Seguro que a los más aficionados al mundo del rap os suena la cara de este chico. Hace un par de años, Erik se marcaba un One Shot junto a Bnet en el canal del colectivo CSQ, también conocidos como Callejon Squad, del que forman parte junto a Wayatt, Khail, Yerar Berna y Minos. El free subido a Spotify tiene casi un millón de visitas y no es para menos… el cacho de Erik es fuego y no tardó en llamar la atención del público.
Desde entonces, tema tras tema y barra tras barra, se ha ido creando un hueco en la escena urbana, siempre junto a Browni, su fiel escudero y con un as bajo la manga, Bajamar. Este álbum tiene un tinte mucho más oscuro que los anteriores lanzamientos, la voz de Erik entona melodías tristes y aunque esa chulería tan suya sigue estando ahí (un ejemplo de ello es Más caros), da lugar a espacios más íntimos como No es casualidad, en colaboración con Delaossa. Un tema que él define como “la pena escrita” y la verdad que sí, para sentarse, escucharlo con atención e intentar no llorar.
¡Hola, Erik! No sé qué te parece esto, pero aprovechando que es la primera vez que te tenemos en Acero, ¿qué te parece presentarte tú mismo ante los lectores que no te conozcan? ¿Quién es Ericko y de dónde ha salido?
¡Hola a todos! Lo primero, gracias por darme este espacio. Ericko es un chaval de Jerez de la Frontera, hijo de artistas. Mi padre es un pintor cubano, vino a Jerez a exponer sus cuadros y se enamoró de mi madre. Nunca más volvió a Cuba. Mi madre es de Chipiona, la persona más luchadora que conozco: cantante, actriz, profesora de teatro y dueña de su propia escuela de artes escénicas.
Los cuadros de mi padre, los conciertos de mi madre y los años en su escuela realmente marcaron una época en mi vida. Recuerdo estar constantemente haciendo obras de teatro, de ensayo tras ensayo. A su vez, estaba en el conservatorio tocando la trompeta y en la escuela municipal de música tocando el piano. Era un no parar, pero como me encantaba y me sobraba la energía ni me daba cuenta. Es ahora de mayor cuando pienso en qué ritmo de vida llevaba.
Los cuadros de mi padre, los conciertos de mi madre y los años en su escuela realmente marcaron una época en mi vida. Recuerdo estar constantemente haciendo obras de teatro, de ensayo tras ensayo. A su vez, estaba en el conservatorio tocando la trompeta y en la escuela municipal de música tocando el piano. Era un no parar, pero como me encantaba y me sobraba la energía ni me daba cuenta. Es ahora de mayor cuando pienso en qué ritmo de vida llevaba.
Cuando me llegó tu álbum, obvio tenía que escribirte para felicitarte por este pedazo proyecto. Así que enhorabuena por Bajamar. ¿Cómo ha sido lanzarlo tras dos años guardándotelo bajo la manga?
Pues ha sido tanto raro como gratificante. Era algo que llevábamos arrastrando mucho tiempo, algo a lo que teníamos que ir quitándole el polvo cada vez que pasaba el tiempo. Hemos tenido el disco ‘terminado’ muchas veces pero nunca éramos capaces de decir: ya está. Íbamos creando temas nuevos y queríamos añadirlos, pero es que si lo hubiéramos hecho, el disco no habría salido nunca.
Me dijiste que echara un ojo a tu post de Instagram y lo he hecho: “Bajamar no es solo un disco, es la época de mi vida más oscura, más llena de excesos, de problemas, de ansiedad, de estrés, de pérdidas. Es la época en la que teniendo todo delante, todas las oportunidades cerca de mí, no sabía verlas”. ¿Hubo algo en tu vida que hiciera ese clic para que todo esto haya cambiado?
Hay una frase que decía mi abuelo que la llevo a diario conmigo: si no lo quiere ver no lo va a ver. Se refiere a que, por mucho que te digan, por mucho que tu alrededor esté diariamente intentando abrirte los ojos, si tú no quieres hacerlo o te es imposible no los vas a abrir.
