El pasado jueves 2 de noviembre sobrevivimos al concierto de John Pollõn en la sala La Paqui. Incluido dentro del ciclo de Mazo Madrid, una iniciativa que ayuda a reactivar la economía de las pequeñas salas de la ciudad, el embutidor de gallinas por excelencia volvía a la capital cinco meses después de su show en el Sound Isidro, con menos capacidad que la que el jueves vimos llena.
Asistimos a un bolo cargado de la chaotic energy que caracteriza al del Bierzo (que ha fichado recientemente en Warner) y a sus colegas de la discográfica 0125 (el número de piso en el que residían en Oviedo durante su estancia universitaria). De León a Madrid llegan para revolucionar la Sala Paqui y repartir buen rollo y beats electrónicos de los que te enganchan.
Escribo “sobrevivimos a este concierto” porque, entre temazo y temazo, no faltaron los pogos, las duchas de agua fría por parte de los artistas y una caída del escenario (estilo Soto Asa en el Riverland) por parte de Nico Vega (aka John Pollõn), en un intento alocado para que su público le sostuviera tirándose encima de un grupo de chicas, incluida yo, que no teníamos fuerza suficiente para sostenerle. Spoiler: se volvió a poner de pie y siguió cantando después de beber un buen trago de su cubata. Para que todos recuperáramos energía después del susto, su equipo también reparte comida entre el público del catering del backstage que les había sobrado. A mí me tocó un plátano, a otros, chocolate envuelto en una misteriosa bolsa. Quién sabe qué tipo de chocolate sería.
Es emotivo ver cómo convierte su concierto en una reunión de colegas en la que todos tienen cabida y el mismo protagonismo: Yung Nick, De Blanco, Hilfi, Periglo, Tyler B, Diácono, Yeez Codein y Desaoussa ocupaban el mismo espacio que John e incluso tenían hueco reservado para sus temas en solitario. La set list de veintiocho temas que escapan de etiquetas fue un recorrido por toda su trayectoria musical: tocando desde reggaetón a electrónica y pasando por afrobeats, todos ellos con sus letras irónicas y sutilmente hot.
Esto es John Pollõn, un alma de esas impredecibles, espontáneas y aleatorias de las pocas que quedan. Le seguimos la pista para ver qué nos deparará en un futuro.
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