘eterna constanza’?
Pues viene un poco de jugar con la ironía hacia todo el discurso de los pseudo-gurús de ‘esfuérzate y persigue tus sueños, y llegarán los resultados’ (spoiler: los resultados suelen ser coches de alta gama, alquilados casi siempre).
Cuando conseguimos profesionalizarnos un poco y las cosas nos empezaron a ir un poco bien, muchos amigos nos decían que nos lo merecíamos porque llevábamos muchos años haciendo música sin parar aunque muchas veces nadie nos escuchara, y nosotros solíamos bromear: ¿Sabías que un águila es mucho más constante que tú? Se tiran desde el cielo hasta el suelo a más de trescientos kilómetros por hora para coger una presa y solo una de cada cinco veces que lo intentan lo consiguen. En cambio, tú con tirarte una sola vez te matas y te mueres.
Cuando conseguimos profesionalizarnos un poco y las cosas nos empezaron a ir un poco bien, muchos amigos nos decían que nos lo merecíamos porque llevábamos muchos años haciendo música sin parar aunque muchas veces nadie nos escuchara, y nosotros solíamos bromear: ¿Sabías que un águila es mucho más constante que tú? Se tiran desde el cielo hasta el suelo a más de trescientos kilómetros por hora para coger una presa y solo una de cada cinco veces que lo intentan lo consiguen. En cambio, tú con tirarte una sola vez te matas y te mueres.
Sois cuatro personas trabajando codo con codo. ¿Cómo es la creación musical teniendo en cuenta que es un acto colectivo?
Después de tanto tiempo las dinámicas están más que establecidas. Por encima de todo, tenemos una relación personal muy buena y la confianza suficiente para decirle al otro que lo que está tocando es una mierda cuando lo es, con los egos aparte. Así que funcionamos de una forma muy orgánica, somos bastante una mente colmena.
Pero no soléis ser solo cuatro, sino que colaboráis con letristas que ponen voz a vuestras melodías en multitud de estilos y géneros. ¿Cómo es el proceso creativo en estas circunstancias? ¿Cómo se escoge a un letrista concreto para una canción concreta y en un momento concreto?
La mayor parte de colaboraciones es gente amiga con la que en algún momento surge una conversación en la que decimos que estaría genial hacer una canción juntos. A partir de ahí nos ponemos a componer, y de pronto alguien dice, ‘hey, esta que nos acabamos de sacar le va al pelo a no sé quién’. Se la pasamos y nos dice si se ve cantándola o on.
Hay otros veces (las menos) que las hacemos a demanda ya pensando en la colaboración, pero cuando mejor quedan es cuando la persona que va a cantar se viene al estudio y empezamos juntos de cero. Es algo que por tiempo y distancia no podemos soler hacer, pero es cuando más mola y hacia donde queremos caminar.
Hay otros veces (las menos) que las hacemos a demanda ya pensando en la colaboración, pero cuando mejor quedan es cuando la persona que va a cantar se viene al estudio y empezamos juntos de cero. Es algo que por tiempo y distancia no podemos soler hacer, pero es cuando más mola y hacia donde queremos caminar.
Al tener esta mezcla brillante de estilos musicales que navegan del hip-hop al jazz, y al ser tantos los citados en los créditos de una canción, un directo de Mundo Prestigio tiene que parecerse mucho a un concierto de Gorillaz. ¿Cómo los organizáis y vivís?
Ojalá pudiéramos irnos todas las personas que participamos en Eterna Constanza a todos los bolos en un autobús, pero lógicamente es imposible. Somos muchxs, todos son músicos y músicas que tocan y hacen cosas todo el rato. Es difícil coincidir, y los medios para movilizar toda la clica son escasos, así que, solución: un octapad; el cantante más majo, nunca llega tarde, no se queja y entra en un maletín.
“Somos conscientes de que la meritocracia no existe, y que cada vez hay más trapalleiros diciendo tonterías.”
Al combinar canciones instrumentales con otras cantadas, puede parecer que las primeras sea interludios. ¿Cómo se da por completo un tema que únicamente cuenta con instrumental?
A lo largo del disco hay varios interludios que funcionan como tal porque en un momento dado nos sugirió la idea de que sirvieran de puente entre dos temas a que tuvieran el papel de una canción. Pero luego tenemos otras muchas que funcionan como canción ‘completa”¡’ sin colaboración porque hay un sampler de voz. Ese es el elemento que las poperiza un poco.
Yisus o Un cachito de, por ejemplo, son canciones pop con su estructura canónica, versos, puentes y estribillos, y nadie está cantando; simplemente sampleamos a peña de hace pila de años y la pusimos ahí. Es algo que nos mola mucho de la música con samplers. Since I Left You, de The Avalanches, es un himno generacional y es un tema instrumental en el que una de las pistas en un sampler de voz. Y tú, como oyente, te agarras a esa pista para corear la canción.
Yisus o Un cachito de, por ejemplo, son canciones pop con su estructura canónica, versos, puentes y estribillos, y nadie está cantando; simplemente sampleamos a peña de hace pila de años y la pusimos ahí. Es algo que nos mola mucho de la música con samplers. Since I Left You, de The Avalanches, es un himno generacional y es un tema instrumental en el que una de las pistas en un sampler de voz. Y tú, como oyente, te agarras a esa pista para corear la canción.
