Londres, pérdida de la visión, Iker Casillas, la autopercepción de la imagen a través de otras personas, aves migratorias. Todos estos conceptos, aunque suenan aleatorios, dan lugar a una colección que ensalza la artesanía y que ha impulsado a Evangelina Julia como una de las diseñadoras más prometedoras del panorama español con su marca Evade House, recientemente galardonada con el premio Allianz EGO Confidence in Fashion.
Entrevista extraída ACERO vol. 2. Adaptada a la versión online. Hazte con tu copia aquí.
Amante del fútbol, Evangelina Julia utilizaba ya la moda desde pequeña para contar historias mientras se vestía de sus jugadores preferidos. Empezó en el sector trabajando de modelo al ser descubierta andando por Madrid, pero rápidamente se dio cuenta de que la ropa que vestía en esos shootings no iba con ella. Fue su madre la que con una simple pregunta, ¿por qué no te haces tú la ropa?, la llenó de inquietudes. Decidió marchar a Londres para cursar un Foundation Diploma en Arte y Diseño mientras vivía en un warehouse donde creaba y se evadía por partes iguales. Todas estas experiencias la llevaron a lanzar su propia marca Evade House, en la que el trabajo artesanal, las técnicas sacadas de tiempos pasados y las materias primas más remotas, hacen que la historia detrás de cada prenda sea tan intrigante como el propio diseño.
Evade House Aceromagazine 7.jpg
Hola Evangelina, antes de empezar nuestra charla me gustaría que te definieses con tres adjetivos. En lo personal y como diseñadora.
Constante, alegre y divertida. Eso sería yo, y luego mi marca diría que es atemporal, romántica y artesanal.
Hace poco ganaste el premio Allianz EGO Confidence in Fashion por tu colección Travelling Blind, no está nada mal para alguien que está empezando como quien dice. ¿Te lo esperabas?
La verdad es que no porque he utilizado muchos materiales biodegradables y materiales que hemos creado mi equipo y yo. Realmente pensaba, ¿cómo van a ver que mi nuevo modelo de negocio es viable para ellos? No sabía si iban a estar preparados para esto.
Esta es tu segunda colección, ¿verdad? ¿La sientes como tal o crees que es esta la que marca el punto de partida? Y no lo digo por el premio, sino por su desarrollo y el tiempo que has invertido en ella.
Bueno, en realidad esta es mi segunda colección, pero a la vez es la primera. Quiero decir, es la conexión con mi proyecto de final de grado. Cuando me tocó presentarla, llegó la pandemia y no tuve toda la visibilidad que me hubiese gustado. Así que decidí dividirla en dos, añadir nuevas prendas como los gorros y los puños de crochet para ganar un año más de plazo y poder presentarla al público y conseguir más repercusión.
Ahora profundizamos en la colección, pero antes me gustaría viajar un poco en el tiempo contigo. Me ha sorprendido mucho leer que de pequeña querías ser futbolista, ¿cómo es eso? ¿En algún momento fue algo que te tomaste en serio o solo era una idea infantil sin más recorrido?
Sí, sí, me lo tomaba en serio, no tengo memoria de mí misma sin una pelota de fútbol. Aunque también fue un poco gracioso. La cosa es que yo me vestía como ellos. A mí me gustaba Iker Casillas y me ponía la camiseta, el pantalón, sus zapatillas, los mismos guantes que él utilizaba, me cortaba el pelo como él. Le seguía online y decía las mismas frases que él decía cuando iba por casa. A pesar de mi afán por el fútbol, la moda siempre estuvo presente porque me disfrazaba como esos jugadores a los que yo admiraba en ese momento. Y entonces, bueno, llegó la pubertad y en el colegio dejamos de jugar al fútbol...
Entiendo entonces que de pequeña no te morías por hacer vestidos a tus muñecas y todas esas cosas, ¿o sí?
No, no, para nada. O sea, mi afán era más yo y el fútbol; y vestir como esos jugadores. También hacía muchos juegos con mi hermano de adivina quién soy. Había algunos días que me vestía de Guti o de Raúl o de Iker Casillas, y mi hermano lo tenía que descubrir. No vestía a las muñecas como tal, pero me vestía a mí misma.
