¿Quién no se ha dado dos golpes de frente con la promesa efímera de que la vida y el amor son para siempre? Bueno o malo, todo tiene su fin. Y lo único que queda es abrazar la oportunidad que brinda el vacío. Así nos lo recuerda Mentira con su nuevo disco, Nada es para siempre, apostando por el rock alternativo y un pop cute para lanzar mensajes optimistas y sin rencor. 
Con este lanzamiento, dejan las bases asentadas. Hablamos con Miguel Blanes, vocalista de la banda, aunque también se unen a la fiesta el productor Javier Aguilar y el resto de la banda. Así, nos cuentan cómo ha sido “el ejercicio de mostrarnos vulnerables y sacarlo todo afuera sin complejos”. Y aquí va.
Chicos, primero de todo, felicidades por el lanzamiento de vuestro primer LP. ¿Qué se siente al lanzar el primer álbum? 
Miguel: ¡Muchas gracias! La verdad es que desde el comienzo del proyecto teníamos en mente el objetivo de hacer un trabajo largo, y después de casi cuatro años ya es una realidad. Estamos muy orgullosos de sacar adelante este trabajo un poco más serio y comprometido que lo que hemos venido haciendo estos años. 
¿Por qué nada es para siempre?  
Miguel: Porque la realidad es que todo se acaba. Esta idea me ha rondado la cabeza estos últimos años, al principio de forma negativa, de no querer afrontar que todo lo bueno se acaba. Pero después he empezado a ver lo bonito de este mensaje, y es que, si las cosas que nos importan fueran eternas perderían su valor. Jugamos constantemente con esta dualidad positivista y catastrofista de lo efímero, con un final claro: que nada sea para siempre es lo que hace que cada momento sea único, para bien o para mal.
Remontando al 2019, sacasteis el primer sencillo de Mentira. Y en el camino, han ido pasado varios músicos. ¿Cómo ha ido evolucionando el grupo hasta este LP? 
Miguel: El grupo ha mutado mucho y han pasado varios musicazos como María Lázaro de Trashi o María Solá de Jordana B, aportando un montón. Sin embargo, desde el principio hemos estado siempre los mismos: Javi Aguilar, Javi Delgado, Suso Padín y yo (Miguel). Y para este disco, la última incorporación fue Nico Mendoza a la batería. El grupo ha ido cambiando tanto que hubo un punto antes de llegar Nico en el que hasta nos planteamos ir rotando los instrumentos dependiendo de la canción (claramente esa idea no prosperó, jaja).
Nada es para siempre a primeras suena algo triste y nostálgico. Me recuerda a un amor del pasado, todo el cariño y el dolor, pero ya visto en perspectiva… ¡Y muy literal!
Miguel: Es totalmente así, una reflexión de experiencias pasadas, en la que trato de plasmar con total sinceridad cómo me he sentido, los buenos momentos, los comportamientos tóxicos, las reconciliaciones, las inseguridades… Ha sido un ejercicio de mostrarme vulnerable y sacar afuera todo lo que he sentido, sin complejos.
Miguel, estas letras rompen corazones, literalmente. ¿Cómo está el tuyo? 
Afortunadamente ahora muy bien. Por mucho que los corazones se rompan, nada es para siempre. Es cuestión de tiempo que acaben sanando.
En una banda siempre es más difícil que el sonido y las letras se adapten a la idea de todos.  ¿Cómo trabajáis vosotros? 
Miguel: Efectivamente, a veces es difícil, además tenemos gustos muy dispares dentro de Mentira. En cuanto a las letras, me encargo yo, ya que son cosas muy personales y para mí son muy importantes, sin embargo, los chicos cuando hay alguna expresión que les chirría me lo dicen sin miramientos.
Respecto a la producción de las canciones, nos encargamos Javi Aguilar y yo, más mano a mano para perfilar la canción y llevarlas a donde consideramos que tienen que ir. Finalmente, para llevar estas canciones al directo, nos juntamos todos y hacemos un trabajo más grupal de reversionarlas para darles fuerza y transmitir el feeling de cada canción.
