María Gallego es la persona que se esconde detrás Mariagrep, ese rostro difuminado que le pone portada a Detox, posiblemente uno de los discos indies más cohesionados de la escena del género ahora mismo en España. Se estrenó entre montajes de vídeo que subía a YouTube a modo de crear un espacio donde dejarse llevar, aunque nunca imaginó que lo haría con su voz.
Tal y como dijo Kali Uchis, en la que reconoce ser su entrevista favorita, hay cosas que nacen de casualidad que al final resultan ser aquello a lo que estabas destinada. Una tarde de cachondeo con amigos le llevó a grabar su primer tema –sin publicar, ya que admite que tampoco era nada serio–; un confinamiento le llevó a grabar su primer EP; un año más tarde, habla con ACERO para presentar su segundo EP, Detox, y manifestar un primer largo que se encuentra en fase de crecimiento.
Hola María, ¿de dónde sale el nombre Mariagrep?
El nombre sale de cuando me hice Twitter en 2012. Es un juego de palabras de las iniciales de mi apellido. Sonaba bien. No lo pensé demasiado, la verdad, ya que era el nombre que tenía en todas mis redes sociales y con el que se me relacionaba, a fin de cuentas. Así que me dije, ¿por qué no?
Empezaste en esto de la música el año pasado con Si un día, pero tu proyecto venía de antes con vídeos en youtube como Idk o Sola. ¿Podrías hablarme un poco más de esto? ¿Cómo decidiste dar el salto hacia tu proyecto actual?
En YouTube empezó todo un poco porque me dio por hacer edición de vídeos. Ya fuese de cosas que grababa por ahí o montajes que fui subiendo en la plataforma. Un día estaba en un parque con algunos amigos y Manu y otros más estaban grabando canciones de trap totalmente en broma. Me hizo gracia, me preguntaron si quería grabar algo yo también y enseguida subimos a su casa y grabamos algo. Allí me dije “ey, ¡pues no suena tan mal!”, aunque sigue siendo terrible (risas). Pero allí fue cuando me dije que, si me gustaba cantar y me gustaba componer, ¿por qué no?
Empecé a hacer cosas un poco locas en casa y a subirlas a YouTube. De hecho, ahora tengo en oculto como cincuenta vídeos o más (risas).
Un poco como diciendo “qué vergüenza esto ahora”, ¿no?
Sí y no. Más bien que suena todo a cajón desastre y no pega nada con nada (risas).
Antes habías estudiado Publicidad y estabas con Interiorismo que, por cierto ¿cómo lo llevas?
Bueno, hice la carrera de Publicidad en Pontevedra y fue bien. Tuve el típico momento, como todo el mundo, de no saber qué hacer con mi vida y, un año más tarde, entre que hacía música y buscaba qué hacer, inicié el máster en Interiorismo; pero lo dejé un poco abandonado (risas). Como por suerte he tenido el verano bastante ocupado, enseguida me empecé a distraer y lo dejé un poco en el aire. Tampoco es que fuese algo que me apasionara muchísimo.
¿Cómo se compaginan estas tres cosas? ¿Hay momentos en los que se entremezclan en tu proyecto musical?
Sinceramente, la publicidad ya no tiene ningún tipo de presencia en mi vida y el interiorismo… pues mira: me he apuntado a una escuela de diseño de interiores en Madrid que está muy bien, y es algo que me ha ayudado a enfocar todo eso en la música. Sobre todo lo que es diseño de espacios, escenografía, conciertos, videoclips… Ver que es la parte más aplicable.
Mariagrep Aceromagazine 5.jpg
Para así poder participar más en el proyecto, ¿no? No solo usar tu voz, sino ver que todo tiene sentido y forma.
Sí. Tanto a mi proyecto musical como cualquier otro.
Si un día es un disco que bebe mucho del bedroom pop –que sé que no te gusta etiquetar tu música– y tiene una vibra bastante melancólica que parece que desaparece en este nuevo EP que presentas, Detox. ¿Cómo ha sido el proceso creativo para pasar de un sonido casi atorcepiolado a este más cañero?
Para empezar las ganas. Soy una persona que en la soledad soy muy dramática y tengo todas estas cosas y pensamientos, pero en mi vida social soy todo lo contrario. Soy una persona bastante activa a la que no le gusta estar triste en público. Si un día lo escribí cuando estábamos encerrados y era algo hecho desde la soledad, entra el pop de dormitorio porque era literalmente yo en mi dormitorio.
Con Detox me gustaba destacar toda esa fuerza y esa energía. Sí que es verdad que todavía hay drama o melancolía, pero visto desde un punto de vista más de pasar por encima de ella. Como lo hice junto a Carreño en su casa-estudio y él produce, era como más fácil desarrollar esa parte más espontánea. Ya es más fluido trabajar y crear otros sonidos.
