Morle es una de esas marcas que, sin necesidad de hacer demasiado ruido efímero ni de recurrir a la tan manida viralización para explosionar en la mente de la gente, está logrando hacerse un hueco en la escena de la moda española. Su fundador y director creativo, Jorge Moreno, avanza paso a paso mientras explora, ya desde dentro, cómo funciona el engranaje de una industria que no es fácil en absoluto. Y lo hace tomando nota de todo, nutriéndose del conocimiento de aquellos que llevan tiempo en el sector y colaborando con profesionales que entienden su visión a la perfección. De estos colaboradores convertidos en amigos, entre los que nos encontramos con el fotógrafo Pablo Mas, autor de las imágenes de la nueva colección de la marca El Platanar Nº04 que ahora presentamos, hablamos en esta entrevista.
Tampoco pasamos por alto su debut en el EGO de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, su experiencia universitaria en ESNE y los momentos más alegres (también hay lugar para los agridulces) en su camino como joven firma de moda. ¿Qué se siente el día después de haber presentado el proyecto en el que llevas meses volcado sobre la pasarela? ¿Cómo se define el ADN de marca que hace que un cliente se decante por tu firma o no por otra? ¿Se respira buen rollo en la pasarela madrileña? Sobre esto y mucho más hablamos con Jorge, ¡arrancamos!
¡Bienvenido a ACERO, Jorge! Antes de adentrarnos en tu marca de moda, Morle, ¿podrías presentarte y decirnos desde dónde nos respondes?
¡Hola a todxs! Soy Jorge Moreno, founder y diseñador de Morle. Comencé hace un año y medio con mi proyecto de marca personal, donde trato de dar valor a la cultura e historia de mis raíces. Además de Morle, este año he realizado proyectos para marcas con presencia internacional.
A ti te conocimos en la edición de primavera/verano 2022 de Allianz EGO, en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, cuando debutaste sobre la pasarela con tu colección 000. Ha pasado poco más de un año desde entonces, pero estoy seguro de que tu forma de entender la moda sí ha cambiado, ¿me equivoco?
No ha pasado mucho tiempo desde que presenté la primera colección 000, pero sí he podido madurar mi forma de ver desde dentro cómo funciona el sector de la moda. Al principio solo quería hacer lo que me apasiona, crear la atmósfera que me define y plasmarla en mis colecciones con recurrentes inspiraciones de la época victoriana y los volúmenes como sello personal. Ahora me doy cuenta de que hay mucho más detrás de crear colecciones. Una marca es un hijo, un bebé que necesita mimo, constancia y esfuerzo. Como diseñador emergente, me expongo al riesgo de ejercer roles de los que no había sido consciente antes, como es llevar una empresa. Desde entonces es algo en lo que llevo trabajando, con el objetivo de encontrar la sinergia y equilibrio entre todos los puntos, con el fin de que el mensaje que proyecte llegue claro al consumidor y adquiera un producto con contexto.
¿Qué se te viene a la cabeza cuando rememoras esta experiencia? ¿Qué fue lo más positivo y lo más negativo de tu paso por la antigua pasarela Cibeles?
Lo primero que se me pasa por la cabeza fue el día del fitting. Me hubiese encantado estar rodeado de todxs mis seres queridos, ya que fue un día lleno de emociones y mucha satisfacción personal. Lo mejor, sin duda, fue el equipo que ese día estuvo conmigo. Como diseñador, tenía muchas cosas que hacer, así que poder contar con la gente que sabe tomar las decisiones necesarias hizo que todo saliese adelante. Como anécdota, me acuerdo que pusimos un look específico a una de las modelos que hubo que cambiar completamente. Fue ahí cuando me di cuenta de que hay que estar siempre alerta y con la mente despierta ante cualquier imprevisto. Podría decir que ese fue el peor momento aunque, viéndolo con perspectiva y tiempo, fue uno de los que más conocimiento pude adquirir.
Lo cierto es que, antes de emprender tu propia marca de moda, ya habías hecho las prácticas para otra firma habitual de la pasarela madrileña, The 2nd Skin Co. ¿Qué aprendiste durante estos meses, te sirvieron para desmitificar el trabajo en el sector de la moda?
Me encantó trabajar en The 2nd Skin Co junto con Antonio Burrillo y Juan Carlos Fernández. Es cierto que cuando empiezas a trabajar en una marca que funciona, te das cuenta de la cantidad de trabajo que hay detrás. No todo es diseñar, ver tejidos, etc. Aquí empecé a disfrutar de todos los procesos, desde el más simple como es ir a buscar fornituras, hasta realizar dibujos técnicos. Esa experiencia me hizo darme cuenta de que quería construir Morle y disfrutar de la enseñanza y evolución de cada proceso.
