El segundo día de este noviembre más cálido de lo normal, Lucy Morry nos regaló su primer álbum. No solo es estéticamente bonito, si no que las canciones y todo lo que las envuelven esconden detrás un mundo de realidad fantasiosa que, como oyente, es imposible escapar de las ganas de pillar un billete de ida y no de vuelta. Aparecen personajes como ciudades personificadas, muñecas, ángeles… Conversamos con ellos sobre todo lo que se esconde detrás de ese mundo onírico que consiguen crear.
¡Enhorabuena por vuestro primer álbum esperamos que de muchos! Presentasteis en la Sala Sol con Ghouljaboy. ¿Cómo fue?
Fue muy amena, hubo una muy buena recepción del público y, sin duda, ver a nuestros amigos más cercanos ahí hizo que se me saltasen las lágrimas al acabar.
Se nota mucha complicidad entre los dos. De hecho, tenéis un primer EP en Soundcloud titulado Camper. ¿Cómo decidisteis empezar a hacer música juntos?
Noah y yo nos conocimos en el instituto, al principio no parecía que fuese a fluir mucho una amistad, pero al hablar sobre música y descubrir que teníamos gustos en común (y el hobby de escribir canciones) nos planteamos hacer música algún día. La primera sesión (completamente aleatoria) fue tan productiva que a partir de ahí no pudimos parar de juntarnos para crear sonidos nuevos y muy experimentales. Nunca hemos esperado sacar nada de la música, todo siempre ha sido por pasión, y creo que eso siempre se ha visto muy presente en nuestra unión.
¿Cómo notáis que habéis avanzado a nivel musical desde aquel primer EP hasta este LP?
Estamos en constante evolución, está claro que nuestra primera canción no suena igual que la última, pero hemos luchado siempre por mantener esas cadencias y ese sonido crujiente. Opino que hemos tenido la suerte justa, teniendo en cuenta el esfuerzo que hay detrás de todo. El sello que nos lleva, sin duda, nos ayuda llevando al directo todo lo que nace dentro de una habitación. Siempre estaremos agradecidos.
El título de Owen (Fucking) Gray es una referencia a Norman Fucking Rockwell de Lana Del Rey, y se notan también las influencias de este. La gran pregunta sería… ¿Por qué Owen Gray?
Es provocativo. Surge de una conversación entre Noah y yo sobre porno o cine X. Coincidimos en que la sensibilidad y delicadeza con la que trabaja Owen Gray a la hora de performar en sus películas era un buen símil a la hora de describir nuestro estilo musical. Ojalá le llegue el disco algún día (risa).
Dime por qué es la primera canción que hicisteis cuando os reencontrasteis después de un tiempo sin hablar. Ahí habláis de Madrid y de cómo te engulle esta ciudad sin piedad. ¿Por qué creéis que sigue viniendo la gente?
La realidad es que para conseguir algo en tu vida hay que someterse a una presión muy grande. La comodidad no es fructuosa. A día de hoy sigo pensando que Madrid es una femme fatale.
Habéis hablado en redes de cómo ha sido un proceso largo de dos años, con muchas cosas de por medio que han dado fruto a estas diez canciones. ¿Cuál es el evento que sentís que más ha marcado vuestras canciones?
Rupturas. No solo románticas sino con nuestro entorno. Amigos, familia, la ciudad que consumimos (o que nos consume a nosotros)… Hablamos siempre (o casi siempre) de las rupturas personificadas, como si fueran mujeres, muñecas, ángeles, etc. porque así es más fácil encubrir la realidad y los nombres propios de dichas mujeres.
Al final, las diez canciones son vuestras hijas de alguna forma y es difícil elegir una favorita, pero ¿hay alguna en concreto que sentís que destaque? Ya sea por la canción en sí o por la historia detrás.
Para Noah la canción más íntima es Mafalda, porque tiene un sonido muy específico y trata un tema muy personal para él. A mí me cuesta un poco más elegir, pero si tuviese que decantarme por una, esa sería Ave, porque es de las más sinceras jamás escritas por nosotros y la que más me gusta representar en directo.
En una palabra, ¿qué define Owen (Fucking) Gray?
Realidad fantástica.
Es un LP muy influenciado por las distintas caras del amor. ¿Sentís que lo que más os mueve a crear es la cara positiva o la negativa?
Negativa, casi siempre. En el amor los dos extremos para nosotros tienden a ser más semejantes de lo que puede parecer. Nos mueve mucho el exceso y, casualmente (por suerte o por desgracia), somos dos personas experimentadas en el ámbito.
Sabemos que seguiréis creando y componiendo desde la sinceridad, pero ¿qué es lo que sentís que os espera más adelante?
De aquí en adelante solo esperamos seguir empujando barreras y acercarnos a la audiencia de una forma veraz, pero igual de sincera que siempre. Tocar más que nunca.
Empieza a haber cada vez proyectos más interesantes fuera del pop clásico en España. Si pudierais montar vuestro concierto ideal con gente de aquí, ¿con quién sería?
Tenemos un gusto muy peculiar en cuanto a la escena del pop emergente en España debo confesar. Nos gustan muy pocas cosas. Pero sí que es verdad que entre conversaciones siempre acaban saliendo los nombres de artistas como La Rebe, Adiós Adiós, Frido Lodo, Eigen Risico, etc. Realmente a la hora de consumir gravitamos más hacia otros géneros como la electrónica, el trap, el punk y el rock progresivo que nace aquí. Consideramos que es genuinamente bueno.
Por último, si vuestra música fuera un color, ¿cuál sería?
Burdeos. Creo que lo tenemos muy claro (risa).
