It Makes an Even Face (Of Mountain, and of Plain) es el título de la exposición que Lola Zoido inaugura estos días en la galería valenciana Tuesday to Friday. Se trata de otro impecable proyecto dentro de la carrera de una de las artistas contemporáneas más importantes de nuestro país. Con una sagaz combinación de capas conceptuales en la estructura de su imaginario artístico, Lola se relaciona con lo digital para explorar la manera en que construimos nuestra realidad. El territorio, la memoria, el paisaje, el error o experiencia humana son cuestiones inherentes a su trabajo, que materializa a través de procesos digitales; pero su producción abarca disciplinas como la escultura, la pintura o la creación 3D.
Entrevista extraída de ACERO vol. 9, publicada en noviembre de 2024. Hazte con tu copia aquí
De alguna forma, Zoido genera cápsulas del tiempo o botellas mensajeras para preguntarse por cómo será el futuro. Mucho más allá de lo distópico o ficcional, propone una convivencia en la que ambos mundos (físico y digital) puedan relacionarse y, por qué no, salvarse. El golpe final viene dado gracias al carácter poético de su trabajo. Lola pregunta la máquina: “Tú, que has bebido de la fuente de todas las imágenes del mundo, cuando yo te pregunto sobre algo, ¿qué me enseñas?”
Lola-Zoido-ACERO-1.jpg
¡Hola Lola! ¿Qué tal?
¡Hola! Muy bien, ¿qué tal tú?
¡Muy bien! La verdad es que tengo mucho que preguntarte, pero creo que lo mejor es empezar por el principio. ¿Cómo comienza tu relación con lo digital a lo largo de tu vida? No me refiero exactamente al tipo de herramientas de software que utilices concretamente ahora, sino en general.
Pues justo hace poco tuve esta conversación porque nunca me lo había planteado, siempre ha sido algo muy natural para mí. He trabajado con lo digital pero porque es una herramienta que he tenido a mano para expresarme, y no hablo de los últimos avances ni nada, sino que en mi casa siempre ha habido el típico PC con Windows, y me he pasado media infancia delante de esa pantalla, así que como han estado siempre a mano me ha resultado algo muy natural.
Me ha gustado mucho tu web, ¿cómo aborda su web una artista que trabaja con lo digital? Me da la sensación de que hay cierta responsabilidad o presión por hacer una web digamos que tenga una expresión digital de altura.
Es muy complicado, porque además en mi caso yo programo la web, que tiene su lado bueno, pero también siempre tengo que sacar tiempo dentro de las miles de cosas que tengo que hacer, y siempre se queda al final de la lista porque hay otras prioridades. Pero claro, también está guay porque puedes experimentar y probar, y aunque todavía no tengo muy claro cuál va a ser la web definitiva, ahora mismo es coming soon, así que traslada igual los procesos del estudio a la web. 
He leído una cosa muy entrañable que me ha hecho sonreír, en ABC Cultural. Explicas que cuando fuiste a visitar el estudio de Francis Bacon, en la galería Hugh Lane, ibas con tu madre y ella tuvo claro que ibas a ser artista porque eras “igual de desordenada”.
Es una cosa que jamás se me olvidará. Es una anécdota muy graciosa, a mí me fascinó. Estaba en Dublín y es algo bastante increíble, ya que el estudio de Bacon fue trasladado por un equipo de arqueólogos, con su correspondiente caos. Creo que yo tenía unos quince años, aún no estaba para relacionada con el mundo del arte. En realidad creo que soy más desordenada en casa que en el estudio, pero me parecen muy bonitos los procesos; ver una libreta, un boceto, mostrar las tripas de lo que luego ves en un museo de forma más limpia. Ver un estudio alborotado es algo que me encanta.
Aquí la idea de la web sería una buena representación de ese bonito desorden. ¿Cómo sueles plantear la metodología de tu trabajo artístico?