Bueno, queda claro que siempre has utilizado la moda para expresarte.
Sí, sí, sin duda.
Evade House Aceromagazine 10.jpg
Antes de ser diseñadora fuiste modelo, ¿cierto? ¿Ese fue tu camino de entrada a la moda? Lo digo porque tu acercamiento es mucho más artístico y conceptual, y de hecho cuando marchaste a Londres lo hiciste para cursar un Foundation Diploma en Arte y Diseño. Es decir que tu aproximación a la moda puede decirse que ha sido de forma más transversal y contaminada por otras disciplinas.
Sí, correcto. Me cogieron aquí, en Madrid, andando por la calle, y me metí en una agencia de modelos. Me acuerdo de que al volver a casa mi madre me preguntó qué tal había ido, y yo le decía que todo el equipo era increíble, que estaba aprendiendo un montón, pero que la ropa nunca me gustaba. Al ver reiteradamente que no paraba de quejarme de la ropa, mi madre un día me dijo, ¿por qué no la haces tú? Realmente nunca me lo había planteado, así que pensé, pues mira, a lo mejor es esto, ¿no? Y entonces me fui a Londres y empecé mis estudios allí.
¿Qué es la moda para ti?
La moda para mí es un tipo de comunicación, es un lenguaje, y me encanta porque te puedes expresar sin tener que hablar. Creo que eso es súper bonito y a la vez es intrigante y misterioso.
¿Cómo fue ese año en Londres? Tanto tu nombre como esta primera colección salen de allí, así que me imagino que fue provechoso, ¿no?
Sí. El nombre viene de que yo vivía en una warehouse, en una nave con otros once artistas más. Siempre estaba metida en mi habitación y muchas veces casi ni salía. Recuerdo que uno de mis compañeros decía que me estaba evadiendo. Esta frase me hizo gracia porque lo pensé y dije, jolín, ¡esta palabra también lleva mi nombre! Me gusta la idea de romantizar la palabra ‘evade’ con la palabra ‘casa’, porque creo que es una forma de decir al público que estamos abiertos los unos a los otros, que tenemos que pedir ayuda si la necesitamos y que estamos aquí para apoyarnos. Así que Evade House es para explicar al consumidor que puede contar conmigo para lo que necesite.
Por cierto, allí también escribiste un libro, Notas sobre la divinidad. Tengo una curiosidad, ¿tiene algo que ver con el libro de Aldous Huxley o es casualidad? ¿De qué hablas en este libro? ¿Qué divinidad es esa?
No, ¡pero sé a qué libro te refieres! Pero no, no, no tiene nada que ver. Yo ese libro lo hice como final de grado de Foundation Course. Yo estaba en una etapa muy introspectiva, y empecé a investigar sobre mí y la perfección y empecé a verla como el huevo.
¿El huevo, huevo de gallina?
Sí, porque el huevo es perfecto. Los círculos, todas las formas ovaladas, lo son. Y así surgió el nombre para mi libro. Son las notas que yo he ido haciendo sobre la divinidad y sobre la perfección. En este proyecto también colaboré con Geray, mi marido. Él me hizo las fotos. Así que juntamos sus fotos con la ropa que yo diseñé, que por cierto tenía forma de huevo. ¡Quedó súper chulo! E hicimos solo cuatro copias y la universidad se quedó con una y los otros tres los vendimos. ¡Así que fue también un hit!
Tu colección Travelling Blind va acompañada de muchas referencias y de un fuerte contexto que hila entre el viaje, la migración, la capacidad de movimiento de los pájaros y la ceguera. ¿Cuál ha sido el punto de conexión de todos estos conceptos? ¿Cuál es la inspiración detrás de la colección?
Todo empezó al hacerme preguntas de por qué había elegido Londres y no otro país, y me pregunté por qué la gente emigra. Empecé a hacer un paralelismo, metafóricamente hablando, con los pájaros. Son el animal que se mueve más libremente. No como nosotros que tenemos tantas barreras de movimiento. Haciendo la investigación surgió la pandemia. Fue ese el momento orgánico de cohesión porque nosotros no podíamos movernos y, en cambio, los pájaros podían volar libremente. Me fijé también que todas las aves iban a África. Cogiendo como referencia África empecé a hacerme las mismas preguntas que antes. Esto me llevó a empezar a hacer una investigación sobre la vegetación de África y me encontré con que hay una tribu que usa esa vegetación y los pigmentos de esa zona para vestirse, y que saben si se visten bien por la impresión que causan en las otras personas.
