En un mundo que a menudo exige etiquetas marcadas, Gio Peiro elige habitar la paradoja. Su proyecto es un espacio emocional, un gesto de búsqueda constante, una conversación entre el tacto, la memoria y la intuición. Desde piezas textiles hasta objetos de autor pasando por la performance. Cada creación suya es una extensión de eso que, a veces, no se puede decir con palabras. En esta conversación, Gio nos deja entrar a su universo: uno donde el tacto tiene voz, lo imperfecto es bienvenido y el lujo se siente más como una conexión real contigo mismx y con lxs demás.
Bienvenidx a ACERO, Gio. ¿Cómo estás?
¡Muy bien, un placer estar aquí!
Para arrancar, cuéntanos: ¿quién es Gio Peiro cuando no está creando? ¿Quién habita detrás de este proyecto?
No existe una separación real entre mi vida y mi proyecto; siempre van de la mano. Aunque esté haciendo otras cosas, nunca deja de estar presente. Detrás de este proyecto habita una persona que siempre ha tenido muchas dudas, inquietudes e inseguridades, y que poco a poco va resolviéndolas gracias a seguir haciendo y creando desde la intuición.
Me gustaría definirme como una paradoja. Estoy en constante búsqueda, tanto en lo creativo como en lo personal. No me siento cómodo quedándome en el mismo lugar; siempre siento que hay algo más. Y aunque soy muy fiel a todo lo que me rodea, disfruto habitar esa búsqueda constante.
Me gustaría definirme como una paradoja. Estoy en constante búsqueda, tanto en lo creativo como en lo personal. No me siento cómodo quedándome en el mismo lugar; siempre siento que hay algo más. Y aunque soy muy fiel a todo lo que me rodea, disfruto habitar esa búsqueda constante.

Si tus creaciones no pudieran verse, solo tocarse, ¿qué crees que nos dirían? Pienso en una frase que escribiste: “Touch is like a reverse scar that heals something”. ¿Qué parte de ti se sana cuando creas?
Me gusta pensar que, si pudieran tocarse, mis creaciones transmitirían una cierta crudeza. Todo lo que hago está profundamente conectado con lo que he vivido. Me ayuda a darle claridad a mis pensamientos. No sé si sana algo directamente, pero me deja tranquilo poder entender mis propias ideas.
¿Qué buscas despertar en quien lleva tus piezas?
Quiero que quienes usen mi ropa se sientan un poco antagónicos. Me gustaría que se exprese esa parte intuitiva y personal de cada uno, sin vergüenza.
Este concepto aparece también en Smells Like Iron, uno de tus proyectos más recientes. Vemos una figura abrazada por manos que parecen brotar de su propia piel. ¿Quiénes son esas manos?
Las manos de Smells Like Iron no pertenecen a nadie en particular. Son una representación de conexiones, personas que nos marcaron y que, al extrañarlas, sentimos como si aún nos tocaran. Pero también podrían ser nuestras propias manos, abrazando partes de nosotros mismos que dejamos atrás. El concepto habla de esa nostalgia que a veces duele, de cómo los vínculos dejan huellas que permanecen.
“Me gustaría definirme como una paradoja. Estoy en constante búsqueda, tanto en lo creativo como en lo personal.”
Volviendo un poco más atrás, ¿recuerdas qué fue lo que te tocó a ti primero? ¿Qué momento o emoción sembró la semilla de lo que hoy es Gio Peiro?
Me marcó mucho mi infancia, sobre todo la primaria, donde sufrí bastante. Hay una anécdota que siempre recordaré con cariño: es una de las primeras cosas que me tocaron y me animaron a crear (aunque en ese momento no era consciente de eso). Cuando tenía unos seis años, nos mandaron a hacer una pintura en la que teníamos que retratar a nuestra madre, y yo hice una que a todos mis compañeros de clase les ‘asustó’.
