El desamor es, indudablemente, uno de los principales temas que la música trata y ha tratado siempre. Hay algo en un corazón roto que permite al arte salir solo, y a Fresquito y Mango, el dúo que mezcla punk pop dosmilero con hyper y con muchas cosas más para traernos “el pop del mañana, hoy”, se lo han roto bien. En Lo que me mató, su primer álbum tras años de carrera publicando singles y EPs, abrazan completamente el potencial creativo del mal de amores que, como nos cuentan, “si te dedicas a la música te da una de cal y una de arena”.
El proyecto es un relato por partes de los horrores de una ruptura, que va atravesando las emociones que llegan con ella, desde el rencor hasta la nostalgia, y que utiliza todo tipo de géneros musicales para ilustrarlas (hasta hay un tema de reggaetón). Va genial para pudrirte en tu habitación pensando en tu ex o para salir a sudar la tristeza bailando con amigos. Tú decides.
¡Gracias por vuestro tiempo, chicos! ¿Cómo os sentís, ahora que el disco ya está fuera? Supongo que llevaréis unos meses ajetreados.
Muy contentos, la verdad. Hay canciones que llevaban tres años escritas y ahora ven la luz por fin. Han sido meses de currar mucho y juntarnos con mucha gente, queríamos que nuestro primer disco transmitiese todo ese trabajo y saliese algo con lo que estuviéramos satisfechos al cien por cien.
Lo que me mató es vuestro primer disco, y llega después de unos cuantos años ya de trayectoria. ¿Con qué intención lo habéis creado? ¿Tenéis alguna meta marcada?
Ya era hora de sacar un disco con sus trece canciones, siempre hemos estado trabajando con EPs y singles a lo largo de nuestra carrera, y desde hace un tiempo queríamos hacer algo que significase un poco ‘un antes y un después’ para Fresquito y Mango tras todos estos años.
Vuestro sonido “son todos los sonidos”, como decís, y en este disco podemos escuchar desde punk hasta rave y hyperpop, e incluso interludios de jazz y un reggaetón por el medio. ¿Qué os llama de estos géneros y cómo elegisteis cuáles incluir?
Nos gusta mucha música muy diferente, y cuando hacemos canciones nos gusta trabajar con todas esas referencias. Además, en este disco es la primera vez que nos hemos juntado con tanta gente para trabajar y sentimos que es algo que ha quedado reflejado en él.
Habéis grabado en Barcelona con Kim Fanlo, exmiembro de Nena Daconte. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue una experiencia increíble, fue un gusto trabajar con él. Estuvimos varias semanas allí y desde luego ha sido él el culpable de que todo el disco tenga esa cohesión. Se nota que es un fuerte de la industria y sabe como hacer las cosas a la perfección.
El disco sigue una narrativa. Abrís con Intro hablando de lo mucho que os gusta alguien y que “no me mata nada como esto”. Luego, en Algo está a punto de pasar, todo se tuerce de repente y el disco arranca, pasando por todas las fases de una ruptura y todas las emociones que vienen con ella como el resentimiento, la nostalgia o la resignación. ¿Ha habido alguna ruptura que os haya ‘matado’ y empujado a crear este relato exhaustivo del desamor?
Mentiríamos si dijéramos que no. El primer tema del álbum que se escribió fue Aunque ya no me beses hace ya tres años, y fue el tema a partir del cual decidimos hacer un disco. Es el más sincero y sentido, y representa la situación en la que estaba uno de nosotros en ese momento.
El flechazo, esta infatuación instantánea e intensa… ¿Creéis en el amor a primera vista?
Sí, ¿por qué no?
El enamoramiento es un arma de doble filo que te puede matar para bien o para mal. ¿Veis el mal de amores como una gran fuente de inspiración, o más bien un fastidio?
Desde luego la consideramos una de las fuentes más grandes de inspiración, si te dedicas a la música te da una de cal y una de arena.
