Con sus coreografías impecables y sus outfits color turquesa o violeta, Emilia Mernes deslumbró en su último concierto en el WiZink Center, en Madrid. Iluminada por brillos y un público emocionado, nos hizo viajar en el tiempo a la época dorada de los walkman, Britney Spears, Christina Aguilera y la explosión del pop en la industria.
La propuesta combinaba un espectáculo explosivo con imágenes behind the scenes donde se veía a la artista argentina retocándose en el backstage y calentando para sus canciones. Sin duda, fue una noche cargada de emoción y sorpresas. La primera fue la aparición estelar de Nathy Peluso para cantar el single que tienen en conjunto, Jet Set, que hizo enloquecer a los asistentes. Los ahí presentes pudimos sentir todo el poderío que irradiaron estas dos juntas.
El show se tornó más íntimo cuando la cantante se trasladó a un pequeño escenario localizado en el corazón del recinto. Aquellos con entrada de pista general pudieron disfrutar durante unas pocas canciones de unas vistas como si estuvieran delante de todo, en el front stage. Tratando de establecer un contacto más cercano con sus fans, el cuadrilátero estaba decorado con enseres que recreaban la habitación de la artista, con su guitarra y su tocador.
Podemos decir que a partir de ahí, la confianza crecía poco a poco entre la artista y su público. Emilia se atrevió a dirigirse más veces al estadio: enviando mensajes de fuerza y resiliencia, leyendo carteles graciosos que le habían escrito e incluso aprovechando para hablar de su relación sentimental con el artista argentino Duki. En una presentación donde abrió su corazón, apareció el argentino para cantar su tema conjunto, Como si no importara, aprovechando para fundirse en varios besos apasionados y demostrar su fuerte unión delante del público que gritaba entusiasmado.
Emilia Mernes demostró ser una auténtica show-woman en el WiZink Center, consolidándose como una de las artistas más prometedoras del pop latino actual. Consiguió que más de quince mil personas hicieran a la misma vez algunos de los trends de TikTok mas vírales de la app como el de su No se ve o su reciente coreografía del tema La playlist.
La puesta en escena estuvo marcada por un despliegue de luces, efectos especiales, consolas y juegos antiguos, mp3 y cámaras VHS y la estética digna de las revistas típicas de los años dos mil como la Súper Pop o la Bravo. Gracias a ella pudimos viajar en el tiempo hasta la adolescencia de la cantante y, cómo no, de muchas de nosotras.
La conexión entre Emilia y su público fue innegable, culminando en un final apoteósico (con fuegos artificiales incluidos) donde la artista agradeció emocionada el cariño recibido y prometió volver pronto. Y aquí que la esperamos.