Espera, ¿no tienen espejos?
No, no tienen. Ellos se visten usando elementos de la naturaleza y cuando quedan con alguien y esa persona no reacciona a su indumentaria, significa que se han vestido ‘mal’. Entonces van al río, se lavan y se quitan los pigmentos y se vuelven a vestir. Esto me llevó a pensar en las personas ciegas, que ellas tampoco se ven a sí mismas. Y este fue el momento en que dije, wow, ahora sí toda mi investigación ha llegado a un punto de conexión.
Evade House Aceromagazine 9.jpg
Explicas que tus prendas en cierta medida son una declaración de principios, y que la colección se dirige a quienes tienen el deseo de cambiar las normas, ¿qué normas quiere cambiar Evade House?
Bueno, como ya sabes, la moda tiene un impacto muy nocivo en la sociedad y en el planeta. Yo quiero redefinir y redibujar estos procesos de elaboración de las prendas. Quiero hacer que las prendas tengan una mano de obra muy laboriosa, de muchas horas de dedicación en contraposición con el ‘mass production’ del fast fashion. Intento enseñar al consumidor que hay un nuevo hábito de consumo. Noto que la gente se está preocupando más por las materias primas y por los métodos antiguos de producción. Quiero demostrar que pueden funcionar otros modelos de negocio como el alquiler de prendas, que es el que promuevo yo.
He leído que para concretar la paleta de colores usada en tu colección estuviste hablando con personas ciegas para poder entender cómo perciben los colores y los recuerdos que tienen ligados a ellos. ¿Qué aprendiste de todas esas conversaciones y cómo lo tradujiste en tu colección?
Pues fue increíble, la verdad. Fue bastante emocional y sentimental, sobre todo porque cada persona decía una cosa completamente distinta. Por ejemplo, había un chico que decía que le daba igual la moda, que es una pena, ¿no? Y que él se ponía siempre vaqueros con cualquier cosa de parte de arriba, porque concebía en su memoria que los vaqueros pegaban con todo. Luego había otra mujer que lo hacía todo a través del tacto, que le daba igual el color o la silueta. Esto también fue súper bonito, porque esta mujer iba súper colorida. A raíz de todas estas entrevistas, me dio la sensación de que había una falta de colores naturales, porque no solían ir mucho a la naturaleza por las dificultades que esto comporta.
Como comentas, no siempre es agradable para las personas ciegas el ir a la naturaleza. Veo que juegas mucho con la percepción sensorial de tus prendas. ¿Es por esto en tus diseños predomina la textura sobre el color?
No diría que es más texturas y menos color, o más color y menos textura. Yo creo que no hay que comparar y que ha salido orgánico. Depende de la percepción de cada uno.
Viendo tus prendas es inevitable sentir cierta nostalgia por épocas no vividas. No sé si estarías de acuerdo en esto, quizá la nostalgia no te interese en absoluto...
Sí, pero yo no creo que nostalgia. Yo creo que es más revivir ese pasado y traerlo al futuro y darnos cuenta de que sin ese pasado no podríamos estar donde estamos ahora. Si no nos hubieran enseñado el filtrado en el 6000 antes de Cristo, no hubiera nacido el hilo después.
De hecho, citas a Paul Harnden, conocido por usar técnicas centenarias para confeccionar sus diseños y por fabricar su ropa a mano, como una de tus inspiraciones. Con él sucede lo mismo, sus prendas parecen de otra época. ¿Cómo ha influenciado su trabajo en tu forma de confeccionar?
Él es una persona bastante llamativa y rara. Utiliza procesos antiguos de fabricación y lo hace todo a mano. Aparte, todos los tejidos que coge son naturales. Creo que va bastante ligado a mi punto de vista y a la visión que quiero dar en mi marca.
