Desde la cuna ha tenido en su casa a grandes artistas de referencia como su padre, Antonio Carmona. Más allá de sus raíces, Marina Carmona siempre ha querido mostrarle al resto del mundo su verdadera identidad como artista. Nadie le ha regalado nada y todo lo que ha conseguido es fruto del trabajo y la constancia, todo un proceso que busca contar en su primer álbum, Mi identidad. En él se abre al resto del mundo, habla de sus miedos, de estereotipos, del mundo de la música y, sobre todo, de ella, de quién es y qué es lo que quiere. Un disco que, como dice, “se ha cocinado a fuego lento” y en el que da a conocer su faceta más madura tanto musical como personalmente.
Antes que nada, al preparar esta entrevista me fijé en que estuviste cantando en el Congreso de los Diputados el pasado 14 de junio, ¿cómo fue la experiencia?
Cantar en el Congreso de los Diputados fue una pasada, la verdad. Nunca había estado y nunca había vivido esa experiencia, fue muy bonito. Me impresionó el sitio, desprende una energía que se nota que hay mucha historia detrás. Así que nada, agradecida de poder seguir teniendo un espacio para cantar.
Ahora sí, vienes de una familia de artistas, ¿hasta qué punto te ha marcado?
Mi entorno, el lugar de donde vengo, es algo que vive en mí, me acompaña y me ayuda a seguir con un legado musical tan bonito como el que han dejado la familia Carmona y los Habichuela. Yo lo único que he hecho ha sido seguir ese caminito poniendo mi propia semilla.
¿Quién es realmente Marina Carmona?
Pues Marina Carmona es una niña llena de… Bueno, una mujer ya, una mujer llena de sueños y con muchas ganas de cantar al mundo entero para que sepan realmente cómo soy, que sientan esa cercanía que siempre intento transmitir en mis directos. Me considero muy cercana a la hora de escribir y de cantar, creo que es algo que predomina en mí. A lo mejor mucha gente se lleva otra impresión solamente por venir de donde vengo, siempre se tiende a prejuzgarme más y a pensar que me lo regalan todo.
Me considero una chica muy trabajadora. Desde el primer momento me formé mucho en la música. He estado de gira con mi padre muchos años y sigo con él, luego estuve con C. Tangana aprendiendo mucho y nunca he dejado de aprender y de formarme, viniera de donde viniese.
Me considero una chica muy trabajadora. Desde el primer momento me formé mucho en la música. He estado de gira con mi padre muchos años y sigo con él, luego estuve con C. Tangana aprendiendo mucho y nunca he dejado de aprender y de formarme, viniera de donde viniese.
Comenzaste tu carrera musical en el 2018 y pisando muy fuerte, ya que tu primer single fue un golpe sobre la mesa con la publicación de Telarañas junto a Soleá Morente. ¿Qué significó para ti esta canción?
Al ser la primera canción que realmente salió de mí fue un movimiento muy bonito para romper con el estereotipo de la mujer gitana. Justamente creo que Soleá y yo somos dos mujeres gitanas que hemos hecho esto, rompiendo los esquemas musicalmente cada una con su estilo. También creo que hemos sido las dos un poco inspiración para otras gitanas que quieren estudiar y viajar. Una no deja de ser más o menos gitana dependiendo de sus actos; ser gitano es algo que vive en ti.
¿Consideras que el mensaje que buscabas transmitir en Telarañas debe seguir presente seis años después?
Sí. Todavía hay mucho que hacer en el mundo respecto a los estereotipos, hay que luchar. Creo que, además, la cultura gitana es una de las más antiguas, de leyes más antiguas, y no debería de tener miedo de romper un poquito y salir un poco de esa manera de pensar más tradicional. Eso una debe de lucharlo y, por supuesto, mientras siga siendo a través de la música, para mí es todo un orgullo ser ese altavoz.
Volvías en 2020 y a partir de ahí no has dejado de trabajar y de colaborar con artistas como Maximiliano Calvo, Nora González, Pepe Bernabé, Lin Cortés o Nuria Fergó, entre otros. Ha debido de ser enriquecedor, ¿no?
Pues sí, la verdad, trabajar con tantos artistas tan diferentes me ha enseñado de cada uno una cosa. Con Pepe Bernabé fue la primera vez que escuché mi música en televisión en programas como… no me acuerdo si era Supervivientes o La isla de las tentaciones pero en alguno de esos, me hizo mucha ilusión. Además, no me esperaba que esa canción tuviera tanto éxito.
Luego con Nora, me hizo mucha ilusión poner un pequeño granito de arena en México. Versionar con Nuria Fergó una canción tan mítica como La gata bajo la lluvia fue todo un sueño, y trabajar con ella, que es una artista tan reconocida, para mí fue todo un placer. Y luego Lin, pues igual, otro artistazo. De cada uno he ido aprendiendo mucho y me he ido nutriendo de todos ellos.
