El día que fallemos al Festival B, preocuparos porque nos habrá pasado algo grave. El Fórum de Barcelona se llenaba el 27 y 28 de septiembre de jóvenes (y no tan jóvenes) incomprendidos con ganas de escuchar a sus artistas favoritos en directo. Desliza que te lo contamos todo.
El primer día del Festival B arrancó con una cola que casi nos hizo llegar tarde a Maria Hein. Lo de cada año, por eso veníamos con veinte minutos de antelación. La mallorquina nos puso a todos a flor de piel con su delicadeza, pero no dejes que su apariencia engañe, porque cada acorde y cada palabra tienen una fuerza brutal. Sobre el escenario de Jagërmusic, la mallorquina tocó gran parte de su último álbum, tot allò que no sap ningú, y también su último single, Alenar. De la tranquilidad de Hein pasamos al desparpajo de Rodrigo Cuevas, quien, como siempre, vino a dar espectáculo, tanto que se montó hasta un striptease sobre el escenario de Voll Damn, o se reencarnó en La Húngara entre canción y canción. Cuevas es una bomba que solo explota en las mejores romerías; tradición, folklore atemporal, vogue, su show lo fue todo, y, también, la joya del primer día del festival.
De ahí, la cosa siguió con una marabunta de mujeres corriendo hacia el escenario Jägermusic. Todas venían a ver a Jimena Amarillo. Vale, el sonido podría haber estado mejor, pero da igual, porque todas se sabían las canciones de memoria, así que el ambiente estuvo a tope. Hubo un momento gracioso cuando se le rompió la guitarra y se echó unas risas. Un show lleno de momentos genuinos; tanto, que hasta nosotros queríamos preguntarle, Jimena, ¿estás bien?
El siguiente en la lista fue el que muchos esperaban: Sen Senra. Vestido de negro, casi sin hablar, simplemente dejando que su voz y su música hicieran el trabajo. La barba le sienta genial, y cuando empezó con Meu Amore, el público simplemente se entregó. Uno de esos conciertos en los que el artista no necesita mucho más que su presencia. Senra fue puro sentimiento, y cuando llegó el turno de No hace falta, todo el público nos unificamos y lo sentimos. Momento clave de la noche: subió a un guitarrista, Juanito, diez minutos en los que hubiéramos deseado que todo Dios se callara. No fue así y eso nos a hecho desear que el gallego se monte un Tiny Desk superacústico.
La noche seguía subiendo con Rusowsky, que dividió al público entre las lágrimas y las ganas de meterse en un pogo. La energía fluctuaba entre momentos de intimidad y estallidos de emoción. Lo hemos visto más animado en otros directos, con piti y birra en mano, unos pantalones caídos hasta el culo y una nueva canción que enseñarnos, pero qué decir, nos encantó. Su set fue un carrusel emocional en el que la melancolía y el baile convivieron a la perfección. Y sí, salió Ralphie. Los encargados de cerrar la noche fueron La Élite, momento perfecto para desfogarse en pogos y ser bañado por cervezas ajenas. Salto colectivo y a liarla parda, no esperábamos menos. Mata a tu jefe y Todos me miran mal fueron coreados a gritos, y así cerramos la noche, por todo lo alto.
Entre concierto y concierto nos fue imposible no pasarnos por el nuevo escenario electrónico del Festival, el Ra•B, que el viernes contó con DJ sets de Lanav, Dalila y Marcelo Pantani. Evidentemente, la gente se iba uniendo conforme transcurría las horas, fue un sueño, y de vez en cuando en una noche de festival, a ver quién le dice que no a unas dosis de techno oscuro.
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Rodrigo Cuevas
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Jimena Amarillo
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Cupido
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Sen Senra
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Rusowsky
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La Élite
El segundo día del Festival B comenzó con Metrika. “¡Madre mía, el raxeteo ha llegado a la ciudad!”, decía alguien entre risas mientras la cola avanzaba rápidamente. Sí, todas habíamos superado la resaca con creces para ver a nuestra zorra fiel. Cejas finas, panties y actitud. Se comió el escenario como nadie. Apareció Glory gritando, ¡viva Barna, joder! y hasta hubo una pedida de mano: ¿dónde está Miriam, te quieres casar con Nau? El amor es bonito, siempre y cuando sea con un zorro (fiel). Ahí sonaron algunos de sus temas de Madre fundadora, y también su último hit junto a L0rna, Lip combo. Nos faltó estar en primera fila y que nos escupiera en la boca, por lo demás todo ok.
