Hay quienes nacen con flow, y luego está Joven Greko, que no solo lo tiene, sino que lo diseña, lo produce y te lo convierte en un festival. Con su nuevo EP, Súper fresco, Greko nos deja claro que lo suyo, además de hacer música, es construir una identidad donde lo colorido, el verano, el UK garage, la escena emergente y Ñengo Flow tienen cabida. Porque si el puertorriqueño nos enseñó a gritar ¡Real G 4life!, en Cornellá se escucha ¡El Llobregat suena! Hablamos con Greko sobre sus inicios, su visión artística, lo que significa ser o no grekoniano y cómo acabas organizando un festival desde tu barrio sin morir en el intento. Pues fácil: con talento, curro y buen gusto. Mucho gusto.
¡Hola, Adrián! Bienvenido a ACERO. Para los que no te conozcan, ¿quién es Joven Greko?
Muy buenas, un placer charlar con vosotrxs. Joven Greko es un chaval del extrarradio de Barcelona bastante inquieto que no para de hacer cosas. Se mueve entre lo pop/electrónica/ hip hop alternativo y es artista, músico, productor, diseñador gráfico y ahora parece que también organizador de eventos. Es un tío divertido, soñador, creativo y buscavidas. Buena gente, he oído hablar bien de él.
¿Cuáles son las primeras referencias musicales que te marcaron? ¿Qué se escuchaba  en tu casa, o qué empezaste a descubrir tú por tu cuenta?
Mi padre siempre estaba tocando la guitarra en casa, al igual que mi tío, por lo que en las  comidas familiares siempre ha estado presente la música. Como nietos de emigrantes andaluces en Catalunya, he crecido escuchando flamenco en el coche. A mi madre también le molaba ese rollo pero tenía otros intereses, y fue la que empezó a poner en casa discos de Craig David, los míticos 100% black, de ahí mi fijación con el R&B y lo yankee supongo. Luego llegó a mis manos un mp3, que junto al Emule y al Ares me descubrieron cosas que me volvieron loco como la electrónica, el rap estadounidense y Ñengo Flow (risas).
Tu grito de guerra, “¡El Llobregat suena!”. ya se ha convertido en algo más que un lema.  ¿Qué representa para ti ese lugar, esa raíz?
Un orgullo, la verdad. He crecido viendo en la tele y escuchando en la radio a personas que  han salido del mismo sitio que yo, y creo que eso para la juventud es un motor enorme para luchar por lo suyo y construir sus propias oportunidades. Visca el Baixllo.
¿De qué manera piensas que esa ciudad influye en tu música?
Pues de forma muy directa. La multiculturalidad del barrio donde me he criado, las conversaciones que tienes, las que escuchas por ahí, las anécdotas que vives, la forma de  ser de quienes te rodean, todo eso está inevitablemente implícito en cualquier cosa que haga. Además, tengo la grandísima suerte de ser de Cornellà, como los Estopa y Jordi  Évole. Hay algo especial aquí que hace que su gente se sienta orgullosa de pertenecer.
¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en la música? ¿Empezaste escribiendo, produciendo, diseñando… o todo a la vez?
Mi padre tenía un grupo de flamenco con el que tocaban en las fiestas de los barrios de los alrededores y me gustaba estar ahí en las pruebas tocando todo. Cuando crecí un poco, me apuntaron a la escuela de música del barrio y aprendí algo de solfeo y batería, pero me aburrí de las partituras, cosa que me gustaría retomar. Luego ya en la E.S.O empecé a grabar lo típico: maquetas con el móvil que sonaban a culo para reírnos con los colegas, nada pretencioso. En 2017/2018 vivía dentro de los vídeos de live shows de Travis Scott y peña de Estados Unidos, me ponía la música a tope y me imaginaba que estaba ahí cantando. Así que me  pillé un micro y una tarjeta de sonido y empecé a hacer mi música.
Tu universo artístico está lleno de color y personalidad. ¿En qué momento nace lo grekoniano como concepto? ¿Fue algo que buscaste o simplemente se dio?