¿Y qué hay de tu etapa como estudiante? Te graduaste en Diseño de Moda en ESNE, ¿hay algo que echases en falta en la carrera?
Disfruté mucho de mi etapa de estudiante. He conocido a gente maravillosa durante esos cuatro años, desde compañerxs hasta profesores que ahora considero amigxs. Agradezco que siempre han estado dispuestxs a ayudarme y a aconsejarme cuando lo he necesitado. La carrera fue súper completa en todos los aspectos, no eché en falta nada a nivel educativo. Por decir algo que me hubiese hecho ilusión, el viaje a París y la distancia de mis profesores y amigxs debido a la cuarentena de la época.
Volvamos a tu firma, Morle. Imagino que antes de presentar sobre la pasarela y a medida que daba forma a esta primera colección, asentabas las bases de tu proyecto más personal. ¿Qué hace diferente a Morle y cuáles son sus rasgos más característicos?
Morle pretende crear un producto conceptual con base histórica y artística, con el mensaje de transmitir una base de artesanía e investigación. Mi idea es formar un mundo alrededor de la marca que englobe diferentes disciplinas artísticas, convergiendo en piezas exclusivas y muy especiales. El fin último de la marca es que la gente pueda reforzar su personalidad mediante mis prendas, que se sientan libres de contar su historia, diferenciarse del resto y mantener una esencia fuerte y vivaz. También he tenido siempre una fuerte atracción por la arquitectura, por la creación de las superficies rígidas, por cómo se han realizado los volúmenes de edificios tanto en su exterior como en su interior; algo que se puede ver en arquitectos como Eero Saarinen o Toyo Ito. Esto ha hecho que el volumen sea uno de los principales rasgos de Morle.
Recuerdo que lo primero que me llamó la atención cuando vi tus creaciones en vivo fue, además de las siluetas escultóricas, la inspiración artística presente en la paleta cromática. Muchas de las prendas parecían cuadros al óleo, acuarelas. ¿Es la pintura otra de tus grandes fuentes de inspiración? ¿Qué movimientos artísticos te interesan especialmente?
Efectivamente, la pintura es una de mis fuentes de inspiración. He recibido muchos años clases de pintura y música, aunque sigo en constante evolución en cuanto a experimentación con recursos pictóricos y la quiero utilizar de manera frecuente. El proceso se me hizo más ameno gracias a poder hacerlo en digital. Busqué diferentes artistas que me ayudaron a reforzar las combinaciones y pinceladas, y empecé a crear. En cuanto al color, me suelo fijar en movimientos vanguardistas, como el fauvismo. Pero para referencias históricas, recurro a movimientos como el barroco o el clasicismo.
Si no me equivoco, también incorporaste accesorios en los looks. Todo un logro teniendo en cuenta que se trataba de una primera colección. ¿Colaboraste con algún otro creativo en esta propuesta?
Fue todo un reto. Cuando me dijeron que estaba seleccionado para desfilar en EGO, no quería pasar desapercibido y quería tener el máximo de aspectos cubierto. Mirando el line up de la colección, pensé complementarla con piezas de metacrilato y utilizar el estampado de la colección. En ese momento pensé en Mariló Rey, amiga y compañera de clase que había trabajado con este material. De este modo, surgió la primera colaboración de la marca, pendientes y bolsos que estuvimos cosiendo hasta el último día.
Cuando un diseñador se prepara para presentar una colección sobre pasarela, trabaja a destajo día sí y día también para llegar a tiempo y cumplir con los deadlines. Pero, ¿qué pasa una vez ya has desvelado tu trabajo? ¿Cómo te despiertas al día siguiente, te sientes vacío de alguna forma?
Este vacío lo he comentado con muchxs amigxs creativos, creo que es algo que nos pasa mucho aunque, por otro lado, también se siente un cierto alivio. Cuando desperté, me sentí agradecido de que todo saliese bien y con la incertidumbre de saber qué iría después. Es un logro presentar mi primera colección tras acabar la carrera, nunca me había imaginado. Por eso, después de 000 quise experimentar con diferentes materiales y técnicas para averiguar qué camino quería tomar, y marcar el rumbo de Morle. De ahí es de donde viene Red Knots.
Como ya adelantabas, después lanzaste tu colección Red Knots otoño/invierno 2022-2023. ¿Qué nos puedes contar sobre esta propuesta?
