Luck Ra no es solo un nombre que suena fuerte en la escena del cuarteto, sino también una historia de lucha y superación. Criado en una familia humilde de Córdoba, el cantautor del éxito de La morocha y Hola perdida estudió Psicología en la universidad y trabajó durante su adolescencia en una zapatería, pero pronto se dio cuenta de que ese no era su camino. Desde los doce años, su vida estuvo marcada por la música, primero a través del rock y el trap y, más tarde, en su transición al sonido que hoy le diferencia. Pero no todo fue fácil.
Facu, el nombre que se esconde detrás del hit del pasado verano, ha atravesado momentos de incertidumbre, luchando por su lugar en la música mientras también se enfrentaba a la dureza de la vida en Buenos Aires. Hoy, con un gran recorrido a sus espaldas, Luck Ra se prepara para dar un nuevo paso en su carrera, demostrando que, sin importar las dificultades, el sueño siempre puede seguir adelante.
Muy buenas, Facu. Antes de empezar, me gustaría confesarte que he estado stalkeando un poco tu biografía y, a pesar de tu sonido actual, comenzaste en la música a una edad muy temprana y pasaste por diferentes estilos, desde el rock, con tu grupo Sueño Hindú, hasta el trap. ¿Cómo ha influido esa transición en tu estilo actual y cómo definirías tu sonido a día de hoy?
Así es, ¡stalkeaste en serio! Siento que uno, por dentro, sabe más o menos a lo que se quiere dedicar, para lo que nació. Obviamente esto es una construcción. Desde los doce años he hecho rock, he pasado por muchísimos géneros hasta que, por fin, después de tanto tiempo, pude encontrar qué es lo que realmente me encanta hacer y lo que también la gente lo disfruta cuando lo hago, el cuarteto, que viene de Córdoba, Argentina. También con mucho trabajo y mucho amor estamos tratando de llevarlo a otras partes del mundo. Seguimos en esa lucha.
Uno de tus primeros éxitos fue No quiero más, pero durante esa etapa también pasaste por un periodo de dificultades con tu disquera. Hay momentos en los que, a pesar de que a nivel laboral la cosa vaya bien, a nivel personal no tanto. ¿Cómo enfrentaste esos momentos difíciles y qué aprendiste de esa experiencia?
Me ha pasado un montón de veces, de que yo pensé que todo iba bien y después se derrumbaba a pedazos. Luego traté otra vez con el stream porque, más allá de hacer música, he sido streamer por dos años. He tenido varias chambas durante ese proceso donde pensé que todo iba bien y después de vuelta todo mal.
Pero más allá de que uno en su momento lo puede ver muy mal, me he llevado mucho aprendizaje de cada una de las cosas que me pasaron, ya sea por contratos, por la motivación… Hay algo muy importante siempre, que es la disciplina y el todos los días hacer y tratar de mejorar.
Por muchas cosas que te pasen, si tienes clara la meta y sientes que ese es el camino, todo termina siendo un aprendizaje, ¿no?
Sí, desde que tengo memoria no tuve plan B; era esto o esto. Desde los quince años he trabajado, y lo que ganaba trataba de invertirlo ya sea en un micrófono o una placa de audio, pero siempre fue todo destinado a lo que más me gusta hacer. He hecho Psicología también, estudié en la universidad un año y medio, pero me di cuenta que no me gustaba para nada y encima tenía que ayudar a mi familia, así que lo tuve que dejar. Después, a la vez que hacía temas, trabajaba en una zapatería hasta que pude. He pasado mucha hambre en Buenos Aires. Yo soy de Córdoba y me fui a vivir allí con los ojos cerrados, con lo que tenía.
Volviendo al tema del streaming, hoy en día internet y las redes sociales son una herramienta clave para publicitar la música, en concreto plataformas como TikTok o Instagram. ¿Cómo percibes este impacto en el éxito de tu música?