Nube gris es un temazo de fiesta, pero perfectamente se podría escuchar rayado en tu habitación por tu ex, para descargar algo de rabia. La mayoría de canciones del disco son así, se pueden escuchar en las dos situaciones. ¿En qué momento os lo pondríais vosotros?
Hay momentos para todo, depende del día. Está bien escucharla en tu casa con los auriculares y meterte de lleno en la canción, pero también poder disfrutarla con tus amigos en un concierto o de fiesta. Desde que empezamos a componer, tuvimos muy presente cómo queríamos que sonase en directo y creemos que es uno de sus fuertes.
Hay unos versos muy bonitos en Sol naranja que hablan de lo adictiva que puede llegar a ser una situación que sabemos que nos hace daño: “Tu luz me mira brillando en bronce y se me escapa la vida, y corro hacia el horizonte a que me mate todos los días”. Está claro que nos gusta sufrir. ¿Alguna fórmula para sobrellevar momentos así?
Es complicado, cada persona es diferente, no a todo el mundo le sirve lo mismo para estas situaciones. Nosotros solo escribimos sobre ello y que la gente se lo lleve donde quiera, que lo entienda y se sienta identificada a su manera.
Empezasteis a hacer música juntos en segundo de bachillerato. Hace ya unos años de eso. ¿Cómo ha crecido vuestra relación desde que empezasteis el proyecto? ¿Algún secreto para mezclar trabajo y amistad y que salga bien?
Ha pasado ya tiempo, hemos aprendido más el uno del otro, desde luego. La clave es saber diferenciar entre trabajo y amistad y que no influya demasiado lo uno en lo otro.
Melendi, Estopa y Fito son algunos de vuestros mayores referentes. ¿Actualmente, qué escucháis? ¿Alguien que haya influenciado el sonido de este disco?
Estamos siempre atentos a lo que va saliendo, nos gusta mucho estar pendientes de la escena emergente de aquí tanto urbana como indie que sentimos que es muy fuerte. Aparte llevamos un proyecto de clubbing en Zaragoza junto a nuestro DJ, Edu Lindo, que nos obliga a estar alerta de todo. En el disco, cada canción tiene referencias muy diferentes.
Si tuviéseis que elegir tres discos de todos los tiempos, ¿cuáles serían? (podéis decir tres cada uno)
Mango: Las pegajosas aventuras, de Sticky M.A.; Ídolo, de C. Tangana, y Personas, del Canto del Loco.
Fresquito: Buena vista social club, Motomami de Rosalía, y Random Access Memories, de Daft Punk.
Fresquito: Buena vista social club, Motomami de Rosalía, y Random Access Memories, de Daft Punk.
La cover del álbum os la ha hecho Fuso Negro, https://www.instagram.com/fuso.negro/ y ahí se ven vuestras versiones animadas vs. monstruos alienígenas. ¿Podríais contarnos un poco la historia de vuestros alter egos?
Los monstruos representan a cada uno de los singles, que a su vez son esas amenazas contra las que intentamos sobrevivir a toda costa. Nos gustaba la idea de que se reflejase de esa forma y Fuso lo supo llevar a cabo a la perfección. Nos ha encantado trabajar con él.
Hablan de este disco como vuestro proyecto más maduro y oscuro. ¿Qué podemos esperar ver sobre el escenario?
Llevamos un directo híbrido acorde con el sonido del disco. Vamos con DJ (Edu Lindo) y con batería acústica (Mario Vidal de Rosin de Palo). Y aparte vamos con visuales guapísimos que nos ha hecho Fuso Negro. Estamos muy contentos con cómo está sonando el álbum en directo y esperamos poder tocarlo muchas veces.
¿Y dónde podremos ir a disfrutar Lo que me mató en vivo?
Pronto anunciaremos alguna fecha y estamos preparando gira, además de nuestras fiestas de presentación a las que se puede o pudo acceder con la pre compra del disco.
Por último, ¿tenéis alguna sugerencia para que vuestros oyentes disfruten de este discazo al máximo? Como una situación ideal en la que escucharlo.
Que lo hagan suyo, que decidan ellos cómo disfrutarlo y cómo sentirse identificados.