Cuando tenía dieciocho años empezó a escribir una novela que terminaría por darle nombre al proyecto. Cuando estaba paralizado por el sobreanálisis y la comparación, quedó en punto muerto. Hablar de El Último Vecino es hablar de la vida de su vocalista y compositor, Gerard. Con su más reciente álbum, Riqui, se purga del espectro de sonidos sintéticos, reverberantes y post-punk que podíamos esperar del barcelonés, y según nos dice, cierra una etapa.
Y esto no es todo. Riqui salió a la luz el pasado abril, pero hasta ahora solo podíamos escucharlo en nuestros auriculares. Por fin la cosa ha cambiado, porque se lanzan en una gira que empezó en Pamplona y que les llevará por Bilbao, Sevilla, Donosti, Salamanca, Madrid o Barcelona, y de ahí hasta México, entre muchos destinos más este 2024 y 2025. Si no te quieres perder detalle o sorpresas, sigue leyendo, que aquí está la clave.
Después de más de una década de El Último Vecino, 2024 ha sido el año de vuestro cuarto álbum, Riqui. Antes de su lanzamiento decías que son las mejores canciones que has hecho. ¿Qué tiene este álbum que lo diferencia de los anteriores?
Desde hace ya un tiempo veo que la historia de El Último Vecino se puede dividir en etapas según mis sentimientos. La primera va desde que estaba gestando el primer disco en casa de mis padres hace catorce años hasta que la vida útil de Voces empezó a aflojar, sobre el 2017. La segunda etapa empezaba entonces y durará hasta finales de 2024. La tercera etapa empieza el 1 de enero de 2025.
En relación a tu pregunta, te puedo hablar teniendo en cuenta que estamos en el segundo capítulo de EÚV: Riqui ha sido la primera vez que he hecho lo que me ha dado la gana dentro de esta época, y me he quedado muy a gusto. Probablemente no pase por ser el mejor disco que he hecho pero de verdad tenía que hacerlo.
En relación a tu pregunta, te puedo hablar teniendo en cuenta que estamos en el segundo capítulo de EÚV: Riqui ha sido la primera vez que he hecho lo que me ha dado la gana dentro de esta época, y me he quedado muy a gusto. Probablemente no pase por ser el mejor disco que he hecho pero de verdad tenía que hacerlo.
¿Por qué? ¿A qué se debe?
Llevaba tiempo queriendo cambiar un poco el rumbo de mi música y todo el rato caía en topicazos sonoros de la banda. Hasta que InnerCut y yo decidimos que quizás lo que había que hacer era un disco cien por cien EÚV classic como para quitarme esa espina y después poder seguir adelante tranquilo, sin la necesidad de poner esos elementos en un proyecto que intentara distanciarse de eso. Así que en respuesta a tu pregunta, y resumiendo, a diferencia de toda la serie de singles y el penúltimo LP, Riqui lo he hecho sin pretensiones de nada, solo plasmar lo que soy en ese momento.
En una entrevista pasada en METAL hablabas de tu búsqueda casi obsesiva por la canción perfecta, ¿crees que la has encontrado en Riqui?
Tengo dos opiniones sobre este tema. La primera es que no conseguí la canción perfecta porque si lo hubiera conseguido, no estaría haciendo música ahora mismo. La otra opinión, y la que tengo ahora mismo, es que es absurdo buscar la canción perfecta. La última vez que intenté de verdad hacerla estuve seis años sin sacar un disco, no vale la pena esa búsqueda. Me gustaría encontrarla, no te mentiré, pero, ¿buscarla? Nanai.
Todo en El Último Vecino tiene razón de ser. Por curiosidad, ¿qué representa la portada de este álbum?
El dinosaurio volador es Riqui, es quien me gustaría ser. Es el protagonista de las canciones del álbum. Este disco habla todo el rato de mí y yo soy muy negativo y pesimista, aunque me encantaría ser lo contrario. Por eso me inventé a Riqui, a él le ha pasado todo lo que pasa en las canciones: le han llovido hostias a punta pala, pero fíjate que sigue volando y sonriendo. Es un poco como la ley de la atracción que tanto tiempo hace que quiero practicar. Como curiosidad, antes de llamarse Riqui, el disco pasó por llamarse Estoy de perlas y Lo que tuvo que aguantar.
Es tu segundo disco coproducido de la mano de InnerCut, ¿cómo empezó esta colaboración y por qué decidiste repetir para este nuevo proyecto?
