El flamenco no entiende de tiempos, se nutre de raíces profundas y, como una llama que nunca se apaga, sigue latiendo en cada generación. En la figura de Lela Soto, el flamenco se revuelca con el mismo duende que Federico García Lorca inmortalizó. Hija y nieta de la dinastía Sordera, Lela ha llevado consigo, desde pequeña, ese cante jondo que, más que escucharse, se siente.
Pero no es solo la tradición la que alimenta su voz: su alma contemporánea le da alas para fusionar el flamenco con sonidos de jazz, blues y R&B, como si su duende fuera un eco de lo ancestral, pero al mismo tiempo, un grito urgente de los tiempos que corren. Con su nuevo trabajo recién publicado, El fuego que llevo dentro, Lela Soto nos invita a descubrir su camino personal, la llama que la impulsa y el canto que sigue llevando la esencia de la casa de los Sordera. Una entrevista donde el flamenco se encuentra con el futuro, sin perder la memoria de su pasado.
En primer lugar, ¿quién es Lela Soto?
Lela Soto es una mujer gitana y flamenca de esta época, que vive y lucha por la música y por llegar a los corazones de la gente a través de ella.
¿Cómo recuerdas tus primeros acercamientos a la música y al flamenco en tu hogar?
No tengo un solo recuerdo que no sea cantando o vinculada al flamenco. Es algo que he vivido desde que tengo uso de razón.
¿Qué influencia tuvieron tu padre, Vicente Soto Sordera (cantaor flamenco), y tu madre, Luisa Heredia (bailaora), en tu desarrollo artístico y en la conexión con el flamenco desde pequeña?
En el seno de una familia gitana y flamenca, la conexión me vino al nacer. Desde pequeña he vivido este arte a través de mi familia, tanto en lo musical como en lo cultural. En cuanto al desarrollo artístico, mis padres son las referencias donde me he mirado siempre y en los que me he apoyado mucho.
Siendo parte de una familia con ese legado flamenco, ¿te sientes una heredera de la tradición, o prefieres forjar tu propio camino dentro de él?
Al final es un poco de ambas cosas. En mi familia precisamente hay una amalgama enorme de artistas que han tenido su propio sello y que van desde perfiles clásicos a revolucionarios del género, como mis tíos, Ray Heredia y Sorderita. Yo, viendo todo ese universo musical que atesora mi familia, tengo claro que recojo el testigo de la tradición pero a la vez me han inculcado el forjar mi propio camino y en ello estoy.
“Mi familia es el espejo donde yo me miro y la fuente de inspiración desde la que construyo mi propio universo musical.”
Has realizado varias giras internacionales, como en California y Copenhague, ¿Cómo es el recibimiento del público fuera de España hacia el flamenco y tu música?
Lo cierto es que en el extranjero le dan un valor enorme al flamenco. Lo ven como lo que es, un género de culto con una riqueza musical y cultural increíble.
Y en España, ¿crees que durante los últimos años el flamenco se ha abierto más camino y hay un mayor recibimiento?
¡Totalmente! Quizá en los últimos años artistas de otros géneros, mucho más mediáticos, se han interesado por introducir elementos de nuestro arte, tanto en lo musical como en lo narrativo o lo estético. Esto ha llamado mucho la atención al público en general, en cierto modo nos ha puesto un poco más en el mapa. También ha hecho que los flamencos introduzcan elementos nuevos en su música y eso mola, pero no todo es de color de rosa.
A mí lo que me da un poco de pena es que parece que solo vale el flamenco cuando está mezclado con otras músicas, y eso hace de alguna forma se invisibilice (fuera del mundo flamenco) a artistas con un talento increíble porque han elegido seguir un camino ‘tradicional’. Lo entrecomillo porque siempre será más revolucionario un cantaor creativo y personal, cantando a guitarra y palmas, que un cantaor que solo sabe cantar copiando lo que ya está hecho, pero vistiéndolo con una base de electrónica, por poner un ejemplo. ¿Quién es el tradicional y quién el revolucionario? Pues eso… Es un tema complejo que daría para una larga conversación.
A lo largo de tu carrera has tenido la oportunidad de colaborar, ya bien sea en grabaciones o escenarios, con artistas como Alejandro Sanz, Niña Pastori o Pitingo. ¿Qué has aprendido de esas experiencias y colaboraciones?
Son artistas a los que admiro desde pequeña y el poder haber trabajado con ellos cuando era muy jovencita fue todo un aprendizaje en mi carrera.
No obstante, ahora has apostado por un proyecto propio. Tu primer disco, El fuego que llevo dentro, se ha publicado hoy mismo. ¿Cómo afrontas su salida?