Luego con Nora, me hizo mucha ilusión poner un pequeño granito de arena en México. Versionar con Nuria Fergó una canción tan mítica como La gata bajo la lluvia fue todo un sueño, y trabajar con ella, que es una artista tan reconocida, para mí fue todo un placer. Y luego Lin, pues igual, otro artistazo. De cada uno he ido aprendiendo mucho y me he ido nutriendo de todos ellos.
“Una no deja de ser más o menos gitana dependiendo de sus actos; ser gitano es algo que vive en ti.”
En 2023 estrenabas la colaboración con el artista luso Pedro Flores y te aventurabas a cantar en portugués en Silêncio, ¿cómo fue la experiencia de fusionar dos culturas musicales tan diferentes?
Colaborar con Pedro Flores fue todo un sueño para mí. Nunca había estado en Portugal ni había cantado en portugués, no conocía nada del mundo del fado, y eso que Pedro es un gran cantante del género. Pude estar unos días ahí y ver en profundidad toda esa cultura musical que para mí es como el flamenco cuando lo descubres por primera vez. Fue muy bonito, lo recuerdo como una experiencia preciosa.
Vienes de estrenar tu primer álbum, Mi identidad, con el que buscas abrirte al mundo y mostrar un proceso de construcción personal, ¿cómo ha sido el trabajo de creación de tu primer trabajo en solitario?
Pues todo el camino de Mi identidad ha sido muy bonito. Por supuesto ha tenido sus luces y sus sombras, pero me quedo con que un disco que empezó como una búsqueda de mi sonido haya terminado llamándose Mi identidad e incluya diez canciones que considero que tienen un mensaje oculto sobre mí. Es el regalo más grande que me ha podido pasar. Ha sido increíble trabajar con tantos productores, y que Víctor Martínez estuviera conmigo llevando un poco el timón de este barco ha sido un regalo.
Cada canción supera la anterior, pero hay una que me eriza la piel: Contar hasta 10, con AleMor. Dices una frase que cala: “si en otra vida me toca volver quiero aprender a contar hasta diez”. ¿Volverías a apostar de nuevo por la música?
Por supuesto. Como buena melómana, si la vida me regalara otra vez el poder elegir la música, lo haría. Para mí es una de las mejores terapias del mundo, una de las conexiones más bonitas y la manera de comunicarme más idónea, así que elegiría la música una y otra vez.
En otra de las canciones, Dios mío, ayúdame, cantas algunas estrofas en francés, pero ya lo habías usado anteriormente. ¿Por qué?
El francés lleva viviendo en mí desde que soy muy pequeña, estudié en el Liceo Francés, así que. Me gusta mucho cantarlo y me encanta la música francesa, creo que tiene mucho que ver conmigo, con mi mensaje y con lo que quiero decir con mi manera de cantar. Me inspiran muchos artistas como Stromae o ZAZ, siempre los escucho y me encanta lo que hacen. Creo que, además, la música francesa y el flamenco tienen mucho que ver. Cuando escucho a Édith Piaf y a Camarón veo esa rabia y también esa dulzura en otros momentos. Van mucho de la mano.
El álbum cierra con dos canciones en la que te abres completamente, ¿qué buscas transmitir en Mi identidad y en Luces y sombras?
Efectivamente, son las canciones más íntimas del álbum. El mensaje de “vestirme otra mitad para que no me duela” habla de la lucha interna que he podido tener (y que tengo todavía muchas veces). Siempre busco reconciliarme para que no me duela y por fin decir que esta es mi identidad.
Luces y sombras es de mis favoritas, y el mensaje es que no es tan fácil mantenerse en la música ni llegar donde quieres. Vivo con esas luces y sombras, como por ejemplo enemigos que hablan mal de ti. “Siempre te dirán que todo estaba perdido, que en un tiempo quizás entres en el olvido” es un mensaje que habla de esto.
Luces y sombras es de mis favoritas, y el mensaje es que no es tan fácil mantenerse en la música ni llegar donde quieres. Vivo con esas luces y sombras, como por ejemplo enemigos que hablan mal de ti. “Siempre te dirán que todo estaba perdido, que en un tiempo quizás entres en el olvido” es un mensaje que habla de esto.
Mi identidad es una llamada a encontrarse a uno mismo, ¿dirías que lo has conseguido?
Creo que sí he conseguido esta primera parte de identidad, aunque todos estamos en constante cambio. Además, Mi identidad me tenía que llegar con 31 años, con esta madurez emocional para abrazar los mensajes de los que hablo como el perdón, el amor incondicional, las luces y sombras, la paciencia, etc. Todos estos temas me han llegado y he podido cantarlos y hablar de ellos cuando realmente la vida me ha dado este momento de decir, ahora sí, esta es mi identidad, así es como sueno y esto es lo que os quiero cantar.
¿Cuál es el siguiente paso?
De momento seguir haciendo mucho ruido con este disco. Un primer álbum no es tan fácil que salga y se dé a conocer. Mi identidad se ha hecho a fuego lento y por eso mismo dará sus frutos a fuego lento. Confío mucho y, sobre todo, lo que pido es mucho, mucho directo, que es donde más voy a poder demostrar mi verdad y mi identidad.