Apenas medio año después de publicar su último trabajo, Fran Laoren presenta ahora Solo hay un camino, un álbum a caballo entre las ganas de echarse a llorar por la pérdida irreversible de un amor truncado y el deseo de salir a la calle y acabar de after.
El artista de Murcia no da puntada sin hilo. Ya lo vimos con Mientras duermes, un álbum donde su imaginario mágico estuvo presente de principio a fin, y lo vemos ahora con Solo hay un camino, que viene a ser la representación misma del Fran Laoren más puro hasta la fecha. El título de su tercer proyecto es ambiguo y una oda a ese “casi algo” que siempre se deja las puertas —y las ventanas— abiertas. Pero también al amor propio y a los proyectos inacabados o que están a punto de empezar.
A lo largo de sus ocho temas, Laoren contempla todo esto y lo hace de la manera que mejor se le da: la fusión de géneros, la experimentación y, sobre todo, demostrando una vez más que el nombre de Fran Laoren ya es sinónimo de hyperpop, uno a la española y con la mano amiga de BLNCO —aunque no la única— en la producción de tracks como La luz de las entrañas o ¿Debería estar contento después de verte?.
Por eso no es de extrañar que, en esta ocasión, Fran Laoren haya decidido romper con lo anterior, tomar aire y comenzar a improvisar, a dejarse llevar por las sensaciones y las vivencias que le acaban zarandeando a uno, tomando como punto de partida sonidos transgresivos y de lo más orgánicos. Y, como resultado de todo este mix, un largo inclasificable, romántico, incurable y adictivo. Que Dios bendiga el hyperpop.
Track favorito: Luz en mis telarañas.