¿Qué requisitos hay que tener para ser una DJ, productora, cantante, profesora, popstar y divorced hot house wife? Ser MJ Nebreda. Liderando el regreso del Raptor house venezolano, la artista tiene una carta de presentación bastante impresionante y completa, pudiéndote sorprender con una nueva faceta cuando menos te lo esperas.
La matemática convertida en artista es una bocanada de aire fresco dentro de la industria musical. Combina estilos que van desde el Raptor house, reggaetón y dembow hasta la guaracha, doble paso y una gran diversidad de sonidos latinos y caribeños. Nos presenta su nueva era y nos adelanta proyectos que tiene en mente para lo que queda de año (y para el resto de su trayectoria estelar).
MJ Nebreda encapsula perfectamente la polivalencia, ya no solo por sus capacidades artísticas sino por su mente aguda, creatividad y esfuerzo constante, forjándose como una figura admirada por generaciones más jóvenes. La artista basada en Miami, sobre todo ahora, representa a la Venezuela nueva (al igual que lo hace Arca), siempre fiel también a sus raíces peruanas. La lista extensiva de géneros y nombres como Ms Nina, La Goony Chonga, DJ Baba o Nick León, entre muchos otros, que aparecen en su discografía, demuestran que MJ Nebreda puede hacer lo que quiera y que ya se ha coronado dentro de la industria musical latina. Podríamos tirarnos horas hablando de los diversos talentos y dones que posee pero, por suerte, ella nos ha echado una mano. 
Para la gente que no te conozca aún, creo que vale la pena destacar que estudiaste matemáticas y física. ¿Cómo ha sido el proceso para ti de ser artista, y más habiendo estudiado eso?
Para mí la matemática siempre ha sido un hack neurodivergente que le tengo al mundo, y creo que fue bien natural la conexión con mi lado artístico al empezar a producir música. Creo que es más común con les productores musicales de lo que pensamos. La misma parte del cerebro que entiende matemática es la que entiende lenguajes, al igual que la música. Mi proceso de volverme artista fue uno, diría yo, poco tradicional, pero conociéndome no creo que lo he hubiese podido haber hecho de otra forma. Me gusta pensar que utilicé mi mente de matemática para poder encontrar mi sonido e intentar mostrarlo al mundo.
Tu currículum es impresionante. Produces, escribes, eres DJ, cantas y montas tus shows, entre bastantes otras cosas. Como artista polifacética, ¿qué es lo que te gusta más?
Lo que más me gusta es crear música, pero tampoco diría que me gusta más eso que hacer un show o tocar un buen DJ set. Pero la realidad es que crear música es lo que me motiva a mí a seguir y lo que más me llena.
¿Si te dedicaras a otra cosa, qué sería?
Si fuese otra cosa en este punto de mi vida (y bueno, lo fui hasta el año pasado por un rato) sería profesora. Tuve que dejarlo porque, en Miami, el gobernador empezó a hacer unas leyes superracistas y anti-LGBTQ+ que me ponían en riesgo en los colegios y no podía más. También podían venir con un arma y no estábamos protegidos. De hecho, en el colegio en el que trabajé hubo un atentado de parte de uno de los estudiantes la misma semana que quitaron aún más requisitos para encontrar armas en Florida.
En algún punto destacaste que solo había cuatro productoras en todo Miami y que era una decisión “política” ser productora. ¿Has notado algún cambio en la industria musical, local o internacional, desde que te empezaste a dedicar a la música? ¿Hay más productoras en Miami ahora?
Definitivamente hay más y creo que nunca habían solo cuatro, hablaba en términos de mujeres que estén siendo acogidas por la industria musical latina. Todavía hay un largo recorrido en frente y seguimos teniendo que tomar un camino distinto al de muchos varones por el simple hecho de ser mujer. Eso viene con otro significado en el mundo de la música.
Estamos en una nueva era y estoy feliz de que detrás de la producción se vean más y más personas que no han tenido acceso a los métodos ‘clásicos’ de volverse artistas, y ahora en cambio pueden movilizarse y sacar música. Para mí eso era el mensaje político que decía: hazlo tú también, tú puedes. Deconstruir lo que es una canción de pop en nuestra sociedad y cómo todo eso es un proceso de producción.
Actualmente, eres de las artistas que más abanderan y representan el género musical electrónico caraqueño, la changa tuki, también conocido como el Raptor house. Por lo que entiendo, para Venezuela es lo que el dembow para la República Dominicana y el reggaetón para Puerto Rico, algo muy cultural. ¿Te gustaría que irrumpiera más en el mainstream? ¿Qué opinas de la apropiación cultural musical?
Pues sí, me encanta que los ritmos rápidos de Venezuela y también los de Colombia estén teniendo un momento cultural, y creo que solo está empezando. Lo compararía a la popularidad mundial del funk brasileño ahora. Yo espero, y quiero, que más gente sepa de este género y se nutran de nuestra escena porque eso ayuda a levantar a todos.
Hay una manera de hacer las cosas donde uno es parte de un movimiento colectivo y donde lo que uno hace agrega a cultura y no la utiliza como disfraz. También creo que para hacer las cosas bien, uno tiene que estar en constante conversación con uno mismo de lo que hace y cómo influye.
¿Cómo describirías el género de la changa tuki (Raptor house) para la gente que no lo conoce aún?
Es música electrónica venezolana, el techno de Venezuela, por decirlo en términos de comparación.