Creas tus prendas con materiales poco habituales, sacos de café reciclados y algodón japonés reciclado teñido en barro... Cuéntanos acerca de esto, ¿es la experimentación con tejidos algo que te interesa especialmente?
Pues sí, siempre me ha gustado muchísimo. El crear nuevos materiales es súper excitante y poder crearlos tú te da muchísima más personalidad, y resulta más internacional que utilizar solo las telas y materiales que encuentras en tu zona.
Llama la atención una propuesta como la tuya en plena efervescencia Y2K, ¿cómo te llevas con la estética dosmilera?
¡Me llevo superbién! Me encantan todas las épocas y me encantan los 2000. Y de hecho se está llevando otra vez ahora muchísimo. Creo que debemos de ensalzar lo que a cada uno nos guste y no encasillarnos.
Evade House Aceromagazine 11.jpg
Porque yo hablo de nostalgia, pero luego está claro que en tu imaginario también usas códigos actuales, modelos, estilismo, fotografía... ¿Crees que es por eso que tu trabajo está teniendo tan buena acogida? Hemos visto a Miranda Makaroff luciendo tus diseños, a Ana Rujas en la cover de L'Officiel España, te han entrevistado ya en un montón de medios, y está lo del premio también, claro. ¿Qué crees tú que ven en Evade House para todo este revuelo?
Creo que la gente se da cuenta de que mis piezas son únicas y que son muy distintas. Son difíciles de conseguir. Y, bueno, Ana y Miranda son unas personas increíbles artísticamente que valoran mucho los nuevos modelos de producción, que están bastante activas en tema de sostenibilidad, y que apoyan muchísimo a los nuevos diseñadores. Y esto también es de agradecer.
¿Cómo gestionas todo esto? ¿Me pregunto si te sientes sometida a mucha presión, o si crees que acabará influyendo en tu próxima colección?
No, para nada. Yo no pienso, voy a diseñar esto a ver si una celebrity o alguien me lo compra. Para nada. Yo diseño para mí, esta es mi forma de comunicarme, es mi lenguaje.
Por cierto, ¿qué nos puedes contar de tu colección?
En esta nueva colección nos hemos basado en el proceso del filtrado. Ya lo había usado en la anterior, pero solo en gorros. Y en esta colección me he lanzado a usarlo en vestidos, abrigos y chaquetas. Es un material de lana que da mucho calor, pero yo estoy haciendo vestidos con él. Busco un poco romper con las reglas del uso de los materiales.
Trabajas muy a menudo con tu pareja, el fotógrafo Geray Mena; sin ir más lejos, las fotos que acompañan esta entrevista son suyas, ¿cómo es vuestra relación profesional y en qué medida recreáis juntos el universo de Evade House o cómo te ayuda Geray a ello?
Es súper orgánica, con solo una mirada ya me entiende a nivel artístico. Es inexplicable, pero él me ayuda muchísimo y yo también le ayudo a él en sus proyectos personales. Hay una conexión que hace saltar la chispa y esa chispa es el momento que justo él consigue captar. Es increíble.
¿Qué otros fotógrafos, creativos o diseñadores de moda te gustan de la escena española? Diría que estamos en un muy buen momento, no sé si estarías de acuerdo conmigo.
Sí, yo creo que estamos en un momento muy, muy bueno para los nuevos diseñadores y la moda sostenible, y que hay que aprovecharlo.
¿Dónde te ves dentro de unos años? ¿Te ves aquí creciendo con tu marca, te ves volviendo a Londres, qué?
Me voy a quedar aquí cien por cien. Quiero que mi marca tenga esencia española y poder enseñar al mundo internacionalmente que España es súper rica en materiales, en creatividad, en imágenes, en vídeo, en todo tipo de artes escénicas. Y creo que es súper bonito que siendo española esté en España y que mi marca crezca en España.
Un sueño que te gustaría ver hecho realidad.
Creo que me encantaría encontrarme a Martin Margiela en el supermercado llevando mi ropa.
Evade House Aceromagazine 4.jpg
Evade House Aceromagazine 6.jpg
Evade House Aceromagazine 8.jpg
Evade House Aceromagazine 5.jpg