Recuerdo ese momento como algo especial porque a mi madre sí le gustó, pero generó mucho rechazo hacia mí en el colegio, y eso, de manera inconsciente, me afectó. Siempre me he sentido rechazado, hasta que empecé a desarrollarme de verdad. Ese tipo de cosas me formaron para poder crear desde lo que realmente me interesa, sin que me importe lo externo. Solo presto atención a lo que me gusta y a la gente que me importa.
Recuerdo ese momento como algo especial porque a mi madre sí le gustó, pero generó mucho rechazo hacia mí en el colegio, y eso, de manera inconsciente, me afectó. Siempre me he sentido rechazado, hasta que empecé a desarrollarme de verdad. Ese tipo de cosas me formaron para poder crear desde lo que realmente me interesa, sin que me importe lo externo. Solo presto atención a lo que me gusta y a la gente que me importa.
Volviendo al tema de las manos, que no son nuevas en tu imaginario. Vi la performance en Chaiz Studio, donde una mano gigante descansaba a tu lado, como en una especie de meditación compartida. ¿Cómo viviste ese momento? ¿Qué silencio o qué respuesta estabas buscando ahí?
Fue muy bonito. La performance consistía solo de audio y algunos visuales. La idea era empezar con la meditación para que luego la gente estuviera en un ambiente relajado mientras escuchaba la música, e intentar formar un ambiente presente. No esperaba una respuesta concreta, era más una forma de intentar llevar a quienes asistían dentro de mi universo. Toda la música está directamente conectada con detalles de mi proyecto y cosas que van a salir a futuro.
La música está en YouTube y SoundCloud, y se pueden captar algunas referencias, pero en el momento tenías que estar allí para poder leerlas. Y agradezco mucho a toda la gente que después de la performance me vino a hablar y comentar refes que habían entendido. El poder comentar y hablar de temas que nos conectaban con personas a las que no conocía personalmente, pero que al final conectamos por gustos, siempre es algo muy especial.
¿Y cómo se conecta todo esto (el tacto, el silencio, la memoria) con la identidad de GIO?
Me gusta hablar de estos temas a través de mi proyecto porque, poco a poco, voy descubriendo que todo lo que tengo más escondido, o que no expreso tanto en la vida real, lo envío directamente a lo que creo. Y aunque soy muy expresivo y comparto muchas cosas, incluso en redes, siento que lo más cerrado, lo más íntimo, se me escapa por ahí.
Hablemos de Luxury, tu última colección. Para ti, ¿qué significa realmente el lujo? ¿Cómo traduces esa idea en cada prenda?
Luxury fue una declaración de intenciones. Queríamos mostrar nuestra perspectiva sobre algo que es tan subjetivo como el lujo. Para mí, no se trata solo de materiales caros o exclusividad, sino de sentirte bien, de estar en sintonía contigo mismx. Es algo que va más allá de lo visible. Cada prenda busca transmitir esa idea: que el lujo puede ser una sensación, una forma de estar, incluso un momento de conexión contigo.
En esta colección fuisteis más allá de lo textil. Piezas como un casco, candelabros y Sigil, esa mesa de vidrio sostenida sobre esferas de cemento y madera. ¿Qué relación tiene con vuestra idea de lujo?
Creo que los muebles y objetos siempre estarán relacionados con el lujo. Si no me equivoco, Rick Owens, en una de sus entrevistas, dijo que nos expresamos con la ropa, pero donde realmente puedes ver el gusto de una persona y cómo realmente es, es en su casa. Si tiene una buena organización y buen gusto estético, eso dice muchísimo de quien es.
En esa colección, donde trabajé con irr.000, queríamos expresar un poco esto: toda esta idea de lo simple y detallado que hace que un conjunto de cosas tenga sentido, y eso, para nosotros, simboliza el lujo. Queríamos completar la colección mostrando otras facetas en las que nos sentimos cómodos creando, y que para nosotros son muy importantes a la hora de construir un conjunto estético que funcione.
“Me atrae profundamente toda persona que no está del todo bien de la cabeza, que tiene esa magia y perspectiva única.”