Simplemente me obligué a tomar una serie de decisiones y hacer cambios en mi vida para salir del estado depresivo en el que me encontraba. Aunque no estoy aún al cien por cien –pero sí cien veces mejor–, te puedo decir que viéndolo desde fuera hay miles de casos como el mío en gente de mi generación. Hay mucha gente rota que intenta pensar que no lo está evadiéndose de una manera u otra. Yo ahora lo veo como distracciones, son cosas que usas para distraerte y no pensar realmente en toda la mierda que llevas encima, en lo sucio que está todo. Es por eso que parece que tengas una venda en los ojos pero tienes que empezar a hacer cosas buenas por ti, para estar mejor. Buenas para ti y para el vehículo que va a llevarte donde quieras llegar.
Simplemente me obligué a tomar una serie de decisiones y hacer cambios en mi vida para salir del estado depresivo en el que me encontraba. Aunque no estoy aún al cien por cien –pero sí cien veces mejor–, te puedo decir que viéndolo desde fuera hay miles de casos como el mío en gente de mi generación. Hay mucha gente rota que intenta pensar que no lo está evadiéndose de una manera u otra. Yo ahora lo veo como distracciones, son cosas que usas para distraerte y no pensar realmente en toda la mierda que llevas encima, en lo sucio que está todo. Es por eso que parece que tengas una venda en los ojos pero tienes que empezar a hacer cosas buenas por ti, para estar mejor. Buenas para ti y para el vehículo que va a llevarte donde quieras llegar.
Si pudieras hablar con el Erik que estaba atravesando esa época, ¿qué le dirías?
Le diría que tiene que ser fuerte, que todo va a salir bien, pero tiene que luchar y centrarse en lo que quiere, si no esas distracciones le supondrán día a día una carga y seguirán aportando una connotación negativa a su proceso. Básicamente que lo tiene todo en sus manos para ganar. Si pierde dependerá de él.
Empiezas el disco con El Torta en una entrevista con Jesús Quintero diciendo: “Porque yo nunca he sabido cantar, ni creo que sepa cantar, yo lo que hago es transmitir… entonces el sufrir me ha desarrollado los sentidos, un poquito”. ¿Por qué empezar con estas palabras?
Me sentí tan identificado al oír eso que se me cayó una lágrima cuando lo escuché. También lo puse porque siempre veía el programa de Jesús Quintero, Los ratones coloraos, con mi abuela. Cuando veo un extracto en internet de alguna de sus múltiples entrevistas siempre me acuerdo de ella. Aparte de lo grande que es El Torta y lo mucho que representa de donde vengo.
Asumo que al ser un álbum tan íntimo, te has rodeado creativamente de tus amigos, Browni y Tuiste. ¿De qué os conocéis y cómo empezasteis a crear Bajamar juntos?
Tuiste es amigo de toda la vida. Nos conocimos en el conservatorio y también teníamos varios amigos en común, como Alberto (Glblzd), con quien también hacemos música en la actualidad. Además, el hecho de que me mudara literalmente a cien metros de su casa y que ambos practicáramos parkour juntos hizo que nos uniéramos más y más. En 2017, cuando me mudé a Madrid, me enteré de que él estaba haciendo música. Habían pasado un par de años o tres desde que terminamos bachillerato y perdimos un poco el contacto. Pero al descubrir que estaba en Segovia estudiando periodismo, le escribí. Me dijo que cuando quisiera podía ir para allá y hacer algo juntos. Así que empecé a ir prácticamente todas las semanas durante casi un año, en los martes y miércoles que tenía libres.
Conocí a Browni gracias a Adriá, el compañero de piso de Tuiste, quien tenía un sello discográfico con Browni cuando aún vivía en Barcelona. En una de estas vino Browni con un par de colegas más y estuvimos como cuatro o cinco días haciendo música en la casa como unos enfermos sin parar. Recuero que un día dijimos de ir a ver el atardecer a una montaña como excusa porque sino ninguno salíamos de ahí. Conectamos mucho durante esos días e hicimos mucha música. Después fue mi compañero de piso en Madrid durante dos años y hemos compartido miles de momentos juntos. Hoy en día es uno de mis mejores amigos y una de las personas más buenas que conozco y en las que más confío.