Mis procesos son muy diferentes. Como toda mi obra parte mucho de lo digital, es muy guay porque me sirve para recrear con exactitud cómo van a quedar las exposiciones en la galería, poder probar simulaciones, o trabajar desde la generación de imágenes. Mi trabajo suele tener dos partes. Una de ellas supone pasar mucho tiempo delante del ordenador, meses, así que a veces no paso por el estudio en mucho tiempo. De ahí voy al estudio con casi todo mucho más cerrado, aunque por supuesto dejando espacio para la improvisación porque además trabajo mucho con el fallo, con el error que se da en los procesos digitales.
Creo que el paisaje es un elemento que está muy presente en tu obra. El abordaje es muy distinto en varias de ellas. Una de las más interesantes es Unfortunate Land, en el Museo de Cáceres (2023), aparte de que se propone una interactividad muy interesante con el espectador, me llama la atención algo muy relevante del proyecto, que es casi generacional: la memoria.
Justo estoy trabajando ahora en una exposición actual en Valencia donde quizás más he puesto el foco sobre la memoria. Trabajo mucho sobre el paisaje, entendiendo que no solo es lo que tradicionalmente conocemos como un horizonte (que también lo es y también me interesa), sino todo lo que nos rodea. En el caso de Cáceres Abierto, este proyecto del aljibe tiene que ver con lo digital mediante los materiales, el extractivismo, la memoria del territorio extremeño, la explotación del terreno… era un proyecto con muchas capas. Para mí fue un gustazo poder trabajar ahí, y generar esas figuras fantasmales en un lugar tan histórico. Es uno de mis proyectos favoritos que he hecho.
Me parece muy significativo cómo muchos artistas de tu generación, ya sea a través de la fotografía o cartografías, aludís de formas distintas a la memoria. No sé si tú te sientes parte de una generación que recibe esta idea de que las generaciones anteriores han trabajado para dejarnos un mundo que iba a ser muy bueno, y nos hemos encontrado con una realidad muy distinta. 
Sí, yo lo abordo (por ejemplo en el proyecto en el que trabajo actualmente) desde lo digital, en el sentido de que vivimos un momento de auge en el consumo de imágenes, de generación de imágenes, tanto propias como como externas, y sobre qué papel juega la memoria en todo esto. Qué es lo queda. Se le da menos importancia a lo que vemos, también se cuestiona constantemente la realidad por estos nuevos medios de inteligencia artificial. Pero, por ejemplo, el hecho de que haya tantas imágenes hoy en día generadas así, hace que cuando veo una imagen un poco más rara, de entrada me cuestione si es real o no. 
Totalmente. 
¿Y qué quiere decir real? Porque al final aunque algo no te haya ocurrido, si te genera sentimientos reales, ¿qué más real puede haber que eso? Esto de cara al futuro será interesante a la hora de revisitar nuestros propios recuerdos, cuando buceemos en esas carpetas con nuestras imágenes. Cómo nos influirá esto en el futuro, si será toda una amalgama o no. Sin plantearnos ninguna certeza, esas son las dudas que me surgen. 
Obviamente quería preguntarte por la inteligencia artificial. Con todo lo que está ocurriendo en Valencia y la tragedia de la DANA, y toda la desinformación en los medios, los bulos, etc, una de las cosas que se ha viralizado es una imagen de un bombero que rescata a un niño pequeño. La imagen es una fotografía muy espectacular, casi apocalíptica, se trata una imagen generada por inteligencia artificial, de estas que vemos actualmente que recrean con cierta certeza los rasgos físicos humanos, y que hace que a lo mejor a alguien que no tenga el ojo muy acostumbrado a la IA pueda pensar que es una imagen real simplemente muy saturada, y que eso ha ocurrido realmente.