A mí me pasa lo contrario que a la gran mayoría: los temas míos que van muy bien jamás fue por TikTok. Creo que el cuarteto, por lo menos mis temas, no funcionan en esa red, entonces trato de hacer el mejor tema posible. Si a la gente le gusta lo reproduce de vuelta, se lo muestra a sus amigos y ahí es cuando recién empiezan a hacer los videos para TikTok. Pero el secreto siempre está en hacer lo que te guste a vos y buscar ese equilibrio. Si se puede disfrutar así como yo lo disfruto, lo disfruta la gente.
Siguiendo en esta línea de las nuevas tecnologías, en alguna ocasión has mencionado que tu pasión por la música empezó a raíz de un videojuego. ¿Cómo recuerdas esos primeros acercamientos con la música?
Cuando ya todos tenían la Play 3, yo recién tenía la 2. Había un juegazo que se llamaba Guitar Hero, creo que especialmente el tercero era el que más me gustaba. Siempre me ha gustado mucho el rock, desde chico, pero eso me hizo nacer las ganas de empezar a tocar un instrumento, particularmente la guitarra. Hasta que en un momento ya me cansé del Guitar Hero y quería agarrar yo una guitarra y hacer los temas, no la Play.
Mi madre pensó que era un capricho, que tal vez lo fue, pero estuve con ese capricho mucho tiempo. Me dieron la guitarra, fui a un taller que había en el barrio y así fui aprendiendo hasta que después, en vez de solamente tocar temas, decidí hacer los míos propios. De ahí medio que comenzó todo.
¿Piensas que cuanto más empeño se ponga en que algo se viralice, menos impacto genera?
Sí, siento que sí. También el cuarteto no tiene tanto trend, depende del género. Hay algunos que es mucho más fácil que les vaya bien a un trend, ¿no? El cuarteto es un poco más complicado, por lo menos en mi caso. Así que no me queda otra que tratar de hacer los mejores temas posibles.
Después de la colaboración con Rusherking en Ya no me extrañas, seguiste lanzando canciones con gran acogida como Me gusta y Odio amarte. Sin embargo, el tema de La morocha se ha convertido en un éxito y una de tus canciones más populares. Después de este éxito masivo, ¿sientes algún tipo de presión o expectativas más altas a la hora de sacar nueva música?
Sí, obvio. Después de haber sacado un tema así, la vara está mucho más alta. De hecho, La morocha salió hace dos años y medio o tres años, pero recién el año pasado en España se empezó a escuchar, fue muy curioso. Hice una gira el año pasado en junio y julio, estuvo lindo. Fue la primera vez que tuve shows por España y una vez que me volví, me empezaron a mandar un montón de vídeos de gente acá disfrutando de La morocha. Es una fiesta, ¿viste?
En Argentina ya hacían memes de ‘por favor, maten este tema’. Agarraban un mosquito, le ponían auriculares y lo castigaban poniéndole La morocha. Después tenía que sacar otro tema y fuimos con Que me falte todo, luego Hola perdida, luego el remix con Maluma, después Un siglo sin ti… Es estar listo para cuando eso pase. Defenderte con lo siguiente para que no quede ahí. Cuando te pasa algo así, tienes que demostrar que estás hecho para esto.
¿Qué crees que tiene esa canción que la hace conectar con el público?
Es un tema bastante alegre y para la fiesta. También es un llamado a la acción para sacar a bailar a esa persona. La morocha en Argentina significa una persona que tiene el pelo castaño o negro, o sea, está la rubia, la colorada y la morocha. La canción va dedicada a las morochas, pero una vez que salió es lindo que también la rubia, cuando suena, se pueda sentir la morocha y la saquen a bailar. Es para disfrutar, es un llamado a la acción para sacar a bailar a alguien. Si no te animas, suena ese tema y listo, juntas valor y vas para adelante.
Tengo entendido que ahora en abril vas a sacar un nuevo álbum. Sin dar muchos detalles, ¿qué puedes contarnos de este proyecto y cómo afrontas su salida?
