Juan Valentín-Gamazo, el diseñador al frente de la marca de moda emergente JUAN VG, logró reunir a gran parte de la escena creativa madrileña el pasado sábado por la tarde en una convocatoria de la que poco se sabía. ¿El reclamo? La presentación de su nueva colección, Callejero, en el conocido Costa Social Club. Distanciándose de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y su intrínseco enclave predilecto, el pabellón 14.1 de Ifema, el creativo se despedía (no sabemos si para siempre) de la plataforma Allianz EGO, en la que debutó hace exactamente un año, os dejamos las fotos de Alexander C. Luque. El llamamiento a amigos de la marca y curiosos fue un éxito pero, ¿qué hay de la colección?
Haciendo del color y el patchwork dos de sus aliados estrella, JUAN VG ha sabido crear una estética reconocible en tiempo récord. Basta con ver alguno de sus jerseys en los que el naranja abraza al amarillo, azul o rojo para darnos cuenta, en décimas de segundo, de que estamos ante una prenda firmada por el diseñador. Valentín ha logrado algo nada fácil en el contexto actual, en el que los estímulos visuales que recibimos cada día se cuentan por millones, y en el que diferenciarse supone el primer reto mayúsculo que una firma de moda debe afrontar. Es entonces cuando empiezan los problemas para muchas marcas de reciente creación, acelerando una inevitable desaparición permanente o, en el mejor de los casos, una suspensión temporal de la actividad.
Detrás de las formas, texturas y paleta de color que Juan ha construido, y que demuestra querer reafirmar en su nueva propuesta, se encuentra un más que evidente interés por hacer de la ropa olvidada y defectuosa, como él mismo explica en su manifiesto, diseños originales y exclusivos reciclados. Llamémoslo diseño circular, máximo aprovechamiento de los recursos o búsqueda de fórmulas con las que producir una colección no eleve los costes a cifras estratosféricas que acaben por dinamitar su proyecto más personal. Hasta ahí bien.
Es entonces cuando nos adentramos en su nueva colección, Callejero, de la que cabría esperar una evolución respecto a su propuesta presentada en marzo de 2022 en el marco de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. El diseñador ha apostado por una localización alejada del recinto ferial, ha trabajado con mayor o menor acierto una convocatoria que, una vez allí, ha resultado ser un éxito, y todo apunta a que nos va a dejar con la boca abierta. A medida que los looks trascurren por el centro de la pista de baile, convertida en pasarela improvisada, nos damos cuenta de que su ADN está presente. Pero, ¿qué hay de la evolución?
Algunas de sus prendas estrella, esas que se quedaron en nuestra retina cuando vimos sus creaciones por primera vez hace algunos meses, parecen diluirse en una amalgama de elementos que nos despista por momentos. La escasa iluminación del club desmerece el trabajo que encierran las prendas, tiñéndolas de una tonalidad que se debate entre el naranja y el rojo. El recorrido de los modelos despista a muchos de los allí presentes y, si bien hay looks que corroboran que el creativo aún tiene mucho que decir en la escena de la moda española, otros parecen quedarse a medio camino en una especie de limbo que se debate entre lo comercial y lo creativo.
Algunas de las piezas, en especial los jeans en sus distintas versiones (ondulados, diagonales, con corbatas, etc.) ayudan a mantener el hilo conductor de una marca cuyo siguiente reto será definir, aún con mas fuerza si cabe, esos elementos estéticos característicos que la diferencian del resto de firmas. Conocer cuáles son sus ítems estrella, tanto aquellos que sorprenden sobre la pasarela como los que encandilan al consumidor en la fase de venta. No sabemos si JUAN VG seguirá apostando por los desfiles en Off, repetirá en Allianz EGO o se descantará por otras pasarelas como 080 Barcelona Fashion. Lo que está claro es que nosotros le seguiremos la pista.