A pesar de que ya había venido a España para actuar en festivales, Emilia Mernes, la superestrella argentina, no se había enfrentado aún a un concierto en solitario en Madrid. Incluso para alguien como ella con fans en cada esquina, una situación así puede intimidar un poco. ¿Y qué haces cuando algo te da miedo? Hacerlo a lo grande, tan grande como Las Ventas.
Con una voz que inundaba todo el estadio, Emilia prácticamente empezó su concierto emocionada. “Esto es de verdad muy especial para mí, estar aquí con todos ustedes”, le dijo a su público tras interpretar La balada, mientras se secaba las lágrimas. Sus fans respondieron con la misma emoción. Una avalancha de brillitos bajo los ojos, al estilo de la cantante, resplandecían con la misma ilusión con la que la miraban. Los seguidores de Emilia abarcan todas las edades, y era habitual encontrar nenas entrando en la adolescencia bailando las más pulidas coreografías. No faltaban tampoco las camisetas customizadas con el mensaje “I LOVE EMILIA” con referencias a la estética Y2K.
La aparición de Ptazeta para entornar el éxito que comparten con Aitana, Quieres, fue uno de los momentos de más energía de la noche. Pero si hubiera que destacar una imagen, esa fue la que procedió a la cantante diciendo “hoy está aquí conmigo la persona a la que más amo del mundo…”. Decir que el público estalló se queda corto. Enloqueció por completo, nadie le esperaba allí. Duki apareció para acompañar a Emilia en el escenario y un chillido unísono inundó Las Ventas. Un mar de pantallas de móviles fue casi lo único que se visualizó durante los escasos minutos en los que la pareja, en directo, cantó Como si no importara.
Existe una dulzura intrínseca a la artista que se perpetua incluso en sus momentos más sexys. Y ojo, cuando hablamos de sexys, no lo decimos por nada. Emilia incluso llegó a ofrecernos su Perreito salvaje con una barra de pole dance sobre el escenario. Vestida con la última colección de Dominnico, la combinación no podía ser más exquisita.
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