El flamenco más purista de David de Jacoba, sumado al cuidado en la producción de Texture, era el elemento clave que le faltaba a La Plazuela para terminar de conquistarnos. Sonidos profundos y letras de apego rezuma La caleta, el nuevo EP del conjunto granadino que nace poco después de que Roneo Funk Club cumpla un año de vida. Justo a tiempo para retorcer lo de dentro.
La caleta es un proyecto que recoge las cenizas de los albores y nos las lanza a nosotros, oyentes pacientes, para hacernos saber que La Plazuela es mucho más que unos chavales alternativos de Granada. Mediante cinco canciones que han ido lanzando a cuentagotas y con un cariño especial, más paciente y curado, nos cuentan la historia de los rincones más profundos de sus pueblos costeros a base de una fusión perfecta de electro-funk, bulería, rumba, house. Y mucho mar.
El EP se desglosa en dos partes. Una primera que recoge la esencia de los palos más purista, la raíz de esos primeros sonidos de infancia, que está integrada por Las alegrías de la ragua, Bulerías de la guardia y Rumba de los bajos. Y una cara B, que, por su parte, se compone de dos canciones algo más instrumentales y ‘freakys’: Calabajío y De color [Remix] (sin necesidad de ser esta última ningún guiño a Lole y Manuel). Cinco temas que por separado se disfrutan y tienen mucho que decir pero que, en conjunto, se gozan y dicen mucho más.
Toda una carta de amor a aquellas infancias de la Costa Tropical. De letras vacilonas, jubilosas y nostálgicas se han valido para rendir homenaje a la costa granadina y a sus recuerdos de adolescencia y veranos eternos. Una postal sonora, pero no una cualquiera, sino una que ha sido cuidada y medida con precisión. En este EP ningún verso está escrito al azar, ni ninguna nota escapa de otra. En cada detalle hay algo que contar, véase en la cover del disco, que emula una servilleta de bar de toda la vida con referencias al mar y al anejo salobreñero.
Y es que, en estos tiempos de búsqueda incansable de lo diferente, de lo alternativo, de lo emergente y lo underground, es todo un gusto ver que unos chicos de Granada que son “diferentes, alternativos, emergentes y undergrounds” ponen de manifiesto y al alcance de los Z el flamenco purista de David de Jacoba, “del Albaicín a Córdoba, pasando por Salobreña”.
Que en su recorrido por la costa granadina acaben pasando por Córdoba no podemos saber si es casualidad o un guiño más, de los tantos. Lo que sí sabemos es que saben muy bien lo que se hacen, lo que se cantan y a quien dejan participar de ese imperio suyo de rave y roneo. Y, en fin, las raíces y la tierra, que nunca dejarán de conquistarnos.
Track favorito: Bulerías de la guardia.