Hasta que la muerte nos separe, juran los que acaban comprometiéndose en órdenes religiosas. Quizá sea cierto o, por lo menos, así pensábamos antes de escuchar M<3rtal, el segundo EP de Meth Math. Canción a canción nos cuentan una historia de amor que supera los límites más oscuros de la mortalidad, y también lo más importante: cómo debemos trascender junto a las almas de nuestros seres queridos.
Su anterior EP, Pompi, llamó la atención de muchísimos medios que, escandalizados o por peloteo, relacionaron su música con el satanismo. Ahora, para abrir nuevos debates, presentan un sonido más electrónico y futurista, casi de otro planeta; aunque Ángel Exterminador, vocalista de la banda y con quien hablamos en esta entrevista, define como: “algo súper nostálgico y triste que al mismo tiempo te hace sentir sólido sobre la tierra”. Así divagamos sobre la descomposición de los cuerpos, la inmortalidad de las almas y la poca importancia de las etiquetas en la industria musical.
¿Quiénes se esconden tras el seudónimo de Meth Math? ¿Podríais presentaros a nuestros lectores?
Nos presentaré diferente a cómo solemos hacer en otras entrevistas: somos Bonsai Babies, representando el Math, error.error como el Meth, y yo, Ángel Exterminador, quien da sentido a todo.
¿Qué os hizo uniros como grupo?
La fuerza del destino, también el aburrimiento (risas). La primera vez que creé música fue en casa de Bonsai Babies y error.error, cuando todavía vivían juntos y quedábamos para trastear con los programas. Meth Math es la única banda de la que he sido parte.
¿En qué momento decidisteis tomároslo en serio?
En ningún momento (risas). Simplemente estábamos aburridos, empezamos a hacer música y a la gente le gustó. Aún nos sorprende que lo que hacíamos por diversión o por vicio fuera tan bien recibido desde el principio. Ya no creamos por gusto, sino que ahora tenemos plazos y entregas. Obviamente todavía es divertido, pero tenemos que ser más constantes. Estamos en una especie de, ay, por favor, esperad un poco más, no queremos sacar música constantemente, pero es lo que tiene esta industria.
¡Total! Creo que le está pasando lo mismo a la mayoría de artistas. ¿Hasta qué punto debéis exprimir vuestra creatividad por componer constantemente? Es una locura.
Claro, nuestra forma de crear es mucho más lenta. A veces solo nos gusta experimentar, pero no acaba saliendo nada que vayamos a lanzar. A lo mejor conseguimos crear varias demos en poco tiempo, pero somos críticos y no las publicamos (risas). Nuestro fin siempre es el de crear algo y que nuestros tres cerebros sientan que tiene sentido.
De vuestra música he leído todo tipo de cosas: desde que abre las puertas al infierno, hasta que posee la inocencia de unx niñx. A vosotros, ¿cómo os gusta concebirla?
Como puertas y conexiones entre dimensiones de diferentes tiempos y espacios. También somos adictos a la nostalgia, trabajamos mucho desde ese punto de vista. Cuando nos dicen que hacemos reaggaeton es cómo: no, solo queríamos recordar cuando teníamos 15 años y estábamos en un garaje bebiéndonos nuestra primera cerveza. También dicen que sonamos satánicos, y no es así, es que añoramos ser prepúberes y escuchar a Marilyn Manson (risas).
A mí me gusta definir nuestro sonido como fino y cochino, como el balance entre el yin y el yang, o como algo súper nostálgico y triste que al mismo tiempo te hace sentir sólido sobre la tierra.
M<3rtal es el título de vuestro segundo EP. Empezáis con Tambaleo hablando de reencontraros con alguien y su alma al nacer y acabáis con Muro de los lamentos diciendo, “me gusta que estén nuestros huesos juntos”. De primeras se me ocurre que habláis de la conexión entre las almas de dos personas, de algo que va más allá de su mortalidad. ¿Es así?
¡Sí! Cuando escribimos el EP estábamos un poco traumatizados con la idea de las almas y cómo el azar hace que se encuentren en el planeta Tierra. Tambaleo se inspiró en la parábola de los gemelos, es algo que nos parece rarísimo. ¿Cómo pueden ser dos personas iguales y que al mismo tiempo no se parezcan en nada? ¿Y eso de que sientan cosas el uno del otro?(risas).
Bonsai estudió física, y nos contó una metáfora relacionada con todo esto: si uno de estos gemelos vuela al espacio exterior, y por la malla del tiempo y el espacio sigue joven, el otro gemelo que se queda en la Tierra irremediablemente envejece. En ese momento, se convertirían en versiones diferentes de lo que, aparentemente, son la misma persona. Es una forma de decir que si te quedas estancado en algo envejeces, pero si estás por ahí sobrevolando el espacio te sientes joven.
