La Dani ha encontrado en la verdad el lenguaje de su música. Xiaomi, su nuevo álbum, no es más que la consagración de esta revelación y, en definitiva, de ella misma. Entre lo underground y lo confesional, entre beats latinos y tintes flamencos, La Dani se desnuda para brillar con su ardiente cante. Una llama que prende en su Málaga natal y se extiende sin límites, arrasando como una rockstar y contagiándonos las ganas de bailar.
Acabas de rodar tu primera película, Te estoy amando locamente, el debut de Alejandro Marín como cineasta. Es la historia de una madre que acaba formando parte del pionero movimiento LGTBI en Andalucía. ¿Cómo surgió esta oportunidad? ¿Cómo has vivido lo de ponerte delante de cámara?
Conozco a Ale de hace mucho tiempo, y parece ser que cuando escribió la historia pensó en mí, pero literalmente hasta última hora no se decidieron. Ha sido una experiencia increíble, un viaje que empecé muy asustado pero del que he terminado muy orgulloso. Le estaré eternamente agradecido
¿Habías soñado antes con ver tu cara en el cine?
Te mentiría si te dijese que no he fantaseado con la idea de recoger un premio y dar un discurso como he hecho muchas veces antes de ducharme delante del espejo, o con ir a The Tonight Show y hablarle a Jimmy Fallon sobre mi infancia en Málaga. Pero como ves, un sueño que no te planteas o que ni siquiera parece posible se cumple.
Hablando de primeras veces, ¿cuándo te diste cuenta que querías hacer música?
En 2017 trabajaba como dependienta en Madrid, y tras tres años viviendo una situación económica complicada, decidí que era hora de volver a Málaga. Allí vivía Guille, mi amigo de la infancia y el que se convirtió en mi productor.
Lanzas tu primer álbum, Xiaomi. ¿Cómo te lo imaginabas en un principio? ¿Cómo ha mutado tu sello personal desde Gordo y apretao y Banana Split?
Empecé haciendo música un poco medio en broma. Cinco años después he tenido tiempo de tomármelo en serio y aprender mucho. Siempre hago lo que me apetece y me gusta. Hay una clara evolución pero creo que he conseguido tener una identidad muy marcada, y aunque haga una canción más reguetonera, más flamenquita o quizá más rarilla, todo suena a mí.
Volvamos al disco. ¿Qué significa Xiaomi?
Xiaomi representa mi móvil, que ha sido la herramienta principal en parte de mi proceso creativo, y también un mood. Durante toda mi vida no he conseguido seguir las tendencias sociales que ha impuesto el capitalismo en cuanto a tecnología, moda, marcas. Xiaomi es lo opuesto a un móvil de alta gama, un iPhone, que es la norma. Como digo en Tu carita, “siempre con smartphone, nunca tuve iPhone / siempre con smartphone, en Instagram un icon”. lntento demostrar que no es necesario seguir los cánones sociales para ser una rockstar.
Hay varias referencias a los smartphones y a todos estos sonidos que atraviesan el álbum. De hecho, abre y cierra con las voces de tu madre y de tu tía. ¿Qué significan la familia y Málaga para ti, y cómo influyen en tu música, ahora que vives en Madrid?
He compuesto el disco entre 2021 y 2022, y han sido dos años muy guays en los que me han pasado cosas increíbles. También he tenido momentos de bajón, y ahí supongo es cuando más te acuerdas de tu familia, tus amigas y de tus raíces.
¿Hay un pequeño guiño a G3N15 de Rosalía?
Adoro a Rosalía y G3N15 especialmente me abre las carnes, es todo un referente para mí. Pero en absoluto, la mayoría de mis canciones, como Gordo y Apretao o Ciudad del vicio, empieza o termina con un audio –de WhatsApp, normalmente. Es mi seña y un elemento que me flipa usar. Concretamente en Xiaomi, forma parte del concepto del disco, a parte de que quería que las voces y los mensajes de mi madre y mi tía quedaran para la posteridad.
El amor, las raíces y la nostalgia son los motores del disco.
Intento plasmar, de la forma más honesta, mi realidad. En este tipo de género, siempre se habla de ostentosidades, dinero, firmas de moda... Pero la realidad es otra: la mayor parte de las que escuchamos esta música no hemos olido un Versace en nuestra vida. Al final, con la música que hago no busco triunfar, si no poder hacer lo que me divierte. Para mí, el éxito significa que hoy pueda ser la persona que siempre soñaba ser de pequeño.
Mezclas electrónica, ritmos latinos y urbanos y algunos tintes de flamenco en el disco. ¿Te sientes cómoda en la experimentación? ¿De dónde nace la inspiración y cómo ha sido el proceso creativo?
¡Mucho! La idea era divertirme con Pedro, el productor del disco. No tenemos nada que ver el uno con el otro, pero hablamos el mismo idioma y nos hemos entendido muy bien. Yo tenía claro cuál era el hilo conductor y el estilo musical que quería, aunque también me he dejado llevar y sorprender y he querido verme haciendo cosas que eran más suyas que mías. Antes de juntarme con él ya tenía cosas escritas; de hecho, ya había grabado Rockstar un año antes. Nos juntamos y estuvimos creando juntos durante un año.
Entre tus letras, se cuelan Tito el Bambino, Mónica Naranjo y Don Omar. ¿Cuáles son tus inspiraciones?
Todas ellas son inspiración. La última frase del EP (Yo canto pa que me se vaya / la fatiguilla y la pena) es de Enrique Morente. Me inspira mucho todo lo que escuchaba de adolescente, que era reggaeton y flamenco.
¿Hay alguna artista con la que te haría ilusión colaborar?
Colaborar con mis artistas favoritos lo veo exactamente igual que el discurso de los Oscar frente a mi espejo: una fantasía inalcanzable. Pero puestos a soñar, me encantaría colaborar con Niña Pastori, Bad Bunny, Chencho Corleone, La Cebolla o Fondo Flamenco.
“Lo que quiero es que triunfes”, te dice tu madre en el audio. ¿Qué es para ti el triunfo?
Que mi familia esté sana, que mi entorno sea feliz y que he conseguido lo que soñaba de niño pasándomelo bien. No me importan los números, ni la fama, ni tampoco quiero grandes riquezas.
Decías en Instagram que este año “has grabado una película, cambiado de curro y usado leche de coco para cocinar”. Y ahora ¿qué viene, a parte de aprender a hacer dibujos con la espuma de la leche?
Lo que más me gusta de hacer música es poder viajar por España y conocer ciudades a las que seguramente no hubiera ido por mi cuenta. Desde que empecé, mi sueño ha sido poder llevar mi música a Latinoamérica, pero lo veo poco probable. A este año le pido que me mantenga como estoy, que lo mejore, claro… y que me lleve por ahí fuera.