Claro. De algo que me he dado cuenta es de que hay un cambio entre lo primero que habías sacado y el resto de los temas que han salido de colaboraciones con Carreño, Kimberly Tell o ETM. Explorabas una parte tuya que no habíamos escuchado antes. ¿Hasta qué punto te han influido y cómo te han ayudado a evolucionar?
A mi me gusta no estar en un sitio en concreto y, por ejemplo, la colaboración con ETM es algo mucho más oscuro de lo que podría ser el rollo guilty pleasure del tema junto a Kimberly Tell. Me gusta mucho ir variando, probando cosas.
Por eso también, hablando de Kimberly Tell, el año pasado creasteis un grupo de DJs, Cool Nenas junto a ella y a Dani Costas, ¿no? ¿Por no estarse quieta?
Es increíble porque sí que es verdad que al final hacemos cosas parecidas si lo englobas dentro de un género, pero cada una tiene su movida aparte. En separado hacemos cosas más delicadas, pero en cuanto llegamos a Cool Nenas de golpe somos la cosa más hortera, más cani, de diversión… y es otra faceta que desestresa un montón. No es lo mismo ir a un concierto donde tienes todo el peso encima porque te tienes que preocupar de organizar a los músicos que te acompañan a tener sesión con Cool Nenas y poner un pendrive (risas).
Mariagrep Aceromagazine 8.jpg
Es como una forma de respirar, ¿no? De tomarse un descanso de lo que la gente podría esperar siempre de ti.
Exacto. A mí me gusta pensar que es como el día y la noche.
¿Cómo describirías Detox? Para mí es la sensación de que es un poco como desayunar a las tantas de la mañana de un domingo al volver de fiesta.
Sí, es como las diferentes fases de un día. Parpadeando es más de risas, de Hannah Montana y Avril Lavigne; de estar por encima de todo. Luego llega Por eso, que es una canción más delicada y habla de desaparecer… Entonces es como la locura de montaña rusa de sensaciones que tengo a lo largo del tiempo. En general es el mood de entender que hay muchos dramas, pero depende de ti como te lo tomes.
Luego además tienes Modo superstar, que es toda la movida de pasar de todo y querer sobresalir.
Claro. El otro día me preguntaban con respecto a esta canción que a quién prefería de superestrella, pero tampoco va de eso. Modo superstar va de una actitud, ¿no? De llegar a un sitio, saber que vas a brillar y que te vas a comer el mundo.
Por lo que hace a las letras, se deja entrever una evolución personal. Una actitud que se separa de esa tristeza que se escuchaba en Si un día. ¿Qué experiencias han llevado a componer y escribir este tipo de canciones, a buscar esa actitud?
Yo creo que siempre tengo la actitud Modo superstar cuando me lo propongo, pero simplemente no siempre se puede (risas). La actitud es la que sale, y la inspiración va un poco de ahí. Tanto de a lo que quiero aspirar como el cómo me sienta. No sé si me estoy dando a entender.
Mariagrep Aceromagazine 6.jpg
Entiendo que es como manifestarle al universo.
Claro, ¡siempre quiero estar así! Aunque no siempre lo consiga, yo lo manifiesto.
Un poco espiritual, ¿no?
Tampoco te creas que soy muy espiritual, simplemente yo creo en las cosas y ellas ya que salgan (risas).
¿Cuáles son tus referentes a la hora de formular tu proyecto? ¿Qué te ha llevado a idear cómo querías sonar? ¿No sé si Kali Uchis o Avril Lavigne podrían serlo?
Totalmente. El disco de Por vida de Kali Uchis me encantó y coincidió con que vi una entrevista suya que luego nunca más volví a ver; no sé si la soñé (risas). Era ella en una habitación y decía algo con lo que me sentía muy identificada; ella hablaba sobre cómo se encontró a los 25 o 27 años, pensando en cómo simplemente no sabía si sabía cantar o no. Me gustó mucho que no tuviese esa misma actitud de otras estrellas que van con el discurso de haber cantado desde los 3 años. Entonces Kali Uchis está allí arriba.
Luego otra referencia que escuché mucho en bucle, y puede sonar raro, es Pedro Ladroga. Tiene unas producciones y unas letras muy importantes. Así que Kali Uchis y Pedro Ladroga, ¿cómo te quedas? (risas).
¿Qué se te vienen estos meses? ¿Cuáles son tus metas?
Pues como siempre un montón de incertidumbre. Siempre estoy en un precipicio mirando hacia abajo. Pero, sobre todo, estaré pinchando con Cool Nenas. Ahora estoy con la presentación de Detox y el 14 de octubre estaré en la Sala Vesta de Madrid. Ya solo me espera seguir escribiendo y componiendo para ver si puedo sacar mi primer largo este año. Esas son mis metas.