De todas formas, sí, todo está inspirado en la idea de la mortalidad. Lo empezamos a grabar en la pandemia y coincidió con que el mundo entero empezaba a cambiar también.
En M<3rtal habláis de la intimidad, de descubrir al otrx en una relación y de la sinceridad de pareja: sentimientos mundanos que a orden del día están en crisis. Esa visión tan onírica del amor, ¿la tenéis en la vida real o es solo una recreación fantasiosa para las canciones?
Somos súper románticos y soñadores. Nos gusta estar cerca de esa idea del amor ideal, es muy bonito. Además, todos tenemos pareja estable; nuestro rolllo nunca ha sido el de salir o tener muchos ligues, más bien somos de cuestionarnos con quién podremos tener diez gatos (risas).
Desglosemos el EP: Catastral, la segunda canción de este, me desconcertó desde que vi su título. He buscado su significado en Internet y me sale algo relacionado con inmuebles urbanos.
Es muy raro (risas). error.error le puso el nombre a esta canción cuando hicimos la primera demo. Cuando vi el título, creí que significaba catastrófico, así que me puse a escribir la letra pensando que este sería el concepto de la canción. Me pregunté a mí misma: ¿qué es lo más catastrófico? Y me dije: la muerte. Así, empecé a escribir sobre ella, la descomposición de los cuerpos por los microbios y la infinitud de nuestras energías y almas más allá de la vida. Escribí incluso sobre la pena que me dará no seguir amando a la gente de la que me rodeo en esta vida. Mucho después, en una charla que tuvimos, ¡me enteré que catastral es algo raro sobre terrenos! Cuando le pregunté a error.error me dijo que simplemente le gustaba la palabra, que sonaba medieval (risas).
¡Qué fuerte! (risas). Para el videoclip montáis una fiesta de dulce quinceañera, ¿tiene alguna relación con la letra o concebisteis el audio y el vídeo como dos espacios diferentes en los que trabajar?
La vida se trata de estar viva; te mueres y ya nunca vuelves a esta realidad. Así que pensé en cosas que hacen sentirte viva en el contexto de esta sociedad. Aquí, en México, es súper importante tener una fiesta de quinceañera, tanto que algunas personas llegan a endeudarse por hacerlas. Todo por anunciar que por fin esa chica tiene 15 años y ya puede tener pareja o cosas así… Es algo muy tonto, pero no deja de ser importante para algunos. Y como reflexión pensé que la vida es igual: tonta, pero importante.
De cara al sonido, habéis definido este EP como una rave extraterrestre de trance distópico. ¿Podríais explicar esto un poco más?
Queríamos hacerlo más bailable y fiestero, pero, claro, si escuchas bien el EP te das cuenta de que no sería la típica fiesta. Por eso hacemos referencia a lo distópico, porque tendría que ser de otro tipo: una del futuro donde el sonido rave fuera diferente.
Quizá os habéis atrevido más con lo electrónico que en otras entregas, ¿no?
Sí, antes de trabajar en él hicimos una guía y escribimos: queremos hacer música emo-dance. ¡Y esto fue lo que salió! Al final no nos quedó el concepto que buscábamos al principio, pero sí, una interpretación retorcida de bailar con la desesperación o el lamento. Como si estuvieras en la última fiesta a la que pudieras asistir. 
Creo que M<3rtal es perfecto para esas noches de bajón en las que tus amigas te arrastraran hasta la discoteca. ¿Cuál diríais que es el momento idóneo para conectar con este EP al máximo?
En el momento exacto antes de nacer, después de morir también.
Háblame un poco de la canción Beso con baba, intuyo que habláis del preludio a besar a alguien.
Totalmente. Cuando escribí la letra recordé una escena de Ghost In The Shell y el momento en el que la protagonista tiene que irse y no vuelve a ver a su chico. Vamos, escribí sobre eso de gustarse con alguien pero que al final no puede ser. Es una escena de anime súper bonita.
Y cuando creasteis Fantasía final, ¿qué os inspiró? La letra es algo catastrófica también.
Lo de esta canción fue trágico. Justo cuando empezamos a crearla estalló la pandemia, nos pareció muy raro, o una conexión más bien. Nos asustó, pero la canción cada vez tuvo más sentido.
¿Entonces está relacionada con la pandemia?
Sí, bueno, no sabíamos que iba a ser tan grave. Nos lo tomamos a chiste, en plan, ¿cuál sería tu fantasía final antes de morir?
