Pov: estás en 2023 y eres una sad girl total, divina, petardona, te encanta el hyperpop, hacer amarres a los chicos que te gustan y solo vistes de negro o rosa chillón. Cosas de brujas, el segundo álbum de María Escarmiento, nos hace sentir tal que así. “Música que haría cualquier bruja hoy en día”, dice. Pero es mucho más.
En Cosas de brujas no hay rastro de vidas pasadas. Es la transmutación a una nueva era, a un cambio de piel que empieza desde dentro. Es una luz que se oscurece y se tiñe de diferentes tonalidades conforme suenan sus trece canciones. Es un punto y a parte, y también un statement.
En lo sonoro, se lanza al hyperpop. ¿Sorprendidos? No después de los adelantos previos. ¿Satisfechos? Muchísimo. Y además tiene de todo: canciones para hacerte la romántica con Tus detalles o Cristales, marcarte una bachata con Me mirabas o plantarte en cualquier verbena de pueblo a las 5am con su versión de Puedes contar conmigo.
Cuando hablamos con ella hace un par de años, nos confesaba necesitar estar rodeada de amigos que la inspiraran y se dedicaran a la música. Y en esta aventura se han sumado Blnco, Érebo, Los del Control, Natalia Lacunza, Blu Boi y detunedfreq. Artistas y productores que defienden muy bien este nuevo concepto de electrónica arrítmica y experimental; pero que, en unísono y junto a María, solidifican todo el imaginario del álbum.
En definitiva, Cosas de brujas es una evolución orgánica, y un concepto en sí mismo. Con canciones que nos hablan de aceptar nuestra fragilidad y mostrarla al resto, de delicadeza y de nostalgia que saben a lo mismo que enamorarse sin ser correspondido.
Track favorito: Tus detalles.