Para quien se lo esté preguntado: marengo significa, según la RAE, pescador u hombre de mar. Y desde aquí parte todo el imaginario del EP debut de Hanz Ruiz. Cuatro canciones que tienen un capitán a bordo, pero también un faro al que seguir y al que él mismo llama autoproducción. Porque ser artista independiente es una lucha constante contra viento y marea, pero a él le dan miedo pocas cosas. Y sabe cómo deslizarse.
Si lo buscas, verás que marengo también es un tipo de gris “y también un estado de ánimo”, nos cuenta Hanz. “Todos estamos ‘marengo’ en algún momento de la semana. Es el momento en que la luz se asoma a través de la oscuridad”. Y esta es la idea que desarrolla en todo el EP, hablándonos de lo que supone luchar en el mundo artístico: en pequeños conciertos sin éxito, contra la lucha económica y los momentos de escasez en cuanto a inspiración se refiere. Así, fusionando esta sobriedad con ritmos alegres, encapsula todos esos pensamientos cíclicos que podrían rularse por la mente de cualquier primerizo en la industria musical.
Al mismo tiempo que el EP veía la luz, también lo hacía el videoclip de uno de sus singles, Canciones. En este, Hanz nos habla de cómo la inspiración puede cambiarlo todo, hasta los momentos más oscuros: “Yo quiero inspiración y volver a tener canciones que hablen de mí y de mi gente, del tiempo que no puede volver, de la vida y de todos los planes”, canta junto a Marta Berlín. Y así, Marengo supone un compromiso con la autogestión y la proximidad consigo mismo. Algo que acaba más allá de la música, compactándolo con un brillo de lo más especial.
Track favorito: Canciones, con Marta Berlín.