O este filtro que hay en TikTok en la que puedes generar con IA un abrazo entre dos personas usando imágenes de ambas. Vi un vídeo de una madre que lo realizó con una fotografía de su hija y con una del abuelo esta, ya fallecido, y ambos se abrazan. Entonces a mí se me plantean todas estas preguntas con este tipo de cosas; claro, no sabemos si esta niña llegó a conocer a su abuelo. Este ejemplo me hace pensar cómo se pueden manipular los recuerdos de una persona, sin entrar en que sea algo bueno o malo, pero son dinámicas que pueden darse cada vez de forma más factible.
Entiendo que al final la IA es una herramienta con la que ya nos estamos relacionando todos y que quizá más que cuestionar si debemos usarla se trata de pensar cómo.
Además, cuando hablamos de la inteligencia artificial parece que es un mismo ente. Y realmente es una forma de trabajar que sirve para cosas tan buenas como para que, por ejemplo, yo, que soy diabética, tenga un sensor y gracias a la inteligencia artificial tengo la glucosa muy controlada. Si tuviese una bomba, iría con inteligencia artificial, que también te permite suministrarte las dosis de insulina que tu cuerpo necesita. Es decir, que no es un mismo ente en este caso. Entiendo que hablamos mucho de la inteligencia artificial enfocada a la generación de imágenes.
Sí. Porque por ejemplo, en el caso de ChatGPT me parece una herramienta que ya existía, es un corpus lingüístico, pero que ahora tiene una cantidad de información enorme y la capacidad de aprender según te relacionas con él.
Yo la utilizo como una herramienta que, como dices, bebe de muchísima información, pero me interesa qué me responde cuando le pregunto. Porque lo que me responda habla de nosotros también. Entonces a nivel de lo visual me interesa: si te hablo de x conceptos ¿qué me devuelves tú? Es decir, tú, que has bebido de la fuente de todas las imágenes del mundo, cuando yo te pregunto sobre algo, ¿qué me enseñas? A nivel conceptual me interesa qué papel puede jugar a la hora de enseñarme algo en este proceso. Yo luego con esas imágenes trabajo y las manipulo en mi obra. Otras veces, en otros proyectos, utilizaba la IA como algo especulativo, dándole algún tipo de concepto sobre alguna problemática de la que quisiese hablar y me interesase, y observando qué imágenes me devolvía esa herramienta. Por ejemplo, en el caso del proyecto que estoy ahora, a lo mejor parto de imágenes mías de mi galería del teléfono que he ido rescatando. Lo que me interesaba de esta herramienta es que las interviniese y a partir de mis recuerdos los extendiese, o generase otras cosas. Me interesa sobre todo esta parte de lo que puede aportar a nivel conceptual.
El error también es un concepto presente en tu obra, algo que te puede hacer cambiar de dirección o de idea. 
Sí, el error me interesa mucho sobre todo dentro los procesos digitales, entendiendo que las herramientas digitales están enfocadas a lo productivo, a generar y a ahorrar pasos. Me fascina el fenómeno del error como algo que observar, que además habla mucho de nosotros mismos. Aunque sea un tópico, el error es muy humano, y por ejemplo, que en cadenas de trabajo aparezca el error me parece muy interesante tanto a nivel conceptual como visual. Me interesa mucho la deformación del pixel, tiene mucho que ver con la materia, esa materia digital que no es tangible a nivel táctil, pero que existe. Recuerdo cuando estaba estudiando Bellas Artes en Sevilla, donde hay una tradición pictórica superfuerte, y pude comprobar cómo el fallo o la deformación están muy relacionados con esto. 
Uniendo esto con Francis Bacon y el desorden, me he acordado de la portada de un disco, el último de Lil Yachty. Está generada por IA y es obra de Jon Rafman; tiene este momento de error que genera imágenes inacabadas, y que a su vez dan una sensación entre lo absurdo y lo terrorífico. No sé si para ti también ha habido momentos en los que esos errores de generación de imágenes por IA, o propia con otros softwares, te han mostrado una belleza que te haya sorprendido.
Sí, de hecho siempre pienso que va a haber un momento que me va a dar mucha pena, en el que funcione tan bien la generación de imágenes que estos errores sean imperceptibles. Me encanta ese momento de una mano con siete dedos, ese tipo de aberraciones. Me parecen fascinantes.
