El 13 de mayo, Karont se pronunciaba tras dos años de silencio. Dos años dedicados a redefinir y preparar un nuevo enfoque para su marca. “Un antes y un después”, así lo describía Aleix Díaz, CEO y fundador de la firma. Su presentación en City Cupra Garage sería el evento que marcaría su reset: una oportunidad para descubrir, después de dos años, todo lo que había estado ocurriendo entre bastidores. Una invitación para ser testigos del advenimiento de la nueva era de Karont. Como era inconcebible perdérnoslo, os contamos cómo lo vivimos.
El cartel que anunciaba la nueva colección, Outcåst, mostraba el Yggdrasil, el árbol gigante que sostiene los nueve mundos en la mitología nórdica. Y es que este drop, fiel a la esencia de Karont, se inspira en los relatos de la mitología escandinava y en Matrix. ¿Qué es real y qué no lo es? ¿Qué está permitido y qué no? Con Karont nunca se sabe.
Una vez sentados, todos aguardamos con impaciencia. Dos años sin colección se notan en la energía de un desfile: murmullos, miradas, expectación… De repente, las luces se apagan y nos envuelve una melodía mística, seguida por la célebre frase de Morpheus en Matrix. Volvemos a cuestionarnos todo: “¿qué es real? ¿Cómo lo definirías? Si hablas de lo que puedes sentir, oler, tomar y ver, entonces real es una señal eléctrica interpretada por tu cerebro”. Se encienden las luces. Esto solo acaba de empezar.
Entran las capuchas de estilo medieval, las telas oscuras, las rasgadas, las prendas de cuero y los chalecos de pelo. Todo se une a los motivos religiosos y a los cortes milimetrados. El maquillaje y los accesorios han sido cuidados hasta el último detalle. Cada prenda viene a mostrar lo que ya nos venían contando los creadores: Outcåst busca elevar a Karont hacia el lujo y hacia una mayor calidad.
Los modelos desfilan al ritmo de lo que parece ser un conjuro de brujas. Como zombis, tienen la mirada perdida y, además de caminar lento, arrastran los pies y tienen movimientos erráticos. Se respira un aire tétrico que transmite a la perfección la esencia del antihéroe (otro de los pilares de la colección): aquel ser humano transformado por la ira y la rabia. Karont nos habla de lo sobrenatural, de la penumbra y, sobre todo, de la meticulosa atención al detalle. Ahora, y estamos seguros, hemos entrado en un nuevo capítulo para la marca.
Tras haber visto todos los looks, el desfile termina. Vemos aparecer a los protagonistas de la noche, el equipo detrás de la colección que acabamos de presenciar. La sala entera se llena de aplausos y silbidos, y podemos afirmar con seguridad que el estado de reposo de la marca ha valido la pena. Si hay algo que los barceloneses llevan por bandera es renunciar a mantener el ritmo frenético de producción al que nos ha acostumbrado la moda rápida. Por eso, aprobamos más que de sobra que se den estas pausas, y más cuando resultan en colecciones tan pensadas y sorprendentes como estas. Solo nos queda esperar a ver qué más tiene guardado para nosotros este ‘volver a empezar’.
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