Vale, vamos al lío. Hanz Ruiz se ha marcado un temazo con Frío, y ya te avisamos, esta canción es como cuando te tomas un café con hielo en plena ola de calor: refresca y te deja con ganas de más. Desde esa primera frase sabes que esto va de verdades, de esas que duelen pero molan. El tema mezcla guitarras con un aire melancólico que te deja pensando en aquella persona que no volvió a escribirte. Sí, tú sabes quién.
Después de su EP Marengo, más pop y electrónico, Hanz se lanza ahora al indie rock con más libertad que un chaval bajando la cuesta del skatepark sin frenos. Y es que la estética skate, los recuerdos de los 2000 y las tardes largas de verano son una herramienta más de su imagen.
El tema suena a verano pero huele a despedida, y eso no es casualidad. Detrás el sonido hay un currazo fino: Joel Llauradó produce con mimo, dejando espacio para que las guitarras distorsionadas respiren y te envuelvan; Fidel ‘mixbyquique’ mezcla como un mago; y el máster es cortesía de Vacuum, que le da el toque final.
Y ojo al trabajo visual. La portada, dirigida por Max Gener, y ese video lyric en plano secuencia, son el combo perfecto. En él, el artista se planta en medio de un skatepark mientras todo gira a su alrededor. Tranquilo, sereno, como diciendo, “sí, todo se mueve, pero yo aún estoy procesando lo mío”. Si no lo has visto, dale ya.
Lo que más mola de Frío es que te habla de desamor pero sin drama. Es una mezcla de culpa, nostalgia y aceptación que, lejos de bajarte el ánimo, te hace sentir acompañado. Como un colega que te da una palmada en la espalda y te dice que todos pasamos por esto.
Y si esto es solo el primer adelanto del disco que viene… pues nada, id preparando los cascos y haciendo hueco en vuestra playlist, que Hanz viene a tocarnos la fibra y a hacernos bailar pa’ largo.