Ha ido cogiendo forma sobre la marcha. Siempre he tenido las cosas muy claras como mis referentes, y por eso me he apartado bastante de algunos discursos y estéticas que tenían peso aquí pero que no iban conmigo. Soy un chaval de barrio normal y corriente que ha vivido muchas cosas pero soy lo que soy, un tío cercano, currante, curioso y divertido. Lo de  ‘grekoniano’ se lo inventó mi colega Psk de LostTake, se encarga de los vídeos y fotos de mis proyectos desde el día uno, y como ya me conoce empezó a implementarlo cuando curramos para decir que algo es o no muy grekoniano (risas). Mola. 
¿Qué importancia le das a lo gráfico en tu proyecto?
Pfff un montón, más de la que me gustaría a veces. Como buen diseñador gráfico soy un poco enfermo del detalle y siempre busco empaquetar cada proyecto de la forma más coherente posible. En mi círculo nos molan mucho el cine y el diseño, cosa que hace que siempre alguien encuentre referentes guays y cosas que queremos probar.
¿Hay alguna figura que admires por cómo ha conseguido unir música, imagen y  concepto en un solo lenguaje?
En cuanto a lo visual, mi padre es Spike Lee. Cuando descubrí sus películas me explotó la cabeza, descubrí que todo lo que replico de videoclips que me molan está directamente  influenciado por su cine. Diálogos, colores, vestuario, tipo de planos… es increíble. Y en lo musical supongo que Aminé, un pavo que rapea increíble, hace música guay que está entre lo pop, la electrónica y el rap, y tiene una imagen fresca y desenfadada que cuida un montón.
“Me daría muchísimo palo ser uno de esos artistas que adoptan una falsa personalidad de gángster para ser aceptado. Dios me libre, prefiero ser yo mismo.”
Hay algo muy veraniego, muy libre, en como suena tu música. ¿Te identificas con ese  enfoque optimista? ¿Es una elección consciente alejarte de la narrativa más oscura del underground?
Completamente, la vida ya es bastante jodida a veces. Quiero aportar algo positivo con mi música y que cuando alguien venga a mis shows sea una fiesta y se vayan contentos. Además, me daría muchísimo palo ser uno de esos artistas que adoptan una falsa personalidad de gángster para ser aceptado. Dios me libre, prefiero ser yo mismo (risas).
En tu último EP, Súper fresco, te encargas de todo: beats, estética, colaboraciones. ¿Qué te llevó a producir casi todo tú mismo? ¿Fue por necesidad, intuición o un paso lógico para controlar tu sonido?
Un poco de todo. Siempre he tenido mucha inquietud con producir. Tenía un montón de ideas que no podía llevar a cabo si no quedaba con alguien, así que me puse a probar, me gustó y me hice un curso para acelerar un poco el proceso y tener una buena base.
El objetivo de este EP era enseñar al público mi universo, a qué suena mi propuesta y qué tono tiene, por lo que la idea de meterme en la produ ha sido un decisión determinante para consolidar mi sonido (aunque queda mucho camino). El UKG con Deva, por ejemplo, es el  primer beat que he hecho en mi vida y mola mucho ver que esa idea hoy es una canción tan guay, y encima con un ft. de primer nivel como lo es Deva. Así que chavales, abrir el FL, el Ableton o lo que sea, pero atreveos.
¿Te gustaría mantenerte en esta línea de autogestión o te planteas colaborar con más  estructura o sello en el futuro?
Lo que me gustaría es tener más pasta para invertir en los próximos proyectos. Tengo planes e ideas para los próximos años que implican más presu, pagar bien a mi gente y crecer. Tengo un par de ofertas sobre la mesa de algunas majors, todo es cuestión de hablarlo. Me mola estar metido en los procesos, aunque considero que en este proyecto he delegado más que nunca y se nota en los resultados.
¿Cómo recuerdas los primeros pasos del EP?