Todo esto me recuerda a vuestra canción más conocida, Perreando y llorando. En ella habláis de llorar en el club porque te has encontrado a esa persona de la que te habías ilusionado ligando con otra. ¿Qué os hizo trasladar este sentimiento a una canción?
Es algo que siento a diario en muchísimas situaciones (risas). Nació de una reflexión por intentar ser menos sensible. La canción habla de eso, de decir: bueno, pues ya está, no pasa nada, perrearé y lloraré. Además, me pasó, me cambiaron por un androide y es algo horrible.
Otros medios se han obsesionado por tratar de definir vuestra música. En vuestro anterior EP, Pompi, os decían desde reggaetoneros hasta bakalas. A vosotros nunca os ha gustado definir qué tipo de artistas sois, ni cuál es vuestro sonido. Siempre decís que os juntáis y hacéis lo que os gusta, punto. En una sociedad obsesionada con las etiquetas, ¿cómo sobrevivirá Meth Math sin encasillarse en nada?
Justo con personas como tú o yo, hartas de las categorías y tener la necesidad de etiquetarlo todo. Siempre nos dicen que hacemos música satánica, celestial, que si somos masculinos, femeninos, hablan de nuestros pronombres… y, en realidad, ni siquiera nos importa mencionarlos. Nuestra música puede ser un blanco fácil del que debatir, pero la percepción depende del mood con el que nos escuches o la música que acostumbres consumir. Recuerdo que un señor nos dijo que sonábamos igual que Grimes (risas).
La verdad es que vuestra música y la de Grimes no sé hasta qué punto se parecen (risas).
Siempre les respondemos con buena onda, en plan, sí, bueno... Tampoco le vamos a decir: “¡claro que no!”, porque quizá para esa persona sí seamos parecidos a Grimes.
Para los jóvenes es todo mucho más abstracto. Queremos quitar definiciones de cosas que no se pueden explicar al mismo tiempo que le damos valor a otras. Tampoco sé muy bien cómo funciona el mundo, pero es mi percepción (risas).
En relación a vuestros lanzamientos anteriores, ¿qué cambios habéis sentido que tienen en comparación con M<3rtal?
El cambio está en eso que hablábamos antes, nos lo tomábamos como un hobby. Hacíamos música con mini monitores podridos, ahora grabamos con equipos mejores; se debe notar bastante en la calidad del sonido. Fuimos a grabar nuestro anterior EP, Pompi, a Los Ángeles porque no teníamos estudio propio ni nada. Bueno, de hecho todavía grabo las voces en mi cuarto. Me encanta, me siento cómoda grabando sola. También la constancia y el tiempo que le dedicamos a día de hoy, ahora nos lo tomamos muy en serio. Quizá sean pocas canciones, pero esperamos que se vea el esfuerzo (risas).
Sé que en un futuro os gustaría sacar un álbum de sonido ambient pero, ¿por qué? ¿Sentís qué es algo muy diferente a lo que hacéis?
Sí, también porque el ambient tiene mucho que explorar. A mí me encanta abrir un montón de pestañas en Youtube y combinar sonidos de este estilo, que si frecuencias de curar traumas, sonidos de hojas, aros de Saturno… Es decir, sonidos que masajean el cerebro. Está bien hacer música para disfrutar la vida, pero mucho más es hacerla para trascender (risas).
Recreándonos en esos universos paralelos de los que soléis inspiraros, de repente, dan la noticia: el mundo se acaba. Habéis sido los seleccionados para crear uno desde cero, ¿qué aspecto tendría?
Bastaría con que existieran mercados ecológicos hechos de formas piramidales sobre lagos por los que solo pudiéramos desplazarnos en canoa. Me encantaría que fuéramos super afines a la naturaleza, pero también que utilizáramos la tecnología para aumentar sus beneficios y no tanto para destruirla. Sería genial poder crear un mundo de cero.
¿Y qué cosa que no se pueda hacer en el actual sí os gustaría que se pudiera hacer en vuestro mundo?
Justo lo que ocurre en la película El planeta salvaje: los humanos seríamos del tamaño de las hormigas y de repente unos aliens nos invadirían. Seríamos tan pequeños que nos verían como mascotas, y sus hijos nos aplastarían con los dedos (risas). Yo hacía eso de pequeña, aplastaba a las pobres hormiguitas con las manos.
Para acabar ya, ahora que acabáis de lanzar el EP, ¿qué tenéis pensado hacer?
Estamos trabajando en el próximo álbum, ya tenemos ocho demos nuevas. Queremos volver un poco a nuestros orígenes cuando nos juntábamos a hacer versiones de canciones como las de Britney Spears. Habrán algunas de estas, pero prometo que no se parecen nada a las originales (risas).
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