Lo primero que escuchas cuando te adentras en Dunno, el EP de Heko, es una base de drill que te descoloca un poco. El desconcierto avanza cuando al final de la canción de repente la base cambia y se vuelve un hard techno machacón. Ahí es cuando entiendes el nombre de la primera canción y piensas que, efectivamente, Heko está completamente loco.
Este chaval ha sacado un EP que mezcla dos géneros como son el drill y el techno para hacer que nos saquemos el móvil del bolsillo y veamos qué es exactamente lo que estamos escuchando. Solo le hacen falta cinco temas para esta carta de presentación en la que deja claro que se toma las cosas muy en serio. El cambio de registro y el trabajo que ha metido en detalles como los ad libs recuerda por momentos a Ébano, y eso es algo positivo. Para artistas de esta talla, el mayor reto está en desmarcarse del resto de la escena y ofrecer algo que realmente llame la atención. Todos los esfuerzos van en esa dirección y eso se nota.
Otra cosa que Heko maneja a la perfección es el apartado estético. Cada tema cuenta con su propio visualizer cuidadísimo y respetando la narrativa del EP. Call Center es el focus track que cuenta con su propio videoclip, y es sorprendente para los números del artista el mimo y la profesionalidad que se respira en este sentido. Para tomar nota, artistas emergentes.
Los cambios de registro que mencionaba antes hacen especial hincapié en las transiciones entre canciones que, lejos de sentirse forzados o aisladas unas de otras, acaba dando una idea clara del rango vocal del artista. Esa voz aguda y forzada da lugar a un rapeo más sosegado y solemne para luego volver a las notas altas. Solito estoy bien es el mejor ejemplo para entender esto.
Un punto flaco es la temática del disco, que se puede hacer repetitiva en las letras en una escucha completa, siendo temas recurrentes el éxito, los deals y el camino que hay que llevar a cabo para triunfar. Es importante manifestar pero también se agradece que se aporte a la narrativa del proyecto de formas más diversas.
Heko cierra el disco igual que lo empieza y tenemos un drill como Wow que sirve para cerrar este círculo, hacer de lazo y cohesionar el proyecto. Heko sale de Dunno dejando clara su versatilidad tanto a la hora de adaptarse a estilos variados y sus habilidades para afectar al ritmo y a la construcción del tema sobre la marcha. Se ha ganado a pulso que le tengamos echado el ojo a partir de ahora y os recomendamos que hagáis lo mismo porque este viaje promete bastante.
Track favorito: Enterprice.