Tengo mucha manija ya, de hecho, la semana que viene va a salir el próximo single, antes del disco. Me gusta porque después de lo que pasó, de que se me haya empezado a escuchar en España, tengo una colaboración muy linda con un artista de acá que admiro y respeto mucho, así que estoy muy feliz. Tiramos ese guiño para España en agradecimiento.
¿Podrías darnos una pequeña pista de quién puede ser?
Todavía no, pero les falta muy poquito para que todos se enteren.
En 2021 tu canción El campeón se convirtió en un himno durante la Copa América 2021. ¿Cómo fue el proceso de crear una canción que representara a toda una nación en un evento tan importante, y qué recuerdo guardas de ello?
Me habían llamado para hacer el tema en agradecimiento a que, después de muchísimos años, Argentina hubiera ganado la Copa América. Fue tan simple como que me llamaron y lo hice. Pero bueno, todavía yo estaba muy verde en ese sentido y no fue hasta que encontré mi lugar en el mundo que me di cuenta para lo que nací.
Además de todo esto, recientemente has trabajado también con Bizarrap en la sesión 61. ¿De qué manera surge esta colaboración y qué has aprendido de trabajar con Gonzalo?
Fue muy shockeante para mí, de hecho tengo pocos recuerdos antes de haberme juntado con él, pero sé que fue algo parecido a ‘che, nos juntamos a hacer un tema’, bueno, listo. Literalmente de la primera vez que nos juntamos ya salió. Obviamente también tenía un poco de miedo de decir, estoy haciendo algo extremadamente cordobés, estoy haciendo algo muy argentino, ¿viste? Y él es una persona con una exposición muy global, así que obviamente uno también tenía ese miedo. Pero sé que también estuvo en el Top 50 de España y que a la gente le gustó, así que se siente muy lindo que la gente pueda disfrutar algo que es tan local de un lado, que también uno lo pueda sentir propio y que se baile. Que se disfrute de la misma forma en la que lo disfruto yo.
Tu caso me recuerda mucho al de Peso Pluma, un artista con un proyecto muy local, como es el corrido tumbado, que ha hecho que se globalice muchísimo sin perder esa esencia que lo diferencia. Bizarrap también ha cuidado mucho este aspecto en tu sesión.
Claro, y eso es lo que te hace marcar una diferencia, que se vea algo súper tuyo y que la gente después lo pueda considerar propio.
Al haber comenzado con una banda de rock y luego ingresar al trap, ¿te gustaría regresar algún día a tus raíces musicales o explorar más géneros diferentes en tus próximos proyectos?
Me gusta mucho mezclar de todas formas por más que el cuarteto sea el género principal. Por ejemplo, en Hola perdida he mezclado con bachata. En el próximo disco también tenemos reggaetón y varias cosas más para también hacer algún sonido que la gente reconozca y sea más fácil que entre al oído que un cuarteto, que es algo muy nuevo.
Tu tour El baile del año está a la vuelta de la esquina, con dos conciertos en España: el 7 de mayo en la Riviera de Madrid y el 9 en la Razzmatazz de Barcelona. ¿Qué esperas del público español y qué podemos esperar de estos shows en vivo?
Los shows propios es donde más cómodo me siento y donde también la gente espera que cante los temas que todos conocemos. Estuve en Razzmatazz el año pasado y la pasé excelente. Ahora voy acompañado de mi banda, así que es una propuesta mucho más linda y tenemos ya todo listo para que sea una fiesta.
Facu, el éxito parece haber llegado para quedarse. Después de la salida de tu próximo álbum, ¿qué metas o proyectos te depara el 2025?
Ya terminamos el álbum y tenemos listos los próximos temas que van a salir, así que ya está la agenda prácticamente llena. Hay un montón de canciones que están buenísimas pero por cuestiones de tiempo no pudimos, así que una vez que salga el disco, saldrán todas las colaboraciones que tenemos. En el disco también hay una artista mexicana que queremos mucho y que conocemos todos, así que mucha colaboración muy linda.
Luck_Ra_1.jpg