En un mundo donde la tecnología y las técnicas están en constante desarrollo, más que un diseñador, Leandro Cano se presenta como un artesano. Eso sí, de la nueva era. Desde trabajar con Marc Jacobs hasta presentar sus colecciones en París, el diseñador nos deja claro que viene para quedarse.
Manteniendo el enfoque en la artesanía y con un marcado acento artístico que fusiona moda con arte, escultura y poesía, Leandro Cano ha forjado una de las marcas de moda más sólidas e innovadoras en España. Su talento ha sido reconocido con numerosos premios, incluido el prestigioso premio Ego, y también ha dejado huella en diversos proyectos creativos como el diseño del vestuario para Cuerpos perdidos, la aclamada obra de la prestigiosa directora de teatro Carlota Ferrer, así como su dirección de vestuario y estilismo en el último disco de Califato 3/4.
El pasado noviembre presentó la colección Menú, un desfile que revisita sus raíces con su primera colección, Buffet. A pesar de tener lugar en un espacio poco convencional, un aparcamiento, el evento atrajo a numerosas figuras destacadas de la industria. En una entrevista exclusiva con el diseñador, profundizamos en su trayectoria, el significado de la artesanía en su trabajo y los momentos más emblemáticos de su carrera.
Hola, Leandro. Primero de todo, ¿cómo estás?
Pues todo bien, trabajando como siempre y contento por todas las cosas que están pasando en la firma.
Llevas más de diez años en la industria. En este tiempo has participado en muchas ediciones de semanas de la moda, te has presentado (y ganado) concursos, etc. ¿Cómo te presentarías hoy en día?
Pues como un diseñador que lucha cada día por salvar y conservar la artesanía y las cosas hechas a mano.
Leyendo tu biografía, me he percatado de que desde un inicio la cultura española ha jugado un papel fundamental para ti, desde la artesanía tradicional hasta puntos más íntimos de tu vida o incluso lugares específicos como Jaén. Después de estos años, ¿cómo continúas dándole vida a esto?
Todas esas cosas forman parte de mi imaginario. No es que aparezcan de manera explícita , pero de alguna forma ahí están. Los represento en los colores, en las texturas, en las formas, en los estampados. Además, España es una fuente inagotable de referencias
Recibes mucha influencia de la literatura, la escultura, la pintura y más. ¿Cómo aplicas todas estas disciplinas en tu trabajo?
La mayor parte de estas disciplinas las reflejo en los estampados. He colaborado con pintores que han hecho estampado al óleo para mis diseños o artistas con estampación gráfica. También hemos representado dibujos con la técnica de la almadraba. Además, hemos hecho trabajos con ceramistas, bordadores, etc.
Llevas un largo recorrido en la industria y has vivido muchas cosas, pero si pudieras revivir un momento específico, ¿cuál sería y por qué?
Pues tengo la fortuna de tener una carrera con grandes momentos, pero uno de ellos fue cuando conocí a Marc Jacobs y pude trabajar con el en mi colección Ánima en Nueva York. Fue un gran hito en mi carrera.
“Me presentaría como un diseñador que lucha cada día por salvar y conservar la artesanía y las cosas hechas a mano.”
Estudiaste fotografía y diseño gráfico en tus inicios. ¿Sigues involucrado en ese aspecto a día de hoy? ¿O es más un hobby?
Sigo totalmente involucrado. Estoy detrás de la dirección artística de todas las campañas que he hecho y formo parte activa del diseño gráfico y retoque de fotografías.
Hablemos de tu colección más reciente, Menú. ¿Cómo nace?
Menú es una reinterpretacion de mi primera colección, titulada Buffet, pero vista diez años después con todo lo que he vivido.
Me encanta que definas los looks como entrantes, principales y postres. ¿Cuál es tu comida favorita?
Pues como buen jienense, mojar pan en aceite de oliva.
¿Qué significado tiene cada elemento del estampado de la colección, desde el coche hasta los personajes?
Es mi particular viaje desde el presente hasta mis inicios. Aparece por ahí Felipe II en motocicleta en un bosque de olivos, coches, etc. En general, son figuras retóricas de mi imaginario que de alguna manera han influido en los códigos de la colección, como el barroquismo o la obra de Zurbarán.
¿Tienes alguna pieza statement?
Los vestidos triangulares supongo. Tiendo a redondear formas, y este triángulo totalmente geométrico era una especie de declaración de intenciones.
¿Cuál es el sueño más delusional de Leandro Cano?
Mundos muy raros en los que conviven cosas reales con cosas gráficas, personas vivas con otras que ya han fallecido… todo muy raro. Entre túnel del tiempo y agujero negro.
Las figuras femeninas te han rodeado desde la infancia: tu abuela, tu madre y tu hermana. Me puedo imaginar que es una parte importante que nunca dejas de lado, ¿tienes alguna musa además de ellas?
Musas son las artesanas que trabajan conmigo, musas son mis amigas. Si queréis algún nombre más conocido, Rossy es toda una musa, o Carmen Maura también.
Llevas mucho tiempo como diseñador, miles de horas invertidas en cada prenda, perfeccionando técnica, etc. Sin embargo, ¿qué es lo que más difícil a la hora de trabajar en una colección nueva?
En términos de diseño lo tengo claro, para mí es lo que sale de manera más natural. Lo más difícil pero también más satisfactorio es trabajar con los artesanos. Normalmente ellos hacen sus cosas a su manera. Cuando empezamos a trabajar juntos, tienen que convertir su técnica en lo que yo estoy pensado, entonces salimos todos de nuestra zona de confort. Es difícil pero sin duda un viaje maravilloso.
Siendo alguien tan arraigado a las tendencias artesanales y artísticas, ¿cuál es tu posición frente al incremento de la inteligencia artificial en las industrias creativas?
Mi posición es que todo puede convivir. Nos encanta el avance pero siempre hay volver a las raíces.
Completa la frase: Leandro Cano stands for…
Nueva generación de artesanos artistas.
¿Nos puedes hacer algún spoiler de lo próximo que viene?
Mmm… no (risas). Pronto voy a empezar a trabajar en la próxima colección. Habrá alguna campaña y más cosas.