Con Adrià nos conocimos porque él quería trabajar conmigo para su disco y yo quería que me produjera el mío, un trueque de toda la vida nos hizo conocernos. Adrià es muy especial, es ultrahumano, es productor y gurú, le encanta hablar. Es extremadamente inteligente y un poco negativo como yo. Es muy muy bueno, podría sacarse la carrera de Psicología en una semana sin estudiar y podría trabajar de la mano con Rick Rubin perfectamente aunque él no se lo crea, aunque prefiero que trabaje conmigo. Es muy inteligente, supongo que por eso tiene la cabeza grande. Hemos hablado más que hecho música. Espero estar a nivel profesional mucho tiempo con él, aunque a nivel personal eso ya está solucionado porque lo considero un amigo de verdad.
Es la primera vez que introduces otras voces en un álbum de El Último Vecino, y me ha sorprendido la colaboración con Xenia, que tiene también un aura muy romántica pero que suele apostar por sonidos más futuristas ¿Qué te lleva a conectar con ella y querer que forme parte de Riqui?
Precisamente porque le da al tema ese aire futurista.
Has hablado de que este disco lo mezclasteis en cassette. Vuestro álbum debut de 2013 también se distribuyó en cinta para sus primeras unidades. Casi en homenaje a la época con la que tanto se os asocia, ¿qué consideras que te aporta jugar con estos medios en muchos sentidos más limitantes?
Yo soy muy físico. Quiero decir que me gusta ver el movimiento de las cosas, ver los engranajes de un reloj, por dentro, hacer maquetas e instalarles lucecillas dentro. Me apasiona. Prefiero coger lápiz y papel que el móvil, hacer laberintos de agua con cañas, hacer los muebles de mi casa inspirándome en la casa de la cascada y todas esas cosas.
A nivel de sonido siempre me ha flipado mirar los radiocasetes con todas sus piezas dando vueltas, sus ruedecitas, las luces del aparato que cerrando un poco los ojos parecen una ciudad en miniatura. De verdad encuentro la felicidad en todo eso. Saber y ver que la canción que he hecho, o parte de ella sale fuera del ordenador, pasa por todo ese caminito de cosas como una maleta en un aeropuerto y luego vuelve para que la gente pueda escucharla me da tanto placer que ni me planteo que sea algo limitante.
A nivel de sonido siempre me ha flipado mirar los radiocasetes con todas sus piezas dando vueltas, sus ruedecitas, las luces del aparato que cerrando un poco los ojos parecen una ciudad en miniatura. De verdad encuentro la felicidad en todo eso. Saber y ver que la canción que he hecho, o parte de ella sale fuera del ordenador, pasa por todo ese caminito de cosas como una maleta en un aeropuerto y luego vuelve para que la gente pueda escucharla me da tanto placer que ni me planteo que sea algo limitante.
En la canción Cinta una letra dice: “Cómo aliviarme después de tu ataque si no tengo cinta para mi película”. ¿Escribir canciones es terapia?
El Último Vecino es mi diario personal, y sí, supongo que también es autoterapia. Iba a decir que está bien porque sale más barato que el psicólogo, pero teniendo en cuenta el tiempo que dedico a mantener viva la banda y lo poco que cobro creo que es bastante más caro. Es lo que tiene haber nacido con un objetivo en la vida.
¿A qué se refiere este “no quedar cinta”?
Se refiere a vendas o tiritas: “Qué poca agua para tanta sed”, “qué pocas tiritas para tanta herida”.
Hay muchos símbolos en el disco de lo caliente como algo de lo que huir y el frío como el lugar en el que quieres estar siempre. Es más evidente en Metropolitano, con letras sobre cómo el calor es el que deteriora, y en Libreta de los recuerdos mencionas el deseo de escapar a un lugar en el que siempre haga frío. ¿Qué quieren decir para ti estos elementos?
Soy la persona más calurosa que conozco, soporto muy poco el calor, y Barcelona es un infierno en ese aspecto. Hace años y años que me gustaría mudarme a un sitio en el que no hiciera calor, pero de momento no he podido porque sufro de un tipo de agorafobia que no me deja estar mucho tiempo lejos de lo que considero casa. En el caso de Metropolitano, creo que es claramente una advertencia a lo que se nos viene con el calentamiento global, no hay futuro si no hacemos algo.
Nunca has tratado de esconder tus referencias, desde el principio se os ha comparado con Aviador Dro, Golpes Bajos o The Cure y nunca te has tratado de desmarcar. ¿Alguna vez te has sentido limitado por esta etiqueta?