Conocí a Browni gracias a Adriá, el compañero de piso de Tuiste, quien tenía un sello discográfico con Browni cuando aún vivía en Barcelona. En una de estas vino Browni con un par de colegas más y estuvimos como cuatro o cinco días haciendo música en la casa como unos enfermos sin parar. Recuero que un día dijimos de ir a ver el atardecer a una montaña como excusa porque sino ninguno salíamos de ahí. Conectamos mucho durante esos días e hicimos mucha música. Después fue mi compañero de piso en Madrid durante dos años y hemos compartido miles de momentos juntos. Hoy en día es uno de mis mejores amigos y una de las personas más buenas que conozco y en las que más confío.
Siento que la industria musical está cambiando mucho y hacer música con colegas es un punto clave en cómo los artistas crean y desarrollan su proyecto. Para ti, ¿cómo sería la sesión de composición perfecta?
Para mí, la sesión perfecta sería con mis amigos en una casa a tomar por saco, algo alejado. No pediría mucho más.
Estaba claro que te iba a preguntar sobre esto, pero, ¿cómo surgió la collab con Delaossa?
Conozco a Dani desde hace bastantes años. Lo conocí por Gese Da O, que se mudó con él cuando vino a Madrid, y de ahí a vestirle para el videoclip de Berlanga, donde hicimos bastantes migas. Dani vino a mi casa un día, ya estaba haciendo el disco con Browni encerrados casi todo el día currando en las canciones, las teníamos casi todas cerradas. Le dijimos que estábamos liados con esto y nos dijo que se lo pusiéramos. Se cató los temas de uno en uno y le iban molando hasta que llegó No es casualidad, que es la canción más triste del disco –la pena escrita–. Nos preguntó si se podía meter en el tema, que si estaba terminado, y justamente ese no lo estaba. Le dijimos que sí y lo demás es historia.
He echado un ojo a lo anterior que habías lanzado y hay un gran cambio o, por lo menos, a mí me lo parece. Tu voz ahora coge un registro más melódico, incluso dulce, si lo comparamos con Cada una de mis barras o el free con Bnet. ¿Ericko sigue haciendo rap?
El rap siempre está y estará conmigo, al fin y al cabo lo que hago es rapear sobre cualquier beat. Si me surge hacer un tema de rap con mi grupo CSQ lo voy a hacer, eso siempre va a estar ahí y me va a seguir apasionando. Nosotros, cantemos o no, siempre vamos a ser raperos.
Hablemos de Perfil bajo. Me ha hecho pensar en que parece que los artistas tengan que exponerse constantemente, ir a todos los eventos y sonreír a toda la peña, cuando hay veces que unx simplemente quiere pirarse al pueblo y desaparecer una temporada. Esto es lo que me ha traído a mí a la mente, para ti, ¿qué es tener perfil bajo?
Para mí, perfil bajo simplemente es no llamar la atención, no dar el cante. No llevar una energía más alta que la de los demás. Eso es tener un perfil bajo. Estoy pasando por una época en la que no se me ve por ningún sitio, en ningún evento ni en ninguna fiesta, pero es simplemente porque creo que en la vida hay etapas y momentos para todo. También es muy importarte darte cuenta de donde empleas tu energía y en qué. Soy el que mejor me lo paso después, eh, pero creo que hay momentos para todo y todo en exceso, sea de lo que sea, es malo.
Aunque he de decirte que mi tema favorito del álbum es Tranquilo, quizás porque es mi mood actual y me parece un rayito de esperanza para aquellos que están pasando por un mal momento (dios, que Mr. Wonderful he sonado). ¿Tú cómo llevas lo de estar tranquilo?
Yo creo que la tranquilidad y la estabilidad son lo más importante en todos los aspectos. Desde que estoy tomando decisiones para estar más tranquilo en mi vida me siento mejor, también porque llevaba bastante viviendo en un descontrol constante.
Ahora que ya ha salido Bajamar, ¿te veremos en los escenarios en este 2024?
Estoy seguro de que sí. Tengo un próximo lanzamiento que va a llamar la atención de la gente porque no es algo que esté acostumbrado a hacer y creo que va a sorprender. Como decía antes, no quiero cerrarme a ningún estilo ni a nada. Ojalá que el 2024 esté lleno de escenarios y de conexión con la gente.