Dicen que las chicas nos relajamos escuchando historias de true crime y la fiebre por el género ha crecido exponencialmente en los últimos años. Pero si las historias de crímenes se relacionan con la fiebre del dólar, el deseo y la ambición, nos gustan aún más. 
La moda es una de las industrias que más dinero, y deseo, mueve. Es por eso que cuando se junta con el true crime y la cultura popular, puede despertar en muchos un interés descomunal –vamos, espero no ser la única–. En los últimos meses se han echo virales algunos sucesos que relacionan los dos mundos, sea el ladrón de Tinder o el secuestro de la colección Spring/Summer 2024 de Balmain, pero esos son solo algunos de los robos más icónicos del mundo de la moda que os presentamos. 
The Bling Ring 
En marzo de 2010 se publicaba en Vanity Fair The suspects wore Louboutins, un reportaje de la mano de Nancy Jo Sales, donde se exploraba un robo de más de tres millones de dólares en ropa y joyas desde la voz de dos de sus protagonistas, Alexis Neiers, quien llegó a ser toda una celebrity, y Nick Purgo, un niño rico wannabe que puso todas sus esperanzas en la persona equivocada. Tres años después, Sofia Coppola estrenaba la película The Bling Ring pero, ¿quién fueron estos chicos? ¿A quién robaron y por qué son tan famosos? 
Cuando nos imaginamos una banda de ladrones que asaltan mansiones, normalmente pensamos en hombres de metro noventa que van armados hasta los dientes. Al menos, eso pensaba Audrina Patrige, una de las protagonistas del reality The Hills, cuando en febrero de 2008 entraron en su casa de Los Ángeles y le robaron un total de 43.000 dólares en alta joyería y bolsos de grandes marcas como Chanel. Al ver el vídeo, una sorpresa la aguardaban: los ladrones eran solo unos críos. Pero no solo eso es sorprendente, sino que sin un modus operandi perfectamente planificado, estos chicos de 17 años se convirtieron en la banda organizada de ladrones más exitosa del Hollywood moderno.
Entre su botín figuraban los objetos personales de los famosos más codiciados del Hollywood de la época. Paris Hilton, Lindsay Lohan, Orlando Bloom y Miranda Kerr o Megan Fox son solo algunos de los nombres de su lista. Sus presas eran precisamente todos aquellos famosos a los que admiraban, querían sentir lo que es vivir en sus carnes, y qué mejor forma de hacerlo que llevando sus vestidos. 
Pero esta historia tiene mucho más background, uno que no destriparé en favor de todos aquellos que aún no han visto The Bling Ring, un must watch del cine de Coppola. 
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El ladrón de Tinder 
Hace cosa de un mes, las chicas de la ciudad de Nueva York entraban en pánico después de que un vídeo viral de @nextlevellexuss en TikTok saltara a sus pantallas; su cita de Tinder le había robado su par de Tabis de Maison Margiela, de un valor total de casi mil dólares.
Alexis Dougé, una social media manager y diseñadora, invitó a un chico con bigote a su apartamento a pasar la noche, a quien previamente había conocido por Tinder. A la mañana siguiente le esperaba una sorpresa que no era precisamente un desayuno recién hecho. El chico la había bloqueado, había borrado toda su información del teléfono de ella para que no pudiera contactar con él de ninguna forma, y lo más importante, se había llevado sus preciadas Tabis. 
Por suerte, las fashion girlies estamos un poco locas, y a las pocas horas de que el video se viralizase en internet ya habían encontrado el lugar exacto donde estaban los zapatos de Alexis: ni más ni menos, estaban en los pies de la novia del ladrón de Tinder. En un final casi sospechosamente perfecto, Alexis y dos amigos fueron al rescate de sus zapatos, mientras el hombre renunciaba tímidamente a los bienes robados y se marchaba en bicicleta.
Un suceso traumático y divertido a partes iguales que nos demuestra una vez más que NUNCA te puedes fiar de un hombre con bigote (o de cualquier hombre en general).
@nextlevellexuss Girls and gays of TikTok please get to work 😭 #nycdating #tinderhorrorstories #hingedating #margielatabis #nyc#greenscreen ♬ bad idea right? - Olivia Rodrigo
La colección Spring/Summer 2024 de Balmain 
Diez días antes de que Balmain desfilara en la semana de la moda de París, su director creativo, Olivier Rousteing, colgaba un post estilo Kanye West, es decir, un fondo negro solo con texto, diciendo que el camión donde se transportaban las piezas de dicha colección había sido secuestrado, y aunque el conductor estaba bien, gracias a Dios, cincuenta piezas de la colección habían desaparecido. 
Sin embargo, el desfile no fue cancelado, y lo pudimos ver el 27 de septiembre. Aunque la colección no fue del todo brillante, siempre nos quedará el recuerdo, o más bien la excusa, de que alguien la robó.
Las joyas de Kim Kardashian 
Nuestra querida Kim Kardashian mucha suerte con las joyas no tiene. Después de perder un diamante en medio del océano en 2011, en 2016 protagonizó durante la semana de la moda de París uno de los robos más sonados de los últimos años, y es que un botín de diez millones de euros en joyas no es para menos. Desde entonces, ni un dólar de la fortuna de Kim ha sido invertido en joyería.
El 3 octubre de 2016, sobre las tres de la madrugada, la Gendarme recibía una llamada del equipo de seguridad de la mismísima Kim Kardashian por un robo a mano armada. Kim estaba en la cama cuando unos asaltantes vestidos de policías la maniataron y la cegaron con cinta adhesiva, todo para llevarse dos piezas de joyería entre las cuales figuraba el anillo de compromiso de su matrimonio con Kanye West, que contenía un diamante de veinte quilates. 
Durante su estancia en la cárcel, el cerebro y cabecilla del robo, Aomar Dit Khedache, escribió el libro Yo secuestré a Kim Kardashian, y aunque para la más famosa del clan no fue una experiencia nada agradable, años después podemos afirmar que es cuanto menos icónica. 
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