Describís Sigil como una pieza que parte de la lógica, pero se deja llevar por lo irracional. ¿Dirías que el error, lo roto, lo que no encaja del todo, tiene un lugar importante en tu forma de crear?
Cien por ciennn. En el mío y en el de todos. Lo mejor de la vida muchas veces simplemente aparece, y dejar que eso pase también en tu trabajo, para mí, es muy importante. Por mucho que lo intentemos, la realidad es que vivimos dentro de un caos que tratamos de controlar, y poder experimentar el soltar para ver qué puntos nuevos puedes descubrir, para mí forma parte de eso. Y muchas veces es ahí donde sale algo realmente nuevo que puede marcar algo.
En On Paper, el archivo que creaste con Diego Saiz, se ve todo el curro de un año entero antes de lanzar Gio. Viéndolo ahora, ¿qué descubriste sobre ti en ese proceso tan íntimo?
Que es muy fácil perder la cabeza y obsesionarse por completo cuando algo realmente te gusta. Creo que todos los que trabajamos en la colección pasamos por momentos de cierta desconexión con la realidad. En el libro se puede ver un poco; es un archivo del día a día, prácticamente. Diego y yo vivíamos juntos en ese momento y documentábamos todo. Cada domingo pasábamos todas las fotos y vídeos a carpetas separadas por meses, hasta acabar la colección.
En el libro de On Paper se pueden ver recopilaciones de procesos creativos y fotos random a las cinco de la mañana de alguno de los que metimos contenido, viviendo algún momento random. Creo que lo que más se aprendió fue la habilidad que tiene el ser humano de, literalmente, desconectar y expandir el cerebro para llevar cosas a cabo. Fue un trip.
En el libro de On Paper se pueden ver recopilaciones de procesos creativos y fotos random a las cinco de la mañana de alguno de los que metimos contenido, viviendo algún momento random. Creo que lo que más se aprendió fue la habilidad que tiene el ser humano de, literalmente, desconectar y expandir el cerebro para llevar cosas a cabo. Fue un trip.

Y en todo este camino creativo, ¿qué nombres, qué obras, qué gestos te han ido moldeando?
Me inspiro mucho sobre todo en la actitud y en lo desconocido, es en lo que más me fijo. Personalidades como Lady Gaga, Yoko Ono, McQueen, Madonna o Slipknot. Las personas con las que me relaciono me inspiran muchísimo. Me atrae profundamente toda persona que no está del todo bien de la cabeza, que tiene esa magia y perspectiva única. Eso es lo que realmente me llama la atención y me interesa de verdad. Me interesa lo complejo y lo que, muchas veces, no acabo de entender. Eso me causa un interés genuino, donde veo muchísima belleza.
Qué potente todo esto. Además, ya has vestido a gente como Rusowsky, Ralphie Choo, Nathy Peluso o Naise Kud. Si pudieras manifestar a alguien más, alguien que todavía no haya llevado Gio, ¿a quién elegirías?
Me gustaría vestir a Hunter Schafer, Rosalía, Rihanna o Marilyn Manson. No suelo centrarme en quién, sino en el cómo. Cuando se me presenta la oportunidad, me gustaría poder irme de un lado a otro y vestirlos con el imaginario de Gio. Me gusta poder fusionar otros imaginarios dejando mi huella.
Y, para terminar, cuéntanos: ¿qué tienes ahora entre manos? ¿Hay algo que hoy te obsesione, que sientas que, poco a poco, se está transformando en tu próxima colección?
Ahora estoy trabajando en la siguiente colección, donde estoy explorando el miedo, la distorsión de la realidad, la paranoia, el pánico y las diferentes maneras de percibir. Son temas que me fascinan, y me encanta ver y experimentar con la mente para ver qué puede salir de ahí. Será un preview del camino que quiero que lleve la marca.
Y para este verano saldrán unos cuantos productos, como las Slides y el Cub, entre otros que anunciaré pronto. Y algo que me obsesiona para mi próxima colección… The Omen.
