Catalogar las producciones de Alejandro Silva, artísticamente conocido como Merca Bae, en un género concreto sería absurdo e incluso de mal gusto. Distorsionando las líneas entre el dancehall, el trap y lo experimental, aportando un valor estético y conceptual potentísimo, presenta su nuevo álbum Qubits junto a Erik Urano como crítica a los límites de la tecnología y sus conexiones con los seres humanos.
Hace unos días Merca desvelaba en su cuenta de Instagram los próximos destinos de su gira en solitario, entre los que están Barcelona o Madrid el 23 de septiembre y 27 de octubre respectivamente o Medellín el 20 de noviembre. Por si fuera poco, estas fechas acompañan las de la gira de Bad Gyal, pues es el DJ oficial de la catalana y quien producirá parte de su nuevo álbum. Cuando le preguntamos por este, él nos dice: “Creo que define muy bien en qué momento de su carrera está Bad Gyal”.
Merca Bae en la industria, Místico en redes y Alejandro en tu día a día. ¿Tus amigos y más cercanos también te llaman Merca, o tienes otro apodo más por ahí escondido?
A día de hoy la mayoría de la gente me llama Merca, es lo más fácil. Mi familia y los de siempre me dicen Alex.
He leído que estos motes surgen de una cuestión estética más que por significado. ¿Se te ocurrió de repente tu nombre profesional o ya lo utilizabas antes de dedicarte a la música?
He tenido varios seudónimos a lo largo de mi carrera, algunos los elegí por pura estética y otros son más conceptuales. Merca Bae ha sido por una cuestión puramente estética; al mismo tiempo representa las dos caras de lo que considero mi sonido, una parte más oscura y experimental, y otra más cheesy y amable.
Aclaremos que eres productor musical, pero realmente no sé si posicionarte en lo urbano, en lo experimental o en ambos. Siento que tu último álbum, Qubits, proyecta a la perfección tu esencia, y me encantaría que nos contases en profundidad el proceso de creación de este, desde que la idea llegó a tu cabeza hasta que lo viste publicado.
Pienso que es difícil encasillar mi perfil en un estilo. Me gusta coger todo tipo de referencias y darles mi propio sonido. Qubits surgió de manera muy natural junto a Erik Urano, teníamos ganas de seguir trabajando juntos a raíz de Molecular, así que empecé a mandarle ritmos nuevos y a reciclar ideas antiguas. Ambos compartimos gustos y referencias muy similares en cuanto a estilos y sonidos del Reino Unido, así que de manera casi involuntaria el proyecto fue cogiendo un tono muy personal.
Trabajar con Erik me da libertad absoluta para explorar cualquier género y hacer lo que quiero, él respeta al cien por cien lo que hago, y como productor ha sido un ejercicio muy enriquecedor y divertido. Hemos conseguido trabajar estilos como el jungle, el dubstep o dancehall de una manera muy poco ortodoxa que creo que es una de las cosas que más me caracteriza. Y lo que iba a ser un pequeño EP de singles terminó siendo un disco del que estoy muy orgulloso.
Trabajar con Erik me da libertad absoluta para explorar cualquier género y hacer lo que quiero, él respeta al cien por cien lo que hago, y como productor ha sido un ejercicio muy enriquecedor y divertido. Hemos conseguido trabajar estilos como el jungle, el dubstep o dancehall de una manera muy poco ortodoxa que creo que es una de las cosas que más me caracteriza. Y lo que iba a ser un pequeño EP de singles terminó siendo un disco del que estoy muy orgulloso.
Ya que mencionas a Erik Urano, ¿sabrías decirme qué aportáis cada uno a las canciones? Más allá de las producciones, la voz y las letras. He visto que os gusta llamar a vuestro sonido “perreo subatómico”, y me encanta (risas).
Los dos, de maneras distintas, aportamos bastante profundidad a los temas de manera más conceptual y estética. De todas formas considero que Qubits es un disco súper directo. Perreo subátomico es la manera de definir cómo Erik Urano tontea con ritmos caribeños o latinos (risas).
¿Cómo y por qué surgió esto de lanzar un disco juntos?