Estoy en fase de experimentación, y Red Knots fue una colección cápsula totalmente diferente a 000. Realicé prendas más funcionales para el día a día. Aunque estoy muy contento con los resultados, la colección me ha hecho reflexionar en que con Morle quiero seguir haciendo hincapié en la arquitectura de las piezas. Por otro lado, la experimentación con técnicas, como utilizar el propio ovillo de lana para crear un bordado, entre otras, que seguro que pondré en práctica en futuras ocasiones.
En esta ocasión no presentaste tu trabajo sobre la pasarela, ¿cómo la diste a conocer, qué herramientas utilizaste para promocionar el lanzamiento y qué feedback obtuviste?
Quise presentar la colección de una forma más tangible para que los consumidores la pudieran tocar y sentir la marca más cercana. Por eso utilicé el showroom de Allianz EGO como plataforma. El feedback fue positivo y la experiencia la recordaré con mucho cariño.
La campaña la disparó Pablo Mas, con quien ahora vuelves a colaborar en tu última propuesta, Platanar Nº04. ¿Has encontrado en el fotógrafo un perfil que entiende la visión de tu marca? ¿Cómo trabajáis conjuntamente?
He encontrado un fotógrafo que entiende la visión de marca y mi visión personal. Trabajar con amigos siempre es arriesgado, pero lo bueno es que podemos movernos al mismo ritmo. Él entiende lo que quiero presentar, cómo y dónde, incluso antes que yo mismo. Generalmente, le presento el concepto y la colección. A partir de ahí vamos desarrollando el proyecto, todo fluye genial con él. Pablo me encanta como creativo y siempre he admirado la visión que tiene tras la lente, por eso es la primera persona a la que recurro.
Esta nueva colección “pone en valor la belleza de una vida rural, fuera del estrés de la ciudad”, tal y como leemos en el manifiesto que la acompañada. ¿Podrías desgranarnos a qué te refieres exactamente y cómo plasmas esta idea a través de la moda?
En los últimos años se ha puesto en valor la vida rural, la gente aprecia más la tranquilidad y la paz. Cuando empecé a pensar en esto me di cuenta de que mi abuela había pasado por lo contrario, se mudó de su pueblecito de La Mancha a la capital para vivir y trabajar. Ahí fue cuando investigué los cambios por lo que había pasado en su vida, tanto personales como de estilo. Los recuerdos que tengo de ella son de una mujer sofisticada y elegante en ambos escenarios, y es que la vida rural no significa la ausencia de esto. Platanar Nº04 recupera este sentimiento fotografiado en la casa del pueblo de mi infancia.
Atrás queda esa paleta de color tan pictórica, ahora decides teñirlo todo de negro. ¿A qué responde esta decisión?
Esta colección es un homenaje a mi abuela, recientemente fallecida. Conceptos castizos como el lujo están representados en esta colección que recoge elementos y herramientas utilizadas a lo largo de mi carrera. La elegancia fue su punto fuerte, en ella he encontrado una gran inspiración para mis colecciones. Suelo recurrir a mi entorno más íntimo para inspirarme. En la colección se perciben dos rupturas con el negro del luto. También vemos el color azul y el blanco, con los que he querido transmitir la pureza y la energía que siempre han sido muy característicos de mi abuela. Son dos rasgos que siempre he admirado y que me hacen reflexionar para marcar el rumbo de mi vida.
¿Qué pretendes conseguir con este nuevo lanzamiento, cuál es tu objetivo?
Con este lanzamiento comienzo un nuevo año cargado de mucha ilusión e ideas nuevas. Platanar Nº04 es la primera pata de una nueva fase de Morle, donde ratifico mi esencia desde un lado más actual y moderno. Con ella pretendo acercar la extravagancia y elegancia a un contexto rutinario, da igual si es el campo o la ciudad.
Y ahora que ya vas conociendo las entrañas del emprendimiento de moda en España, ¿qué consejo darías a todos aquellos estudiantes que sueñan con lanzar su propia firma de moda?
Que tracen un objetivo y no tengan miedo al fracaso. Tener una marca de moda no es una decisión fácil, hay que invertir mucho tiempo y esfuerzo, pero llena de satisfacción y orgullo personal. Animo a luchar por ello y a que se apoyen en la gente que les rodea. No podría crear sin todas aquellas personas que creen en mí y me recuerdan aquello por lo que lucho.
¿Te veremos desfilar próximamente?
Estoy trabajando para volver a la pasarela con mucha fuerza, no quiero precipitarme. ¡Nos vemos pronto!