Seguro que conoces a Álex Pastrana como Raúl por la séptima temporada de Élite, o como Ulises por su papel en Bienvenidos a Edén. Sea como sea, y aunque le haya tocado hacer de malo en ambas series de Netflix, Álex no tiene ni una pizca de malicia. Hablamos con él hace unas semanas en METAL y hasta le hicimos fotos con la nueva colección de Dior Men Denim, y no podíamos perder la oportunidad de preguntarle también por sus favoritos, o como él mismo nos dice, sus esenciales. Desliza hacia abajo que aquí mismo los tienes.
Serie - The Leftovers
Una joya oculta. La descubrí en la cuarentena. Me la había recomendado mi amigo Dani Jaén, artista polifacético y con un gusto muy bueno para estas cosas. Y vi que tenía un fandom muy grande pese a que siento que no había sonado tanto. Lo que encontré en esa serie me sigue volando la cabeza hoy en día. ¿De qué va? Un día desaparece el 2% de la población a nivel mundial. Aleatoriamente. Puede que perdieras a alguien cercano o no. La historia no se centra en el suceso, de hecho la serie tiene cero efectos especiales, sino en cómo sigue la vida de las personas que no se fueron. Y aquí empiezan las fumadas. Creo que la serie trata el trauma de una forma nunca vista. Las mejores interpretaciones que he visto; más que una trama, la serie va de una sensación.
Película - Whiplash
Bueno, obviamente, si esto se trata de esenciales debería decir Harry Potter (la perfecta película navideña) o Star Wars. No me considero demasiado geek pero no confío en la gente que no ha visto estas maravillas, quizá porque son demasiado jóvenes (risas). Pero mi esencial de película seria Whiplash. Al menos esencial de lo que quiero hacer, de lo que me inspira. La película habla de un aspirante a batería profesional en un conservatorio superprestigioso y exigente. Tenemos un guion redondo, unas actuaciones brillantes de Milles Teller y JK Simons (se llevó el Oscar). La película salió de un corto del genio Damien Chazell y me motiva contar historias con mucho mimo y detalle que nos pillan lejos pero no tanto.
Videojuego - Pokémon azul
De las mejores experiencias de niño. Creo que fue algo irrepetible. Por una lado, me ayudó a correr todas las aventuras que igual no corrí de niño por ser un poco más tímido, y por el otro lado, me ayudó a conectar con mucha gente nueva (conectar de manera física). Tener algo en común con tanta gente, algo que conoces y que amas, es una de las maneras más guays de relacionarse y compartir. Y es que salías abajo al patio a jugar y cuando no estabas jugando a polis y cacos estabas intercambiando pokemons con el cable link. Me ayudó hasta a aprender inglés porque me lo regaló mi padre en unas navidades en Estados Unidos y solo estaba en inglés o en japonés.
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