Sí, me sentiré limitado hasta el 31 de diciembre de 2024. De todas formas, si no recuerdo mal, lo dije en la primera entrevista que me hicieron como EÚV: “El Último Vecino es un proyecto de musica con referencias”. Nunca lo he escondido, y, sí, me olvidé el acento de música.
“La última vez que intenté de verdad hacer la canción perfecta, estuve seis años sin sacar un disco, no vale la pena esa búsqueda. Me gustaría encontrarla, no te mentiré, pero, ¿buscarla? Nanai.”
La nostalgia es uno de los elementos más presentes no solo en vuestro sonido si no en tus letras. En El último día hablas de esta ansiedad al ser consciente de la nostalgia que seguirá el vivir algo por última vez. ¿Cómo te mueve a ti creativamente este sentimiento?
Creo que me motiva ser el último en haber vivido algo y contarlo. A la vez me da mucha ansiedad por el paso del tiempo y por hacerme mayor. Es algo que a veces hablo con Pol (el teclista), que mola ser de los últimos que no teníamos móvil, que recordamos cuándo llegó internet a casa, o que por un pelo no tenemos que ir a la mili. Me gusta mucho cuando le cuento a Ekaterina que cuando yo era pequeño, para subir al autobús tenía que subir cuatro escalones muy altos. Me encanta todo lo antiguo y odio el cambio de ese tipo de cosas. Cuando veo que se tira una casa muy antigua para hacer una nueva más alta no puedo decir lo que haría porque iría a la cárcel.
¿Por qué crees que esta nostalgia atrae por igual a generaciones que no vivieron la época a la que hacéis referencia?
Es interesante. Creo que desde siempre, en general, nos atrae lo no vivido, lo romantizamos, ¿no? Es como esa peli que se llamaba Medianoche en París o algo así, en la que el prota viaja a la época de los impresionistas porque para él es la ,mejor época de la humanidad y cuando se los encuentra, les dice: qué suerte tenéis de vivir en la mejor época del arte bla bla bla, y ellos le responden que no, que la mejor época era la de Velázquez. Seguro que le preguntas a Velázquez y te dice que mejor haber nacido doscientos años antes…
Lo que pasa es que tengo la sensación que ese retroceso en el tiempo cada vez es más corto, pero sí que tiene que ser sobre algo que casi no has vivido, o que has podido vivir de refilón.
Lo que pasa es que tengo la sensación que ese retroceso en el tiempo cada vez es más corto, pero sí que tiene que ser sobre algo que casi no has vivido, o que has podido vivir de refilón.
Dices que la intensidad de cantar en vivo una situación actual no la iguala nada. De cara a esta gira, ¿cómo de frescos están los sentimientos que cantas?
En realidad me he dado cuenta que todo son quejas hasta que subo al escenario. Actualmente estoy haciendo canciones nuevas con otro enfoque, Riqui prácticamente acaba de salir, pero yo lo terminé hace como un año y medio. Por culpa de una cosa que no puedo contar (pero contaré con ganas algún día) no pudo salir a tiempo. Entonces, antes de viajar a donde tenga que ir a cantar Riqui, pienso: mierda, yo quiero cantar las canciones nuevas, no el niqui ese. Pero luego empieza la canción allí arriba y, al menos a mí, se me remueve todo y pasa a ser mi vivencia más actual y fresca de todas.
Desde la materialización de El Último Vecino, la banda ha contado con integrantes diferentes, ¿cómo se han ido viviendo estos cambios desde dentro?
Te puedo hablar desde mi perspectiva, tendrías que entrevistar a Pol y a Alejandro par saber su opinión. ¿Recuerdas lo que te contaba antes de los cambios? Pues imagina, cada vez que alguien ha tenido que irse se me desmoronaba todo, pensaba que El Último Vecino se terminaba. Después Borja y Adrià me decían: ¡pero si El Último Vecino eres tú, Gerard! Entonces me calmaba un poco, pero muy difícil de verdad. Soy un dramas.
Ya has comentado en otras ocasiones que el trabajo de El Último Vecino es tanto en el estudio como en vivo. Volviendo a girar desde el Demasiado tour en 2023, ¿cómo os habéis planteado esta presentación en vivo en la gira que tenéis por delante?
No tengo ni la más remota idea. Ahora estamos trabajando con Conjuro para poner orden a todas estas cosas, pero la gira ya ha empezado. Es complicado llegar a tiempo en este mundo tan rápido.
Ya habéis arrancado la gira con las primeras fechas en Pamplona y Bilbao y habéis confirmado cuatro fechas en México, además de los bolos por otras ciudades españolas. ¿Qué podemos esperar de Riqui tour?
Me pregunto lo mismo.