En Eterna Constanza hay temas recurrentes, como la burla hacia la meritocracia y al positivismo impuesto. ¿Es autobiográfico, o es una crítica generalizada al concepto en sí?
Nosotros venimos de un grupo de amigos cuyo nexo común es la música. Hace unos diez años, toda la gente a nuestro alrededor tenía un grupo y tocaban los findes, y ahora prácticamente solo quedamos nosotros. Podríamos adoptar ese discurso de mierda de la constancia y bla bla bla, pero somos conscientes de que la meritocracia no existe, y que cada vez hay más trapalleiros diciendo tonterías.
Nosotros tuvimos un golpe de suerte al dar con una tecla de música que le entró un poquito mejor a la gente de lo que le había entrado hasta ese momento. Pero bueno, no somos de crítica ni canción protesta; no es nuestro terreno, nosotros somos más de la tontería.
Nosotros tuvimos un golpe de suerte al dar con una tecla de música que le entró un poquito mejor a la gente de lo que le había entrado hasta ese momento. Pero bueno, no somos de crítica ni canción protesta; no es nuestro terreno, nosotros somos más de la tontería.
¿Creéis que existe la meritocracia en la industria musical? ¿Cómo se enfrenta uno a ella?
Buff, yo qué sé… La industria musical es muy basta y hay ejemplos de todo. Hay casos de gente que da su primer bolo y lo ultra revienta, casos de gente que después de diez años tocando en bares pequeños para cincuenta personas sacan la canción más escuchada de la península, peña que lo peta pagando dinero a cambio de exposición en medios, peña que lo peta sin un duro grabándose vídeos en el parque con el móvil, y gente que se deja la piel toda su vida y nunca llegan a salir de la sala pequeña, siendo igualmente artistas increíbles. Lo que quiero decir es que es difícil encontrar un patrón. Si lo hubiera, todo el mundo sería famoso.
Ha pasado ya un año desde su publicación. ¿Qué ha cambiado en este tiempo? ¿Cómo lo veis con perspectiva?
Pues este año vamos a tocar bastante más que el anterior. 2024 fue el año que sacamos Eterna Constanza, pero también hicimos una gira de treinta fechas con Carlangas y nos volcamos en hacer el bailódromo con él. En 2025, con un año de retraso (pero más vale tarde que nunca), vamos a hacer la gira de presentación que no pudimos hacer, de la que iremos soltando fechas en breves.
“No somos de crítica ni canción protesta; no es nuestro terreno, nosotros somos más de la tontería.”
Estáis en el roster de Jägermusic 2025. Por ende, sois ‘las voces del ahora’. ¿Cómo lo lleváis?
Pues por ahora muy agradecidos, nos están tratando muy bien y nos están consiguiendo bolos, que es algo que necesitábamos mucho. Respecto a ser las voces de ahora, no sé, habría que preguntarles a los colaboradores, nosotros técnicamente no tenemos ni voz, solo fresh beats.
Jägermusic apuesta, como modus operandi, por grupos emergentes, pero vosotros lleváis más de diez años en esto. ¿Cómo es la etiqueta de ‘emergente’? ¿Es un título al que os adherís?
Creo que el haber sacado nuestro disco debut hace tan poco nos puede dar un aire de novedad, y que la mayor parte de gente que nos escucha ahora ni siquiera conocía Jay, por lo que del 2020 para atrás no hay huella nuestra. Pero lo cierto es que ya somos puretas, igual en las fotitos o en las stories que subimos no se aprecia tanto, pero si te bajas al bar a tomar una con nosotros, ves que estamos un poco cascaos ya.
En enero os cerraron la cuenta de Instagram de forma repentina, y asumisteis que, por suerte o por desgracia, es indispensable para la vida de una banda de música en la actualidad. Plataformas como Jägermusic y su roster anual son un escaparate y un medio de promoción (además de reconocimiento) con un altavoz muy amplio. ¿Qué os parece el formato? Como banda, ¿qué beneficios veis gracias a su servicio?
Sí, lo de la cuenta fue una buena avería. Dan ganas de cerrarse todo lo de Meta y comprarse un Nokia, pero está todo muy montado alrededor de las redes. Es una pena, porque ahora casi siempre accedes a un artista por su perfil y no a raíz de una canción que te gustó y que te llevó a explorar acerca de su figura.
Por otro lado, Jagger nos consiguen conciertos, entrevistas como esta y nos van a hacer unas camisetas muy chulas que salen en breves (A COMPRAR). Todo esto siempre supone un altavoz y un foco de difusión que para una banda pequeña como la nuestra siempre es muy de agradecer. Lo que sí, que el otro día intentamos beber un poco de Jagger y buah, casi nos desmayamos.
Por otro lado, Jagger nos consiguen conciertos, entrevistas como esta y nos van a hacer unas camisetas muy chulas que salen en breves (A COMPRAR). Todo esto siempre supone un altavoz y un foco de difusión que para una banda pequeña como la nuestra siempre es muy de agradecer. Lo que sí, que el otro día intentamos beber un poco de Jagger y buah, casi nos desmayamos.
¿Qué le espera al futuro de Mundo Prestigio?
Pues con toda la calma, pero ya llevamos unas cuantas sesiones de lo siguiente que tenemos en el horizonte. No vamos a contar mucho; solo que, por ahora, vamos a sacar algo sin samplers y cien por cien tocado. Tenemos muchas ganas de ir contando más.