Espineli alude a la efímera nostalgia de la Generación Z con una amalgama de influencias que van desde los dibujos animados hasta el ciberpunk y la fantasía. Aunque, lo que realmente hace que este disco sea especial es su sonido experimental y fresco, fusionando elementos oscuros de bandas europeas como ThxSoMch con la vanguardia del techno y el urbano de última generación.
Las canciones de Purgatorio funcionan como una pista biográfica para las experiencias y emociones propias de nuestra generación. Este álbum representa un pop que ha evolucionado más allá de las etiquetas convencionales, siendo verdaderamente "post-todo", desde lo urbano hasta lo pop, e incluso lo cyborg. Incluso entre tanta robotización musical, podemos encontrar un track de reggaetón, DETONA ft. Poseck. La música de Espineli nos sumerge en un universo surrealista y fantástico capaz de resonar en nuestra vida cotidiana de maneras sorprendentes. Un ejemplo de ello es ALMA EN PENA, que da musicalidad a las interferencias electrónicas de un PC y las transforma en un ritmo en sintonía con palmas aflamencadas y voces robóticas.
Este trabajo no solo es un testimonio de su creatividad como artista, sino también como productora musical, dando lugar a un sonido innovador y alejado de las limitaciones del academicismo musical. En un momento en el que parece que todo ha sido explorado y la música a menudo se encuentra restringida a transitar entre géneros ya establecidos, surgen artistas como Espineli. Espineli desafía esta convención al fusionar, reciclar y crear a partir de una amalgama de conceptos dispares, dando lugar a la gestación de géneros alternativos. Purgatorio no es un simple collage musical, es la redefinición y el contraste de sonidos y ruidos capaces de crear nuevos ritmos y melodías.
Track favorito: Rocky Balcoa.