Son ya muchos años los que llevo forjando mi propio camino. Es cierto que es ahora cuando por fin he terminado de dar forma a mi primer proyecto discográfico. Afronto su salida como la que espera un hijo, no puede hacerme más ilusión y espero que la gente pueda conectar con mi música y mi sentir.
“Para los flamencos, y en mi caso como gitana, el cante es algo más qué música en sí. Es una forma de ser por donde canalizo todas mi emociones.” 
Según mencionaste a través de tu Instagram, este disco es “un homenaje a mi familia, fuente de la que he bebido y que me ha inculcado encontrar mi propia personalidad en el cante”. ¿Qué significa para ti tu familia? ¿Qué relación tiene con el título del disco?
Pues mi familia es el espejo donde yo me miro y la fuente de inspiración desde la que construyo mi propio universo musical, un poco esto es la clave del título del álbum. Ellxs son el fuego que llevo en mi interior y los que me han llevado a tener mi propia forma de expresarme.
En A mi pare Manuel, una de las canciones más sentidas e íntimas del disco, hablas de la pérdida de un ser querido y el dolor que supone. ¿Cómo fue para ti el proceso de composición de esta canción?
La composición de esta canción nació compartiendo la pena de esta pérdida con un primo mío, Marcos Carpio. Estábamos a gusto bebiendo vino de Jerez y a él le inspiró mi dolor para sacarme esta letra, que sentí como mía en ese momento. Además ese estilo de malagueña era uno de los cantes preferidos de mi abuelo Sordera, lo que la hace aún más especial. Es también uno de mis cantes preferidos del disco y tengo el gusto de que me acompañe un artista al que admiro desde siempre: Josemi Carmona.
En otros temas como Fue tan bonito, Inaccesible o De tanto rezarle al santo hablas sobre el amor no correspondido y del sufrimiento que eso provoca en ocasiones. ¿De dónde sale esta inspiración? ¿Plasman historias autobiográficas?
Sí, al final el amor es un motor que mueve mis emociones constantemente. Creo que todxs hemos pasado por situaciones difíciles y hemos sufrido por amor. En mi caso me identifico con ellas por propia experiencia.
Con No encuentro la calma hablas de la lucha interna o el desasosiego. De nuevo, ligado al desamor: “porque te llevas la luz de mis ojos”. ¿Es el cante una vía de escape para ti?
Totalmente. Para los flamencos, y en mi caso como gitana, el cante es algo más qué música en sí. Es una forma de ser por donde canalizo todas mi emociones. En el ejemplo que mencionas, hablas de la seguiriya, que es el cante más profundo y cargado de tragedia. Puedes cantar una misma pena pero no es lo mismo cantarla por bulería que por seguiriya. En el primer caso de alguna forma te ríes de ella o la tomas con humor, en el segundo estás haciéndolo con mucho dolor, la estás sintiendo en todo tu cuerpo y eso se nota al cantarla.
El último tema del álbum, Bulerías de mi casa, no tiene acompañamiento instrumental; solo palmas, tu voz y coros. En definitiva, un sabor muy familiar. ¿Qué importancia tienen para ti la bulería y los palmeros en tu obra?
Para mí, viniendo de una casa jerezana, el ritmo es importantísimo y las palmas son fundamentales para llevarte en volandas y poder jugar con la música. La bulería posiblemente es el cante más complejo de todos porque no todo el mundo tiene esa capacidad rítmica. Al igual que tocar las palmas bien es de las cosas más difíciles que hay, la bule es un estilo que encanta porque nos hace conectar mucho con el público, además de ser de los cantes más versátiles y abiertos a nuevas formas musicales.
Incluyendo las ya mencionadas, ¿hay alguna canción del álbum que sientas que te representa más o que tiene un vínculo más fuerte con tu vida o tus vivencias?
Creo que todas tienen mucho de mí, tanto en lo narrativo como en lo musical. Quizá la soleá Inaccesible porque está compuesta por uno de mis máximos ídolos, mi tío Sorderita. Tiene ese conjunto de una letra biográfica y por otro lado tiene una frescura musical en la que me siento muy identificada.
¿Qué recibimiento esperas de este trabajo y cuál es tu objetivo con él, Lela?
Como todo músico, espero que puedan conocerme como artista, descubrir mi mundo, mi música, conectar con el público y acercar a todo el que pueda a este maravilloso mundo del flamenco.
 ¿Qué proyectos o colaboraciones musicales tienes en mente para el futuro cercano?
Tengo algunas cosillas por ahí pendientes de que salgan a la luz que molan mucho y algún proyecto propio con artistas con los que llevo tiempo queriendo trabajar.
¿Hay algún artista o productor con el que te gustaría trabajar?
Esta es difícil porque hay muchos artistas a los que admiro mucho, pero te diría H.E.R, Mariana Froes o Djavan.
Lela_Soto_3.jpg