Siento que Sentimiento es el inicio de un ciclo y a su vez, el fin. ¿Por qué es la primera del álbum? ¿Qué significa para vosotros?
Miguel: Exacto, Sentimiento representa a la perfección el concepto del disco. Es claramente el final de algo, pero la canción habla de volver a empezar introduciendo esta dualidad. Fue la canción que más clara teníamos desde el principio y que sienta cátedra del resto del disco tanto en concepto como en sonido.
Desde Sincero y Mentira, el upgrade en cuanto al aspecto sonoro es notable, experimentando con el indie, el pop e incluso el rock. ¿Qué teclas habéis incorporado a vuestro sonido?
Miguel: Pues creo que esperar tanto tiempo en hacer este disco ha sido clave. Nos ha dado el tiempo de madurar y de mejorar en todos los aspectos, desde la producción, la composición e incluso la autogestión. También, como dices, hemos ampliado horizontes en cuanto a influencias, lo que nos ha ayudado un montón a experimentar con nuevos géneros y así enriquecer nuestro sonido.
Han sido casi cuatro años de cocción de en Nada es para siempre. Como productor de la banda, Javi, ¿cuál ha sido el tema con el que más has jugado?
Javier: Ha sido muy especial trabajar en este disco el tema de las guitarras, que han tirado más al rock de lo que solíamos estar acostumbrados. También me gustó mezclar esta versión más rockera de Mentira con otros géneros propios del urbano como el trap o el jersey que, aunque ya llevamos tiempo haciendo mezclas curiosas, siempre era desde un punto de vista más indie/pop. Para mí ha quedado espectacular el resultado y sobre todo ha sido muy divertido ejecutarlo. 
¿Qué ha sido lo más divertido del proceso de creación? ¿Y lo más difícil? 
Miguel: Lo más divertido para mí es la producción del tema, donde decidimos hacia dónde queremos llevarlo, el proceso más creativo. Mola mucho acabar el tema, mirar hacia atrás y ver todo lo que ha evolucionado. A su vez, también me parece lo más difícil. Hay veces que no tenemos claro hacia dónde llevar la canción o tenemos ideas distintas y tenemos que buscar un punto intermedio entre ambas propuestas. 
Nada es para siempre cuenta con dos colaboraciones. ¿Cómo surgió la liturgia con Biela y Dani Dicostas?
Miguel: Con Dani sacamos No sé qué decirte, y la verdad que es una colaboración que teníamos en mente desde hace mucho tiempo porque, además de que es muy amiga nuestra, nos encanta como artista y sabíamos que podríamos hacer un tema muy guay. 
Con Biela, también nos conocemos de hace un tiempo y musicalmente nos seguimos mucho la pista en cada cosa que hacemos. Nos encanta su música y compartimos escena, entonces cuando hicimos Donde estemos los 2 no pudimos evitar pensar que molaría mucho invitarles a subirse al tema.
Llevar la música del bedroom al escenario siempre ilusiona. ¿Cómo fue presentar el disco en la mítica sala madrileña El Sol?
Miguel: La verdad que fue increíble. Todo un reto para nosotros montar la presentación de Nada es para siempre en El Sol, una de nuestras salas favoritas en la que habíamos tocado una sola vez en un evento cuando apenas teníamos una canción fuera. Al principio estábamos un poco preocupados porque es una sala con buen aforo y no teníamos ninguna banda invitada. Y para nuestra sorpresa la sala estaba casi llena. Fue muy emocionante poder tocar allí por primera vez un primer disco tan personal como este. 
Para terminar, me gustaría saber a qué artistas estáis escuchando en repeat últimamente…
Miguel: Personalmente, yo estoy escuchando mucho a Glaive y Phoebe Bridgers.
Javi Aguilar: Yo estoy todo el día con el último disco de Bombay Bycicle Club.
Suso: El último EP de Chicoblanco, la última de Sen Senra y Montero de Lil Nas X.
Nico: Skrillex.
Javi Delgado: Ben Yart.
¡Y desearos toda la suerte del mundo!
¡Muchas gracias! Espero que volvamos a coincidir pronto, quizás tras un segundo álbum…
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