Siendo venezolana también con origines peruanos, los ritmos y sonidos de géneros latinos y caribeños te han servido de gran inspiración. ¿Cómo de importante han sido tus raíces culturales para tu desarrollo musical y también personal? ¿Crees que si hubieses crecido en otro lugar con otros conocimientos hubieras llegado al mismo punto en el que estás?
Creo que todo en mi vida me hizo tener las afinidades que tengo. Creo que no sería la misma persona y, probablemente, no haría la misma música si cambiara cualquier cosa de mi pasado o mi transcurso como artista. 
La mayoría de tu trabajo explora géneros como el reggaetón, el dembow, la guaracha y, por supuesto, el Raptor house venezolano desde un enfoque muy nuevo y tuyo. ¿Qué otros géneros te inspiran y te gustaría explorar?
Creo que, en cuanto a exploración, se me haría interesante meterme al mundo de synths y máquinas más análogas para crear y poder hacerlo desde un lugar un poco más vintage. También me gustan mucho el hardcore y la música experimental en general. Me gusta poder experimentar con todo lo que tengo, pero también naturalmente siento que lo que más me excita es crear ritmos propios que viven dentro de este mundo más grande de música latina.
En Arepa mixtape te adentras en el doble paso, un subgénero puertorriqueño del reggaetón. ¿Cómo ha cambiado la trayectoria de tu carrera después de sacarlo?
Estoy feliz de que haya sido bien recibido, y también me gusta poder cantarle las canciones a públicos que no han escuchado ese género y ver sus reacciones. Arepa mixtape es y siempre será un proyecto muy especial.
En ese mismo mixtape tienes colaboraciones potentes con artistas de la talla de Ms Nina, La Goony Chonga y Nick León, entre otros. ¿Con quién te gustaría trabajar en un futuro?
Me gustaría seguir trabajando y colaborando con gente en esta comunidad global de música latina. Claro que sueño con poder trabajar con muchos artistas, pero en realidad estoy feliz y bastante bendecida de que la gente a la que más admiro está cerca. Tengo mi propio trabajo personal para agarrar los sonidos que quiero. Mi enfoque es más ese encontrar sonidos y hacer las canciones que siento que tengo que hacer.
Tu trabajo hasta ahora está repleto de simbolismo y toques de humor que nos recuerdan a la Doja Cat de 2018. ¿De dónde salen tus inspiraciones visuales y líricas? ¿Con qué música, artistas y referentes te criaste?
Me crié siendo fan girl de boybands, pero a la vez escuchando mucho rock, hip-hop y dancehall además de reggaetón y merengue. Me crié rodeada de muchísima música mezclándose tanto en mi ambiente como internamente. Esa mezcla intensa también me hizo ser alguien que escucha de todo y ha escuchado de todo.
He notado que tu identidad visual cambia bastante dependiendo de la era en el que estés. Por ejemplo, de Adicto a mí a Perreo contra la depresión adoptabas una estética más extravagante, al igual que hasta el lanzamiento de Amor en los tiempos de odio y de Arepa mixtape, optabas por dos estéticas completamente distintas. ¿En qué era te encuentras ahora mismo?
Estoy en una era donde me estoy divirtiendo, trabajando con diseñadores nuevos e independientes que están haciendo cosas muy, muy buenas. Lo de la estética para mí suele ser más un llamado a lo que trata la música. A veces trato de crear un sentimiento, por ejemplo, en el vídeo de Perreo contra la depresión estaba cosplaying una divorced hot house wife de Weston venezolana, y en Amor en los tiempos de odio era una popstar en un mundo paralelo. Me doy mucha libertad pero a la vez siempre trato de ser lo más orgánica posible y fluyo con la vida y lo que se me presenta.
Trabajaste en Warner con Justin Quiles y Zion & Lennox antes de empezar tu carrera. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Te aportó otro punto de vista de la industria a la que luego te metiste? ¿Crees que te dio algún tipo de ‘ventaja’?
Fue una experiencia superpositiva. Antes trabajé en muchas otras posiciones dentro de la industria (en radio, distribuidores, etc.). Eso ya me daba perspectiva, pero ver cómo trabaja una disquera es muy interesante. Tampoco me metí en el negocio pensando en encontrar ventajas, fue algo muy natural donde me di cuenta, después de años de trabajar en la industria, que mi llamado era hacer y gestionar arte y momentos culturales.
En realidad, no siento que mi música viva en el mismo mundo que la música de las multinacionales, pero tal vez sí, y eso también me emociona. Siempre seré una empresaria al final del día, a mi propia manera. Pero no veo la música como una competencia o juego de charting. Solo espero poder crear música que tenga algo de valor cultural y hacer cosas que hagan que la gente sienta cosas en la vida real.
Te hemos podido ver desde Boiler Room hasta al III Points, entre otros festivales importantes y prestigiosos. ¿Tienes alguna meta concreta a la que no hayas llegado aún? ¿Cuál sería el escenario de tus sueños?
Me gustaría formarme más como artista, vivir de esto y a la vez poder encontrar una manera de hacer mi arte con el soporte necesario al igual que con las herramientas necesarias para que lo que salga siempre esté reinventándose y mejorando.
El escenario de mis sueños… Me encantaría tocar más en Latinoamérica, Asia, ir alrededor del mundo y poder conectar con gente por todas partes. La verdad no tengo un lugar que sea el sueño, todo lo es.
Por último, ¿qué planes tienes para lo que queda de año? Y, ¿para el 2025?
Corazón vol. 1, y, ¿Corazón vol.2?
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Full look TRACK7TRACK.