En muchos de tus proyectos individuales hay una parte del proceso de trabajo que consiste en poder pasear por ciertos lugares para conocerlos bien, para saber de qué están compuestos los paisajes, su contexto actual y los elementos que los protagonizan. Hablo concretamente de tu proyecto Future Narrations (Engraved in Stone Because There Will Be No Screens Left), 2023.
En este proyecto hablo del futuro del territorio y del paisaje, cómo narrar el futuro, esa parte más especulativa de generación de imágenes. Yo le hablaba a esa herramienta de generación de imágenes para que me mostrase paisajes que quizá el ser humano no llegue a conocer, que solo llegue a conocer una máquina. Una especie de futuro en el que a lo mejor rayemos los cristales templados de nuestros móviles para dejar algún registro. Una serie de obras más de carácter especulativo sin querer hacer un análisis, algo más poético enfocado a paisajes extremeños. Porque al final, Extremadura es como un terreno, que pasa con muchas zonas de España, que se está quedando vacío, que se estaba quedando sin gente. A lo mejor solo las máquinas podrían verlo claro y registrarlo.
¿Te gustaría expandir tu trabajo al campo de los vídeos musicales o el cine?
Es mi sueño. Ilustrar cosas que yo consumo. Hace un año y pico, tuve la oportunidad de hacer escenas para una peli de cine independiente sueca, Blomster, de Neil Wigardt (2023), que es el término que se usa para expresar el florecer de una flor, pero allí también está muy relacionado con el tema de las drogas más psicodélicas. Me invitaron a tratar unas escenas e intervenirlas, y que así crease una serie de elementos propios. Me gusta mucho trabajar bajo mis propias ideas, pero disfruto mucho cuando se me plantea una oportunidad o un reto como este. 
Pensando en cómo llevas a cabo el apartado más técnico de tu trabajo cuando va de lo digital a una manifestación física pude revisar Atrochando el territorio, tu exposición de 2022 en Galería Ángeles Baños ¿Cómo ha sido el proceso de llevar a lo físico esos píxeles estropeados o elementos no resueltos tan característicos de cierta estética visual de lo digital?
He aprendido mucho de procesos como este, concretamente. Fue la primera vez que puede trabajar con una impresora 3D, y me limité más a imprimir algo que fuese de la medida máxima de mi impresora, y a partir de ahí fue cuando vi la posibilidad de desarrollar esculturas más grandes. Una de las cosas que pasan en estos procesos son todas las marcas que surgen de fallos de impresión, cómo tienes que resolver partes con masilla, o con lápiz de 3D para niños (que es mi método favorito). 
Para finalizar, quería preguntarte por el fascinante pétalo sensible a la luz, ese “pequeño ejercicio del verano pasado” que he podido ver en tu cuenta de instagram. El entorno paisajístico sigue presente aquí, pero esta vez hay una intervención completamente física. 
Ha sido algo más experimental, me apetecía probar a trabajar con filamentos termosensibles que a partir de cierta temperatura cambian de color, pero como estaban en mi estudio, y hacía un calor horrible fue difícil (risas). Luego probé con otros que cambiaban con luz ultravioleta fluorescente o luz solar directa. Se trataba de generar algo igualmente especulativo.
Finalmente, ¿planes y deseos de futuro?
La exposición actual en Valencia, It Makes an Even Face (Of Mountain, and of Plain), y aunque tengo proyectos para el año que viene, no tengo mucho cerrado, me apetece poder tener cierta libertad creativa. Y el deseo, poder seguir dedicándome a esto, que me hace muy feliz.
Lola-Zoido-ACERO-4.jpg
Lola-Zoido-ACERO-6.jpg
Lola-Zoido-ACERO-2.jpg
Lola-Zoido-ACERO-3.jpg
Lola-Zoido-ACERO-5.jpg