El número diciesiete se asocia con el ave fénix en la mitología, con un nuevo resurgir. Bajo la simbología de este número, Love Yi recoge en su nuevo EP seis temas en los que se corona como vencedor, aunque con alguna derrota en sus espaldas. Asociado a la perpetuidad, su EP habla del éxito material, pero sobre todo, del personal: la satisfacción que ha ido sintiendo el madrileño al haber logrado sus objetivos. Este EP es un trofeo: en él nos comparte sus victorias. Pero también su duro proceso para llegar hasta donde ha llegado. 
El EP abre con un track impactante estilo trap de Travis Scott o Gucci Mane: Nikes Nuevas (con frases icónicas como “me siento Nil Ojeda, me gustan las MILFs”) y tiraderas a sus haters como Espiral, un disparo directo a quienes no confiaron en él y en su versatilidad. Seguridad pura cuando afirma que “cualquier sello pagaría por un rooster que va subiendo en espiral”. Tata, una de las dos únicas colaboraciones con Omgisneff, se cuela entre medias de estos dos platos fuertes, para ir dejando la estela del tono más comercial que viene a mostrarnos después.
La segunda parte del EP tiene un tono mucho más sentimental. Haribu con Faxu, Aderall y Wuchi son toda una declaración de intenciones. Dejando atrás la parte más trap, rap y hip-hop, el artista se sumerge de lleno en lo comercial con referencias en sus canciones a temas de reggaetón clásicos como Qué tengo que hacer, de Daddy Yankke, o No me conoce, de Jhay Cortez. A diferencia de sus anteriores trabajos, Fortuna y Espíritu, álbumes cargados de carisma, chulería y firmeza, en este EP encontramos a un Love Yi que deja entrever que alguien ha desestabilizado un poco sus planes, algo que no estaba previsto. Aun así, él mantiene la fe de que encima tiene su estrella.
Korner Kolective se ha encargado de convertir en una peli el proyecto a través de los videoclips. Este equipo de filmmakers y diseñadores especializados en música urbana, con amplia experiencia en todos los procesos musicales, han sido los encargados de crear el concepto del EP. Han preparado un partido de baloncesto estilo playoffs de la NBA, pero grabado en Madrid, en la localidad de Moralzarzal. Desde la preparación hasta el juego, y pasando por las declaraciones postpartido, ¿será Love Yi su propio rival? Simbólicamente, con este partido, compite contra sus miedos y con éxito, los supera. Flexibilidad, adaptación y finalmente, fortaleza. Pese a que aún solo podemos ver en su canal de Youtube los visualiser de los vídeos, se intuye el viaje en el que finalmente se convertirá en héroe. 
El proyecto de Love Yi cada vez es más sólido. Y es que su constancia, poco a poco, va consiguiendo subir como la espuma y ya no simplemente estar en la ola de nuevos artistas emergentes, sino ser un nuevo referente para los que vendrán. Estamos pendientes de su siguiente coronación.
Track favorito: Nikes Nuevas.