Somos dos perfiles que nos mantenemos bastante al margen dentro de nuestras categorías o etiquetas. Y estar en el mismo punto musicalmente fue casi como una necesidad para ambos lo de embarcarnos en esto.
Por cierto, en Qubits habláis del big data, de la tecnología y de su uso en una lectura del presente. ¿Por qué hablar de esto ahora? ¿Es una crítica? ¿Una redención? Cuéntanos.
Al igual que Erik respeta al cien por cien el apartado musical, yo respeto sus letras. Obviamente compartimos la misma visión, valores e ideas en la mayoría de casos. Creo que mi sonido acompaña perfectamente el mensaje que Erik quiere dar. La tecnología ha sido siempre nuestro pan de cada día; por mí parte la crítica iría hacia dónde queremos llegar con ciertos avances de la misma y para qué queremos usarlos.
¿Dirías que es así? ¿Que este disco es tu mejor propuesta hasta el momento? ¿O consideras que tienes otros álbumes más potentes? A nivel personal, claro.
Cada uno de mis trabajos tiene su propio potencial y una relevancia distinta, considero que todo lo que he ido lanzando deja claro en qué punto estoy en cada momento. Qubits podría considerarlo como el proyecto más sólido que he sacado hasta ahora, tiene cierta madurez a la hora de producir que quizás en otros trabajos no tenía. Aún así he rescatado ritmos de 2017/2018, pero como conjunto es muy sólido y me gustó comprobar que aún después de varios años sigo manteniendo en cierto modo un sonido muy personal.
¿Existe alguna diferencia entre este trabajo y tus lanzamientos anteriores? Siento que tu esencia siempre está ahí, pero los sonidos difieren. También imagino que trabajas a raíz de conceptos, y de ahí salgan sonidos, ¿o son los sonidos los que te inspiran conceptos?
Hasta el momento casi siempre dejo que sean los sonidos lo que den sentido a mis trabajo, sin un concepto muy concreto. Suelo pasar por etapas donde me gusta profundizar en ciertos géneros llevándolos siempre a mi terreno, y a partir de ahí me dejo llevar, según como me dé (risas).
Por cierto, ahora estás de gira con Bad Gyal por España, Estados Unidos y Latinoamérica, y por lo que tengo entendido también estáis trabajando juntos en su próximo álbum. ¿Cómo se vive todo esto desde el escenario? Los shows de Alba son potentísimos.
Es una experiencia muy buena, te da muchas tablas trabajar en un show de este nivel, trabajar desde cero en un proyecto de esta envergadura es muy bonito. Es muy cansado aunque merece la pena.
En cuanto al disco, ¿podrías darnos alguna clave o dato? Tan solo por calmar un poco nuestra sed de Bad Gyal…
Creo que define muy bien en qué momento de su carrera está Bad Gyal.
Claro, y aparte de toda esta locura, también lo estás compaginando con tu propia gira, ¿próximas fechas de cara a septiembre? ¿Algo nuevo que tengas entre manos?
Ahora que estoy con la gira estoy dándome un respiro con mis proyectos. En septiembre estaré en Vigo, Nueva York, Los Angeles y quizás Valencia. Y en Noviembre por Latinoamérica. Intento cuadrar las fechas que me quedan libres con shows míos, y cuando haya un break me plantearé un tour más sólido por mi cuenta.
Por último, Alejandro, sé que es un poco pronto preguntarte esto, teniendo en cuenta que hace nada que lanzaste un disco, pero, ¿qué podremos esperar de Merca Bae en un futuro? ¿Ocurrirá con tu trayectoria lo mismo que con tu sonido impredecible?
A corto plazo podemos esperar el Merca Zip de este año. No creo que sea tan ambicioso como en años pasados por tema de timings pero haré lo que pueda. También varios remixes para artistas que me gustan mucho y otro trabajo con Erik está sobre la mesa.
No sé muy bien adónde irá mi trayectoria, (risas). Sí que voy a dar un paso más, y el año que viene presentaré el primer live de mi carrera, puro club en directo. A ver qué tal se presenta 2023.
No sé muy bien adónde irá mi trayectoria, (risas). Sí que voy a dar un paso más, y el año que viene presentaré el primer live de mi carrera, puro club en directo. A ver qué tal se presenta 2023.