Muy divertido, me lo he pasado muy bien haciéndolo. Siempre es un reto comenzar algo de cero pero intenté no ponerme mucha presión en ese sentido y disfrutar el proceso. La idea de Súper fresco era experimentar a tope y encontrar esas cosas que me gustan. También quería que fuera un proyecto colaborativo, por lo que me junté con productores muy máquinas para boostear algunos temas, como @glblzd, @petenotpit y @manuoliva_. Nos lo pasamos muy bien y aprendí un montón.
Además de Deva, en Súper fresco cuentas con otras dos voces: Kyne y GlorySixVain. ¿Cómo surgieron estas colaboraciones? ¿Qué buscabas en ellos que encajara con tu  propuesta?
Joseando duro, duro (risas). No, en realidad fue bastante orgánico. Glory y yo nos conocemos desde hace la tira y tenemos mucha gente en común. Con Kyne fue tener el tema y decir: damn, lo bien que quedaría esta chica aquí. Le escribí a Elena Alberdi, que son muy colegas, para proponérselo y la verdad que un amor. Accedió y se involucró un montón.
Con Deva quizá fue algo más espontáneo: nos conocimos por @wagone_unity en su bolo de Barna, que montaba junto a mi mánager, y se lo propusimos. Le encantó el tema y grabamos al día siguiente, una jefa <3 Cuando hago algo, ha de ser wavy y cuadrar bien, no fuerzo las cosas por hacerme un tema con este o con aquel, y eso se nota un montón en cómo suenan.
¿Alguna colaboración que aún tengas en el tintero?
Me gustaría hacer algo con Enry K, creo que nos entenderíamos muy bien. También me apetece mucho currar con productores nuevos y empezar a producir para otros artistas.
Súper fresco, además de ser un EP, parece el inicio de algo más grande. ¿Te  imaginabas que acabaría siendo un festival real como El Llobregat Suena?
Leyendo esta pregunta he sido consciente de que ha pasado. Hace dos años esto lo veía  como algo imposible. Tuve una conversación con mi padre en la que proyectábamos en un futuro muy lejano lograr que esa frase fuera algo más que uniese a toda la gente que está  haciendo cosas guapas en la comarca. Pero la oportunidad llegó mucho antes de lo que todos esperábamos. Es un sueño hecho realidad, con veinticuatro años presentar nuevo EP en mi propio festival. Es muy loco.
Juntamos a mas de tres mil personas sin un euro de promo, solo con buenas ideas y trabajo duro, y trajimos a Cornellà a artistas grandes como Juicy o Bon Calso. S/o a mi equipo: @wagone_unity @losttake @sudor.agency, a mis padres en especial y a todos lo que lo hicieron posible, sin ellos esto no hubiera ocurrido.
Organizar un festival siendo artista suena a locura total. ¿Cómo te afectó a nivel  creativo? ¿Te viste más productor, más gestor, más soñador?
No lo supe hasta que estuve dentro (risas). Ha sido un proceso muy guay y enriquecedor. Por suerte, el equipo que montamos está formado por familia y colegas que están en el mundillo. Pero tengo claro que no vuelvo a preparar un disco, montar un festival y preparar una actuación a la vez nunca más (risas).
Me encargué de iniciar conversación para financiar el evento, negociaciones, curación del cartel, dirección de arte y muchas otras cosas que compaginaba con mi trabajo de lunes a viernes; producir/escribir/grabar y escuchar mixes/masters, preparar y pensar los vídeos y toda la dire de arte más producción. Y luego, a semanas del festi, me di cuenta de que no había tenido tiempo para preparar el show del EP, visuales nuevos, ensayar y preparar el proyecto para el directo. En fin, una auténtica aventura, pero estoy feliz de haberlo podido hacer con mi gente, hemos aprendido un montón juntos.
¿Te planteas hacerlo crecer? ¿Veremos una segunda edición de El Llobregat Suena?
Ya estamos trabajando en ello. Por suerte fue un éxito, la gente quiere más y tenemos cosas chulas sobre la mesa. Es un proyecto con mucho potencial y voy a currar muy duro para que cada año vaya a más. Seguidnos en redes @jovengreko @elllobregatsuena para no perderos nada, disfrutar el verano todo lo que podáis y recordad manteneos siempre  #Súperfrescos.
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