Después llegó Vatocholo, con la bandera de México agarrada al trípode, siempre tan humilde, y se dejó la voz en el bolo. Las parejas se miraban a los ojos mientras cantaban “nos pensaremos a la vez”, y en algún momento Vatocholo dedicaba su canción a su novia… pa’ ti, mi Lunita. Sí, Vato y Luna Ki son novias. Lo bueno de Vato es que aún estando sin pareja sus canciones te motivan igual, como parte de su último EP, Hecho en México, y que tanto agradecimos escucharlo en directo.
Julieta tomó el escenario y con su show de primer nivel dejó claro que el pop también tiene su lugar en este festival. ¡Poppy as fuck! ¿Qué decir? El tipo de concierto preparado a muerte, con cada paso medido con cada beat, coreografía, un equipazo, y donde todas las luces apuntaban constantemente a nuestro Catalan Dream. Julieta es la estrella pop perfecta y el Fórum se rindió a ella, se nota que jugaba en casa.
Luego, Diego 900 subió al escenario con unos visuales preciosos, como siempre. Un chiquillo tímido que parecía un poco abrumado pero que supo conectar con el público. “Dan ganas de achucharle”, se escuchaba entre risas mientras disfrutábamos de su actuación. Pau Riutort y Vato también se unieron al show, llenando el Jägermusic con una energía vibrante. Para nosotros, escuchar La espalda del sol en directo fue el momento íntimo del día, que con la que se venía después, era todo un lujo.
Mushka fue la siguiente en actuar, y el escenario grande se llenó rápidamente. Con su hermana Greta siempre al lado hicieron una dinámica increíble y sustituyó a Alba en Sexe sensible. Punto heavy del concierto cuando aparecen los del Rifle talibán remix al escenario, Guxxo y Superreservao hicieron que los chavales gritaran como demonios. Eso sí, nosotras llevábamos todo el conci locas por Irma, la tía se come el escenario.
Llegó el turno de Cruz Cafuné. El sold out del festival se notó sobre todo en ese concierto. Incapaces de movernos hacia las primeras filas, acabamos en un hueco apretujados pero saltando con cada tema de Me muevo con Dios, y también de su último EP, blu€s. Las luces imitaban la cola de un tiburón, gran guiño a su anterior disco, y difícil encontrar a alguien que no gritara todas las letras.
Momento clave: llegó el diluvio universal. Ralphie Choo era el momento álgido para la mayoría de asistentes y la lluvia frenó solo para que Juan pudiera cantar. Algunas gotas cayeron, pero no molestaron a un público que llenaba el recinto. Podrían haberlo hecho en el escenario de Voll Damn y se hubiera llenado igual. Ralphie, Drummie y Rusowsky se lo gozaron encima del escenario. No, no vino Rosalía, pero sí que se lloró bien fuerte Omega.
La Zowi, agradecida con el público, brilló en el escenario con un look muy comentado de Laneya Christine hecho de ositos de peluche. La Reina del Sur no se dejó ni un tema sin tocar, con los hitazos de Pussy Taste incluidos. También su ya mítica regadera mientras movemos todas un poco el culo. De ahí perreamos de principio a fin, mojaítas por la lluvia, pero muy contentas.
Y damos paso a Abhir, el mejor concierto de la noche, sin duda. Pese a la lluvia, el público no dejó de montar pogos mientras él dominaba el escenario con una energía imparable y un look increíble (aplausos a la estilista). Los artistas que quedaban por allí disfrutando desde los laterales del escenario gozándose cada canción. Abhir tiró kebabs al público como un quarterback, provocando un momento divertido y caótico, y la aparición sorpresa de Cruz Cafuné fue la guinda final que elevó el show.
Para acabar, tras pasar un rato en el nuevo espacio Ra•B,  donde nos sentimos de rave berlinesa, nos movimos de nuevo al escenario principal. Soto Asa cerró el festival con un set muy club. En su línea. La peña que aguantamos hasta el final nos lo gozamos. Eso sí: ¿por qué no hemos visto a La Zowi y a Soto cantando juntas ninguna de sus dos canciones?
Un año más despedimos el verano con el Festival B. Ya toda una tradición para nosotros. Cada año, por qué no decirlo, se coronan un poco más con el cartel, y sabemos que de aquí solo irán a más. Lo próximo es el Series B, el ciclo de conciertos que durante los primeros meses del próximo año se van celebrando por toda la ciudad de Barcelona. No temas, que también te contaremos.
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Metrika
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Vatocholo
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Julieta
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Diego 900
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Mushka
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Cruz Cafuné
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Ralphie Choo
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La Zowi
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Abhir